Capítulo 6

«“Me importa un carajo lo que piensen los demás. Pueden besarme el culo”»

Min “Gigi” Yoongi

[ ⚠︎ ]

– Estoy afuera de tu casa –hice una mueca e inmediatamente me escondí debajo de mi manta, temeroso de que pudiera entrar a mi casa.

– Tae Hyung, ¿qué diablos quieres decir con que estás fuera de mi casa? –grité al teléfono como un loco– ¿Son las malditas 7:25 de la maldita mañana y me estás diciendo que estás afuera de mi maldita casa? ¡¿Estás loco de amor por Dios, idiota?! –me enfurecí una y otra vez.

– Yoon-...

– ¡No, cállate de una maldita vez! ¡Me despertaste de mi paz solo para decirme que estás fuera de mi casa sin razón aparente como un acosador espeluznante! Sabía que no debería haber dejado que tu feo trasero me llevara a casa! –me quejé, sintiendo como se alejaban los restos del sueño.

– Lo siento, pero tenemos un caso que hacer, Yoon –dijo y yo entrecerré los ojos.

– Sí, porque decía que requería que nos levantáramos a las 7 todas las mañanas para trabajar en eso –escuché un suspiro y casi miré el teléfono como si estuviera loco– ¡Idiota, soy yo el que quiere suspirar! –grité al teléfono y me di cuenta de que se estaba frotando la cabeza.

Bien, espero que esto haga que no le guste.

– Yoon, cariño, te amo y todo eso, pero me estás haciendo pasar un mal rato.

¿Este hombre acaba de decir lo que acaba de decirme?

Por todo lo que es sagrado, por favor no me dejes matar a este hombre con toda la cordura que me queda.

– ¡Kim Tae Hyung, mejor reza para que cuando esté completamente despierto, no te patee el jodido trasero! –le colgué el teléfono y volví a dormir bajo mis sábanas calientes.

Él puede besarme el culo con lo poco que me importa.

Despertándome tan temprano en la mañana, ¿quién diablos se cree que es?

– Yoongi, hijo, necesitas encontrar a alguien con quien establecerte –mi padre, Min Yung levantó una ceja hacia mí– Quiero nietos –resoplé ante eso.

Alguien tendría que encontrar atractiva mi personalidad para que eso suceda.

No iba a mentir, era como una chica con la regla todo el tiempo.

Yo era un hombre al que no le importaba el “¿qué dirán?”

Pero no me importaba porque esa era mi personalidad.

A quien no le haya gustado se puede ir a la mierda.

Pero cariño, incluso si eres malo, malvado y grosero, apuesto a que hay alguien que quiere que seas de ellos. Ese alguien será la persona a la que no le importa cuándo tienes así tu estado de ánimo –mi madre, Min Yiang me sonrió– Probablemente ya los hayas visto.

Dejé escapar una carcajada.

– Me encantaría ver el día en que alguien se enamore de mí.

– Despierta, diablos –sentí que una mano fría golpeaba mi muslo y me alejé poco a poco más bajo la cálida madriguera de las sábanas– Tienes 25 años, pero en realidad estás actuando como si tuvieras 4.

Dos manos heladas tiraron de mi pierna y siseé, usando mi otra pierna para patear la mano ofensora.

– ¡Vete a la mierda, pagano! –grité en sueños mientras luchaba por alejarme del demonio.

– ¡Maldita sea Yoongi!

Una voz gruñó y me di la vuelta, con la boca bien abierta, la baba esparcida por toda la barbilla, los ojos en blanco hasta la parte posterior de la cabeza y una costra en el rabillo del ojo.

Creo que me veía tan poco atractivo en este momento, pero decidí que estaba durmiendo, así que no me importó.

Entonces sentí una cabeza junto a la mía, una barba incipiente en mi mejilla y unos labios cálidos junto a mis oídos.

– Si no te despiertas ahora mismo, te voy a follar tan fuerte que todo lo que puedes hacer es decir mi nombre.

Una voz ronca, profunda, sensual y erótica me susurró al oído y me habría derretido si no hubiera sabido a quién pertenecía.

Mis ojos se abrieron de golpe en un resplandor.

– ¡Kim Tae Hyung, maldito bastardo! –casi le grité al hombre ya que parecía que no estaba desconcertado por mí.

– Oh, bien, estás despierto –dijo, sin darse cuenta de lo cerca que estábamos.

Su cara casi tocaba la mía, sus ojos verdes miraban a los azules, y me hizo sentir incómodo.

– Estaré abajo esperándote –luego se fue.

Pero una pregunta sin embargo no abandonaba mi mente.

– ¿Cómo diablos entraste en mi casa? –le grité y él silbó.

– Supongo que estabas furioso ayer. La puerta estaba abierta y la alarma estaba apagada.

Suspiré mientras me levantaba, me daba una ducha rápida y me limpiaba la cara para lucir algo decente.

Me puse un par de bóxers y unos pantalones cortos de baloncesto, así como una camiseta sin mangas antes de bajar las escaleras.

– Espero que un oso te muerda las pelotas.

– Es bueno saber que te preocupas por mis bolas Gigi –Kim puso los ojos en blanco mientras se sentaba en mi sofá, con una taza de té en la mano.

– Por supuesto que tiene maldito té –murmuré para mí mientras caía en el sofá frente a él sobre mi espalda, levantando la almohada más cercana y tirándosela– Dime por qué estás aquí en mi casa tan temprano en la mañana antes de que te mate –él sonrió.

– ¿Así que no habría importado si viniera aquí más tarde? –le gruñí, pasando una mano por mi cabello.

– Responde a la maldita pregunta, Kim.

Sacó la lengua como un niño inmaduro.

– No dejes que tus bóxers se atasquen en un giro, Yoon. Estoy aquí porque quería ir a ver el club hoy para poder obtener algunas pistas –dijo, como si fuera tan obvio por qué estaba aquí.

– Está bien, pero eso no explica por qué estás aquí y no allá –agité una mano hacia él como si fuera un estúpido.

– Porque quiero que vengas conmigo.

Lo miré con una mirada como diciendo, '¿Hablas en serio?'

Me encuentro cuestionando su inteligencia y si tiene alguna o no. 

– ¿Por qué? ¿Por qué no dejar que NamJoon te acompañe?

– Porque quiero que vayas conmigo.

Hizo una mueca que me recordó a la cara de un cachorro cuando ruegan y yo hice una mueca.

– Pareces un maldito idiota –él sonrió.

– ¿Así que supongo que vendrás conmigo? –asentí lentamente en acuerdo.

– Sí. Yo. Voy. Contigo. Al. Club –utilicé varios movimientos de manos e hice voces tontas.

– ¿Qué demonios estás haciendo? –me encogí de hombros como si fuera obvio.

– Estoy tratando de hablar tu idioma, pero olvidé que no hablo estupideces. Lo hablas con fluidez, tal vez deberías dar una clase –solté una carcajada y él me miró fijamente.

– No es que no crea que te ves adorable cuando estás durmiendo –dijo, refiriéndose a mi cara de atropellado– Tengo que admitir que te ves sexy cuando te ríes –me sonrió y se echó hacia atrás, como si estuviera admirando algo.

– ¡Vete a la mierda Kim!

– ¿No sería eso, joderte? –él sonrió y conté hasta diez para calmar mi ira.

[⚠︎]

– Despierta. Estamos aquí.

Sentí una mano empujándome pero me enterré profundamente en mi lugar y continué tomando una siesta.

Ese imbécil sabía cómo despertarme.

¿Quién se cree que es, Dios o alguna mierda?

Ojalá lo intentara de nuevo.

Podría encontrar su casa en llamas.

– Yoongi, no tenemos tiempo para esto –Kim murmuró y yo le hice una seña.

– Bastardo deberías haber sabido mejor en lo que te estabas metiendo cuando decidiste despertarme –dije descaradamente, todavía en medio del sueño.

– Siempre sé en lo que me estoy metiendo cuando se trata de tí –suspiró mientras salía del auto.

Bien, espero que se haya ido y me deje dormir en el auto.

Estaba demasiado exhausto para hablar con la gente y pelear contra él.

Pronto, sentí una ráfaga de aire y un gruñido.

– Bueno, es una buena oportunidad para mí –lo escuché decir y, de repente, estaba fuera de mi asiento y arrojado sobre el hombro de alguien.

– ¿Qué demonios? –grité, pateando al invasor del sueño.

– Ay, relájate Yoongi ––Kim agarró mi cintura para levantarme y le di un puñetazo en el brazo.

– La próxima vez que intentes una mierda como esa, te mataré y haré que parezca un accidente –lo miré mientras él se estremecía.

– Si si lo que sea. 

Puso los ojos en blanco, poniendo sus manos en mi hombro para mantenerme en el lugar cuando vió que me estaba preparando para volver a entrar al auto.

– El plan es que vas a fingir que eres un tipo que está allí para tomar un trago y destruir tu tristeza –dijo y yo lo miré divertido.

– Estoy aquí para tomar un trago a las 7:45 de la mañana. Sí, eso suena tan creíble, Kim.

Me miró y yo levanté las manos.

– No es así, pero puedes inventar alguna mentira que te ayude y puedes mencionar a Meing, fingiendo que era tu novia o algo así.

Una mirada brilló en sus ojos, pero se fue tan rápido como llegó.

– Oh, sí, ¿y tú? No bailarás sin strippers, ¿verdad? Odiaría verte en tanga y sostén con una boa de plumas –resoplé por mi propia broma y él negó con la cabeza.

– No, nada de eso, idiota –me golpeó en la frente– Buscaré cualquier cosa en el lugar. Parece que este club no extravía las cosas.

Asentí con la cabeza hacia él.

– Trata de no parecer sospechoso. Oh, espera, ya lo haces –dije, señalando su traje y corbata– Nadie usa eso para ir a un bar.

Hizo una mueca.

– Solo diré que es mi cumpleaños y quería usar esto.

Me mordí el labio inferior pensativo.

– Sí, eso irá muy bien.

Tomó mi mano entre las suyas y comenzó a caminar hacia la entrada.

Ignoré el tomar de la mano porque era algo que siempre hemos hecho desde que éramos jóvenes.

No había portero allí, lo que lo hizo un poco sospechoso.

– ¡Oh, lo siento! ¿Están aquí para tomar una copa o algo así?

Un hombre grande con voz de niño salió y asentimos al unísono.

– Hay mucha gente aquí, así que estamos tratando de aumentar la seguridad aquí. Parecen tener más de 21 años, ¡así que vamos!

Sostuvo la gran puerta negra abierta para nosotros y nosotros hicimos lo mismo, guardias arriba.

– Seguro que no actúas como si tuvieras más de 21 –Kim murmuró y le di un codazo en el hombro.

– Cierra la puta boca antes de que pierdas la polla –lo miré y él apretó su mano en la mía.

– Si es por ti, no me importa.

[⚠︎]
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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆

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