Capítulo 28
Las Gárgolas parecieron obedecer, apagando la luz de sus ojos y apareciendo un puente totalmente sólido
-Les dije, lo tengo superado - presumió Mal mientras se acomodaba el cuello de su chaqueta
Mal cruzo el puente como si nada sus amigos junto a ella
La primera puerta que vieron era la de la Cueva de las Maravillas
-Mal ¿seguirá ahí? - pregunto Jay mientras observaba la puerta con duda y algo de temor
-No lo sé - dijo Mal mientras tocaba el hombre de su amigo
Jay abrió la puerta sólo para verificar que no estuviera ahí
Como lo supuso no estaba ahí
-Creo que es mejor así - dijo Mal mientras le sonreía a su amigo que asintió
-Si... Creo que si - y viajaron a otros pasillos
-Mal si tu madre se entera que estuviste aquí sin su consentimiento te matará - dijo Diablo
-Pff, claro que no - dijo Mal
Vagaron por los pasillos o laberintos de la Fortaleza Prohibida
Evie se detuvo en secó al encontrarse con la puerta de donde se encontraba la <ilusión> del espejo mágico
Evie sacó de su bolsillo el espejo que su madre le dio un vistazo
Ella se había quedado atrás en el grupo, no salía de sus pensamientos hasta que Mam la interrumpió
-¡Hey! ¡Tonta más hermosa! ¿¡Vienes!? - pregunto Mal
Evie al escuchar el modo en que Mal le llamó sonrío y guardo el espejo de nuevo en su bolsillo
Mal abrazo fuertemente a su amiga
Siguieron vagando por el castillo hasta que llegaron al salón de retratos
-Wow en verdad eres la gemela de tu madre - dijo Doug mientras veía un cuadro de la madre de Mal y a ella
-Jeje creo que si - dijo Mal
-Bueno seguimos viendo el castillo - sugerio Adam todos asintieron
Unos pasillos y habitaciones después llegaron al salón del trono...
Mal al entrar una inmensa tristeza la invadió, ver todo el hogar de su madre en ruinas... La hacían sentirse miserable, el imperio de Maléfica... Destruido
-Mal, tranquila, ya pasó - Jay la abrazo fuertemente al igual que Evie y Carlos
-Un imperio caído... - susurro Mal
-Lo que pasó, pasó, pasado pisado - dijo Evie
-Tienes razón - Mal le sonrío
-¡No no no puede ser esto esta en ruinas! - gritó Diablo mientras observaba todo, estaba peor que la última vez
Mal no le dijo nada y sólo se fue hacía el aún trono de Maléfica que no había sufrido casi nada
-¡NO NO NO te sientes ahí es el trono de tu madre!- Diablo no dejaba de preocuparse por lo que dijiera Maléfica
-Este es mi castillo ahora, relájate por una vez - dijo Mal mientras se retiraba del trono y le ofreció sentarse
-Maléfica me mataría si lo hiciera
-Vamos ¿nunca quisiste sentarte en un lugar que no fuera la mano de mi madre? - la propuesta era tentadora así que accedió y en verdad lo disfrutó.
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