El padre de Mal la abrazaba suavemente, el abrazo duró unos segundos y se separó para poder ver a los demonios

-Ustedes no sólo van a proteger a la gente de Auradon y los amigos de mi hija, también la van a cuidar a ella - dijo y volvió a ver a su hija

-Adiós pequeña pulga - dijo con una sonrisa y las puertas del infierno se abrieron y su padre se fue

-Adiós papá

Los villanos salieron lo más rápido posible no querían problemas con el señor de las tinieblas

-¡Y tú estúpido cuervo! - gritó Mal e iba a lanzarse hacía él pero no pudo el dolor no la dejó

-Oye tranquila estás muy herida - dijo Jay mientras la ayudaba a sentarse en el sofá

-¡Ese estúpido cuervo!- dijo Mal mientras le gruñía a Diablo

Mal tomó de una mesa cerca del sofá un frasco rojo y se lo lanzó al cuervo

Que le cayó en la cabeza

-¡¡¡JAJAJA!!!- Mal reía con mucha emoción pero la sonrisa desapareció cuando el cuervo comenzó a cambiar en ¡¿un humano?!

-¡¿QUÉ DEMONIOS?! - dijeron todos

-Oh mi cabeza, espera ¿puedo hablar? No lo hacía desde... - dijo Diablo pero volteo la cabeza hacía Mal y sus amigos - Ratas

-D-diablo - logró decir Mal, los demás estaban en shock

-¡Mal!, me presento soy Diablo sirviente de tu madre - dijo Diablo de la manera más educada posible

-Ah... - Mal no podía formular ni una frase

-Sé que me odias pero yo no te odio, de hecho me caes bien, tu madre me hablo de ti cuando fuiste a por el Ojo del Dragón - dijo

-¡Un momento! Mamá nunca me dijo que fueras...¿humano? - estaba muy asombrada

-Por que al igual que tú, no soy humano, soy un cuervo pero tu madre me salvó la vida y le juré ser su sirvienta hasta el fin de mis días - explicó el cuervo

-Mi madre ¿te salvó la vida? Maléfica no salvaría a nadie ¡jamás! - dijo Mal, era mucho que procesar para una tarde