A la mañana siguiente tuvo que salir a la clínica ya que fue llamado de último momento.

Mientras tanto, aquella mujer había dormido poco mientras buscaba la manera de salir de ahí sin siquiera hacer el menor ruido posible.

Leila: (¿Ahora que hago?) (¿Cómo salgo de aquí? Ni siquiera tengo mi celular) (¡Maldición!)

Se pone a abrir la puerta pero esta con seguro, va hacia la caja que se encuentra debajo de la camilla buscando algo que la pueda ayudar pero no encuentra nada que le sirva.

Camina de un lado a otro. Empieza a buscar tocando las paredes y, al frente de la camilla nota como una pequeña ventana en la parte de arriba así que intenta sacar la cortina pero pareciera que estuviese pegada, luego, cuando al fin lo logra, ve un papel pegado ahí que, obviamente quiere sacarlo pero nota que es muy grueso así que no puede que comienza a desesperarse pues quiere salir de ahí ya que tiene miedo lo que aquel hombre pueda hacerle.

Su temor al ver esos cadáveres y demás en el suelo... Cualquiera al verlo pensaría inmediatamente en vomitar, incluso el olor horrendo que emana de ahí pero ella, no logra sentir un olor desagradable pero tampoco agradable así que se pregunta qué será. De cualquier manera, vuelve a la puerta así que la medio sacude ya que esta desesperada por salir pero nada que la puerta emite señal a su favor.

Leila: Maldita puerta, ábrete. -susurra- ¡Maldición, maldición! Quiero salir de aquí. -se siente desesperada y con ganas de llorar pero se dice que no hará eso y no le dará el gusto a ese tipo-

MIENTRAS TANTO EN LA CLÍNICA

-Buen trabajo como siempre, gracias por venir.

Law: No hay de qué, Kaya.

Kaya: Siempre muy amable.

Law: Claro, bueno... Debo irme, vengo en la noche.

Kaya: Claro, adiós.

Law: Adiós. -se va, yéndose al estacionamiento para así subirse a su auto y volver a casa- (Tengo poco tiempo para ocuparme de ti)

Llega a casa y se cambia de ropa. Ya listo es que baja y una vez dentro es que se sorprende de no verla y cuando voltea a la derecha es que ella lo sorprende con una caja metálica que lo golpea en la cabeza junto a una esquina de su frente haciendo que él retroceda y se queje.

Oportunidad perfecta para que ella escape así que va hacia la puerta y al subir al cuarto escalón es que el hombre le agarra la pierna derecha jalandola hacia él que la señora cae de cara hacia algún escalón golpeándose la cara, a él le da igual.

Ambos batallan en este intento, él por hacer que regrese y ella por escapar. Al final, él la golpea en el estómago dejándola sin aire unos segundo demasiado cortos.

Tras haberla metido es que cierra la puerta rápido y pasa a golpearla en el rostro.

Law: ¡Maldita imbécil! ¿Creíste que dejaría que te vayas así sin más? Pues te equivocaste, acabaré contigo. Quería hacerte sufrir pero no me dejas de otra que matarte de inmediato. -dijo muy frío, gélido-

Leila: No por favor. -empezó a retroceder y él acercándose lentamente- ¿Que te hice para estar aquí así? Tengo hij... -no pudo terminar sus palabras ya que él la pateó en la pierna izquierda-

Law: ¡Tú...! ¡Tu maldita familia acabó con la mía! Merecen sufrir hasta el final de sus días, no dejaré a ni uno con vida. -habló enojado-

Leila: ¿De que hablas? Mi familia no ha hecho nada, por favor déjame ir. Prometo no decir nada de esto, por favor, te lo ruego. -rogaba con horror su miedo, el cual se nota por encima e incluso, esta temblando notoriamente-

Law: No me vengas con que no sabías, todos ustedes lo saben.

Leila: Te... Te juro que no, por favor dime.

Law: Bien, soy Trafalgar, ¿te suena ese apellido? -dijo calmado-

La mujer se lo pensó, hasta que recordó y él pudo notar eso pero no le dio tiempo a que hablara ya que se acercó demasiado rápido y empezó a golpearla repetidas veces y con demasiado enojo dejando a la mujer inconsciente y ensangrentada.

Law: Maldita idiota, acabaré contigo.

Preparó un liquido potente para acabar con aquella mujer. Puso ese líquido en la jeringa y se lo inyectó en el brazo izquierdo, que no pasó mucho tiempo que la mujer empezó a convulsionar unos minutos para finalmente morir. Tras ello, él agarra un cuchillo que empieza a introducirlo en el cuerpo de la mujer ya sin vida repetidas veces.

Se aburrió de ello y salió de allí.

Ya arriba es que ve su herida que fue provocado por aquella mujer.

Law: (Maldita loca) Ahora así iré a la clínica. -suspira enojado-

Llega la noche y si, se va a la clínica a su horario de entrada y sus compañeros le preguntaron por esa pequeña venda que tenía ahí a lo que él dijo que se puso a ordenar y que en un descuido fue que le cayó una caja pesada ahí en esa parte de la cabeza.

Kaya: Ouh, debería tener más cuidado doctor.

Law: Claro, haré lo posible porque no vuelva a pasar.

-Así es doctor.

-Seguramente lo tuvo en un lugar alto.

Law: Así es, por eso ese golpe. Lo que pasa es que no lo coloqué adecuadamente.

Kaya: Más cuidado al poner las cosas.

Law: Si, lo bueno es que no fue a mayores. -los presentes asintieron- Bueno, es hora de trabajar.

Kaya: Doctor, quería darle un informe antes de irme. -los otros dos se fueron retirando a hacer su trabajo-

Law: ¿Irte?

Kaya: Si, en media hora acaba mi turno y quería dejarle algunos papeles.

Law: Claro, vayamos a mi consultorio.

Hablan del asunto un muy buen rato y la enfermera Kaya pasa a retirarse de allí y así ir a alistar sus cosas para irse finalmente a casa.