31. Volverte A Ver

Tras correr horas y horas, me siento cansada. Mis piernas duelen, tengo hambre y no sé ni siquiera donde estoy.

Tal vez debí de ser un poco más astuta y tratar de convencer a Victor de que parara su ataque. Pero, es que, sus ojos y su tono de voz me daban a entender cuán decidido estaba a llevar acabo su plan.

No entendía razones, no veo motivos para su afán de odiar a los Eldaryanos.

Me acababa de enterar de muchas cosa. Demasiada información de golpe que me cauda un maremoto de emociones.

Soy un Daemon, Leiftan también lo es y, al parecer, lo conozco desde hace mucho tiempo atrás. Su apariencia me atemoriza. Aquel ser que se presentó frente a mí la última vez que lo vi, no coincidía con el recuerdo del amable jefe de la guardia brillante.

Mis amigos era faelinne, al igual que yo. Todos de distintas razas, pero compartiendo sangre humana y faery.
Eso no podía procesarlo aún. Por algo mi abuela y mi tía insistieron tanto en meterme en ese instituto. Ellas sabían que Sweet Amoris era un lugar especialmente diseñado para la adaptación de los faelinne en el mundo humano.

Viktor era un faery, un de los pocos dragones que hoy en día aún existían.
Encontrarme con Viktor me dio mucha alegría pero toda esa emoción de convirtió en angustia. El no era mi amigo de la infancia que recordaba, el no era el mismo chico amable que antes. Ahora me he encontrado con un chico frío, con una sonrisa tan vacía que me daba escalofríos. Viktor solo buscaba venganza contra aquellos que osaron atentar contra los suyos. Demostrarles su valor y poderío, hacer que se arrepientan.

Y aunque, entiendo vagamente su sentimiento de frustración ante la injusticia que se cometió contra su especie, no puedo concebir que lastime a seres inocentes. No debería seguir con el río de sangre que trae la historia de Eldarya sobre su espalda. Ya no debería correr más sangre inocente.

Por eso debo de prevenir cuanto antes al Cuartel General y así evitar una tragedia.

-Ya no puedo más.... - Digo antes de caer de rodilla. Mis piernas no tienes la fuerza necesaria para sostenerme.

Lloro llena de impotencia. Vaya inútil estoy hecha. Me recargo en un árbol sollozando con pesar.
De repente, siento un cálido aliento tocar mi cuello. Sorprendida, alzo la vista encontrándome con dos hermosas joyas oscuras frente a mi pertenecientes a un enorme perro negro.
Un par de bellos ojos negros me miran con curiosidad, me quedo prendada a ellos como si fueran mi única escapatoria.

Se acerca cada vez más a mi. La consciencia me dice que es peligroso, que me aleje. Sin embargo, mi corazón me pide que nunca me aparte de él.
Finalmente dejo que se acerque a mí y el, su lengua, empieza a lamer mi cara. Más específicamente, mis mejillas.... Esta limpiandome las lágrimas.
Sonrió ante su gesto y estiró mi mano para acariciarlo. Titubeo aún no muy convencida, el al ver mi indecisión, acerca su cabeza a mi mano y hace que lo toque. Lo acarició suavemente, el cierra los ojos muy a gusto, al parecer le gusta que lo mimen.

-Muchas gracias, pequeño. Me has dado las fuerzas que necesitaba. - Le doy un beso en su cabeza.

Me trato de levantar sosteniendome del árbol pero un dolor agudo invade mi costado derecho. Me asomo y veo que me he golpeado fuertemente cuando caí contra ese árbol. Tengo un gran hematoma que parece bastante mal. Puede que tenga una que otra costilla rota.

Solo te has caído y mira como estas.¿Cómo pretendes querér ayudar? Pienso.

Antes de dejarme caer otra vez por el dolor, el perro negro me sostiene.

-Soy bastante pesada, lo siento. - Me abrazo a el, arrodillandome en el suelo. El lame mi cara y con su cabeza hace una señal de que me suba en el.

-¿Puedo? - Lo miro preocupada ante la posibilidad de lastimarlo debido a mi peso.

El cómo respuesta se acuesta frente a mí, quedando a mi altura para poder subir.
Dudo un poco pero finalmente me acuesto encima de él. El perro se levanta con facilidad y comienza a correr. No parezco siquiera molestarle. Que animal tan impresionante.

-Gracias. ¿Podrías llevarme a Eel? - Le pregunto, el ante mi interrogará aúlla. Lo tomo como un si.

Lo abrazo para no caer. Su calor es muy reconfortante.
Sin poder evitarlo, cierro los ojos y caigo dormida.....

**×***********×*******

Cuando despierto, no se cuanto tiempo ha pasado. Pero escucho mucho ruido a mi alrededor, gente escandalisada y un gruñido bastante feroz. Tal vez, sea de mi nuevo amigo, se le escucha muy enojado.
Al abrir los ojos lo veo enroscado a mi de forma protectora, gruñiendo a todos alrededor nuestro. Cuando me paro, reconozco de inmediato donde me encuentro. Estoy en las afuera de Eel.

Los que están a nuestro alrededor son los miembro de la ciudad. Pero me miran desconcertados y hasta en cierto grado con miedo. Uno de ellos se acerca al perro negro con un hacha en mano dispuesto a atacarlo.

-¡Para, por favor! - No lo pienso dos veces antes de interponerme entre el hacha y el perro, no voy a permitir que lo lastimen.

-¡¿Pero que haces protegiendo a ese monstruo?! ¡Quítate! Lo eliminare antes de que lastime a alguien. - Me agarra del brazo y me jalonea para que me quite. Me esta causando mucho daño. Muerdo mi labio para no gritar, pero no logra moverme ni un centímetro.

-¡El no le hará daño a nadie! ¡Lo prometo! Así que, por favor, no lo lastimen. - Digo ya casi sin fuerzas. Veo todo borroso. Al final, al ya no poder oponerme más tiempo. Me pongo encima del perro protegiendo con mi cuerpo.

-No lo lastimen, por favor. - Suplico.

-Estas de su lado. Maldita humana, tu existencia es de mal augurio. Será mejor que los elimine a los dos. - El sujeto alza el hacha dispuesto a cumplir su palabra. El perro parece enojado y apuntó de querer atacarlo pero lo abrazo con fuerza para impedírselo. Lo protegere sin importar el que. Si ataca solo conseguiremos que lo maten.

Cierro los ojos resignada. Que ironía, vine para salvarlos y solo me encontré con mi muerte. Al final, este iba ser mi patético fin.

Espero el golpe, mi sangre volando a todos lados y la parte donde veo pasar mi vida frente a mis ojos pero eso nunca ocurre.

Alzó la cara con la mirada nublada. A penas y logro estar consciente.
Veo como el hombre que me amenazaba hace unos instantes ahora estaba tirado en el suelo inconciente.
Unos fuertes brazos me levantan, y con hace un gesto de reconocimiento al perro.

-Muchas gracias por traerla hasta aquí. Ven, vamos a llevarla a un lugar seguro. - Le dice. El perro le hace caso y nos sigue. Nos estamos adentrando al Cuartel General.

-Tu.... - Por fin logró reconocerlo. Estoy tan contenta de volver a verlo.

-Tranquila, ya estas a salvo. Tu amigo estará bien, yo me haré cargo de él. Descansa, ya después me mantendrás al tanto. - Me aprieta entre sus brazos con delicadeza, como tratando de confirmar que soy real.

-Me alegra verte de nuevo, pensé que jamás te volvería a ver. - Con tono dulce me susurra esas palabras y da un beso en mi frente.
Sonrió antes de perder la conciencia.

Yo también estoy muy feliz de volverte a ver.

..............













Hola. ¿Que tal? Aquí estoy de loca actualizando tan de madrugada.
Para aclarar y antes que nada. Daré datos importantes atentas.

1- Habrán cuatro rutas en total y serán Nevra, Ezarel, Valkyon y Leiftan.

2- De ahora en adelante habrá un capítulo para cada chico. Así que, por ejemplo:publicaré el cap 123 divido en cuatro rutas. Así que ahora serán:, cap 123 RUTA LEIFTAN/VALKYON/NEVRA/EZAREL.

3-Si hay dudas, quejas o hasta felicitaciones me gustaría leer todo lo que tengan que decir.

4-Pronto tendrémos portada nueva, cortesía de una personita muy amable y que sospecho es un ángel.

5-Los aprecio mucho grandes lectores.

6-Este final lo dejo abierto para empezar con las rutas el siguiente capitulo. Así que quien la rescato pudo ser cualquier de los chicos. Mejor dicho, su preferido.

Eso sería todo por ahora. Los quiero, hasta pronto.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top