4. Perdón

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(Las palabras en cursiva y entre paréntesis son los pensamientos de Gardinne)
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He recorrido mil veces la habitación. Doy vuelta tras vuelta con lágrimas en los ojos.
Nevra, esta sentado en la cama cabizbajo ya vestido sin decir palabra alguna. Yo tampoco puedo articular algo con sentido.
Estoy tan conmocionada y me torturó recordando lo de anoche. La que acepto a Nevra era yo, siempre estuve de acuerdo. No es como que me haga disgustado, negar que lo disfrute no tiene caso. Sólo me tiene impactada mi comportamiento, mi entrega a él vampiro. Yo nunca he sido así. Los novios que tenia me trataban de tener contenta para poder convencerme de hacer algo indecente, por que cuando me hacían enojar se podrian olvidar de sus beneficios. Y aunque Nevra no sea mi novio, el obtuvo de esos beneficios estando yo enojada con el.
Lo unico que se me ocurre es culpar a Ashkore. Desde que bebi la pocion que el me dio no me sentia como yo misma,por ejemplo, en tipos de situaciones como la de anoche me dejaba llevar por mis instintos. Me desenvolvía por completo y antes lo pensaba más de una vez. Por eso mis amigas me decían que estaba frustrada. A veces tenían razón pero solo tener sexo porque si nunca me pareció correcto, debía de verdad desear que sucediera para disfrutarlo.

-No puede ser... - Solté un gruñido desesperada. Todo era tan complicado.

-Gardinne... yo... - Nevra se paró de la cama y se trató de acercar a mi. Yo di un paso a tras y con mi mano le indique que se detuviera. No quería tenerlo cerca, aún era muy fresca la herida de haberme traicionado ( Claro, no pensaste eso anoche) Además, algo me decía que con un solo roce suyo volvería a caer rendida en mis instintos.

-Vete, quiero estar sola. Por favor. -Le di la espalda. Necesito tiempo para pensar en lo que he hecho y en lo que haré. En que es lo que está sucediendo conmigo.

-No, Gardinne. - Oí la voz de Nevra muy cerca. Estaba tras de mi, lo cual provocó un escalofrío en mi columna. Otra vez no. - No me iré hasta que escuches... Yo siento tanto lo que te hice. Verte sufrir me esta matando. Ahora se que lo que hice estuvo mal, que si eso me pasara... no se que haría. En ese momento no pensé en otra cosa más que en cumplir mi misión. Pero ahora se que no estuvo bien. Yo lo siento tanto, espero puedas perdonarme. - Dijo con tono muy afligido. Sus palabras me atraviesan el corazón y me hacen recordar a mi familia. Las lagrimas salen sin detenerse, una tras otra. Caí rendida sobre mis rodillas totalmente desarmada.

-Yo... los odio. - Dije sin pensar para después arrepentirme al sentir el peso de mis palabras. Con mis manos ahogue sollozos que salían de mi garganta.

-Lo se. Realmente nos lo merecemos. Te hicimos mucho daño, yo te heri y nunca seré lo suficientemente capaz de corregir mis errores. Pero aún asi, si me lo permites, yo me encargaré de protegerte por siempre. No dejare que nadie te lastime. Tal vez no sea lo mismo pero nosotros seremos tu familia. Nunca te dejaremos sola. Yo me encargaré de que seas feliz y estés a salvo. Te lo prometo. - Se agachó a mi altura y con sus dedos limpio mis lágrimas que salían sin control.

-Yo confiaba en ti... no creo ser capaz de volver a hacerlo. ¿Cómo puedo lograrlo? - Lo mire. Sus ojos me mostraban que no estaba mintiendo. Y a pesar de que él era el principal culpable de mi desgracia me estaba consolando. Estaba aquí a mi lado apoyándome. No tenía caso estar peleada con la vida.
Pero aún así, dolía, dolía como el mismísimo infierno. Me avente a sus brazos, refugiándome en su pecho. El me envolvió y espero a que me desahogara. Me cargo y se sentó en la cama. Acarició con su mano mi cabello de manera lenta, tratando de calmarme. Paso el tiempo, sin que ninguno de los dos hablara. Estaba cansada pero en mi subconsciente no tenia la confianza suficiente para dormirme. ¿Qué tal si esta vez me hacen perder la memoria? Así todos estaríamos bien. Podrían hacerme a su manera y no sufrir más problemas conmigo.
Cerré los ojos con fuerza tratando de alejar esas ideas. Esto sería más difícil de lo que imaginaba.

-¿Pasa algo? - Hablo por primera vez en todo el rato que hemos estado juntos.
Negué con la cabeza y trate de levantarme pero el me lo impidió volviendome a sentar en sus piernas. De inmediato me tense, mi cuerpo se puso en modo de defensa. Nevra lo noto y una sonrisa triste se dibujo en su rostro.

-Yo... lo siento. Me iré pero dejame decirte algo. Espero no me lo tomes a mal pero deseo que lo de anoche no quede en el olvido.

Nuestros rostros estaban muy cerca y pude sentir su aliento chocar contra mi piel. Me sonroje al recordar la noche anterior y mi temperatura empezó a elevarse poco a poco. Mi vista se bajo hasta sus labios que me atraían como imanes. Deseaba probar otra vez su sabor. (¡Oh, no, otra vez no!) Di un brinco hacia tras alejandome de él.

-No se si eso seria lo mejor.

Fue la única respuesta que le di. El jefe de la guardia sombra, asintió y se dirigió a la puerta. Poco a poco me sentí aliviada pero antes de salir se giro a verme y me entrego su bufanda.

-Preciosa, creo que la necesitarás más que yo. - Señaló mi cuello. Yo entendí la indirecta de inmediato (Malditos chupetones)
Me la puse despues de que el saliera y me recoste cansada. El día se había ido volando mientras lloraba en los brazos de Nevra pero logre quedar un poco más tranquila. Las cosas parecían solucionarse poco a poco. Aunque entendía que nada seria lo mismo pero al menos la situación seria más llevadera. Aún tenía muchas dudas en mi mente y esperaba con ansias que Ashkore me las respondiera. Anhelaba saber que me estaba pasando.
Mi pequeña familiar llego hasta mi totalmente rendida. Apenas iba regresando de una misión a la que le había mandado. Dejo lo que encontró en la entrada y se acorruco a mi lado. De inmediato ambas caímos rendidas en los brazos de morfeo.

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A la mañana siguiente, me sentia más liviana pero aun con un gran pesar.
Aunque estaba decidida a empezar a tomar mi ritmo normal, no tenía caso estar encerrada de por vida.
Lo primero que hice fue ir a las duchas comunes a darme una buena aseada. Luego fui al comedor a desayunar algo y por último me dirigí a la biblioteca para pedirle una misión a Ykhar. Me sentía tan tranquila al no toparme con nadie de la guardia brillante ni con ninguno de los jefes de guardia. Se podría decir que mi día iba bien.
Entre a lo que iba pero todo estaba extrañamente sin movimiento. Camine hasta donde debería estar mi amiga brownie y me la encontré cantando una canción. No cantaba mal. Me quedé en silencio escuchando hasta el final y contemplando como bailaba. Parecía muy feliz.
Pero cuando se dio cuenta que estaba tras ella, salto encima mía abrazandome.
Me sorprendió, yo esperaba que se pusiera nerviosa y se empezará a estresar como la Ykhar que conozco.

-¡Gardinne, me alegro que estés aquí! ¿Donde has estado? ¿Fuiste de misión? ¿Te enfermaste? Espero que no porque quiero que me acompañes a una fiesta. No quiero ir sola y si voy con Kareen es seguro que me acabe relacionando con cualquier tipo y no quiero. Además pienso impresionar a alguien. Si no tienes ropa no te preocupes yo te prestare algo mio o ya compraremos. No nos queda mucho tiempo así que hay que arreglarnos cuanto antes. ¿Te dije que la fiesta la organizo Miiko? Incluso hasta dio paro de labores, no se que quiera celebrar pero debe ser algo grande.
Yo pensé que me tocaría organizar todo pero esta vez ella prefirió encargarse sola. Esta muy rara, hasta me atrevería a decir que se encuentra triste. Tal vez son solo imaginaciones mías....

La mire mareada. Estaba hablando más de lo normal, si que debe estar emocionada.

-Ykhar... - La interrumpi. Ella me miró con emoción en los ojos. No tenía mucho ánimo de ir a la fiesta pero todo sea por la chica frente a mi. - Debemos darnos prisa para arreglarnos o no estaremos listas a tiempo.

-¡Sí!

Me jalo para ir corriendo a su habitación. En el camino nos encontramos a Kareen quien se nos unió y por medio de nuestros familiares mandamos a llamar a Alajea y a Ewelein quienes no tardaron en llegar con todas sus cosas.
La habitación llena de libros de un momento a otro se convirtió en un salón de belleza.
Las chicas ya tenían su vestido listo por lo cual me voltearon a ver como si fuera su presa. Seria una tarde muy larga.

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Hola.
Lo siento por la demora y por presentarme sin lemon.
De hecho la inspiración se fue. Y llegó un poco forzada pero espero haga quedado bien.
En cerio que iba a poner limón al asunto pero se vería un poco forzado. Tal vez la próxima.
Espero les haga gustado.
Y una pregunta ¿que les gusta más los incubos, los vampiros o los hombre lobo? ¿Algún otro ser mitológico masculino que quieran agregar?
Va a ver mucho salseo el próximo cap. Celos y más celos.
Nos leemos tal vez mañana.
Hasta pronto.
Cuiden se.

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