Cuarentena

COVID-19 rondaba por el mundo tomando cuerpos que no tenian ninguna culpa de que en un mercado de China comieran animales, ¡murciélagos! Es que, ¿no pudieron hervirlo un poco más? Al menos, así no estaríamos todos encerrados.
La OMS había pedido a todos los paises del mundo cumplir con la cuarentena, no salir al menos que sea extremadamente necesario. Por eso, ChanYeol y JongDae estaban encerrados en la pieza, paquetes de frituras, algunos envases de bebidas, latas o envolturas de dulces rodeaban la cama. Ya llevaban tres días en cuarentena, JongDae más tiempo por la cancelación de sus clases pero ChanYeol solo tres, recién le "cancelaron" el trabajo. Por eso, en su tercer día, decidieron hacer una maraton de series en Netflix, todo para despejar la mente de salir y del pánico que se estaba creando en el mundo.

— Esta bien, ¿ahora que vemos? — Recién, a las dos de la mañana, su cuarto día, estaban terminando de ver la primera temporada de Kingdom y, al parecer, había una segunda temporada.

— Yo quiero dormir. Me aburren las series. — JongDae jaló del cubrecama y tapó todo su cuerpo, acurrucandose en el costado de ChanYeol.

El contador apagó la televisión e hizo lo mismo que su chico, rodeando su pequeño cuerpo para tenerlo más cerca.  — Yo creo que pasaremos toda la cuarentena en la cama, ¿no lo crees? — No tenía sueño así que repartió suaves caricias por la espalda del menor, besándole los cabellos.

— Me duele la espalda estar tanto tiempo acostado. Podemos hacer más cosas durante este tiempo. — Por su parte, JongDae lo abrazó por la cintura, cerrando los ojos. — Por ejemplo comer, hacer ejercicio, jugar juegos de mesa, tener sexo.

— ¿Así que ya tienes planeada nuestra cuarentena?

— Exactamente. Mañana vamos a hacer ejercicio en el baño, ya tu sabes. — JongDae alzó la cabeza y le guiño el ojo a Park, soltando una risita baja.

— Veo veo a un profesor que prefiere tener sexo a terminar su proyecto final.

— Oh, Park. ¡Tenemos cuarenta días para eso!

— JongDae... — El mayor tuvo que esconder su rostro entre los cabellos del menor para que no escuchara su risa pero, debido a la cercanía, JongDae sintió su pecho vibrar. — Amor, la cuarentena es de catorce días.

— ¿En serio? Eso explica porque los profesores no paran de enviar correos. — Tomando la situación con calma asintió varias veces. Park esperó, algo se venía contra él. — ¿¡Por qué no me dijiste antes!? ¡Debo enviar tres trabajos en dos días! — Y, cómo lo pronosticaba, Jongdae golpeó el pecho del chico, arrugando un poco su frente.

— Ya, silencio. Mejor duerme, ya son las cinco de la mañana.

— Tenías que decirme, Park.

— Cómo futuro profesor creí que lo sabias.

— Silencio Park.

— Te amo, Jongdae.

— Yo no. — Un Jongdae con mañas a las cinco de la mañana era algo nuevo. El menor se giro el los brazos del otro pero no se alejó, solo se acomodó mejor entre esos fuertes brazos. — Tambien te amo, Park.

— Buenas noches, amor.

— Buenas noches.

¡Hola! Tanto tiempo, ah. Casi un mes y medio, creo. ¿Están bien? ¿Cómo llevan la cuarentena? ¿Se mantienen en casa? Cuídense mucho, eviten el pánico innecesario y salgan solo si es muy necesario.
Mi tardanza más que nada ha sido por la universidad. Debido al estallido social en Chile regresé a clases en febrero. Creí que iba a terminar pronto la universidad pero el virus cambió los planes de todos los humanos. Así que, por ahora, me mantengo con clases online pasando la cuarentena.

Por cierto, estoy escribiendo un Suchen. Espero que quede bonito, ah.

Cuídense mucho, que su familias estén bien y no salgan. Juntos hay que evitar la propagación de este virus.

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