Capítulo 1

De toda la ropa que he adquirido durante años y años como adicta a las compras, me valen poco más de un par de conjuntos, a parte de todas las prendas de mi armario que Alexa echó a perder. Es evidente y yo misma lo he notado, y es que este curso me he convertido en una Jade en versión rubia. No sólo me he permitido engullir cualquier cosa que me apetecía, si no que también he dejado completamente de lado el deporte. Antes, aunque lo detestara, por lo menos me obligaba a visitar el gimnasio dos o tres tardes a la semana. Este año ni eso.

Y a diferencia de Jade, a mí sí me pasan factura las calorías de más.

—Este tampoco me sirve —digo quitándome el vestido que me acabo de probar, después de un intento fallido de cerrar la cremallera de este.

—Yo no sé cómo lo haces, pero aún engordando un poco sigues estando perfecta. ¿Cuál es tu truco?

Lauren es muy simpática cuando coge confianza, aunque a Chloe le cueste asimilarlo. Yo sé que en el fondo se caen bien pero quieren aparentar todo lo contrario.

—Date prisa, vamos a llegar tarde al aeropuerto.

—¿Y qué hago si no tengo nada que llevarme a Texas? —Resoplo. En el campamento aprendí que no necesito miles de prendas para ir bien vestida siempre, pero tampoco es plan de pasearme desnuda por la vida.

Chloe y Lauren, sentadas en mi cama, me miran como si hubiera perdido la cabeza.

—No empieces con las exageraciones. Con lo que tienes te basta y te sobra.

—Chloe, sólo he metido dos mudas. Y te recuerdo que son dos meses y medio los que vamos a pasar ahí.

Mi amiga pone los ojos en blanco. No sé qué le pasa últimamente pero está más irritada que nunca.

—¿Y no se te pasó por la cabeza en ningún momento, no sé, hacer la maleta antes? —Pregunta Lauren, divertida.

Chloe, cansada de esperar, se levanta y cierra mi maleta casi vacía. La contemplo en silencio, ya que es posible que si le digo algo, explote como una bomba aquí mismo.

—Te dejaré lo que quieras, y si no, ya le quitaremos algo a alguien del campamento. Ahora, vámonos o perderemos el vuelo.

Acto seguido, se lleva mi maleta al salir de la habitación. Menos mal que ya había metido mis otras cosas como productos de higiene, maquillaje, etc.

Lauren y yo nos miramos sin comprender nada. Ella se encoge de hombros y yo me visto rápidamente, grabando en mi mente algo obvio: esta no es mi Chloe, no es la de siempre.

~~

Este ha sido, probablemente, el vuelo más largo de mi vida. Se me ha hecho eterno, y eso que son unas dos horitas de nada...

Para colmo, teníamos cerca a Candice. La loca perturbada. Afortunadamente, no he vuelto a cruzar ni una palabra con ella desde el pasado verano, pero sé que le ha hablado mal de mí al instituto entero. Y si viene al campamento con ganas de guerra, por mi parte no la tendrá. Que se entretenga con su Ben y que me deje en paz.

Mis amigas y yo estamos a nada de llegar al punto de encuentro en el que hemos quedado con Andrew. Madre mía, todavía no me lo creo. Ha pasado un maldito año, miles de cosas suceden en un año. ¿Qué será de la vida de Andrew?

Pero qué pregunta más estúpida. Me he pasado todo el curso charlando con él por teléfono hasta las tantas de la madrugada, y las ojeras con las que iba al instituto lo podrían demostrar. Cada mensaje que me enviaba alimentaba mi ilusión. Y por si con eso no bastara, siempre me daba los buenos días y las buenas noches. Ha sido un encanto conmigo y ha hecho que mi corazón se dispare y lo sienta todo de golpe.

Sin embargo… No. No puedo. Que lo quiera y lo haya echado muchísimo de menos no significa que vayamos a tener algo. Tomé una decisión y es lo mejor que podría haber hecho. Quizás me estoy contradiciendo porque sé que tal vez no es lo que quiero, pero es lo correcto. A veces, seguir a tu corazón no te lleva por el buen camino. Y no pretendo ser pesimista, simplemente realista.

Siempre nos quedará esta amistad tan especial que hemos forjado.

Chloe me da un codazo para que siga su mirada. Lo hago y... creo que el tiempo se ha detenido. Ahí está él. Entre la multitud es la única persona en la que me fijo desde un primer momento. Me pregunto por qué se empeña en parecer una estrella de cine siempre, es perfecto de los pies a la cabeza. Lo sabe. Y para rematarme un poco, sus manos alzan un cartel con mi nombre.

—Anda, quita esa cara de imbécil y vamos hacia allí —me dice Chloe, reprimiendo una sonrisa.

Lauren camina junto a nosotras, algo desorientada. Me parece que nunca antes había estado en un aeropuerto que no fuera el de San Francisco, básicamente porque nunca ha viajado en avión.

Ahora sí que se ha parado el tiempo. Andrew. Acaba. De. Verme. Y. Nuestras. Miradas. Se. Han. Cruzado. Me he quedado sin aliento.

A medida que nos vamos acercando, el brillo en sus ojos se intensifica y su sonrisa se ensancha. Se me acaba de formar algo en el estómago que no deja de molestarme.

Que le den a todo. Mis piernas toman el control del resto de mi cuerpo y enseguida me veo corriendo como una loca hacia él. Andrew me toma entre sus brazos y me levanta del suelo sin dejar de mirarme a los ojos.

—Por fin… —Me lee la mente.

Me hundo en su hombro mientras escucho el fantástico sonido de su risa. Estoy viviendo un momento tan maravilloso que maldigo a quien sea que está carraspeando ahora mismo.

Levanto la cabeza y mis mejillas empiezan a enrojecer automáticamente. Qué vergüenza… Hasta este momento no me había dado cuenta de que Patrick también está aquí.

—Bienvenidas a Texas, chicas. Estáis hablando con el nuevo monitor del campamento.

Increíble. ¿Quién en su sano juicio contrata a un alcohólico para hacerse cargo de un grupo de adolescentes? Porque sí, Andrew me confesó una noche que su padre tenía un problema con la bebida. Era de esperar. Supongo que de él heredó esa gran devoción que tiene por la cerveza.

Que Patrick Cooper pueda ser monitor de un campamento para adolescentes me confirma que el mundo va de mal en peor. Y que Emily debería aprender a diferenciar el trabajo de la vida personal, de una vez por todas. Sin lugar a duda, ella ha tenido algo (o mucho) que ver.

—¿Y la empresa? —Pregunto. Mis padres no me habían comentado nada de esto, y mira que son casi fans del señor Cooper.

—Me he tomado unas vacaciones.

Sonríe de forma muy extraña, como si le faltara algo de sinceridad. Qué grima da el padre de Andrew.

Y hablando del rey de Roma, ese que me está provocando escalofríos... Andrew me acaricia la cintura hasta que decidimos marcharnos de aquí, es entonces cuando empieza a bromear. Y entre broma y broma, se las arregla para agarrarme de la mano.

Mi pulso se acelera y ya no sé si voy a salir viva de aquí.

Finalmente, salimos al exterior. Patrick y Andrew, que parecen llevarse mejor que nunca, nos llevan hasta su coche. Me pregunto si el hijo sabrá lo que su padre se trae con la hermana de su “enemigo”. Cielos, qué lío.

Lo he estado pensando mucho. Lo del romance entre Patrick y Emily, digo. No sé si esos dos seguirán juntos, lo que me puedo esperar es la reacción de Caleb y Andrew. Ya ni se dirigen la palabra, ni creo que lo vuelvan a hacer. Sólo les faltaba enterarse de que les une algún tipo de parentesco…

Cuando vuelvo a la realidad que hay paralela a mis especulaciones, caigo en la cuenta de que ni siquiera les he presentado a Lauren. Es tan tímida que no se ha manifestado en todo este rato.

—Por cierto, ella es Lauren Hudgens. Dale las gracias, Andrew. Si no fuera por ella quizás yo nunca hubiera vuelto al campamento —exagero. Ella me ha ayudado con los estudios, ya que es toda una experta, pero mis preciosos sobresalientes son mérito mío.

—En ese caso, gracias, Lauren —sonríe de lado—. Yo soy Andrew Cooper.

—Encantada —responde ella en un hilo de voz.

Ahora, la mirada de Andrew apunta a Chloe de forma demasiado obvia. Esta pone los ojos en blanco y mira hacia otro lado. Mi amiga está realmente insoportable.

—¿Y a esta qué le pasa? No me digas que la has obligado a venir —me susurra.

—Yo no soy así, cretino. Chloe lleva unos días rarísima.

Andrew levanta las cejas.

—¿No será por eso? —Dice señalándome a una pareja que se encuentra a tan solo unos metros de aquí.

Ah, que son ellos. Candice y Ben. Ben y Candice. Y yo que creía que estaba guardando el secreto… y estos como si nada, llenándose de babas en medio de la calle.

Ya entiendo lo de Chloe. Yo había deducido que lo suyo con Ben tuvo mucha más importancia de la que ella le dio, aunque lo niegue. Ahora ya sé que él dejó más marca de lo que ella quiere mostrar.

Me voy a ocupar de que mi mejor amiga olvide a ese estúpido. Más que nada, porque con su actual novia son tal para cual. Payaso para payasa, maléfico para maléfica, idiota para idiota. Son perfectos el uno para el otro.

—¿Por qué todo el mundo se enamora últimamente? —Expreso en voz alta.

—¿Tú también?

La pregunta de Andrew me pilla por sorpresa y agacho la cabeza, ocultando esta sonrisa que me delata.

«La decisión, Evelyn. No lo olvides, es lo mejor para los dos.», me recuerdo. Tendré que ser fuerte, no puedo sucumbir a sus encantos de nuevo.

~~

Todavía no se han molestado en cambiar el rótulo, ese que lleva el título del campamento. Sigue siendo tan horrible como el primer día. Aún así, desde la segunda vez que lo vi, se ha convertido en algo especial. Más que nada por todo lo que me hace sentir al verlo.

Ya estamos aquí. Ya hemos llegado al lugar de las emociones, los secretos y los sentimientos. Se me pasan por la cabeza miles de recuerdos del verano pasado y sólo puedo desear que este vaya a ser igual o mejor. Qué bien se está en Texas.

Aún no hemos bajado del coche y Andrew no me ha quitado el ojo de encima mientras conducía. Lo cierto es que se ha pasado todo el camino mirándome a través de ese espejo que tiene cerca. En algún momento he tenido hasta miedo de que provocara un accidente, pero no puedo negar que me encanta. El accidente no, que me mire.

Cómo le quiero…

Dios mío, parezco idiota.

Sacudo la cabeza y hago desaparecer esta sonrisa que he esbozado sin siquiera darme cuenta. Ha sido verle y empezar a olvidarme de todo lo que había decidido con respecto a él.

Mierda, este chico me vuelve absolutamente loca.

Andrew no tarda en aparcar y pronto nos encontramos yendo hacia la entrada del campamento, pero lo que viene a continuación es lo que menos me imaginaba. Hay un montón de paparazzis en la puerta acosando a todo el que entra ahí, como si fuera algo novedoso. ¿Qué es todo esto?

Chloe y yo nos abrimos paso entre todos ellos intentando mantener la calma, mientras Andrew y su padre caminan detrás nuestro como si de guardaespaldas se tratara. Y Lauren… bueno, que Lauren haya podido atravesar esta muralla de fotógrafos, periodistas y cotillas ya es todo un logro.

Los cinco nos dirigimos a la casita del campamento preguntándonos qué es lo que acaba de suceder. Todo esto es muy extraño…

Puedo ver a lo lejos a una chica castaña con sus ojos escondidos bajo unas gafas de sol, que parecen costar un dineral, y que lleva un vestido blanco impecable que le llega por encima de las rodillas. Aparenta ser alguien con mucho glamour hasta que me percato de quién es en realidad. Para mi decepción, Emily sigue siendo la monitora. Ya no es esa veinteañera que, a juzgar por su aspecto, se completaba perfectamente con este sitio; ahora se puede decir que es una mujer hecha y derecha. Me parece que la fama de su hermano ha influido mucho en ella.

No quiero ni pensar en Caleb. La verdad es que no quiero volver a hablar con él nunca. Quizás no debería estar tan molesta por lo suyo con Amy Lewis, pero no puedo evitarlo. Lo estoy. Y no son celos, yo lo consideraría más bien una especie de traición. Se supone que yo era su amiga por encima de todo, los amigos se cuentan ese tipo de cosas. Además, él mismo me dijo que jamás estaría con ella… Y ahora mira.

Mis amigas, Andrew y yo entramos en la casita. Patrick se ha quedado fuera con Emily, cómo no. El caso es que estamos dejando nuestras maletas en su sitio (al menos hasta que se repartan las cabañas) cuando un chillido por poco nos perfora los tímpanos. No me molesta porque la reconozco. Mi loca, mi compañera de estupideces, mi (ya no tanto) polo opuesto… mi amiga. Es ella y está aquí. ¿Qué mierda se ha hecho en el pelo?

—¡Barbies! —Grita Jade, a la par que se tira encima de Chloe y de mí. Cada día nos llama de una forma diferente, así que estamos más que acostumbradas.

—¿Y cómo te tengo que llamar yo ahora? ¿Monster High? —Digo con un mechón púrpura de su pelo entre mis dedos.

—¿No os gusta? Porque tengo también para vosotras —Jade le da un golpe flojo a su maleta.

A Chloe parece entusiasmarle la idea, pero yo no cambio mi rubio por nada del mundo.

Jade al fin se da cuenta de que hay más gente a parte de nosotras aquí y es consciente de la presencia de Lauren. La examina de arriba abajo y enarca una ceja.

—¿Otra rubia? —Sonríe—. Ella también necesita un tinte.

Lauren le devuelve la sonrisa con timidez.

Estoy infinitamente distraída junto a mis amigas. Tanto, que me sobresalto cuando la puerta de la casita se abre de par en par. El corazón me empieza a palpitar con fuerza, respiro con dificultad y estoy temblando. No me puedo creer lo que estoy viendo. La pareja de estrellas acaba de irrumpir en el campamento, dejándome completamente fuera de lugar.

Son demasiado perfectos. El glamour de Caleb se ha disparado, tal y como le ha ocurrido a su hermana. También lleva gafas de sol y una sonrisa capaz de hipnotizar a cualquiera. Será mejor que cierre ya la boca, más que nada porque al lado está su nueva novia. Su nueva novia. No me gusta nada, pero he terminado asumiéndolo. Amy es elegante, Amy es simpática, Amy es guapísima, Amy lo tiene todo… ¿Pero qué hace en un campamento?

A pesar de que ella sea la chica ideal para Caleb, no la envidio. Yo también lo tengo todo… aunque no, miento. Lo tengo todo menos a él, y eso es lo que más me podría fastidiar.

n/a
Buenas :3 Aquí termina el primer capítulo, ojalá os haya gustado porque tenía muchas ganas de empezar a publicar los capítulos de esta novela.

¿Creéis que Evelyn ha tomado una buena decisión con respecto a Andrew? ¿Y cómo os ha dejado la noticia del romance entre Caleb y Amy? Y la pregunta del millón... ¿A quién hubieras escogido vosotras si fueráis Evelyn?

Muchos besos y nos vemos el próximo miércoles, en el capítulo 2 ❤

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