Tregua
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Y así pasaron las semanas después del ataque del asesino hacia las quintillizas Nakano. Y ya cuándo se dieron cuenta, pasaron los meses. Y Japón como ya era costumbre vivía en la incertidumbre y el miedo, ¿Cómo pasó?, muchos se preguntaban, ¿Cómo fue que uno de los países más seguros del mundo, tenía está realidad de muerte?, nadie sabía con exactitud, pero lo cierto era que Japón, ya no era un lugar seguro, y sus habitantes lo sabían.
La policía investiga, pero no encuentra nada, nadie sabe nada ni tampoco hay testigos viables, las víctimas eran confusas y sin un patrón aparentemente.
Pero hasta que no se llegue a algo sólido, nadie puede estar en paz.
Noche, la noche ya no era tranquila ni nada, se volvió algo que los japoneses no esperaban con ansias, lo que era una parte del día para divertirse y otros tipos de pasatiempos y ocio ya no era seguro.
Justo en esta noche... Corriendo desesperada por llegar a casa, una chica de edad secundaria corría a su hogar, luego de una reunión con sus amigas, el tiempo se le fue volando y perdió la noción, con un cabello blanco y piel blanca... Kei Shirogane corría a casa.
Kei: Diablos... Perdí la noción del tiempo... Siento que me muero.
Aunque era relativamente temprano, la afluencia de gente en la calle era escasa.
Kei corría, desde la aparición del asesino y los ataques siempre procuraba llegar temprano, ese fue el acuerdo al que llegó con su hermano.
Kei: Sólo un poco más... Pero... Ya no puedo...
El cansancio la venció, así que se detuvo a tomar aire. Sacó su celular y miro que ya tenía varias llamadas de su hermano.
Kei: Genial, y ahora me empezará a joder apenas llegue.
Con irritación lo decía, además de descansar, también miraba a su alrededor, no había nadie ya, las calles estaban desiertas y eso no le gustó.
Kei: Hay... Debo, debo correr...
... A no ser...
.
.
.
Cuándo dió sus primeros pasos, escuchó un ruido.
Kei: ¡¿Que fue eso?!.
Inmediatamente se puso tensa... Y sabiendo como estaba Japón actualmente, se le vino a la mente alguien en particular... Debido a eso, empezó a ponerse nerviosa a la par de ansiosa.
Kei: Dios... Si estás ahí... No me dejes.
Lentamente, aunque no quería hacerlo siguió caminando... Expectante ante lo que podría ocurrir.
Kei: ¿Hola... Hay alguien ahí?. -Nerviosa-.
Pero nada.
Kei: No me abandones Dios. -Asustada-.
Ahora justo en la esquina para doblar la calle, empezó a visualizar una sombra acercarse.
Kei: ¡Quién está ahí?. -Asustada-.
Pero nadie respondía. En cambio, la sombra se acercaba más y más.
Kei: ¡Va.. váyase, yo no he hecho nada!.
La sola idea de que quizá el asesino esté en la calle la asustó, y de forma involuntaria, sus piernas comenzaron a temblar.
Su respiración fue más acelerada y agitadas y el miedo en su rostro apareció, Aquella sombra se hacía más grande...
Kei: ¡POR FAVOR NO ME MATE!. -Asustada-.
... Había cerrado los ojos por el miedo esperando lo peor... Y entonces escuchó.
.
.
.
*Guau*.
Lentamente fue abriendo los ojos, y vió quien producía la sombra, era un perro.
Estaba sentado mirando a Kei con una mirada juguetona. Kei al verlo, sintió un enorme alivio.
Kei: Hay, no vuelas a hacer eso, casi haces que me muera.
La chica se arrodilló para acariciarlo, el animal simplemente se dejó ser y como muestra, le lamió la mano a la chica quien solo río.
Kei: Que lindo eres.
El perro la miró unos segundos antes de caminar y dejar sola a Kei.
Kei: Adiós pequeñín.
Luego de ese momento de pánico, volvió a retomar su camino a casa.
Luego de un rato, Kei llegó finalmente a la seguridad de su hogar.
Lentamente abrió la puerta y con cuidado y sin hacer ruido, entró, de puntillas se dirigía a su habitación.
Kei: (-Genial, no hay moros en la costa-)
Se disponía a irse cuándo...
??: ¿Dónde estabas?.
Kei cerró los ojos.
Quién le había hablado no era más que otro que su hermano mayor, de cabello rubio y con un rostro que parecía indicar la falta de sueño, Miyuki Shirogane estaba en la casa.
Miyuki: Contéstame.
Kei: Ahhh, con mis amigas, ya te había dicho.
Miyuki: ¿Y por qué tan tarde?.
Kei: ...
Miyuki: ¡Kei!.
Kei: ¡Bueno ya, se me pasó el tiempo...!.
Miyuki: Sabes bien cuál es nuestro acuerdo. -Serio-.
Kei: ¡Ya lo sé, estar aquí antes de las nueve...!.
Miyuki: Correcto... Y ya viste la hora.
Kei: ¡No me molestes quieres, me distraje es todo!.
Miyuki: ¡Ah, o sea que la señorita llegó tarde a casa, por qué se distrajo, eso no es válido!.
Kei: ¡Ya no seas dramático, llegué a casa sana y salva que eso es lo que importa, pero al parecer a ti eso no te importa!.
Miyuki: ¡Claro que me importa!. -Suspirando-. Pero sólo pido que llegues puntual nadamás.
Kei: Cómo digas, que más.
Miyuki: ¡Cómo que que más da!, por si no te has dado cuenta hay un asesino suelto...
Kei: ¡Crees que no lo sé, y por eso corrí para llegar aquí, que no lo entiendes!. ¡Hay Dios contigo!.
Miyuki: Lo entiendo, por qué soy tu hermano mayor, y sólo quiero que no te pase nada es todo, ya viste lo que pasó con esas cinco hermanas.
Kei: Si ya lo sé... Pero no me va pasar nada, se cuidarme sóla.
Miyuki: A veces pienso que no.
Ese cometario no fue muy del agrado de Kei, quién se molestó.
Kei: ¡Que quieres decir con eso, dime!. ¡Acaso crees que soy una niñita indefensa que se dejaría de cualquiera, que soy tan débil cómo para no defenderme!.
Miyuki: No lo dije con esa intensión. Solo quiero protegerte.
Kei: ¡No necesito que me protejas, ya soy lo suficientemente mayor para no depender de nadie!.¡Y menos de alguien como tú!.
Miyuki: Pues que pena, por qué es lo que le prometí a papá...
Mei: ¡Pues no eres el!.
Kei decía con enojo, Miyuki solo observaba con algo de desánimo.
Miyuki: Lo sé... Lo siento... Creo que tienes razón, no soy papá, soy tu hermano al final de todo. Ve a tu habitación, te hablaré cuándo la cena esté lista.
Y así hizo caso, Kei se fue lentamente a su habitación. El presidente solo la veía.
Ya una vez en su habitación se aventó a la cama, tal vez había sido algo ruda con él.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
La hora de la cena ya se acercaba, Miyuki estaba en la cocina terminando de preparar lo último, estaba concentrado a pesar del lo ocurrido con Kei.
Y hablando de ella justo detrás de el, Kei llegaba lentamente sólo para mirar a su hermano.
Kei: Oye...
Miyuki: Ahhh, ahí estás, la cena ya casi está lista, lávate la manos y siéntate.
Kei: Si...
La actitud de Kei había cambiado de ruda a una más pasiva.
Miyuki: Son fideos y carne asada.
Kei: Jeje... “cinco de asada, Spider-man”.
Decía en un intento de aligerar el ambiente.
Kei: Miyuki yo... Perdóname.
Miyuki volteo a ver a su hermana.
Miyuki: ¿Y eso porque, por qué tan de repente eso?.
Kei: Por como te hablé, no quise hacerlo, solo estaba algo molesta, pero no te quise hablar así, haces tanto por mí que me olvidé de eso, por favor perdóname.
Kei bajo la mirada y antes de darse cuenta, ya tenía abrazado a Miyuki. Miyuki al ver el acto de su hermana, se mostró comprensivo y le correspondió el abrazo.
Miyuki: Hay Kei, no te preocupes, es sólo que me preocupo mucho por tí, y estaba preocupado de que quizá te hubiera pasado algo, más allá del enojo, sentí más alivio de verte llegar.
Kei: Lo sé...
Miyuki: Se que las cosas han cambiado debido a muchas cosas, cómo por ejemplo, ese asesino en serie del que no se sabe nada, y además desde que papá se fue he tratado de ser un mejor hermano para tí.
Kei: Lo estás haciendo bien, creo que papá estaría orgulloso.
Miyuki: -Sonriendo-. Gracias, si que mucho ha cambiado desde que se fue, pero estaremos bien los dos, ahora que ya no está.
Decía Miyuki, mientras veía el asiento vacío donde antes se sentaba su papá.
Kei: Pero no está muerto, simplemente se fue a trabajar desde hace tiempo, cosa verdaderamente sorprendente tratándose de él. ¡No hables como si ya estuviera muerto!.
Miyuki: Jejejeje lo siento, ahora sí me pasé. Y hablando de él, ya nos envió el dinero del mes. Está en la mesa, para que lo revises mientras la cena está lista.
Kie: Bien.
Ambos rompieron el abrazo, cuando Kei se iba, le dió a su hermano una última mirada.
Kei: Te quiero mucho hermano. -Sonriendo-.
Miyuki: -Sonriendo-. Y yo a tí.
Y se fue la mesa y miro el sobre.
Mientras esperaba a su hermano, y para tener una distracción, encendió la televisión.
Kei: Veamos que hay de nuevo:
“Otro años que está llegando a su final, un año de muchas emociones y acontecimientos, aquí solamente algunos de ellos:
Se llevó una nueva edición de la Copa América, en dónde Colombia y Argentina nos dieron una gran final en dónde la albiceleste se coronó campeón tras un 1-0. Un título más para el MESSIas...”
.
.
.
.
.
.
.
Kei: Tch. Su año futbolístico fue una mierda. Pero claro, Papi Infantino debe cuidar a su hijito.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
“A su vez, la Eurocopa también nos regaló una final de ensueño en dónde Inglaterra y España, dónde los españoles hicieron cátedra de un fútbol superior al de los ingleses, para levantar el tan ansiado trofeo...”
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Kei: Je, pobres de los idiotas que apostaron todo por Inglaterra... Y también por Francia.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
“Eso fue un poco de lo acontecido en el futbol internacional, además teniendo en cuenta que este fue posiblemente la parte de final de las leyendas futbolísticas, lo que se siente en una terrible sensación de nostalgia y melancolía, a mi en lo particular, ver a Cristiano Ronaldo y a Pepe llorar por la eliminación de Portugal; me hizo dar cuenta que, es el principio del inminente adiós que voy a tener que dar, a los que fueron los héroes de mi infancia.”
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Kei: Los ídolos no son inmunes al paso del tiempo. -Triste-.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
“Ademas, en los espectáculos y sociales, lamentablemente, Paul Di'anno, quién fue el vocalista original de Iron Maiden, perdió la vida a los 66 años de vida, un golpe muy duro para la historia de la banda, siendo prácticamente el pilar de la gran historia y legado de Iron Maiden, descanse en paz”.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Kei: Curiosamente fue la muerte de ese cantante por la que papá empezó a trabajar.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
"Y además, un suceso que internet jamás esperó, una de las grandes caras de YouTube, con su gran carisma y enorme alegría cada vez que salía, lamentablemente... Papa Giorgio falleció. No sé han dado muchos detalles de su fallecimiento, debido a que Jordi Wild, mismo que dió la noticia a través de sus redes, lo ha mantenido en privado. Una lamentable y sensible pérdida sin dudar alguna, un abrazo y el más cordial y sincero pésame a Jordi Wild.”
.
.
.
.
.
.
.
.
Kei: “Queridos internautas, corazones mios”. Yo era de sus internautas. Gracias por darme tantas risas y alegrías papa Giorgio. -Triste-. Este año se llevó a algunos: Franz Beckenbauer, André Marín, Sven-Göran Erikson, Carl Weathers, Andreas Brehme, Fernando Valenzuela, Maggie Smith...
Y así siguió viendo la televisión, en dónde pasaban más noticias.
Kei: El ratamerica volvió a ganar la liga Azcárraga, digo la liga MX... Y el Botafogo ganó la libertadores, únicamente para que fuera goleado por el Pachuca, quien perdió con el Real Madrid, y está edición de la champions League, es muy interesante de hecho. Y el berrinche por el escándalo del balón de oro en relación a Vinicius Jr.
Conforme pasaban las noticias, la televisión empezó a mostrar fallas intermitentes...
/̷̛͎̱͕̃͆́̒̒̇͛͝/̸̤͉̤͔̤̰̕/̶͉̖̝̺̝̞̒̌́/̵̢͙̰̥̰͓̈́́̕(̵̡̜͍̪̭̣̼̬̪͎́͋͆͌̅͊͑͝+̸͙̣͗̄͋̀̍̈́̈́̕/̷͓͕̈́̆̊͝-̵̢̞̬͈̮̟̏͂͜:̵̼̪̣͖͕͇̤̤̹͊&̵̯͉̠͉͚̋(̸̡̠̦̜̲̖̉-̸̢͉̰̻͒̃̓̃̈͆͑͠+̶̢̢̩̹̦̊̈́̈́͗̅́̋̾͝&̴̣̱͕̞̈͑͊͋̆
Kei: ¿Que está pasando?.
Ơ̷̢̧̡̧̧̻̖̻̮̲̞̖̳̣͍̹͓̼̪̙͇̤̩̤͔̖̱̪̦͚̰͍͎̽̔̿̂̓̒̅̏̌́̃̓́̒̀̅͑̾̏͌́́́̓̏̒̈̂͗̂̆͊̿͑̈̊͛̽̏͛̆̚̕͠n̴̨̙̰̦̾͐́̎͆̑͗̾̊͑̀̃̌̒̋̿̀̓̅͐̌͐͛̅́̓̾̓͋̄̍͆̄͑́͛̇̋̈́́̓̚̚͠͝͝ŗ̶̨̤̬͚̣̞̠͈̘̭̞͇̠̝̣͚̺̼̺͓͔̫̗͓̬̱͚̻̹̲̞̝͓̮͖̱̻̟̤̼͖̖̰̯̃́͑͋̂̂̀́̓̈́̏̇̇̒̓̑̚̕͜ͅȩ̷̨̢̞̞̬͙͔̖̬͉̭̥͈̼̝̼͇͕̟̗̼̣̪͙̠̞͓̗̥̙̭̥͚͖̬͕̰̼̙̅̍͒̐̎͊̈̑̿̀̏͗͗͊̃̌͆̎͜ỉ̷̡̝̹̪̻̺͝f̶̢̡̨̢̱̲̪͉̟̦̬̼̪̲̳͚̖̺̜̥̥̹̫̜̩̺͖͖͉̣̹̖͖̪̼̮͎̣̤̫̰̫̳͇̑̌̂̈͒̊̉̈́̎͆̅͐́̄̅̓́͑́́̓̌̅̂̔̋̀͌̂̎̈́̓͌̏͘̕̕͘̕͘͜͝͝͝͝͝͝ͅͅͅn̷̡̢̧̢̢̧̮̜̣̮̭̣͖͚̪͔̩̫̫͎̭̥͔̪͈̲̭͖͓͍̳̜̦̹̣͓̩͚̝͖̬̯̫͇͓̘̞͖̈͂͒͛̀̀̒̈́͝͝͝ͅį̸̧̡̛̛̛͍̪̬̰̮̘̼̥̖̖͓̬͖̠̗̳̙̪̟͓̙̥̦̬̝̜̣̙̱̹̅͊̓̀̾̌͗̽́̿̊̈́̓̈́̿̈́̐͑͂̀͋́̚͘͜͜ͅͅ ̵̨̢̨̡̛̛̛̛̗͚̹̩̣̺̺͇͔̭̙̜̠͉̗̻͕͕͚̠͕̞͕̱̝̣̇̄̉̌͒͋̄̌̓̃̅͒̈́̾͛̂͑̍́̉͒̓͋̊̊̌̐̇͑̑͐͊̄̈́̒̽̏̚͘͘̚̕̚͝͝ͅͅͅle̸̡̧̢̞̩̳̬̤͙̬̭̜̬̝̖̯̤̙̥͍̾̅̒̀͂̇̓͛̆̇̆͑͑̈̒̒̊̓̐͊̑͌̊̾̽̇͊̓͂̎̓̄̍͘̕͜͝ͅͅ ̴̨̢̟͇̩̞̗̺͖̯̼͎̞͍͕̬̩̮͕̠̺̟͇͂̆͐̀́͊̓̄̃̀͌͑̒̉̊͛̈́̇̋͒̈́̌͒̿̊̚̕͘̚͘nȩ̸̧͙̝͎̺̰̗̘̭̫͙͉̩̥͚͕̞̥̠̖̥̝̜̝̗̳̪͍͍͔̲̌̓͑̅̿́͝ ̸̡̢̧̻̦̯͚̩̞͉͔͍͓̦̬͖̦͉̫͖̦͚͍̜̦̪̮̜͚̤̙̈́͌̍̓́̓̓͌̓̐͛͘̚͝ͅŝ̴̢̡̨̪̲̪͔͙̭̮̪̗͖̘͇̦̗̤̫͖̱͇̲͚͖͕̝͓͎̘̱̦̮͉͔̮̹̤̯͕̓͗̐̊͛͗̎̃͂̅͊̓̆͆̂͌̐̉̈́́̅̀̌̕͘̚ͅͅą̷̨̢̧̙̞̬̳̥͔̜̥͍̦̰̲̯̣͇̭̩͈̺̫͓̣͇͈̘̲̹͉̫͓̝͖̳͕͕̟̍͂̿̓̋̍͑͆̃̒̓̐͛̊̈̾͗̄̄̉́̐͑͊̚̚̕͘͝r̶̡̧̞͍̦͚̱̱̗͉͎̺͉̦̹̦͈̮̳̐͑͠ē̵̛̹̘̭̹͚͕̘͂̈̀̽̇͐̾̑͛̆̓͋͂̉̋̃̍̂̈́̃͒͂̅̚̚͠d̵̡̧̧̛͔͓̭̺̪̗͕̜̫̖̙͚̙̗̙̻̤̘̰̦̜̰̩̲͈̝͔͙̺͕̔́͌͌͌͆͂̕͘͜ͅr̶̛̖̺̝̫̺̄͑͑̎̿͐̍͐̆͆͑͆͑͆̾̄̄͌̍͊̄̉̎̔͗͐̉̎̍̾̎͊́̎̀̊́̒̽̇̃̕̚͠͝͝͝͠ą̸̡̧̛̛̛̞̱̲͉͙̙̜͇̘͉̠̰͎͇̤̭̟͇̠̮̦͚͙̣͉̖̹͍̺͕̞̳͎̭̣͚̦͍̜̇͂͌͒̐̋̔̒̾̅̽̐̑͑̏̂̃̉̍̑͘̕͜͝ͅ
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Kei empezó a cambiar los canales, pero en todos era lo mismo.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
/̵̢̛̼@̵͓̲̝̘͚͇̈́̿̀͌̚͜!̴̨̯͉̘̀̃;̷͎̳̤̬͛$̶̢̛̛̮͖͙͓͉̠̝́̈́͛̀̋͜͝!̶̨̛̦̻̯̠̗̾̎̀̀͆̌͐"̶̞͓̿́͑̍̚͘̕?̵̧̙̞̼̉́̈͌!̶̺̣̭͍͍͎͕͇͌#̶̡̛͚̼̱͚̘̿̓̋͐͌́!̸͓̐̎̅̃̋͒̈́2̷̡̛̞̠̩̾͋̌͌̾̈́ͅ!̸̻͕̭̏̈́͛̅̊)̷̲̼͔͎͚̭̓̈}̷̧͖̥̲̲̜̗̠̹̔̈́͑̓̈́̈́%̴͙͇̈́̄̾̽̆̌̍͗͝͝[̷̳̯̖̭̥̝͛̎̽́͌̈̓̄͘©̴̡̺͖͍̻̺̟͚̑̒͌[̵̞̘͇̜̫͉̹̙̮͚̂͒̔͆̈́̆͋̈́͝€̴͔̠̲͍̦̾̇͆̈́̓̇̏͘}̴̮̮̀̌̊̾̃'̶͎̈̅̌̊̈́̅̾͝]̷͇̮̟̭̞͕̠͑̌͠¢̷̡̡̱̘̹̥͆͗̾̊͋̃̈͗͝}̴̲̼̞̖̮̖͊̋͊ͅ]̴̱̙̍͐͐̒̐̎̀͊̽͘]̶̟̹̻̻̗̅̌̓̎̉̚͝ͅ]̶̠͖̠͕̜̻̣̗͗͗̐̄̈́̕͠]̶͓̹͙͔͍̇̊́̈́̔͌͠]̸̢̢͙̻͕̟̜̦̼͂̈̔̾̇͠\̷͔͔̹̖͍̬͓̰̙̻̀̎́̎̀̈̈́͋%̵̟̀͑̐̑̾̋{̷̗̜̘͓̰͚̯̻̄̋̽̀́̚'̶̝̳̝̖̲̰̱̰̭̈́͒̋̋̌[̶̢͔̱̰͙̳̘͂̿͛̍͐|̷͎̌̀̽̇̕}̶̞̻̓͊̿̓̈͜͝͠͝€̵̨͖͍̟̜̝̺̳̳͂̔̄͋̂͂̉̐̕͜͝≠͎͇̹̾̿͠¥̴͚̖̺͇̼̞̤͇̞̾̂̀̇{̵̫̥͔͕͒̍̚\̵̧̧͖̫̥͖̀̆̈́̔̅̈́̕͝¢̵̗̓͑͊̒̑÷̵̨̛̝̲̩̪͙͖̩͇̹̓̒́͐͝͝͝©̸̢̼̺͎͔͈̫̥̆̈́͠π̸̰̝̠̦̮̰̟́́͒̃̀̃̓͘̕͜͝¢̷͚̙̣͍̘͈̼̠̈̋̉̈́͑͌§̴͎̋̓̉͊͌̏̃͝{̵̻͎̜̯͍̯̙̋̏'̴̨̫̼̗̲̝͔̫̓̅̈́̇̓̕✓̵̳͕͚̬̦͚̈́̀͋͠ͅ✓̸̜͉̼̘̳͉̥̱̲̣̇͆̅̓̚•̸̳̘͇͉͎̃̂͌÷̷̼̍©̴͙̙̖̮̥̾̉÷̵̧̞̤́̄̈́̈́̐́£̴̨̱̬͚͝}̴̜͇̓̂͗̋̏͐̚͠£̵̛̤̭̻͚͔̽̎̈̌͐̄͐̉̎{̶͈̫̥̠̹̱̫̥̏[̸̨̥̜̤̜̤̠͕̓͐̂́͂%̸̛̩̪̤͍̰̳}̶͉̬̝͚͔͙̂̑̐͝%̷̥̠͈̰̜̣͇̿̅͑͊̐͝[̷͖̀€̴̧̼̼͍̖͓̾͛͛̈́̕ͅ}̸̬͉̘̪̝̪͖͂̌̈́͌̎̃͂ͅ'̴̙̗̭̤̦̗̝̠͕̿̄́̽͗͘ͅ{̸̢̺̞̘̿§̴̨͔͔̳̮̺̪̿̀́̏́̀̈́͗͝ͅ~̴̼̫͙̻̑̃̄̈́͌̄̿̚{̵̛͕̪͍̣̔̊̑͜͝{̷̬̜͌̍͐̈́[̷̺̞̝̭̈̃̽̔̅̂¢̵̢̧̫̪̝̤̄}̸̖̹́̋|̵͙̩̯̤̯̳̹̐̀̿̀̅̚͘}̵̛̯̙͔͔̰͕̃̀̃̿̄͂͗͗̈́€̴͙̖̭̺̖̯̮̽̓̓̍͊̑͑̐͐̑[̸̝̦̳͔̋͜ͅ¢̴̧̨̯̣̙̭̣͉̎͑͜͠]̴̛̛͔̫̬̋͑͌̒̎̐͠ͅ¢̴̧͔͓͌́̅͘͠͝✓̷̡̢̲̟͖̭͙̩͒͆͜ͅ€̵̲̬͈͌̈́́͗̀̿}̴̦͚̺̙̖̻̹̈́́̌͌̔̈́̔͜ͅ€̸̦̙̦̩̘̝̩͕̙͓̚[̷̼̼̘̼̹̤͚̐͛̂̃\̵̬͔̹̰̰̘̦̳͐̈̇̆̏ͅ€̷͕͉̜͈̰̇≠̪̓̔̌̃̑́¥̸̢̨̥̩̼͍̗̿̅͋̀̓̋}̶̨͉͙͔̬̖̞̮̅̿̆̉̎͗̈́͗|̷̥̩̘̠̩̙͂͌̒̋̈́̈́̓͋͜[̵̡̘͈̼̠̳̫̗͗͋̓|̶̧̮̺̳̩̹̗̺͒̔͛̀̿͋̃̀
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
L̶̘̣̱̺̩͔͂̈̌̾́̓̌q̴̣̾̽b̶̩̦͉̩́e̷͎̟̻͆̈́ñ̵̛͕̫̘̞̜̣̹͚͋͗̿̀͜x̶̖̞͔̖̱͈̍̉̋̀̈́́͘͠ḇ̴̧͇̮̩̺͓̞̖͈̋̊̽̈́a̷̤͂̔̂̽̈́̈n̸̨̬̤͉̠̼̓̂̈́̓̓̈́̈́͐̓b̸̨͎̝̱͎͎̻̳̖̥̂̓̉͘ȩ̴͖̱̩͓͍̩̻̉̊̆̀͜l̶͖̄̃̚̚͠ś̸̡̩̣̥̤͍̬̒̑̊͝b̶̯͔͔̦̥͔̬̣͑̃̓̅̆̂̉͜s̷̭̖͂̇̽͑̽̓̑̈́̕͝e̷̛͓͙͍͇͕̻̲̘͔͓̿ ̵̧̨̧̖̥̲͉̙͆̀͛̒̀́̊m̷̰͔̱̺͂̈͋͂̐͌̈́̂̈́͜͝a̵̢͈̘͚̓͌̈̑l̷̙̟̘̰̄̀̎͜ ̴̛̛̟̼̅͗ͅx̶̱̠͝b̸̡̦͎̺̞̪̭̳̊͘ͅd̸͔̪͉̺̯̬̯̉͌̀̈́͐̈́͘͝͝͝k̴̙͋͛͗͗d̴̙̭͍̏̄͛̏̕͠n̵̘̠̻͈̔̎̈̊́s̴͔͚̊̉̈́͂̿ǹ̷͈̯̽̾̆͋̕̚z̶̡̨̡̛̮͇̻͈̠͇̓͐̂͊̔͊d̷̹̙̈͂͒̿̓͌̚n̶̲̹̮̓̇̒̌ñ̵͇̠̰̓̇͋̆̒͆͘d̶̡̋̿́̃ñ̷̟̙̆̾́͌̾̋̄̓̂d̶̛͈̲̠̯̦͕͎͔̦̏̃̚n̷̪̗̺͓͇̯̔̂͋͒́̚͝͝d̴͔͙̳̐̓m̸͖̹͖͉̻̰̄͑̔͂d̷̢͈̬͙́͌͑̐̀͘͠ͅn̸̻̑́̈́̈́͑͠͠d̷̛͂̈́̋̏̎̔̾́͠ͅn̵̢̛͉̞̦̘͓͇̦̙̹̐͗̈͒̚̚͝͝c̸̜͉̈́̎̓́̾͑̎́̒͠ñ̸̨̢̛̳̟̺̈̂x̶͔̬͆n̷̨͔͚̜̲̩̙̟̤̑̎d̶̮̙͇͚̖̙̲̐͑́̑͛͑n̵̥̑͐͠͠d̶̢̠͍̜̲̲̔͜j̸̛͔̰͍͎͎͛͂̅͜c̶̜̭͚͉̈́ṅ̷͚̂̈̆͂̒̈́̄̈́͜͝d̷͇̤̺̲̯͚̜̈͊͠l̷̯͚̟̀w̶̜̌͂̓͂ͅǫ̷̰̹͕̹̠͐͒͆̆͑͘ẇ̴͚͕͖̣͕̍i̵̡̝̤͖͕̙̤̒͋̾i̵̩̻͇͙̖̦̲̾͌̆]̶̖̅£̶͓̥̣̺̘̠͕̻̺͇̾̌̋̽͂͐[̷̧̧̝͖͍̙̠͍͊'̸͚̝̠̤̫̻͍̯̤̬̇̓̏͊̀͆|̶̡̻̲̪̲̉̾͆͗̈̊̆́͌̈́ͅͅ{̵̮͕͂ͅ=̴̡͚͖̙͔̝̮̭̳̩̊̈́͋̈́|̷̡̭͔̺̟̣̿͌̓✓̶͇͙̎|̶̩̳̣̒͆͊̽̔̚͠͠✓̴̬͙̪́͗̃͌̆͗͝͝€̶̱͉̩͚̺̙͖̄̈̄̐̔́͜©̴̨͈̣͓̫̩̱̞͍̽̉̓}̴̙̞͎̺̲͚͚̓̀̏̈̋́̈͜͝͠}̷̡̫̳͍̝̺̼̎͋̊̕£̴̗̲̈́§̴͔̘̬̣͗̒£̸̲̯̤̹̦̟̝͚̆͋̎̀͜§̴͌͗̒̓͗̐͐͊̏̌͜~̴̤̃̇̃{̵̡̝͇̣̞̱͑̈́͒́̽̈́͋̇́͌~̴̢̱͚̲̬̮̬͎̝̅̎̑̈̊̓ͅ{̵̲̩̹̩͂̐̅̈̋̅̊͝'̵̟̈[̴̡̢̛̬̪̎̏̏͆́̚͝'̵̟̝̻̾{̴̗̤͕̣͇͔̀̈́͂̏̚͘£̶̢̬̹͕̙̩͌̎̏͐̈́̈͂̔̂͘{̸̹̼̹͖͖̳̦̙̈́̏͂̎̽̓̀̌͑£̸̙͍̞̙̻̪̜͚̲̪̆́͋̿̾{̵̨̟̯͚̂̌̉̓͘(̶̪̲̝̘̤̦̝͆͂̑̀̈̚̕ͅ,̴̣͔́̌̈́̽͛͐̈́̄(̶̫̺̻̹̦́͆͊̉̋̌̌͊̇͌,̵̣̤̝̫̻̩̔̿͑̓̈͊̓͛͠͠)̶̛̼̫̹͇̗͓̾͂̈́̀̽͘͝(̷̡̹̝͇̻̙͉̠̽̈́̆͌́͑̿͗̍(̵̜̟̥̬͈̙̗̎̈́̐̂̋͝(̴̨͉͙̘͓͕͖̠̌̿̄̀̉͊̈̚̚}̴̬̞̪̭͔̝̬̳̅͗͋̆̑̌̓̑͜≮̯̦̦̩̣̊̊͝>̴̧̢͍̘͖̫̻̹̟̘̃͆̓̂͂̂̈͋>̶̢̨̟̪͎̯̄̇>̷͉͙̻͎̳̦̜̜̈́}̵͙͈̆͛̚͝£̷͇́=̷̞̫̝̰̦͉̝̩̏͐'̶͎̤̏̓}̴̥̰̿̋̃̒͊̽̇̿͝|̶̤̬͚̀͊̓̎͘͝≠͎̪̝́̓̌͂̄͑̌€̶̢̖̹̤̲̆̐̓̉ͅ}̷̞̙̠̱̤͙̱̋̂̇̽͝ͅ¢̵̹̳̠̗̘͓̘̿ͅͅ}̸̧̢̗͇̳̭̝̦͒̇̅̀̌̇̃͐̋̓¢̸͎̙̘̈́̾̄́͝}̴̨̞̹̥͖̹̗͙̿̈~̴̧̠̜̮̩̈\̵̛͈̱͍̥͐̀͌∆̵̢̩̞͔̼̄£̴͉̳̘͓͚̿̿͛͐̂͌̚€̷̧̥̅́͒̀͆{̴̧͎͗̒͝|̷̨̘̤͉̭͉̱̱̤́͊̃͂̌̊͆͝{̴̛̖͑͆̌[̸̭͓̦̪̱̫͇̕͜€̵̲̘̯̮̹̄͆͋̎̈́̀̾̇¥̸͕̣̝͕̳̓̎̊͊̊̃͠͝ͅ[̴̟̹̬̺̖̜͓̗̝̆̍͋̊͆́͜͝®̷̡̡̧͕̼̙͔̪̥̾̑͒̓́̉͐́̕̚]̷̳̟̟̯̝͇͓̹̖̍̔͊̚ͅ%̴̡̡̢̢̛͔̱͚̬͕̀̏͛́̚}̸̟̰͈̌͂̋̓̊̍]̵̼̄͐͂̅̍̕͘͜͝͝¢̷̼̗͕̩̝̎|̸̢͗̃̆͂̃̃̚͘]̶̡͍̫̗͕̮̝̝̑͗̃̂̒̚͝{̶̛̛͕͈͓͚̭̺̱̝̝̭͊̈́̈́̎̋́̍̅%̴̪͖͎͉͚̖̼͔̘̜͒͗̒̃͛́͊̒)̵̡̨̖͍̱͇̰̼̈́͜͜)̵̨̛̩͖̤̟̩͙̘̭̖͆̃̾͆͋̇͗͠}̴̲͍̠̣̞̣͔͎̈́£̵̡͍͙͎̮͕͔̍̓̾͌̈́̃͝͝}̷̨̘̻͚͉̳͉̳̻̽̈́͆͗̆́͊̚͝£̷̮͍̪̰̤̋͒̇̍̉͌̕̚͝ͅ}̶̻̪̠̻̣̮̰̋͋͆̑̈́̇̈̑̀̽£̸̡̨͎̦̦̲́͜}̷̧̯̩͕̲̜̯͇̲̽̎͌͌̓̑͝€̴͎̳̬̼̯̒̿͋͆̆͝{̵̳̼̼̟̔̎̑̄͆͛̆̏͘͘©̸̨̛̣̻̗͕̮̜͆͗̈́͋̚͝]̷̢̳̟̍͒͐%̴̨̟̱̩̘̺̗͙̯͗̉͌]̷͉̟̗̼̝̯̻̟̱̋̋͂¢̸̖͖̻͔̺̘̃͑̌͌͑]̶̧̜͚̩̼͇̪͚̲́̌̈̉̏̏̍̚͜¢̶̛̬͎͒̒̾̽͊̄͆]̴̢̨̠̲̗̲͎̀̑̒̓̇€̷͎͌̄̃̀[̸̧̎̽̔͠©̵̢̛̺̣̮̳͚͇̗͎͒́̒͠]̵̛̫̘̪͙̙̲̉̒͛̚ͅ£̵̧̳͙͚̼̬̇̓̇ͅ[̷̛̫͙̖̱͛͛̈̂̐͆̂̚€̵̢̡͙̺̓͛͝ͅ[̷̻̳̍̒͒͊̈́̀̀̒͛̕€̸̝͍͙͓̌\̸̡̜̥̹̣͔̞̽̔̏͐̓~̵̱̊}̴̛̙̩̖̲̦̥́͊͂͝{̷̙͉̇̔͂̂͋̆€̴̢̟̰͓̫͊́̏͗̅̒̕[̸̦̫͍̰̬͗́̓ͅ€̶̧̨̘͕͎̗͙̱̜̈͒̂͂̀̽͂̕͠͝[̴̧̜̜͔̖͎̫̯̈́̑͒̔̚̚'̷̛͕̭̝̲̾͜[̷̬͉̗̥͎̩̪͙͛͂̐̅̔̀͗̍̈́͘¢̴̨̼̜̻͚̺͍̘̂͛͛͋͌́̓̀̃̚ͅ]̸̡̡̰̰̭͇̎̈́̂̔̇£̴̢̙͓̼̮͎͖͔̈́}̷̢̼̝̗̹̹̼̘̦̏̋̏̄̐̾̉£̴̧͍̹͕̟̈̋̍̀́̈́͘͠}̶͉͓͍͉̗̖̤́͛́͘£̴̡̜̳̟̪̙̭͙̗̣̌̃͗́̈͋͂{̴͚͇̏͑͛͝£̵̺͍̣̔̋̀̓̈́̓̕͠]̵̯̲̝̅̀̇̈́̄̄̅[̷̢̫̮̩̱̄͗̓̏̽̃̈́̅͑̕͜€̸̨̧̨̤̣̱͇͓̤̍̄̐͛[̸̟͑̍̄͐̀͗̂̿̚͘%̴͖̣̻̺́͘[̸̙̥̣͎̅̏́©̴̥̲̱͍̮́̒[̴̥̤͈̺̓̋̃̏̒̊̔€̶̢͖̰̼͒͊͐̾̀̈̀͆̈́[̸̧̊͋̈̓̀̚͝©̸̢̛͆͗̓̑[̴̨̡̨̢̟̭̖̜̱̚[̸̦͔̞̣̾̀͒̄͒͋̇©̶͙̪͚̼̫̓́͗́[̷̘̣̺͙̳̦͔̤̫́͒̂̆̈́̑̆͂͜͝©̴̨͎̫̼̳̝̐̓̓͝[̷̡̧̯̬̱̝̫͙̪͑̒̌̈́̋̈́̈́̚͠͝©̵̠̪̜̪̠̲̩͉̦̱͠>̵̧̛̙̜͚͇̦̌̈́̃͐͘>̷̣̾͊̾̉͘>̴̭́̋̅̎>̴̧̨̢̞̮̖͍̫͈͊̔͑̏̇̈̀͋͆͜>̶͎̝̔̑̚≯̛͈̝͖̳͉̩͚̪̊̓̂́̊̋͝>̵̮̟͊̈́̇̒̏̇̐̚͜͠͝>̷̨̛̞̩̲̫̑̿̕ͅ>̷̧̯̠͑̀́͂̇̐̄̓͘͝>̴̛̼͈͕̘̣̹̠̩͂̒̇̈́͆̕≯̧̠͓̖̱̤̄̃̎̆͐̑̈́̈́̕͝>̷̧̢̧̳͇̮̫͇̎͊̊͘͘>̵̢͔̖̮̱͓͓̪͓́́̑́͌̕.̷̨̘̮̗̩̲͉͍̙͑̉̀̒̇͜͝.̸̡͍̞̙͕̳̬̿̄̀͗̓̅͜͝.̵̫̹̳̹̬̱̮͒͆̒̂.̶̤̣̟̳̤͋͒͜.̵̮̻͋͐̕͝.̴̨̗͍͗̊̀͛̋͠͠.̸̢̨̦̦̩͑̓̈́͑.̵̬̙͎̒̔̄̅.̵̲̞̼͙̊͗.̵̖̤̠̪̙̉̿͗̃̇͝.̷̧͚͚̼̯̭̓̿͂̐.̵̟̥́̂̈́̀͝.̸͓̱̤̙͛̌̆̿́̊͑̋̀͜.̵̧̻͒̑͑̐̇̀̎͌̃̈́.̵̨̛̠̬̙̻̝̹̾̀̓̾̐͑͋.̴̡̛̱͓̲̪̰̤̅̿́̚.̴͍͍̝̳̫͍̓͊̉͗͠.̵̨̫͙̹͂̎͜͜ͅ.̵̢͚̳͉͔̫̤͈̋͜ͅ.̵̼̫̗̬̯̻͍͚̕͠.̴̡̪̪̪͈̺͔̻̒̔̕.̵̱̓͂.̷̛̹͚̱͙̟͈͂͐̐͘.̸̣͛̂̓́͗͛̄̔͐̈́͜.̷̡̠̘̩̪̬̝̮̏̆̀̆̒͐͘͝.̷͕̘̠̪͍̰̓͋̇͗̇̃̎̚͘.̶̐̒̿ͅ.̴̢̫͍̤͕̖͊̅͆̍̓͒̀͘͝͠.̶̠̬͉͖͕̜̺͝.̵̡͎͕̼̪͕̰͍͈̹̐̈̃̇̆̈͂̈́͝͠.̶͕̀͛͗̏̅͠.̴̢̢̢͙͉̬̪̙̞̃.̸̺͉͖̝̫̰̀͊̈.̷̡̻͕̲̍̂̾͋.̶̨̡̻̮͕̫̿̃̍̔̔̋.̸̨̮̬̼̈̆̋͐́
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
ñ̶͕̗̤̟͍̟̔̎̏̔̈́́͌ã̷̼̘͇̘̏͑̉͐͝ń̵͈̪̰̫̳̹̤̞͎̪̂͐̊̕͘d̵͇̭̦̩̯̦͙̂͆̔͑n̷̙̩̫̖̭̙̾́̾e̶͔̎́͘͘l̸̢̄̔̃̈́̀̽̊̎e̴̹͉̎͆͗n̴͖̺̟̳̖̮̙̉͂d̶̡̨̹̤̦̙͛̃̅̽̊͋̊͘ḻ̷̢̤̥̼͙̌̓̽͒̍́͌̂̀ä̷̢̲͉́͊͌̏̈́͋͆̎͝n̷̠͊͋̀̍̇͊̈́̽e̷̛̛̝̮͓̥̅͒͋̍͒͊͆͒ľ̴̛̜̰̮̰́̏̎̇̍̀d̴̻̙̲̣̀̃̑͠k̸̹̱̘͚̰͇̈́̋z̴͇̳̹͓̪͔̥̗̥̘͗̏̇̃̌͗́͘͝k̸̡̡̫̠͕̹̮̠͍̈́̓͐̔͘͜͠k̸̨̛͔̖̘̠͕͓̠̞̃A̸̢͕̥͉͖̥̰̐k̴̬͋͑͂̂̇̅̚ẃ̵̧͈̼̥͕̦̳͕̹͉͊͠k̶͎̥̲̜͖̻̬͆̌͂̀̂̍̋̔̚͜ͅā̷̛̟̝̝͓̀̑́̏̚͝k̸̨͍͚̒̈̉̅̇̒k̶̺̉̀͊̈́̃̓̀̐͝͝K̴̘̬͙̿̄̾͐̽̋̈̽͝͝(̸̢̡̲̦̟̜̀̌̄͂̇̾̔k̴̢̠̪̋̆͛̒͘(̴̛̣͓̱̝́̀̇͂̃̀͝[̴̢̲̗̱̪̖̝̭͐̏̄͂̓k̴̼̩̞̮̓(̴̲̱̫̮̦̻̪̩͗̓̐̋̔̾̅͂͝͝k̸̠̥̻̥͉̤̬̗̏͜͠ͅḵ̶̖͙̥͎͖̫̙̠͔̒̐̃͑̍̌̊͘͝!̸͉̄̔͑L̷͖͛̏̔͂̓͆́͠(̴͙̯̤̘̔̅́̉͆̏̍l̶͎̝͈̬͌̈́͐̒!̴̡̥̇̒̂͛͂́̇̕)̸̜̜͈̖̳̥̫̄̾͊ͅK̵͉͉̝̝͉̖̲̗̉͌̆̂͌͝ḻ̴̛̳͔͎͉̖͖̯̂̉̊̊ͅ,̵̡͍̠͚̜̞͆̓͘͜(̷̩̻̹̦̘̬̤̼̬̾̐̑̊̏͘͝͝)̴͎̈̋͗̉͆́)̸̜̋͊̑̓̄͗͂̏͘}̶̭͍̭͍̲͚̖̓͜¢̴̡̛̛̘̯̰̠̼̘̟̼́̾͐͐̈̃͛̕[̸̟̎́̑̈́̉̾̀̕͜͝€̴͚̤͚͛̄̀̔̊̽̓)̷͇͍̮̄̇̄͆͛̅̌!̶̢̪͙̻͍̳̈́̿l̴̢̛̰̭̝̼̗̠̲̮̒̈̀̏̋͗̈͝͠?̴̛̫͆̈́̄̃̄͛͠͠k̴̡̠͉̠̤̄͊̽͜,̷̞̺̳͇̲͈̥̻͂͒ͅm̷͇̺͎̌̽̍̔̕̚M̸̘̺̩̭͓̮͉͈͕̹͂̊̋d̵̺̮̟̮̝̙́ḽ̵̨̢͈͚͍̗̮͖̊͑̈̃̏͌̂̚̕Ǹ̸̲̪̮̥͓̰̓̈͒̃̎̈́̚͜͝N̵̫̠̊̈́̆͋̓͘͝͝z̴̧͚̱̩̦͈͔̩͊̊̈́͊͊̑̕l̶̡̥̱̝̺̼̼͖̺̬̽̔a̵̡̡̦̱͂̆͝k̵̻̘̟̟̫̺̭̘̖̟̄̾̊̈́̾́̄͘M̵̧̧̢̲̣̘̙̘̟̤̓̈́N̶̺̎͐͑́͋̔̐̌͝͠ą̴̧̱̪̜͚̹̤̺̩̉̃̄̈̉̈́̚l̴̟̠͈͔̣̤̼͖̞̑̀̒̾̈́̓̚Ḳ̶̡̼͇̺͚̣̻̈͜,̸̢̛̠̩̞̣̋́̉̀͠m̴̛̮̃̎̑̍̐͋̀̄)̶̛̯̯͌͂̾̅̀̚m̵̨̹͆̚,̴̙̤̖͛̇̈́̕?̶̯̗̝̣̮̫̉͛̿̑)̴̧̦͚̺͚̣̝̩͆̅̅́̽̀̀̕͝)̷̢̙̻̘̘̰̞́̔͜s̴͙̞͇̙̘̎̔̉͐̀̊͐̋͝͝o̸̲͂̃̿́̄̈́͐̚K̴̢̤̄̇̌̿s̴̛̬̒̿̀̐̐͝a̴̧̱͉͆̄̋͆m̶̰̄m̸̘̟̭̈́͒̍̽̈́̈́̕M̶̢͉̭͓̼͇͈̽̌̍̽̉͜ă̷͕̘͓͒̎͊́̾̓̚m̷̧̥͙̜̗̲͑͝͠ͅs̸̨̢͍͔̩̠̥̯̮̞͂ñ̴̡̡̯͙̩̭̼͙͐͜s̴̖̲̺͇̗̬̤̼͙̮͒̽͗̆̓.̵̳͕̫͇͇̗͔̲̣̾̓͌͛̐ ̵̱̣̻̖̘̰̭̂͌͒͛̀̀̕͝͠M̶̨̦͓̬͕̪̗̻͔͂̅̑̚͝͠ǎ̸̪̰̺̼̼̄̏̓̉̕l̶͎̀̈͐m̶̨̧̡̛̻͉͔͊̎̌̄̐̓ͅs̷̢͙̏́̍̈͠d̸̨̠̺̘̺͖͉̺̿̋n̶͔̓̔͆̆͆m̸̡̹̤͖̗̃̃̅̓̍̑͜ä̴̢̧̫̞̭̼̟́̿͊͌̍s̵̡̼̱͙̪͎̼̘̿̉̑͑̃̑͜ ̴̥͎̫͇̟͌͜ͅͅs̷̡̨̙̙̭̙̤̺͑͝.̵͖̉͛̀̅͑͌͘ ̵̢̛͙͕̞̼͕̯̰̻̿̐̈́͑̚S̷̼̪̞̫͂̎̀̂̿͘͝͝s̶̛̠͇̳̯̦̮͙̽̃̀͛̽̕͜͜ ̶̦̥̀̐́̾͗̎s̵͕̟͚̩͕͐̎̏̇̈́͜m̵̮̻͖͕͓͎̳̦̋̚̚͜n̶̪̱̱̈́͑͗̊͑̄̚z̵̛̛͎̗̄́́̑̊ă̷̻̩͈̫͋͋̈̓͝͝͠͠͝ ̷̜͈͂͒s̵͍̙̯͉̰͊͑̽ͅ ̶̞̄̊̇ṃ̶̑̔̾͘x̴̡̠̖̦̗̱͔́̄̂̑̊͐͜͝ ̴͙͙̱̩̟̄̏̽̀̍̈͠ͅx̴̟̔̀̔͛̕ ̷̻̤̞̤͚̝͈̔̓̈́̋̅̽͘a̴̛̪̖̠͔͎̣͇͐́̾̊̚Z̵̪̘̮̭̝͈͛̒�̶̨̨̛̼̙̿̌̀̈́͊͂̒͜�̶̡͇̰͉́̄̄́́̇͋͝�̶̘̟̮̋͌͗̽̓̈́̒̅͋̽ͅ�̶̗̘̞͈͉̠̫͛͗͆̽͒̕̕ḻ̶̡̻̩͔͔̜͚̙̮̀̇͐͗̓̐̐͠a̸̢̙̗͛̄̚ ̵̢̝̖̬̖͍͚̩̋̊̍d̴̢̟͉̘͚̱̝̙̥̂̚ñ̵̡̨̦̤̪̭̯̿͊́̂̀́̇̉͝d̷̺̙͓͇̺̰̬̊̈́̀͑͘̕ ̶͖̅̇͋̀̿͑x̷̧̛̪̥̮͈̘̭̙̣̾̊̔͝k̵̛̤̀̑̍,̸̢̭̟̼͇̭̤̪͑̎͐̌̈́̓̎̕͝m̵̛̥̘͓̖̈́̈́̀̏̍͝â̸̡̛̼̬͔̮͒͋͛̎͒̍̚͝n̷̩̻͙̬͒͑̒̆̾͑̕͘͘͝ê̸̪͍̩̜̬̗͎͎͒́n̶̢̨̢͉͓͕̥̋̓́̏͆a̴̻̳̱̹͍̐̿̾̀l̷̢̡̯̗̖̰̥͔͕̬̇̌̿̄̓͋̍̄͝s̸͓̼̽̿̇́̽̐͂j̸̧̹̭̱̱͉̳͇̜̜͐̚K̶̥̤̮̰̬͋̎͒̏̄̈̽̕͝Ķ̵̝̊͗̔̊̈́̆k̷̥̃̇͌̃̈́̈̌̍̊�̷̘̭̳͖̟̦̮͆̂̑̎̊͗̆̿͜͜�̴̙̮͔͎̥̼̭̳͇̒̃͘͘͠�̶̭̗̥̮̟͎̘͔̂�̴̟̞͈̿̑͆̋̿͛̚ạ̴͖̫̒͛̉̈́͌̅̽ͅk̶̛͍̙͕̬̭̗̼͖͙̠̽̊͘k̶̩̮̐͑̀͋́̌e̵̞͓̜͉͇̓̽͗͊̽͜͝͝ͅņ̵̮̄̄͌̅͋̾̽̕̚͘*̷͇̯̪̹̱͉̹̭̰͛̇͐̓͜͝!̶̧̰͉̣̪̞̀̏̒̏́͆̒̍͘͠)̶̡̢̨̬͇̜͑̀̀̀͗̈́̒̈@̶̢͚̠̫̏̄̊͝$̶̢̳̺̤̽̿͆͝;̴̨͔͔̖̽̈͝ ̵̛̜̹̑̊̀̿́̍̾͒̉ͅ ̴̹̱̯̠̻͒͋͂̿̽͊͠͝L̶̨̢̙͇̝̣̺̯͒͒͐͛̇͛͝S̶̗͎̼̜̞̘̆͊͌̉̈́̕͝͝b̵̥̞̦̪̱̒̔̇̍̽́̈́̀̋͜ͅm̸̜͖͎͈͓̪̞͂̀̍̅̋̄̏̐̄́ͅǸ̴̤̩̪̹͈̰̺̟͑͑́̕̚s̴̨̧̛̫͙̲̪̲̞̭̭͛̐l̷̛̼͎̤̲̥̗̫͙̅͒̋̈̈́̔͜͜a̸͔̣͐̎̑͊̑̋̏̿̚n̸̬̯̯̯̙̼͈̠̏̌̀̈d̶̟̓͌̓͆͒̅̿̆͆̚k̴̢̧̟̻̪̟͇̜͙̏̓͆́̃̿͝s̸̟̜̬̓̈́́n̴̢̧͍̘̝̥̮͎̪̩̓͒̈ş̴̨̝̼͂m̴̛̗̲̥̼̖͓̬̟̂̉̄͆̔̄̌͠ȧ̵̫͕͔̳̯̪̅̑̋̂̂͋̈̚͠k̶̫̟̣̓̽͐L̷̨̲͍͇̦̉̽L̶̲̞̲̈́̀͊͌̽͌̆̕,̸̪̼̆̀͒l̷̨͉̯͕̣̝͉̻͂̏͐̉͠�̴͉͙̜̩̻̎̀̉̃͑̈́̄̚�̴̺̞̤̂͗͗̐̆̾�̴̧̲͖̼̮̫̲́͑̿̔̕͜͜͝�̸̢̝̰̪̫̅̍̄̉̃̒�̴̼̭̱̤̰̰̫̲̭͆͜�̶̞̜̲̗̞̳̓̐̎ͅ�̴͇̯̔͒͑̀�̶̰͓̘̹̱̂̓̃̉̓�̴̲̊̈́͌̏͌̍̔̏̋̕�̷̲͈͍̻̗͎͎̻͚̽͌̄̉̇͗̅͠�̷̡̫͙̱͙̠̆̈̍̓̈́̓̚͜ͅͅ�̴̼̭̭̤̘̑̇̓̃̋̆͗́�̵̧̰͘�̷̨̧̡̮̻͚̠͉͔̍�̸͕̰͜͝�̷̖̟̻͈̪͓̝͖̩̫̂̍͆̀͛̐̀̾̚�̵̢͍̦̳̻̮̺͈͊�̶̱̜͔̟̭̋̏̈́̆͆̋͊͊̕͝�̶̤̣͎͂̉̽̓̇̒́�̸̗̝̂̅̋͛̀̓̈́̚̕͠�̵̰͈̞̦͎̆̂̽͜ͅͅ�̵͓͔̱̯̹̟̅̎̋͗́̉̔̚k̸̨͙̹̮͉̖̳̠̾́͛̔͝͝s̴̭͆̕ṋ̶̰̞͂̒̇̉̈̋̚ḑ̷͖̖͚͊̒̈́͊̏ḱ̴̨̨̖̲̠͜ž̷̧̛̪͙͇̫̬͚̐n̶̟̘̱̤̳͉̭̞͌̑́͆̉̀d̴̗̹̓͛̽͐̊̽ṉ̵̛̛̣̰̐͠͠͝d̷͔̻̘̜̪̠̲̪̔͛̃̿̍͛̂̐͛͊
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
(Le doy gracias a darkcarlos_punto_exe por pasar el editor)
Kei: ¡MIYUKI!.
El presidente rápidamente fue con si hermana.
Miyuki: ¡Que sucede!.
Kei: ¡Mira la televisión!.
El presidente miró la televisión.
Miyuki: ¿Que está pasando, acaso se descompuso?.
Mei: Está en todos los canales.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Ḁ̸̧̠͔̣̰̣͓͖̄̈́͑̒Ř̶̢̹̺̲͋̋́̑R̵͖̱̿̆̌͋̚͝A̴̤̝͎̯̭̼̺͖̤̾͠N̸̺̥̼̠͖̤̗̤̍ͅͅC̶̡̞͕̣̥̹̻̔͜Ḁ̶͖̱̭̘͇̫̺̟͋̅̀͆̚R̷͕͔̮̬͓̓̂̀̚ͅÉ̵̡̛̱̒̉ͅ ̵̡̻̯̀͆͂L̷̦̾͐̅́͐̆A̷̡̧͈̩̲̓̒̐̎̏̈́̿̔̉̕ ̷̪͈̝͖̗͑̑̔P̶̡̦̭͔̙̔͋̓̊̑̇̍̊͐͜ͅI̷̡̹͑̈́E̸̢̡̩̲̮͔̻̻͛̀͜L̵͕̻̙͙̓̃̈́͗ ̶̛̠͉͈̹͉͕̐̔̄͗͋̇́́͝Ŷ̵̛͖̠̗̟̣̻̙̈́̾́̾̕ ̴̥̣̻̺͎͇͗́̉̉͊̽C̶̞̕A̴͇̮̣̜̙̼̾̽R̵̻̝͎̩̆̈́́̾̕̕͝Ņ̴͉̳̰̺͍̤͚̝͈̓͋̚E̶͉͔̫̬̜̠͗̓̆͜͠͠ ̶̻͉͇̹̘͙̞͒̂̓̑̃̓̄̽̚͠D̸̡̯̫̱̺͙͖̎̏̇̐̌̒̽̐͝͠Ē̶̢͓̜̗̥̬̂͝͠ ̸͓̺̗̦͇̼̱̑̑̀̄͝S̶̳͕͎̭͈̿͋̿͑ͅÙ̶̢̧̫̬̳̺̣̮̝̿͒S̸̨̺̤̲͍̝̗͇̗͐̇͗̒ ̵̪̰̲͓̝̞̾̂H̴̢̧̛͇̣̭̘̩͕͚̑͌͆͒ͅṶ̴̲̓̊̚E̵͚̯̺̱͈̹͓̤̞̔̄̎̑̅̑̈͜͠S̷͚̀͝͠͝Ǫ̵͚̲͛̄S̸̛̺̟̀̔̂̒ͅ
Ḁ̸̧̠͔̣̰̣͓͖̄̈́͑̒Ř̶̢̹̺̲͋̋́̑R̵͖̱̿̆̌͋̚͝A̴̤̝͎̯̭̼̺͖̤̾͠N̸̺̥̼̠͖̤̗̤̍ͅͅC̶̡̞͕̣̥̹̻̔͜Ḁ̶͖̱̭̘͇̫̺̟͋̅̀͆̚R̷͕͔̮̬͓̓̂̀̚ͅÉ̵̡̛̱̒̉ͅ ̵̡̻̯̀͆͂L̷̦̾͐̅́͐̆A̷̡̧͈̩̲̓̒̐̎̏̈́̿̔̉̕ ̷̪͈̝͖̗͑̑̔P̶̡̦̭͔̙̔͋̓̊̑̇̍̊͐͜ͅI̷̡̹͑̈́E̸̢̡̩̲̮͔̻̻͛̀͜L̵͕̻̙͙̓̃̈́͗ ̶̛̠͉͈̹͉͕̐̔̄͗͋̇́́͝Ŷ̵̛͖̠̗̟̣̻̙̈́̾́̾̕ ̴̥̣̻̺͎͇͗́̉̉͊̽C̶̞̕A̴͇̮̣̜̙̼̾̽R̵̻̝͎̩̆̈́́̾̕̕͝Ņ̴͉̳̰̺͍̤͚̝͈̓͋̚E̶͉͔̫̬̜̠͗̓̆͜͠͠ ̶̻͉͇̹̘͙̞͒̂̓̑̃̓̄̽̚͠D̸̡̯̫̱̺͙͖̎̏̇̐̌̒̽̐͝͠Ē̶̢͓̜̗̥̬̂͝͠ ̸͓̺̗̦͇̼̱̑̑̀̄͝S̶̳͕͎̭͈̿͋̿͑ͅÙ̶̢̧̫̬̳̺̣̮̝̿͒S̸̨̺̤̲͍̝̗͇̗͐̇͗̒ ̵̪̰̲͓̝̞̾̂H̴̢̧̛͇̣̭̘̩͕͚̑͌͆͒ͅṶ̴̲̓̊̚E̵͚̯̺̱͈̹͓̤̞̔̄̎̑̅̑̈͜͠S̷͚̀͝͠͝Ǫ̵͚̲͛̄S̸̛̺̟̀̔̂̒ͅ
Ḁ̸̧̠͔̣̰̣͓͖̄̈́͑̒Ř̶̢̹̺̲͋̋́̑R̵͖̱̿̆̌͋̚͝A̴̤̝͎̯̭̼̺͖̤̾͠N̸̺̥̼̠͖̤̗̤̍ͅͅC̶̡̞͕̣̥̹̻̔͜Ḁ̶͖̱̭̘͇̫̺̟͋̅̀͆̚R̷͕͔̮̬͓̓̂̀̚ͅÉ̵̡̛̱̒̉ͅ ̵̡̻̯̀͆͂L̷̦̾͐̅́͐̆A̷̡̧͈̩̲̓̒̐̎̏̈́̿̔̉̕ ̷̪͈̝͖̗͑̑̔P̶̡̦̭͔̙̔͋̓̊̑̇̍̊͐͜ͅI̷̡̹͑̈́E̸̢̡̩̲̮͔̻̻͛̀͜L̵͕̻̙͙̓̃̈́͗ ̶̛̠͉͈̹͉͕̐̔̄͗͋̇́́͝Ŷ̵̛͖̠̗̟̣̻̙̈́̾́̾̕ ̴̥̣̻̺͎͇͗́̉̉͊̽C̶̞̕A̴͇̮̣̜̙̼̾̽R̵̻̝͎̩̆̈́́̾̕̕͝Ņ̴͉̳̰̺͍̤͚̝͈̓͋̚E̶͉͔̫̬̜̠͗̓̆͜͠͠ ̶̻͉͇̹̘͙̞͒̂̓̑̃̓̄̽̚͠D̸̡̯̫̱̺͙͖̎̏̇̐̌̒̽̐͝͠Ē̶̢͓̜̗̥̬̂͝͠ ̸͓̺̗̦͇̼̱̑̑̀̄͝S̶̳͕͎̭͈̿͋̿͑ͅÙ̶̢̧̫̬̳̺̣̮̝̿͒S̸̨̺̤̲͍̝̗͇̗͐̇͗̒ ̵̪̰̲͓̝̞̾̂H̴̢̧̛͇̣̭̘̩͕͚̑͌͆͒ͅṶ̴̲̓̊̚E̵͚̯̺̱͈̹͓̤̞̔̄̎̑̅̑̈͜͠S̷͚̀͝͠͝Ǫ̵͚̲͛̄S̸̛̺̟̀̔̂̒ͅ
.
.
.
.
.
.
.
.
Miyuki: ¿Que es lo que está pasando?.
Kei: A mi ya me está dando miedo. Arrancaré la piel y carne de sus huesos.
Miyuki al leer la frase que estaba en la televisión lo dedujo por si solo, y aparentemente Kei también.
Miyuki: ¡SERÁ ACASO!.
Kei: Si... Es él. -Asustada-.
Y con esa deducción, los dos sintieron inmediatamente el miedo en sus cuerpos, intentaron recobrar la postura y regresaron a ver la televisión, la que ahora estaba sufriendo fallas de imágenes has que:
(- Inserten la musica clásica de su elección, la qué cuando la escuchen sientan un aire de miedo.-).
La pantalla se puso en negro.
Kei: ¿Y ahora que sucede?.
Pero no solamente ellos:
En una casa que también era una escuela de karate, una pareja de jóvenes novios, una tomboy pelirroja y su novio, estaban juntos tapados con una manta mirando la televisión, los dos estaban con la boca abierta y expectantes.
En una casa con la leyenda “Yukinoshita”, madre e hija en la sala mirando con nervios.
En la casa de la familia Komi, Shuuko Komi veía desde la cocina, mientras que Masayoshi y Shouske desde el supermercado, sus típicas expresiones se borraron para en su lugar unas de asombro.
En el departamento, Mai Sakurajima e Ichika Nakano miraban la tele mientras cenaban.
Mai: Es él... -Tocando sus manos-.
Ichika: Así es... No hay duda.
Ichika temblaba de las piernas.
Y por último, el doctor Nakano miraba desde su oficina, con su rostro inexpresivo, pero aunque no lo pareciera, estába muy nervioso, nervioso sobre lo que sea que pudiera pasar.
En todos los hogares, los centros comerciales y locales que aún estaban abiertos, noticieros, no había ningún ciudadano japonés que no estuviera mirando lo que estaba ocurriendo, el miedo se hizo presente a medida que pasaba esto.
Los abogados, médicos, bomberos, todos miraban... Pero los más sorprendidos eran los policías.
De regreso con Miyuki y Kei seguían mirando la televisión.... Hasta que:
“Muy buenas noches Japón...”
En rojo, un mensaje se estaba transmitiendo.
Kei: ¡Es él... Tiene que ser el de verdad!
Miyuki: Esto... Es... Bastante irreal.
“Antes que nada, una sincera disculpa por haber interrumpido su programación habitual, pero necesito darles un mensaje, y ese es que... Cómo sucedió en años anteriores, me tomaré un descanso de las actividades que conllevan mi noble labor hacia el mundo, por lo que nuevamente les doy estás fechas que corresponden a navidad y año nuevo, como un cese de mis actividades, no más muerte, no más miedo, disfruten mucho este breve periodo de paz, y cómo suele suceder, volveré una vez pasado el primero de enero...”.
Miyuki y Kei veían el mensaje en la televisión... Era evidente que ninguno de ellos pudiera ocultar su asombro, desconcierto y miedo.
“Deberian estar agradecidos conmigo por la tregua que tan bondadosamente les doy, una tregua que les doy... Por qué soy alguien justo y comprensible. Disfruten de sus familias, disfruten de sus amigos, que el siguiente año, quizá ya no estén con ustedes, les deseo un año nuevo de mucho exito y prosperidad, sean buenos y las recompensas vendrán... Sean malos... Y tengan por seguro que vendré por ustedes. Será un año producto, nuevos propósitos y nuevas víctimas, nuevos pacientes para aliviar la pestilencia.
Sin más que decir, les deseo una muy feliz navidad y un hermoso año nuevo 2025. Que tengan una linda noche.”
Y después de eso, la pantalla volvió a tornarse negra. Los hermanos Shirogane solamente se quedaban mirando a la pantalla sin poder procesar lo que había pasado.
Miyuki: Entonces... Otra tregua.
Kei: Así es... Supongo que esto ya es algo que se volverá habitual con el paso de los años. Que miedo me da.
Miyuki: Será mejor que llame a Shinomiya para asegurarme de que está bien.
Kei: Está bien, creo que se me quitó el hambre.
Miyuki: Que extraño, su número suena ocupado... Últimamente ha estado algo más ausente... ¿Por qué será?.
Kei: Descuida, es normal siendo ella la hija de la familia Shinomiya, una de las mas importantes y ricas del país.
Miyuki: Tienes razón, no debo dudar de ella...
En eso un mensaje, el remitente decía IshiGOD.
IshiGOD: ¡PRESENTE... VISTE LO QUE PASÓ EN LA TELEVISIÓN!.
Miyuki: Será mejor contestar, Kei si ya no quieres te puedes ir a dormir, yo guardaré la cena para mañana.
Kei: De acuerdo, entonces descansa.
Miyuki se fue dejando a Kei sóla, la cuál solo suspiro un poco ya que aún no procesaba lo ocurrido.
Kei: Eso fue... Un poco aterrador, pero...
Kei decía solo para centrar su mirada en la televisión aún en negro.
Kei: (-¿Que es esta sensación que tengo?, es como si sintiera que pasará algo-).
Pensando para si misma se quedó perdida con una mirada seria.
Tal vez eso solo era una sensación pasajera o tal vez...
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Aquí estamos de nuevo jejeje, antes que nada lea deseos una muy feliz navidad y el año 2025 sea un año de muchos éxitos y prosperidad, cómo verán ya es costumbre que haga estos capitulos de tregua, así que solo eso, nos vemos iniciando el año.
Ya que además me servirá para desarrollar el episodio de Kaguya Shinomiya... Veremos qué tal.
Ah, y otra cosa, CosmicFearTerra3 escribió esto en mi muro a principios de mes:
¿Cuánto le tomaría a estos personajes averiguar quién es el asesino?:
L
Peter Parker
William Afton
Rick Prime
Urahara
Loid Forger.
Ahora sí, saludos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top