Capítulo 3 - Eres la siguiente
Tras pasar aquellas dos semanas, decidió esperar una semana más.
Llegado el día finalmente va a aquella casa en el cual aquella mujer sale de manera elegante, llevando un vestido largo de color negro con escote, unos tacos del mismo color, tiene el cabello suelto siendo de color marrón claro.
Cierra su puerta, lista para dirigirse a su auto cuando un hombre alto, de cabello negro, con mascarilla puesta y unos lentes oscuros se le pone en frente el cual hace que ella se asuste.
Leila: ¿Qui-quien es usted? -intentando estar lo mas tranquila posible puesto que aquel hombre la había asustado-
Law: Hola, ¿Leila Feng?
Leila: Si, ¿que desea?
Law: Disculpe por venir así sin... Bueno, mi manera de vestir no es la adecuada así que me preguntaba si podía venir conmigo.
Leila: Tengo que salir como puede ver, así que dígame ¿quien es usted?
Law: Vendrá por las malas. -dijo fríamente haciendo a la señora temblar y retroceder-
Este chico saca de su bolsillo una bolsa pequeña y de ella una jeringa, guarda la bolsa y la señora al ver aquello pone cara de horror y se aleja corriendo pero le es difícil correr rápido por los tacos que lleva puesto.
Sin más, aquel chico le clava la jeringa haciendo que la señora se vaya quedando sin fuerzas poco a poco hasta perder el conocimiento.
El chico mira alrededor y ve a una persona pasar a lo que él se arrodilla para así evitar que aquella persona lo mire. Lo que sí ayuda es que ahí hay un gran árbol que quizá no es el mas grueso pero si ayuda sus hojas a poner sombra en el lugar.
Tras ello, sube a la mujer al auto de ella y la lleva a su casa. Luego, deja el auto en su lugar, reiniciando la distancia para que así nadie sepa que ese auto fue usado. Llega a su casa en taxi.
Ya adentro es que la ve ahí tirada que sonríe maliciosamente. Va al sótano para sacar una cinta color plomo, sube y la amarra presionando las muñecas, los tobillos y tapando su boca. La arrastra hasta el sótano y la echa en la camilla.
Law: A ver cuándo despiertas. -se va de ahí cerrando con seguro aquella puerta- Debo poner otra puerta... Lo haré luego.
Va a su habitación a guardar la llave en su mesita de noche que escucha el timbre así que va allí y ve a su tutor, quien este entra sin ser invitado a pasar, cosa que le da igual.
Law: Te he dicho que llames antes de venir así sin avisar, Rosinante.
Rosinante: Lo sé, lo sé. Pero estaba de paso y me dije ¿por qué no darle una visita ya que estoy aquí? -dijo mientras se sienta en el sillón-
Law: Ok, ¿que quieres?
Rosinante: ¿Por qué eres así de serio y no recibes bien a la visita?
Law: Tengo agua, café y té, ¿cuál te apetece?
Rosinante: Un café no tan cargado.
Law: Ya vuelvo. -tras unos minutos, vuelve con el café y se lo da-
Rosinante: ¿Cómo vas con el trabajo?
Law: Bien. -finalmente se sienta junto a su tutor-
Rosinante: ¿Solo bien?
Law: Me gusta mi trabajo, por algo escogí esta profesión. Me gusta ayudar a la gente, mis padres hacían eso.
Rosinante: Me alegra que te guste. También que no me cobres jaja.
Law: Me ayudaste, es normal que no te cobre por ello.
Rosinante: Es bueno tener a alguien con esa profesión.
Law: Así es.
MIENTRAS TANTO EN EL SÓTANO
Aquella mujer, en la camilla inmóvil, empieza a tener una pesadilla pero en realidad es lo vivido hace un momento que se mueve desesperadamente pidiendo ayuda. En sus sueños esta gritando pero ella a través de sus sueño esta susurrando.
Se despierta espantada que intenta mover sus brazos pero se da cuenta de cómo esta sus muñecas al igual que sus tobillos y cuando estuvo a punto de desatarse mira alrededor preguntándose dónde esta. Se le viene a la mente aquel chico, lo sucedido anteriormente que se asusta, su corazón se acelera de los nervios e intenta desatarse pero le es difícil y la cinta esta muy dura. Opta por quitarse la cinta de la boca para empezar, luego se desata las muñecas con los dientes pero también es difícil y le duele sus muñecas como sus tobillos.
Leila: Ese tipo... -se baja como puede pues su sitio esta alumbrada con una lámpara así que busca el interruptor chocando con varias cosas que hay en el piso pero no ve. Al prenderlo es que mira horrizada- ¡Ay, no puede ser! ¿Que rayos es este lugar?
Mira con horror ropa deshecha, sangre y dos cadáveres en completa descomposición. Y no solo eso, sino que ya casi están en completo esqueleto.
Leila: (Debo salir de aquí de inmediato)
Intenta nuevamente en desatarse pero le es difícil así que busca a los alrededores como puede y, debajo de aquella camilla hay unas cajas y busca ahí encontrando tijeras que corta las cintas del lado de sus tobillos, de las muñecas tiene dificultad pero lo logra. Feliz por aquella acción es que busca por el lugar pero rápidamente se da cuenta que esta en un sótano.
MIENTRAS TANTO EN LA SALA
Rosinante: Bueno Law, fue agradable hablar contigo, espero que otro día seas mucho más amable.
Law: Lo tendré en cuenta, adiós.
Ambos estaban ya de camino hacia la puerta de salida. Tras irse su tutor es que él cierra la puerta y suspira, camina hacia la puerta que lo lleva al sótano y se queda viendo el lugar, vuelve a suspirar y se va a su habitación para alistarse y bañarse. Tras acabar es que se pone a ver tv un rato para luego irse a dormir.
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