10. Ducha común (HOT)
-¡Deja de pisarme, nos vamos a caer!
-¿Te estaba pisando? ¡ups, que error! Fijate que no me había dado cuenta.
-¡Ezarel! - Gruño. Este chico sabía cómo sacarme de mis casillas.
Con dificultad fuimos capaces de llegar a las duchas sin in percance mayor y sin ser vistos por alguien.
-¿Y ahora que, entraremos juntos? - Dijo con sorna. A este elfo todo le divierte, de repente escuchamos a alguien canturreando en dirección hacia nosotros. Nerviosa, empujó la puerta de la ducha y jalo a Ezarel para dentro. Me recargo en la puerta para evitar que esta se abra. Siento perfectamente su cuerpo sobre el mio. Su peso sobre mi y su respiración cálida contra mi oído. Un rico hormigueo se apodera de la boca de mi estomago junto con una señal de alarma. Estoy a punto de dejarme llevar por la pócima, me estoy exitando.
-Pegate más a la puerta e inclinate hacia delante. Voy a cerrar la puerta con mis dientes.
No puedo hacer otra cosa más que obedecerle. Aunque esto no fue una muy buena idea.
Claro que fue capaz de cerrar pero al ultimo momento perdimos el equilibrio cayendo él encima mía.
-¡Qué torpe eres!
-¡No fue mi culpa, tu estas muy pesado! - Me quejo. Realmente este hombre a pesar de parecer flaco era bastante pesado. Ya me imagino las maniobras que tendría que hacer para aguantar a un tipo Cómo Valkyon. Toda sensualidad en la situación se perdió. No puedo creer como este tipo logró exitarme cuando lo única que hacía era enojarme.
Debería de sacar esas ideas absurdas de mi cabeza para bañarme de una buena vez y alejarme de este elfo patán.
Con fuerza son capaz de girarnos quedando esta vez arriba.
-Cómo tu eres menos torpe ¡Oh, gran señor! Hagame el grandisimo favor de levantarnos para bañarnos y poder al fin alejarme de usted. - Me burle. Ezarel arqueo un ceja sin creerme. Al parecer no le pareció mi actuación. Le saco la lengua y el niega divertido. Este chico es muy difícil.
-Con mucho gusto señorita. - Sigue el juego.
Como pudo se fue arrastrando hasta quedar sentado contra la pared aún conmigo encima. Consecutivamente se para sin hacer algún esfuerzo mayor. Lo observó durante todo ese rato, nunca creí verlo de otra manera que como ese elfo burlon, ahora comprendía que el era un jefe de guardia como los otros y que no era fácil ese papel, no cualquiera sería capaz de efectuarlo ya que se necesitaba mucha perseverancia y esfuerzo. Por un breve momento llegue a admirarle pero solo fue una ilusión mía. Vuelvo a la realidad cuando el abre la llave de la regadera dejando caer el agua fría sobre nosotros.
-¡! - Quise gritarle pero me lo impidió tapandome la boca con su frente y me mostró su sonrisa colgate.
-No querrás que sepan que nos estamos bañando junto¿O si?
-P**o - Trate de insultarle aunque no se entendió muy bien con su frente pegada a mi boca.
Con su espalda tanteo la llave para cerrarle dejando fluir de la otra la deliciosa agua caliente. Entonces me dejo hablar.
-Vaya vocabulario para una "señorita" - Se mofó de mi forma de hablar. Y aunque no era muy fan de hablar como marinero este tipo me hacia enloquecer. - Pero me gusta que lo utilicen para ciertas ocasiones.
Me sonroje, ya me imaginaba a que situaciones se referia. Más no fui capaz de decir algo por lo que él se río de mi mudez pero permanecí en ese estado ya que el verlo reír totalmente empapado fue realmente algo fuera de mi mundo, algo Ezarelico. Más no iba a decírselo.
-Pervertido. - Susurro.
-La única que pensó aquí mal eres tu.
Suspiro, el cubículo donde estábamos se empezó a llenar de vapor dándome bastante calor, aparte de que ambos nos estábamos enjuagando con agua caliente y con nuestra ropa puesta. Siento mis músculos relajados, y todas las ganas de pelear con él se esfuman. Recargo mi cabeza sobre su pecho. A pesar de tenerlo sujeto por el cuello durante ya bastante tiempo no me he cansado. Supongo que el menos porque mis caderas son un lugar más accesible y cómodo para sujetar.
-Dime, Ezarel ¿Hay alguna forma de que mi familia me recuerde? - Pregunto.
Guarda silencio por un buen tiempo, así que tomo eso como respuesta; no creo que haya manera alguna. Me muevo incómoda y trato de mover mis piernas. Logró alzar un poco una, hasta llegar supongo al vientre de Ezarel ya que gime sorprendido.
-No te atrevas a subirla de golpe. - Amenaza
-¿Por qué? - Lo noto sonrojarse y decido molestarlo. Tal vez tenga cosquillas en el vientre.
Frotó mi rodillas de lado a lado logrando un efecto inesperado. La sonrisa burlona que había tenido al inicio paso a ser de desconcierto al ver como Ezarel gemía bajo y recargaba su cabeza en mi hombro. Vuelvo a frotar y el mismo resultado pero ahora el elfo sujeta mis caderas con fuerza. ¿Qué estaba rozando realmente? Le tanteo unos segundos más hasta caigo a la realidad.
-Ezarel... no me digas que he estado frotando "eso" - Bajo mi pierna asustada.
-Hasta que te das cuenta, tonta.
De nueva cuenta un cosquilleo se apodera de la parte baja de mi cadera. ¿Cómo no me di cuenta antes? Agachó la mirada avergonzada. ¡Qué vergüenza! Pero me distraígo al ver como el agua circula hacia la coladera de color rosa, eso significa que el chicle se esta deshaciendo y puedo escapar de esta situación tan vergonzosa. Quito mis manos de alrededor de su cuello y con un poco de trabajo son capaz de meterlas debajo de la goma alrededor de nuestro cuerpo aunque para mis desgracias esa acción sólo empeoró las cosas. Ya que mis manos quedaron a la altura de su "amiguito". ¡¿Cómo hago para salvarme de esta situación? ! Miro a Ezarel quien no ha dicho nada ni se ha movido de encima de mi hombro. Ahora es cuando más necesito sus bromas pesadas.
-Ez....- Me interrumpe acercando su cadera a él y restregandome contra su erección. Abro los ojos sorprendida ¿Qué cree que esta haciendo?
-Tu has sido quien me ha puesto así, ahora te tienes que hacer responsable. - Dice. Comienza a besar mis hombros y lamer mi cuello sin dejar en ningún momento de frotarse contra mi pelvis. Gimo bajo cuando el me muerde la clavícula.
-Ezarel...Basta. - Trato de resistirme y alejarme un poco pero aunque la goma ya se aflojo un poco aún nos mantiene pegados cerca del otro. Ahora es el quién después de un largo esfuerzo logra sacar sus brazos para empezar a enjuagar el dulce aún sobre mi cuerpo. Pasa por mi espalda masajeandome y luego baja hasta mis glúteos. Los estruja moviendo mis caderas de atrás hacia delante. Utilizando mi cuerpo como si el de una muñeca se tratase.
A pesar de mis protestas el nunca paro y el dulce poco a poco se fue degradando de mi cuerpo. Pero el de el seguía intacto. Pongo mis manos en su espalda y aunque no alcanzo grandes lugares también logró quitarle el chicle y de paso apreciar la musculatura de su espalda. Un deseo enorme me hace empezar a desabrocharle el cinturón. Deseo ver como es un Elfo bajo toda esa ropa. Deja de frotarse dejándome hacer la tarea libremente. Cuando al fin logro desatarlo,me lo quita de las manos y empieza a amarrarlo en la regadera.
-No creerás que solo es un accesorio. - Se acerca a mi como un cazador, me siento débil ante la fiereza de su mirada ante el ahora nos soy más que su presa. Pongo las manos en su pecho tratando de conservar la distancia que el se empeña en desaparecer. Aprovecha para tomarlas por las muñecas con una sola de sus manos. Acorta el espacio y me besa. Pruebo su beso fiero por primera vez y con tan solo saborearlos ese instante me generan una gran adicción. Sus labios se mueven de manera salvaje sobre los míos y su lengua recorre con fuerza todo el interior de mi boca, a penas y mi lengua puede luchar contra el ritmo de la suya.
Estoy tan ensimismada en su boca que no me doy cuenta cuando me ha amarrado a la regadera. Tengo las manos alzadas incapaz de bajarlas gracias a su cinturón el cual se aferra a mi piel como cadenas.
Mi pecho sube y baja al ritmo de mi respiración. A penas me deja tomar un poco de aire cuando vuelve a atacar mis labios mientras sus manos se ocupan de desaparecer mi ropa superior. Soy capaz de tomar un poco de agua que cae de la regadera entre sus labios . Se separa del beso. Protestó recibiendo una nalgada. Abro la boca sorprendida pero no me permite decir nada. Con otra parte de su vestimenta me amarra la boca y después venda mis ojos.
-Mmm. - Gimo sintiéndome al borde de mis sentidos. Lo unico que tengo al 1000% son mi sentido del tacto quien me hace sentir plena. Sus manos empiezan a recorrer mi cuello, bajando hasta mis pechos, se detiene en estos para darles una atención mas especial, arqueo la espalda cuando lamé mi peson. Esto es increíble. Juega con uno y luego con el otro, los masajea a su antojo y no soy capaz de hacer ni decir nada. Deja de prestarles atención y retira la ropa inferior. Ahora estoy totalmente expuesta a él. Abre un poco mas la llave del agua para que salga mas y ser capaz de empaparme. El calor del agua no hace más que aumentar mi placer.
Ezarel baja lamiéndo mi cuerpo parando en el inicio de mi intimidad.
-Aquí empieza a haber reglas, si te mueves habrá castigo. Tienes que estar quietecita. - Oigo la voz del elfo que me parece más sensual y autoritaria. No logro saber el verdadero significado de sus palabras hasta que empieza a lamer mi intimidad. Al sentir su lengua sobre mi clitoris arqueo la espalda moviendo sin querer hacia atrás. De inmediato recibo mi castigo. Siento como un latigazo lástima mi muslo. ¡¿De donde saco eso?! Doy otro paso para tras tratando de alejarme inconscientemente de él, recibiendo otro golpe pero ahora en mi cadera.
Toma mis muslos y los mantiene donde el quiere que estén. Sin soltarlos mete su lengua en mi vagina saboreandome. Tomándome de los gluteos impide que me mueva.
Gimo contra la tela sobre mi boca y cuando el clímax se acerca me revuelvo inquieta colgada en mi lugar.
-Ahora es mi turno pequeña.
Colgada sin fuerzas trato de recuperarme pero Ezarel no me da tiempo. Toma mis muslos haciendme enrollarlos en su cadera y me penetra de una sola estocada. Grito su nombre, estoy muy sensible que si no me corrí fue por mala puntería del elfo.
Empieza a embestirme de manera rápida y fuerte. Oigo como nuestra piel mojada choca, esto es tan excitante. Cierro mis puños por el placer y mis piernas pierden fuerza de agarre debido a que tiemblan de gustó. Ezarel comienza a ser mas brusco y a dejar marcas en mi pecho. Se mueve con fiereza, pareciera que quiere partirme en dos.
-¿Te gusta? - Pregunta. No quiero que pare así que asiento rítmicamente. - Bien dicho, gatita. - Con sus manos en mis muslos empieza a moverse más rápidamente y de manera brusca, adivino que el final esta por llegar. Unas cuantas acometidas más y llego junto con él al final de nuestra travesura.
-Ezarel... - Digo aunque la tela no permite que se me entienda. Da una estocada final y rasguño su espalda debido al fuerte placer que se acumula en mi interior.
-Gardinne... - Gime mi nombre antes de derramarse dentro de mi.
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Sin palabras me retiro completamente sonrojada.
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