Después del Netorare.
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Tras haber sido salvada de una situación bastante complicada, Ichika se mostró muy sorprendida al ver que fue nadamás y menos que Mai Sakurajima quien le ayudó.
Ellas dos eran rivales cuando aún estaban inmersas en el mundo de la farándula y el espectáculo, más sin embargo ahora las circunstancias son diferentes para ambas, ya que una fuerza universal llamada karma les quitó todo, por haber cometido traición e infidelidad.
Después de ese altercado violento, Mai tomó a Ichika y se la llevó de ahí.
Ichika: Ouch.
Mai: ¿Te duele?.
Ichika: Un poco... Auch... Pero no me podía quedar quieta, necesitaba una forma de conseguir dinero, y bueno, está es la única forma, ya que en ningún lado me quieren... Y más por lo que me pasó.
Mai: Ah, tu tortura que el asesino te hizo.
Ichika: ¿Que, como lo...?
Mai: Lo pasaron en la televisión, ¿Recuerdas?, vaya forma de arruinar tu vida y perder tu carrera... Aunque yo no soy quien para decir eso.
Ichika: Si... Yo también me enteré de lo que te pasó.
Mai: Ya no importa. Y tú lo que deberías estar haciendo es descansar para que te recuperes.
Ichika: Lo sé, pero no tengo a donde ir, me separé de mis hermanas y no tengo alojamiento.
Mai: Eso pensé... Te llevaré a mi casa, ahí te podrás curar y descansar, bueno si tú quieres.
Ichika: Gracias, de verdad.
Así ambas chicas emprendieron el viaje de regreso al hogar de Mai, cuándo todavía eran actrices en ascenso, había ocasiones en las que se encontraban en los castings, conversaban de vez en cuándo pero no eran exactamente amigas, como dije, eran más bien rivales.
Durante el camino de regreso, la gente con la que se cruzaban las miraban con desprecio y asco, era de esperarse debido a lo ocurrido con ambas y la filtración de lo ocurrido, Ichika por un lado se sentía horrible y mal, sin embargo Mai, con el tiempo eso dejó de darle importancia.
Pasando el tiempo, llegaron al tren para ir a casa de Mai.
Ichika: Y dime... ¿Cuánto tiempo llevas... Bueno ya sabes?.
Mai: Bueno, un año y medio, más o menos, y puedo ver qué tú apenas vas iniciando.
Ichika: Si... Cumpliré una semana, si ya se, es patético pero es lo que hay, pero lo único que conseguí a cambio son malos tratos e insultos, lo poco que saco es para comer.
Mai: Entiendo, a mí me pasó lo mismo las primeras veces, me golpeaban, me insultaban y demás, pero con el tiempo te moldeas y te aprendes a defender. Además, yo no tengo proxeneta que me respalde y siento que ya no necesito uno.
Ichika: Debe ser duro.
Mai: No tienes idea. El asesino solo fue el inicio, lo verdaderamente difícil es el juicio social, no puedo caminar al supermercado o algún otro lado sin qué la gente me señalé o me insulte. No quiero sonar sonar pesimista Nakano-san, pero será mejor que te vayas haciendo a la idea de que eso te va a pasar a ti también. Es lo que nos ganamos por ser unas idiotas.
Ichika escuchaba cada palabra de Mai, el miedo recorrió su espina ya que la sociedad japonesa es demasiado dura con eso, el juicio, las etiquetas y demás, Japón puede ser un país avanzado pero en cuanto a lo social, no le muestran piedad a nadie cuándo se salen de lo socialmente aceptado.
Luego de unos 20 minutos en subterráneo, y caminar otros 20, llegaron a su destino.
Mai: Llegamos.
Ichika veía el departamento de Mai, no era como el departamento dónde antes vivía con sus hermanas, pero era cómodo y lindo.
Ichika: Lindo departamento.
Mai: Gracias, fue de lo poco que logré conservar después de... Mi estupidez. Casi no estoy aquí, ya que casi siempre trasnocho en hoteles con lo que pagan por mis servicios.
Ichika: Al menos tienes un hogar a donde llegar.
Mai: Pero de que me sirve si no tengo quién me espere de regreso.
Claramente esto lo decía refiriéndose a Sakuta, uno puede pensar que en este tiempo la chica quizá ya lo habría olvidado; pero no era asi.
Ichika: Si... Entiendo, te entiendo bastante bien. -Triste-.
Mai: ...
Ichika: ...
Mai: Dejemos eso para otra ocasión; si quieres puedes usar el baño para ducharte.
Ichika: Oh, gracias pero no tengo ropa conmigo.
Mai: No te preocupes por eso, déjamelo a mi, anda, ve a ducharte. Por el pasillo a la puerta derecha.
Ichika agradeció con un gesto y se fue al baño ante la mirada de Mai, fue una sorpresa para ella verla ahí, pero no mentía cuándo dijo que era agradable verla. Ya una vez en el baño, Ichika suspiró cansada, el mundo de la prostitución era duro y arduo pero sabía que era su única opción, y eso que apenas llevaba una semana. Frente al espejo veía su rostro, dónde antes había felicidad, vitalidad y alegría por la vida; ahora no había otra cosa mas que cansancio, tristeza y falta de esperanza.
Tras suspirar, sacó del botiquín del espejo una toalla húmeda y con sumo cuidado empezó a quitarse el maquillaje; aunque lo hacía con cuidado, las muecas que hacía indicaban que todavía sentía dolor; después de varios minutos, habia terminando, para que lentamente volviera a verse, y vió las marcas de sus acciones; carente de belleza y sensualidad, ahora había heridas de quemadura química, su rostro estaba demasiado dañando, y por no decir que su ojo derecho estaba completamente en blanco, aun podía ver, pero era algo insignificante, por lo que dio su ojo por perdido.
Ichika: Se supone que esto no tenía que pasar.
Luchaba por no llorar, así que continúo, con sumo cuidado, se empezó a quitar la peluca de su cabeza, para dejar ver qué también estaba igual, y por si fuera poco, parte de su cabello había sido destruido, por lo que nunca volvería a crecer.
Además también se miró la herida que quedó tras la perdida de su oreja, ella se preguntaba que fue lo que le pasó, ya que no la encontraron por ningún lado.
Al poco tiempo, y con la delicadeza con la que se trata a la seda más fina, se empezó a retirar la ropa, los roces con su su cuerpo eran dolorosos, pero tolerables. La falda ultra corta cayó, seguida de su ropa interior, la blusa lo mismo al igual que el sostén.
Para una mujer, su cuerpo es sagrado. Ya que es en dónde se ve la sensualidad y el erotismo que transmite, un cuerpo hermoso es deseado por los hombres, y para las mujeres eso es de vital importancia para su autoestima y ego, pero Ichika ya no tenía nada de eso, totalmente quemado, ya no había nada bello en su cuerpo, en su lugar solo había fealdad y aberración.
Ichika: No... Soy horrible.
Se dirigió a la ducha, y ahí abrió las llaves para poner el agua, debido a que sus quemaduras aún estaban "Frescas", se aseaba generalmente, con agua fría , y una vez eso, se metió al agua, estuvo quieta simplemente dejando que el agua cayera sobre ella, no ponía atención a ello ya que estaba sumida en sus pensamientos, desde los buenos tiempos que pasó con Futaro y sus hermanas pero también el cómo se metió con Motohure y las veces que tuvo sexo con el, y las orgías que tenía con sus hermanas a espaldas del muchacho.
Pero también recordaba al asesino; su aspecto siniestro, su mirada a través de esa máscara, una mirada de maldad, y también el cómo rociaba su cuerpo con el ácido, el dolor, el ardor y sufrimiento que la hacia pasar.
Con la mirada más que muerta no podía hacer nada, hasta que, su rostro se deformó a uno de aflicción y desesperación y aprovechando el sonido de la ducha, lloró desconsolada.
¿Podemos sentir lastima por ella?. Pues la verdad es que no.
Ya una vez que la ducha se llevó su cansancio, el cuerpo de la mujer se sentía relajado, por lo que con una toalla se seco cuidadosamente, y una vez que volvió a contemplar su cuerpo, suspiro con resignación y se cubrió con la toalla.
Justo ahí, tocaron a la puerta y sin más abrió.
Era Mai, quién al ver su rostro limpio, sib maquillaje podía ver claramente como quedó.
Mai: Por Dios Nakano-san, te ves, bueno te ves...
Ichika: Horrible lo se, no es necesario que me lo digas, es espantoso todo lo que pasó con nosotras, pero al menos no terminé cómo mi hermana Yotsuba.
Mai: Si bueno, de verdad lamento mucho lo que te pasó. (-Pero es lo que te conseguiste por lo que hiciste, al igual que yo-).
Ichika: ¿Que necesitabas?.
Mai: Te traje una pijama y ropa interior, no te preocupes, están totalmente nuevas.
Mai le entrego a Ichika la ropa.
Ichika: Muchas gracias Mai-San, de verdad gracias. ¿Crees que me puedas ayudar?.
Mai: ¿Con qué?. -Dudosa-.
Ichika: A curarme, debo ponerme mis medicamentos. Están en mi bolso.
Mai: Voy por él. Tu ve a mi cuarto.
Mai fue por el bolso de la primera hermana, estaba sobre la pequeña mesa de estar. Una vez que la vio la tomó más sin embargo...
Mai: Auch.
Cuándo cerró el puño, sus dedos le dolieron, debido a que el asesino se los aplastó, y aunque lograron salvarlos y además la rehabilitación le ayudó, la verdad es que quedó con sus secuelas, su movilidad se redujo y por si fuera poco, el simple hecho de moverlos y cerrar la mano, le causaba dolor. Por lo que debía tener cuidado para hacer sus labores del día.
Mai miró su mano con dolor y una vez que el dolor se pasó, regresó con Ichika.
Mai: Bien, quítate la toalla.
Ichika con un poco de duda y vergüenza lo hizo.
Ichika: Solo no digas que soy horrible.
Mai: Te lo prometo.
Ichika lentamente se fue quitando la toalla dejando ver su cuerpo desnudo y, como era de esperarse, con las marcas de quemadura sobre su cuerpo. Cuándo Mai miró el cuerpo de Ichika con más detalle y cercanía, solamente pudo mirar con asombro, de verdad que su cuerpo quedó muy dañado, de verdad que el asesino no demostró ninguna compasión a la chica, y en el fondo agradeció que no fue ella.
Mai: Nakano-san...
Ichika: No me veas tanto que me da vergüenza.
Mai decidió hacer de lado eso para que Ichika se sintiera más cómoda, por lo que tomó el medicamento, el cual era una pomada y empezó a curar a su compañera.
Mai: ¿Cómo tan siquiera puedes vender tu cuerpo?, no deberías con lo lastimado que está.
Ichika: Necesito dinero, y sin dinero no tengo que comer. Y además apenas voy empezando así que... Bueno... Es difícil.
Mai: ...
Ichika: ...
Mai: ¿Que es lo que te estoy poniendo?.
Ichika: Sulfadiazina de plata. Mi... Padre me la recetó para las heridas por quemaduras de tercer grado para que el cicatrizar sea más eficiente, aunque me dijo que las tendría pero no tan marcadas.
Mai: Ventajas de que tú padre sea doctor supongo...
Ichika: ... Nos odia, a mí y a mis hermanas, y todo por lo que pasó, cuando se enteró fue terrible, no se tentó el corazón.
Tiempo atrás después de lo ocurrido.
Mauro Nakano, padre de las quintillizas estaba en el departamento con sus hijas las que tenían expresión de pánico.
Dr Nakano: ¡Quiero que se larguen de mi casa ahora mismo!.
Itsuki: ¡Papá no nos puedes hacer esto!. -Llorando-.
Dr Nakano: ¿Cómo que no?, ¡Claro que puedo y hago, de verdad pensaban que las iba a dejar seguir aquí luego de su maldita perversión!. ¡Ustedes ya son bienvenidas aquí!.
Nino: ¡¿Y a dónde se supone que iremos?!.
Dr Nakano: ¡Ese ya no es mi problema, se me largan de aquí, y sin sus pertenencias, ya que todo lo que compraron lo hicieron con mi dinero!.
Miku: ¡Pero...!.
Dr Nakano: ¡PERO NADA, SI QUIEREN JUGAR A SER PUTAS, PUES VIVAN COMO PUTAS, YO AQUI NO ACEPTO A NINGÚNA DE USTEDES, Y ME IMPORTA UN CARAJO QUE ESTES EN SILLA DE RUEDAS YOTSUBA O QUE NO QUIERAS COMER ITSUKI!.
Yotsuba: ¡No nos hagas esto papá!. -Llorando-. ¡Somos tus hijas, no nos puedes abandonar!.
Dr Nakano: USTEDES YA NO SON MIS HIJAS... Y YO YA NO SOY SU PADRE... NO SÓLO ME FALLARON A MI, TAMBIÉN DECEPCIONARON A RENA...
Mientras hablaba, el doctor Nakano empezó a llorar.
Dr Nakano: ¿CÓMO PUTAS SE ATREVIERON A MANCHAR LA IMÁGEN DE LA MUJER QUE TANTO AMÉ?.
Ichika: ¡No quisimos hacerlo papá, tan sólo escucha, hay cosas que no sabes y el por qué pasó todo ésto, deja que te cuente!.
Dr Nakano: ¿Que me vas a contar, como se las follaban, como lo hacían y en qué posiciones, o con cuántos se metieron?. ¡O las vulgaridades que gritaban por lo que ustedes llamaban placer!.
Ichika: -Llorando-. ¡N...no..noooooo!.
Dr Nakano: Suficiente de esto, ya no quiero alargar esta plática, me han decepcionado, se quedaron sin padre... Vayanse.
Ninguna de las Nakano decía nada, estaban paralizadas tras está noticia.
Dr Nakano: ¡QUE SE LARGUEN DE AQUÍ, MALDITA SEA, LAS ODIO LAS ODIO!... ¡Y VIVAN CON EL PESO DE SUS PECADOS... SUS....
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PECADOS DEL PASADO.
Eso hizo que dieran un brinco de terror y ante el enojo de su padre y llorando, lentamente las quintillizas Nakano se fueron de su casa, ahora ya no tenían casa.
Una vez fuera, el doctor Nakano se sentó en el sofá, y sacó una pequeña fotografía, en dónde se veían el y Rena abrazados.
Dr Nakano: Rena... Mi amor, perdóname. -Llorando-. Te fallé, fallé en criar a nuestras hijas.
Fin del flashback.
Ichika terminó de contar eso, ante la atenta Mai.
Mai: Mmmm.
Ichika: Y así, nos corrió de casa.
Mai: Bueno, lo siento de verdad, ¿Que querías que hiciera?, darles un premio por lo que hicieron eso nunca, pero debes entender que estaba en su derecho como padre de todas, también ponte en su lugar. Sentirse decepcionado y ver qué sus hijas... Arruinaron sus vidas por un momento de lujuria.
Ichika: ... Si...
Mai: (-Mi mamá se puso igual o peor... Me dijo que era una ramera y un montón de cosas, no sin antes darme una golpiza-).
Ichika: Si, pero no debió terminar así. Solo era...
Mai: ¿Diversión?, ¿Algo con lo que podías lidiar?, Ja. Pues vaya forma tan más inmadura de autoengaño.
Mai continúo poniéndole el medicamento por todo el cuerpo de Ichika, desde los brazos, muslos, la espalda. Iba con extremo cuidado, desde la limpieza hasta el medicamento.
Ichika: Ten cuidado con la herida en mi pecho.
Mai: Puedo ver por cómo estás... Que no les mostró piedad ni a ti ni a ninguna de tus hermanas.
Mai siguió por todo el cuerpo hasta que le colocó los vendajes, en ciertas partes del cuerpo las quemaduras eran más graves, por lo que tenía usar gasas.
Mai: Listo, espero haber hecho un buen trabajo.
Ichika: Mai-San, gracias me ayudaste mucho el día de hoy.
Mai: Ni lo menciones, debemos cuidarnos entre nosotras. ¿Quieres cenar?.
Ichika: No gracias, estoy muy cansada y quiero dormir.
Mai: Entiendo, yo cenaré algo y después me dormiré, mañana no iré a trabajar; ventajas de ser mi propio jefe.
Ichika: Ya veo. Entonces saldré de tu habitación.
Mai: Bueno, la de huéspedes está justo a lado, está preparada por si acaso.
Y así hizo. Ichika se fue a la habitación de huéspedes, la ayuda de Mai en este fin de día fue de lo más apreciada.
Ya en la cocina Mai se preparó la cena, algo sencillo para no tener que gastar energía de lo necesario, ya habían pasado como bien ella dijo, un año y medio desde que empezó a vender su cuerpo, y aunque ya se había acostumbrado a su nuevo estilo de vida, había alguien a quién no podía olvidar: Sakuta.
Aquel muchacho que la amo incondicionalmente y que perdió por su culpa, no lo valoró como era debido y eso pues, no termino bien.
Mai simplemente se puso triste al recordar al que fuera el amor de su vida, la ganas de llorar eran fuertes pero se las arregló para no hacerlo, en su lugar prendió la televisión y lo dejó en un canal de deportes que estaba recordando la final de la copa libertadores entre River Plate y Boca Juniors en el Santiago Bernabéu.
Mai simplemente miró el programa mientras cenaba, no era muy fan del fútbol, pero necesitaba distraerse de una forma u otra para olvidar que su vida ya no era lo que solía ser, por lo que empezó a ver la televisión, se centro en la televisión, parecía que lo había conseguido, pero las lágrimas empezaron a recorrer su rostro, finalmente se abrazó las rodillas.
Mai: Sakuta... Mi amor. -Llorando-.
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La noche estaba en su punto más alto, Japón estaba en un sueño reparador para sus ciudadanos, si los japoneses se dormían temprano, desde la aparición del asesino ahora lo hacían más temprano, no solo eso, tuvieron que apretar el ritmo y todo por no querer encontrarselo cara a cara.
En el departamento, ambas chicas ya estaba dormidas, Mai en su habitación durmiendo, sus párpados rojos indicaban que había llorado.
Pero ahora se había relajado, pero en la habitación de huéspedes, la mayor de las Nakano, es decir Ichika, si bien también dormía, empezó a dar vueltas y a respirar agitadamente, estaba teniendo una pesadilla:
Todo estaba oscuro, no se veía otra cosa más que la oscuridad, en ella, las quintillizas Nakano estaban desnudas completamente, aterradas.
Ichika: ¡Que alguien nos ayude!.
Nino: ¡Por favor!.
Miku: ¡Nos quiere matar!. -Llorando-.
Yotsuba: ¡Se los suplicamos!. -Llorando-.
Itsuki: ¡AUXILIO!.
Pero nada se escuchó, había... Nada.
Sin tener a donde ir estaban a Merced de cualquier cosa que pudiera suceder.
Asustadas y desesperadas, no se dieron cuenta que había alguien detrás... Un joven de cabello negro y con corte de tazón.
Futaro: ¿Cómo se atrevieron?.
Ichika: ¿Futaro-Kun?.
Futaro: ¿De verdad pensaron que se podían salir con la suya sin tener un castigo severo?, yo que las amé, las ayudé a ser mejores, ¿Y como me lo agradecen?... ¡Yendo con el primero que se las podía follar!.
Nino: ¡No Fu-Kun... las cosas no fueron así!. -Llorando-.
Futaro: Las odio con todo mi ser... Por mi, pueden morirse.
Las palabras tan contundentes del muchacho fueron dolorosas, cuando acabó de hablar el chico procedió a irse de ahí.
Miku: ¡No te vayas mi amor!. -Llorando-. ¡PERDÓNAME!.
??: ¿Por qué tendría que hacerlo?. Ustedes no merecen el perdón.
Miraron quién era y era nadamás que el doctor Nakano.
Itsuki: ¡Papá!. -Llorando-.
Dr Nakano: No me digas así, yo no soy el padre de ningúna de ustedes, putas.
Yotsuba: ¡Papi...!.
Dr Nakano: Son de lo peor, ¿En qué me equivoqué?, les di educación y buenos valores... Pero no fue suficiente.
Las chicas oían a su padre.
Dr Nakano: Ustedes no son mujeres, son escoria, son peor que escoria, son unas zorras que se dejaron llevar por sus deseos... ¡Tienen idea de lo que han hecho, arruinaron sus vidas y todo por un pene!.
Ichika: ¡Papá... Por favor, de verdad estamos arrepentidas!.
Dr Nakano: Muy tarde para eso, ahora sufran, que yo ya nos su padre... LAS ODIO.
Nino: ¡No no digas eso!. -Llorando-.
Y el doctor Nakano se fue de ahí.
Nino: ¡No te vayas, papá!.
Las chicas simplemente atinaron a llorar.
Ichika: ¡ESTO ES UNA PESADILLA, TIENE QUE SERLO... POR FAVOR DESPIERTENME!
Gritó con desesperación, no sólo su tutor y novio, también su padre ya no deseaba saber nada de ellas y todo era su culpa.
Todavía en su llanto, se empezó a escuchar que alguien se acercaba, eran pasos finos y delicados, ellas estaban atentas de quien podría ser... Hasta que se poco a poco se fue viendo.
Itsuki: ¡No!.
Miku: ¡Esto no puede ser!. -Llorando-.
Ichika: ¡Por favor tu no...
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Mamá!.
Así es, era nadamás que la mujer que les dió la vida, la mujer que las amó cuando eran apenas unas niñas, su apariencia de lo más hermosa y sus rasgos finos y elegantes la hacían de lo más bella para cualquier hombre, sumando a su cabello, en un hermoso color rojizo castaño.
Era su mamá, Rena.
Ichika: ¡Mamá!.
Rena: Mis niñas...
Yotsuba: ¡No quisimos hacerlo, no era nuestra intención!.
Rena: Cállense, malditas alimañas.
Eso dejó a las quintillizas en shock.
Nino: ¡¿Mamá?!.
Rena: ¡Creen que no sabía que ustedes habían hecho tal perversión y asquerosidad, cómo se atreven a manchar mi memoria de esta forma, A MI, QUIÉN LES DIÓ LA VIDA, QUE SUFRÍ PARA QUE TUVIERAN UNA BUENA VIDA, TODO PARA QUE SE CONVIRTIERAN EN ESTO, EN UNAS PERRAS QUE SE METEN CON CUALQUIERA, ME DAN ASCO CADA UNA DE USTEDES, Y LO QUE ES PEOR; MANCHARON MI IMAGEN!.
Ichika: ¡No mamá, por favor no nos digas eso!. -Llorando-.
Rena: ¡DE QUIÉN ESTOY MAS DECEPCIONADA ES DE TI ICHIKA, TU DEBÍAS SER EL EJEMPLO DE LAS DEMÁS, NO SE POR QUE NO HICISTE NADA, SÓLO PREFERISTE SER UNA PUTA MÁS!.
Ichika bajó la mirada.
Rena: ¡Y DE HABER SABIDO QUE SE IBAN A VOLVER EN UNAS ASQUEROSAS PIRUJAS... LAS HUBIERA ABORTADO DESDE EL PRIMER MOMENTO!.
Eso fue lo que terminó de desmoralizar a todas, que ya estaban hundidas en su llanto.
Rena: ¡SON UN FRACASO, TODAS Y CADA UNA DE USTEDES, MALDITA SEA LA HORA EN QUE LAS TRAJE AL MUNDO, QUE ASCO ME DA QUE COMPARTAMOS SANGRE, QUE ASCO ME DA QUE SEAN MIS HIJAS Y QUE ASCO ME DA TAN SOLO LA IDEA DE SOY MADRE DE UNAS ZORRAS COMO USTEDES. NI PORQUE ESTOY MUERTA DEJAN DE SER UNAS MALDITAS!.
Itsuki: ¡NO POR FAVOR, MAMI, PERDONAMOS, TE LO RUEGO!.
Rena: JAMÁS... YA NO TENGO NADA UE DECIRLES, ZORRAS DE MIERDA FALLIDOS ABORTOS... MUERANSE!.
Y sin más, Rena y dió vuelta y se fue.
Yotsuba: ¡Mamá no te vayas!.
Miku: ¡Mami!. -Llorando-.
Nino: ¡No nos dejes de nuevo!.
Pero nada, la matriarca de las Nakano desapareció entre la nada y la oscuridad.
Ahora mismo, solas y con su llanto, las Nakano no sabían que hacer.
Ichika: ¡NADA DE ESTO ES REAL, ES SOLO UNA PESADILLA. ESTO NO ESTA PASANDO!.
Real o no, esto era el resultado de sus malas acciones. Así estuvieron en llanto colectivo hasta que volvieron a escuchar pasos, eran bastante sincronizados y... Elegantes.
Todas miraron en dirección de donde provenían, atentas a lo que podía ser...
Ichika: ¡No... Otra vez tú!. -Asustada-.
De la oscuridad salía...
Ichika: ¡Ya no nos lastime!.
Vestido de negro y con una máscara que ocultaba su rostro...
Ichika: ¡Monstruo... MONSTRUO!.
Su torturador, el asesino apareció.
Itsuki: ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!.
Itsuki sólo gritó del enorme miedo, Yotsuba y Nino tenían las manos en su rostro en clara señal de desesperación y terror; Miku por el miedo, no pudo aguantar y se orinó, y por último Ichika, las respiraciones agitadas eran evidencia del pánico que sentía.
Cazador y presas frente a frente. De su túnica y con calma, el asesino sacó su cuchillo y con toda la calma y elegancia del mundo se empezó a acercar.
Ichika: ¡NO... CORRAN!.
Y así hicieron, todas en su desesperación emplearon la huída. Puede que sean quintillizas idénticas, pero eran diferentes en varios aspectos, Yotsuba al ser la más atlética las dejo por una enorme ventaja.
Yotsuba: ¡Corran hermanas!.
Pero Miku... Era la más lenta y baja de condición de todas. Y eso le iba a costar.
Miku: ¡Es... Espérenme!.
Ichika: ¡Date prisa Miku!.
Miku ya estába más que cansada pero aún así luchaba por correr, y no fue suficiente. Ya que sintió que alguien la tomó y la derribó.... Y cone horror sintió que era arrastrada.
Miku: ¡No... Chicas!.
Todas: ¡Miku!.
Miku de forma desesperada luchaba por liberarse, por ello, usaba hasta las uñas para aferrarse al piso, pero no servía de nada.
Miku: ¡Ayúdenme!. -Llorando-.
Rápidamente todas la tomaron de los brazos y empezaron a jalar para evitar que la arrastrarán, Miku tenía rostro de pánico.
Itsuki: ¡Resiste Miku!.
Ichika: ¡Te vamos a salvar!.
Miku: ¡No me dejen, no quiero morir!. -Llorando-.
Las cuatro ponían toda su fuerza era inútil, ya que sentían que era arrastradas.
Ichika: ¡Más fuerte!.
Nino: ¡Ya... No... Resisto!
Y entonces, tras forcejear, soltaron el agarre y...
Miku: ¡Auxilio!.
Ichika: ¡NO MIKU!. -Llorando-.
Miku fue arrastrada hacia la nada.
Nino: ¡No... Hermana!. -Llorando-.
Todas miraban hacía la oscuridad, pero no podían ver nada... Pero si escuchar.
Miku: ¡No!
Ichika: ¡Miku!.
Se podían escuchar los llantos y lamentos de la tercer hermana...
Miku: Ahhh... Uggg... ¡AHHHHH!.
Hasta que se dejaron de escuchar.
Yotsuba: ¿Pero que ocurrió?. -Asustada-.
Nino: ¿Por qué ya no se oye nada?.
El silencio era de lo más angustiante, no pasaba nada, hasta que observaron que a sus pies, les habían aventando algo... Y al ver que lo que era.
Ichika: ¡No... No por favor no... Hermanita!. -Llorando-.
Era el cuerpo de Miku, estaba muerta, todas veían con impacto y dolor el cuerpo de su hermana, la cuál estaba abierta totalmente del torso, y en su interior, nada, no había absolutamente nada, todos sus órganos habían desaparecido, no había nada, solo un cascarón vacío.
Tomaron el cuerpo de Miku, y lloraron por su muerte.
Itsuki: ¡No, esto... Esto no está pasando, es una pesadilla, una película de terror!.
Inmersas en su dolor que jamás se dieron cuenta que detrás de Nino... El asesino. Y sin tiempo de nada.
Nino: ¡UUUGGGGHHH!.
Ichika: ¡Nino No!. -Llorando-.
El asesino había atravesado su espalda hasta llegar al estómago con su cuchillo.
El shock hizo que ninguna pudiera moverse para tratar de salvar a la pelirrosa, la cuál ya estaba escupiendo sangre en pleno acto de agonía.
El asesino removió su cuchillo del estómago de la chica, Nino aún vivía, pero la verdad es que era tiempo insignificante, el cuál lo uso para ver a sus hermanas.
Nino: Ugg... Uggg...
Y antes de cualquier otra cosa, todas vieron como el asesino atacó nuevamente pero está vez a su cuello, y de un solo corte, Nino fue decapitada, muriendo así.
La cabeza rodó quedando a pies de sus hermanas, quiénes al ver la cabeza de su hermana, gritaron.
Ichika: ¡Te... Te... Tenemos que irnos, chicas!.
Yotsuba: ¡No hay a donde ir, VAMOS A MORIR TODAS!. -Llorando-.
Ichika: ¡No si puedo evitarlo!.
Rápidamente tomó a sus hermanas se las llevó corriendo, el asesino las veía irse, veía a sus presas, a sus víctimas.
Las chicas corrían y corrían pero realmente parecía que no avanzaban o llegaban a algún lado.
Itsuki: ¡Estoy... Cansada!.
Ichika: ¡Solo un poco más!.
Yotsuba: ¡Ichika detente!.
Ichika paro en seco, las tres estaban exhaustas y respirando con dificultades para tomar aire.
Itsuki: ¡Miku... Nino!.
Ichika: Lo sé... Mis hermanas.
El cansancio era brutal, no habían tenido que correr tanto, pero bien dicen que si quieres sobrevivir, debes moverte. Pero parece que estás tipas no lo sabían para nada; ya que Itsuki sintió que la tomaron del cabello...
Itsuki: ¡Pero...!.
Y antes de poder hacer otra cosa, la arrastraron hasta la oscuridad...
Itsuki: ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!.
Ichika: ¡NO ITSUKI POR FAVOR NO!.
Yotsuba: ¡VÁMONOS ICHIKA!.
Ichika: ¡No, déjame ir, déjame salvar a mi pequeña!. -Llorando-.
Ambas estaban forcejeando, Yotsuba al ver que no iba a ceder fácilmente, le dió un golpe en el estómago y, posteriormente cargarla como costal e irse de ahí, asustada.
Pasando unos minutos, Yotsuba seguía corriendo sin ninguna intención de detenerse.
Ichika: ¡Bájame Yotsuba!.
Yotsuba: ...
Y siguió corriendo hasta que de tanto correr tropezó y cayó.
Ya en el suelo las dos se retorcían y quejaban del dolor.
Ichika: Ouch... Mi pierna derecha.. Me duele.
Yotsuba: Si pudiera... Ouch... Te doy la mía... E Itsuki la izquierda.
Ichika: ¡Y QUE MÁS, QUE NINO ME DE SU BRAZO DERECHO Y MIKU EL IZQUIERDO. ¡NO DIGAS ESTUPIDECES!.
Yotsuba: Lo siento... Trato de mantener la calma...
Ichika: Pero no ayuda eso, da medio de solo pensarlo... Debemos salir de aquí.
Yotsuba: No hay como salir, estamos en un ciclo sin salida, shi shi shi; pero no es la primera vez, ¿Verdad?, ya que cuándo nos metimos con Motohure todas pensábamos que esto era que podíamos manejar, que era cuestión de tiempo para que esa atrocidad terminara, je, pero quién diría que eso solo fue el inicio de nuestra caída... Y todo por un momento de placer y sexo... Ni valió la pena.
Ichika: Yotsuba...
Yotsuba: Nosotras y sólo nosotras somos las únicas culpables, ya no hay por dónde ir, ya me he resignado, ya es momento de morir, Ichika, debimos ser mas fuertes, si hubiéramos sido valientes y le hubiéramos dicho a Uesugi-San toda la verdad, nada de esto estaría pasando, pero no... Ya no hay nada que podamos hacer.
Yotsuba empezó a caminar...
Ichika: ¡A dónde vas Yotsuba!.
Yotsuba: He aceptado mi destino, mi castigo, no me detengas ahora, solo quiero que esto acabe, es una salida cobarde lo sé, pero es lo único que me queda por hacer...
Yotsuba siguió caminando hasta que se detuvo ya que frente a ella, el asesino estaba saliendo de la oscuridad... Con cuchillo en una mano; y la cabeza de Itsuki en la otra.
Ichika: ¡YOTSUBA NO... NO QUIERO QUE MUERAS!.
Yotsuba: Adelante... Tome mi vida, solo quiero que esto acabe. -Llorando-.
El asesino miró a la chica por un momento. Por lo que levantó el cuchillo en alto. La cuarta volteó a ver si hermana, ambas se miraban con lágrimas.
Yotsuba: Te amo hermana.
Ichika: ¡No Yotsuba!.
Gritó desesperada.
Y cuando Yotsuba volteó la vista de regreso... El asesino lanzó su ataque certero a la cabeza.
La sangre salía de la cabeza, la expresión de Yotsuba era de dolor, para que lentamente la vida se le escapaba, su rostro iba poco a poco perdiendo el brillo de la vida, todo ante una Ichika Nakano que estaba en shock.
El asesino tomó el cuchillo y lo removió de la cabeza de la chica. Cuándo lo hizo, el cuerpo de Yotsuba inmediatamente cayó al suelo, sin vida.
Ichika... Ahora estaba arrodillada llorando y lamentando la muerte de sus hermanas, el consuelo era algo que no podía tener, todas sus hermanas están muertas, por lo que era cuestión de tiempo para que a ella también le llegara la hora.
Ella al ser la mayor debía ser la guía, líder y modelo para las demás, pero cuándo se vio enredada al sexo y placer que contrae la infidelidad se le olvidó su papel.
Ichika: No. -Llorando-. Hermanas.
Hubieras seguido en su llanto de no ser por qué el asesino le arrojó la cabeza de Itsuki, quién la verla...
Ichika: Mi peque... -Llorando-. Mi peque... Mi dulce pequeña.
Cuándo levantó la mirada el asesino se acercaba, al verlo empezó a retroceder.
Ichika: ¡No, por favor, ya me quitó a mis hermanas!. ¡Que más quiere!. -Llorando-.
Finalmente la tomó del cabello para inmovilizar a una asustada Ichika.
Ichika: ¡No lo haga por favor!.
Con cuchillo en mano, miraba el arma mientras más lágrimas recorrían su rostro, ya era hora.
Ichika: ¡Por favor no, se lo imploro!.
Pero entonces... El ataque.
Ichika: ¡NOOOO!.
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Mai: ¡Nakano-san!.
Ichika: ¡NO NO NO NO NO!.
Mai: ¡Reacciona, estás dormida... ESTÁS SOÑANDO, ESTÁS SOÑANDO!.
Mai había llegado para despertar a Ichika de su pesadilla, quién al despertar estaba agitada.
Ichika: ¿Mai-San?.
Mai: ¿Estás bien?. -Preocupada-.
Ichika simplemente vio a Mai, esa pesadilla había sido tan real, así que solo pudo hacer una cosa: Abrazar a Mai y soltar en llanto.
Mai: Ya, está bien, ya pasó, todo está bien.
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Después de un rato, las chicas estaban en la sala, Mai había puesto la tetera a hervir.
Mai: ¿Cómo te sientes?.
Ichika: Ya... Un poco más tranquila, hay Dios, fue espantoso.
Mai: Me imagino, creo que es la primera vez que veo a alguien soñar así, ya ni Nodoka se ponía así.
Ichika: ...
Mai: Por curiosidad, ¿Que fue lo que soñaste?.
Ichika: Soñe... Soñé... Con... Con tu sabes.
Mai al escuchar eso entendió de lo que hablaba.
Mai: Ya veo... Si, ya se lo que se siente soñar con "el".
Ichika: Mis hermanas, muertas de la forma más horrible.
Mai: Al menos era una pesadilla y no pasó realmente, por qué créeme que si hubiera querido, estarían muertas.
Ichika: Es que, no me explico el por qué demonios... O no se, es qué... Nada de esto tiene sentido.
Mai: ¿A qué te refieres?.
Ichika: Lo que pasó con nosotras, con mis hermanas, era algo que jamás pensé que iba a ocurrir.
Mai: ¿De verdad pensabas que esto era algo que podrían ocultar toda la vida?, pues todo sale a la luz, querida.
Ichika: Mmmm, pero no debía terminar así.
Mai: Explícame.
Ichika: Todas y cada una de nosotras creíamos que podíamos manejar la situación, pero no, nos dimos cuenta que era algo que de verdad nos encantaba... Ahhh, y no terminó bien.
Mai: Créeme que es algo que lamento, es decir, me enteré por las noticias, hasta pasaron fragmentos de la orgía en la que participaron.
Ichika: Ya ni me lo recuerdes. Mis hermanas, Miku, Nino e Itsuki, y Yotsuba.
Mai: Si... Pero al final, es muy evidente quién tiene la culpa de todo.
Ichika: Claro que lo sé, fue ese maldito desgraciado. De no ser por él, todavía tendríamos nuestra vida, seguiríamos como antes y nada de esto hubiera ocurrido si hubiéramos sido más atentas. Está claro quién es el maldito responsable. Por el, es por qué estoy así.
Mai escuchó, pero más allá de darle la razón...
Mai: Espera... ¿Se puede saber a quién es al que culpas?.
Ichika: Es evidente, ¿No?.
Mai: ¿Culpas... Al asesino?. ¿Es a él al que culpas de tu desgracia?.
Ichika: Por supuesto... ¿Quién más si no el?.
Mai: Ya veo... Entonces déjame decirte que eres una estúpida.
Ichika: ¿Qué?.
Mai: ¿Cómo te atreves tan siquiera a decir que él es el responsable de tu estado?.
Ichika: ¡Por qué es la verdad!. ¡El nos hizo sufrir a mi y a mis hermanas y por su culpa es por qué la vida ya se nos hizo una pesadilla!.
Mai: ¡Pues no te voy a permitir que digas eso, cómo te atreves a decir que el asesino es el responsable, no tienes ese derecho!.
Ichika: ¿Por qué me dices eso?. ¡Acaso no es verdad!.
Mai: ¡Pero por supuesto que no, buscas culpables en dónde no los hay, escucha bien Nakano-san, las únicas culpables de todo fueron ustedes y solamente ustedes, nadie más, sólo tu y tus hermanas!.
Ichika: ¡No...!.
Mai: ¡Cómo de que no!. Dime una cosa, ¿Quiénes fueron a las que causaron esto?.
Ichika: Bueno...
Mai: ¿Quiénes fueron las que se metieron con ese hombre?.
Ichika: Bueno si pero...
Mai: ¿Y quiénes fueron las que actuaron como un montón de putas?.
Ichika: ...
Mai: ¡No te quedes callada y contestame!.
Ichika: Bueno... Si fuimos nosotras pero entiende que... No lo hicimos por qué si, fuimos forzadas, nosotras somos víctimas.
Mai: ¿Víctimas?. Ja, que excusa tan patética e hipócrita, ¿Sabes algo?, yo pienso que la razón que por qué no dijeron nada era por qué el el fondo a cada una les gustaba eso. Apuesto que a ti te encantaba ser violada.
Ichika: No...
Mai: ¿Cómo se sentía dime?.
Ichika: No...
Mai: Al principio te sientes mal, y te entra una sensación de culpa y remordimiento.
Ichika: No sigas...
Mai: Crees que puedes solucionarlo tu sola, así que te quedas callada pensando que puedes con ello.
Ichika: Por favor no...
Mai: Te dices a ti misma: "To puedo con ésto, encontraré la forma de salir". Pero adivina que.
Ichika: Ya cállate.
Mai: Pasa el tiempo y esa solución no llega, pasan los días, las semanas y nada, pero no notas que te empiezas a familiarizar con esto y piensas: "En realidad no es tan malo, creo que ya me está gustando".
Ichika: ¡Por favor ya!.
Mai: Hasta que finalmente, lo terminas aceptando y a disfrutar. Y ahí es cuándo caes completamente en eso, la lujuria termina por consumir tu mente y no puedes pensar en otra cosa que no sea en el placer y en el deseo sexual... Y sin que te des cuenta, ya te convertiste en una maldita puta.
Las palabras de Mai hacían exo en la mente de Ichika quien no podía aguantar.
Ichika: ¡Así no fueron mas cosas!. ¡Además tu no eres nadie para querer recriminarme lo que hice, cuándo tú fuiste igual!.
Mai: Tienes razón lo admito, yo también lo hice, me metí con él... El maldito cerdo violador de Honda, y no te lo voy a negar que lo que hice fue horrible, pero a diferencia tuya yo no culpé a nadie de mis acciones y de las consecuencias que vinieron después, yo no me nuble el juicio con una realidad completamente alterada cómo tú lo estás haciendo, es verdad, yo soy culpable de lo que me pasó y si fueras lista, no, ya no lista, sino lo suficientemente madura y valiente harías lo mismo.
Ichika: No... Noo...
Mai: ¿No?. ¡No qué!, ¿Que, te da miedo aceptar la verdad, no quieres ver la verdad?, no te preocupes yo te lo hago ver.
Mai sacó de la cómoda que había en la sala un espejo y...
Mai: ¡PUES MIRA LA VERDAD!.
Se lo mostró a Ichika.
Ichika: ¡NO!.
Mai: ¡Mírate... MÍRATE!.
Ichika: ¡YA DÉJAME EN PAZ!. -Llorando-.
El ambiente en ese momento se había vuelto tenso e incómodo entre ambas mujeres, de no ser por la tetera que empezó a sonar.
Mai: Debo servir el té, tu quédate aquí ahogada en tu miseria.
Mai se fue a la cocina dejando a Ichika llorando y pensando en todo, por qué se seguía aferrando a algo que era falso, quizá por simple negación, pero la verdad es que cada palabra de Mai era cierta.
Del otro lado, Mai preparaba el té, mientras hacía el intento de relajarse, ya con las tazas de té preparadas, sólo era cuestión de levantar la charola, pero cuándo lo intentó.
Mai: ¡Ouch!... Puta madre.
De nuevo sus dedos le fallaron por lo que a causa del dolor soltó la charola.
Con muecas de dolor volvió a intentarlo más sin embargo volvió a ocurrir, así estuvo intentando un par de veces hasta que se desesperó y golpeó la mesa.
Mai: ¡OUCH... PUTA MADRE!.
Pero lo que no sabía es que Ichika había ido a ver qué estaba pasando y sin querer vió a Mai.
Ichika: Mai-San, déjame ayudarte.
Mai: ¡No!, yo puedo sola.
Ichika: ¡Déjame hacerlo!.
Después de eso otra pausa.
Ichika: Mai-San, sobre lo de hace rato...
Mai: La verdad duele, pues aceptalo nena. Por qué es lo que hay, cada fracaso de ustedes fue culpa suya, y el fracaso de tus hermanas, es tu fracaso como hermana mayor. Y ustedes son tan culpables como yo. Por qué por mi culpa, la vida de ensueño que tanto trabajo me costó construir se fue... A la mierda, mi carrera, mis amigos... Todo.
Ichika: Mai-San...
Ichika quería decirle algo, pero se dió cuenta que la "Bunny girl", estaba empezando a llorar.
Mai: Mi vida, lo que tenía antes, ya no existe, antes yo tenía una vida plena, feliz con personas que me amaban, y lo tenía... Tenía a mi amor.
El llanto de Mai continuaba.
Mai: Aquel muchacho, ese chico que conocí en la biblioteca aquel día, fue tan raro la verdad, el lo era también, pero el fué quién se atrevió a amarme y yo a él. Éramos felices, pero lo arruiné y todo por... Por...
Mai cerró los ojos, no le gustaba recordar eso, ya que era doloroso, el recuerdo de como fue que Honda la violó y cómo se volvió enredada en esto.
Mai: Fui una idiota, una idiota una cobarde. -Llorando-, pensaba que era algo pasajero, pero todo se volvió tan rutinario que me terminó por gustar, ¡O que se yo!. Y por eso, es que todo se me fue en un instante, todo por un error, y esto de aquí...
Mai le muestra sus manos a Ichika.
Mai: ... Es recordatorio de que todo fue mi culpa. Todo a la mierda y la culpa es mía y solo mía.
Ichika: Mai-San, yo no sabía... Perdón.
Mai: -Mirando sus manos-. Supongo que tuve suerte, de que sólo fueran mis dedos, pero fácilmente pudo hacerme cosas aún peores, pero en su lugar me dejó ir, para que viviera en un infierno. Todos dicen que el Inferno está bajo la tierra, pero no, somos nosotros mismos los que hacemos nuestro infierno.
Ichika escuchaba.
Mai: Mi madre, la mujer que me dió la vida, me negó y me dijo las cosas más horribles, sus palabras dolían más que los golpes que me dió, mi hermana Nodoka, estoy muerta para ella, he intentado hablarle pero nada, me odia hasta la muerte.
Ichika no decía nada sólo la dejaba hablar, y ella escuchaba con tristeza.
Mai: Y Sakuta... Mi chico... El que fue y seguirá siendo el amor de mi vida... -Llorando-. ¡Cómo lo perdí, se suponía que lo amaba y le pagué de esta forma, me dió todo de si; su tiempo, su paciencia... Su amor. Me dió eso y más, y yo no lo supe valorar, me dió a amor a manos llenas y yo lo tiré al suelo y lo aplasté!.
Mai sufría al recordarlo, jamás dejaría de amar a Sakuta aunque pasaran los mil años, así siguió hasta que soltó el llanto, aunque su cuerpo estaba lastimado, Ichika le dió un abrazo.
Mai: ¡Lo extraño, lo extraño tanto, quiero correr a junto a él, abrazarlo con cariño y ternura, decirle lo mucho que lo amo y lo mucho que me hace falta, quiero que me perdone por el daño que le hice, y que volvamos a estar juntos!. ¡Cómo lo extraño!.
Ichika la tenía en el abrazo, y finalmente ahí comprendió. El abrazo duró un rato hasta que se tranquilizó.
Mai: ¿Sabes?, cuándo comencé como prostituta, fue difícil, no solamente cargar con el estigma, sino también la gente, el asco, el repudio que me dan con sus miradas, cada vez que salgo a la calle, me señalan, me dicen comentarios de todo tipo, ya no podia salir sin temor a que la gente me mirara, y tú sabes bien que este puto país no le muestra piedad a nadie.
Ichika: Mai-San.
Mai: Las primeras veces que me vendí, je, la actriz Mai Sakurajima ahora es una puta que se vende por ¥3,000, golpes, humillaciones, hasta entre ls mismas chicas me golpeaban, una vez hasta me emboscaron y me dejaron muy mal herida.
Ichika: Lo siento mucho.
Mai: Llegó el punto en que ya no me importó nada, solo me quedaba aguantar, y así es todos los días de mi vida, cada día me levanto, me aseó la cara, ¡Me miro al espejo!... Y siento asco.
El sólo hecho de escuchar a Mai, Ichika se había dado cuenta de que Mai había y ha pasado por tanto desde su caída.
Ichika: De verdad Mai-San, créeme que de verdad es un horror por lo que pasaste y todo lo que has sufrido. Debo decirte que, cuándo me enteré de lo que te pasó y el escándalo en el que te metiste, te tengo que confesar que me burlé, pensaba que eran una idiota por lo que habías hecho, y que ya tenía libre el camino para poder ascender en mi carrera.
Mai: Jejeje, bueno, no aprovechaste el bug.
Ambas chicas rieron.
Ichika: Mai-San... -Suspirando-. ¿Sabes por qué me separé de mis hermanas?. Luego de lo que pasó con nosotras, cuándo "el" nos atrapó y nos hizo todo eso... Tratamos de resolver las cosas con Futaro-Kun, pero de nada sirvió, pero no solo con él, papá, nuestros amigos, el señor Isanari, nuestro abuelo, nadie nos quería escuchar, era tanto el estrés de no saber que hacer y sumado esto... Pues tuvimos una muy fuerte discusión entre todas.
Mai: ¿Y que pasó?.
Ichika: Pues... Estábamos molestas y pues buscábamos culparnos entre todas, que Miku fue la causante por no hablar lo que pasó desde el principio, Nino por seguirle el juego, que Itsuki aquello y yo pues, por no actuar como la mayor. Una tontería.
Mai: Vaya, ¿Y que paso con ellas?.
Ichika: No lo sé, cada quién buscó un camino y estás dos semanas nada se de ellas.
Mai: Ya veo.
Ichika: Dijistes que era una estúpida por culpar al asesino en vez a nosotras, pero... Es que tienes razón, solo que no lo quiero aceptar.
Mai: Nakano-san... Eso lo dije por un arranque...
Ichika: ... Pero es la verdad... Dijiste la verdad. Todo es nuestra culpa.
Mai: Bueno sí, pero...
Ichika: La culpa es de todas, hasta eso compartimos, todas y vada una de nosotras: Miku fue la primera de nosotras, a ella la violaron, pero no dijo nada, prefirió callar y buscar solucionar esto; Nino fue la siguiente y tampoco dijo nada, por culpa de ambas Itsuki se vio incapaz de hablar y solo se volvió una de ellas, Yotsuba trató de hacernos entrar en razón pero no hicimos caso, estábamos tan metidas en el falso placer y yo... Bueno, no actúe como una hermana mayor ejemplar.
Mai: Es verdad que todas tienen su gramo de culpa pero ya pasó...
Ichika: Y pasó todo ésto, ya lo sabes, el asesino nos encontró, fuimos las siguientes víctimas y ve lo que pasó, y todo por qué no fuí una buena hermana mayor. Es cierto, todo es mi culpa.
Mai: Nakano-san, ya no digas eso...
Ichika: ... Por mí culpa es que pasó esto, si hubiéramos sido valientes o si yo lo hubiera sido, Motohure no se habría aprovechado de nosotras, yo tendría mi belleza y mi carrera seguiría en ascenso, Miku y Nino estarían en la escuela de gastronomía...
Conforme hablaba, empezó a cortarse la voz, amenazando con llorar...
Ichika: Itsuki no tendría ese maldito padecimiento y Yotsuba tendría sus piernas...
Mai: Ya Nakano-san, ya no te tortures.
Ichika: ... Y estaríamos con nuestro amado Futaro-Kun, felices....
Y el llanto la traicionó.
Ichika: ¡Hay Dios que hicimos!, ¡De verdad somos patéticas y unas miserables... Nos merecemos esto que nos pasó!.
Y ahora era el turno de Mai abrazar a Ichika.
Ichika: ¡CÓMO QUISIERA REGRESAR EL TIEMPO Y EVITAR TODO!.
Mai entendía, era lo que ella también deseaba poder hacer, pero era imposible, eso algo que es irreversible. Por lo que se unió a su llanto.
Mai: El perdón quizá ya no lo tengamos y ahora la vida nos puso en nuestro lugar, pero debemos ser fuertes y cargar con las consecuencias, es difícil y una tortura, pero debemos ser fuertes. Es lo único que nos queda por hacer.
Los minutos pasaron hasta que cada una dejo de llorar, tras una breve catarsis, Mai volvió a hablar.
Mai: Si no tienes a donde ir, te puedes quedar a vivir aquí.
Ichika: ¿Lo dices en serio?.
Mai: Claro, además ya no quiero estar sola en esta caja vacía, y me vendría muy bien la compañía de alguien.
Ichika: -Llorando-. Muchas gracias Mai-San, de verdad verdad gracias por esto, y gracias por salvarme.
Mai: De nada, somos nosotras y ya, debemos cuidarnos entre nosotras.
Y así tanto Mai como Ichika, sellaron eso con un abrazo de consuelo y poder dormir para despertar y volver a su cruda realidad, una realidad que ellas mismas se provocaron y que ahora solo les quedaba aguantar y afrontar, la vida de aquí en adelante sería muy dura, ardua y difícil, pero ahora estando las dos, sería más tolerable y llevadero, la vida es dura y mas cuando tú mismo o tu misma provocas tu caída.
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Luego de eso, pasaron los días y las semanas, Japón seguía viviendo en su cruda y amarga realidad.
Las noticias internacionales hablaban:
“Y en otras noticias, tragedia en la copa libertadores, ya que de forma lamentable, el futbolista uruguayo Juan Izquierdo perdió perdió la vida luego de estar hospitalizado cinco días. El futbolista se desplomó en el juego entre el Nacional de Uruguay y el Saō Paulo de Brasil a causa de una descompensación, rápidamente fué llevado al hospital dónde; lamentablemente perdió la vida cinco días después. Futbolistas que lo conocían le rindieron un homenaje a su camarada”.
En una mansión de lujo, había una señorita de cabello negro, en su habitación estaba en la cama toda exhausta, no estaba sola, en su cama había varios hombres, pues había tenido la práctica sexual conocida como gangbang; y todo a espaldas de su novio.
En la entrada de la mansión estaba el apellido de familia, una de las familias más importantes y ricas de Japón.
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Shinomiya.
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