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– No creo que debamos tocarlo de esa manera.

– ¿Por qué no? Él no se opondría. Tal vez le guste.

– ...No estoy seguro.

Escuché voces por encima de mí, pero opté por no reconocerlas.

Estaba demasiado ocupado teniendo un sueño.

Un sueño en el que mi madre me regala mi animal favorito, un gatito de Bengala.

Ah, esa sería la vida soñada para vivir.

– Voy a recogerlo y llevarlo a su habitación.

– ¿Cómo te las arreglaste para conseguir 4 habitaciones por separado?

– Soy Kim Tae Hyung. Así es esto.

Sentí que me levantaban al estilo nupcial, el brazo derecho de la persona debajo de mi espalda y su brazo derecho debajo de mis muslos.

Estaban malditamente cerca de mi trasero, pero estaba demasiado cansado para funcionar.

– Espero que no se despierte y vea que lo estás cargando. Eso es un desastre esperando que suceda.

Alguien se rió a mi lado.

– Dudo que lo haga. Yoongi tiene un sueño muy profundo a pesar de que no lo parece. Puede oírnos hablar, sí, pero no puede darse cuenta de quién habla, así que puedo usar eso a mi favor en este momento.

Arrugué mi subconsciente.

¿Cómo sabe esta persona mis hábitos de sueño?

– ...Realmente sabes lo que haces, ¿no, Tae?

– Claro que si.

Siento que me elevo mientras la persona que me lleva camina alrededor, tratando de llegar a su destino.

Verán, abriría los ojos para ver quién me estaba cargando, pero normalmente no dices:

'¡Oye, hay una persona durmiendo! ¡Vamos a recogerlo!'

Tenía la sensación de que era alguien que conocía, pero no podía precisar quién.

Estaba tan exhausto que mis ojos se negaban a abrirse.

Escuché un ding que sonaba como un ascensor y me estremecí por lo fuerte que sonaba.

– ¿En qué habitación está? –preguntó otra voz extraña.

Realmente debería abrir los ojos para ver de quién estaba hablando, pero quería dormir.

– Habitación 331.

– ¿Ese número tiene significado para ti?

– ...Sí.

Oí un clic y se abrió una puerta.

Olí el aroma de una habitación de hotel recién limpia.

Olía a limón y se sentía acogedor.

Sentí que me colocaban en una cama cómoda, con las sábanas sobre mí y caí en un sueño profundo.

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Me sobresalté con una profunda vibración en mis pantalones.

Se sentía tan incómodo y no pude evitar dejar escapar un fuerte quejido, y las vibraciones destrozaron mi cuerpo.

– Oye, ¿qué demonios? –metí la mano en mi bolsillo para sacar mi teléfono, el zumbido vibratorio en mi mano indicaba que alguien me estaba llamando.

Simplemente no mostraba quién era la persona que llamaba.

– ¿Qué diablos es esto? –pregunté, con cautela de la otra persona.

Estaba en una misión, cualquiera podía llamar y plantear una amenaza en mi contra.

– Sr. Min, estamos afuera listos para llevarlo con el Sr. Kim. Él lo está esperando en la sala de conferencias de la planta baja –mi guardaespaldas habló tranquilo, descartando mi tono grosero.

– ¿Qué diablos quiere? –me quejé y miré el reloj digital en la mesita de noche a mi lado.

Decía las 7:23 AM.

¿Quién quiere levantarse tan temprano?

– Dijo que era para discutir el caso, señor.

A mi guardaespaldas todavía no le importaba que fuera grosero.

– Bien. Saldré en 2 –colgué el teléfono y me acerqué al armario que, sorprendentemente, estaba lleno con toda mi ropa.

Entrecerré mis ojos en rendijas.

¿Alguien estaba aquí mientras yo dormía, guardando mi ropa?

Podrían haber robado algo.

Saqué esos pensamientos de mi mente y agarré un par de sudaderas grises con cuello en V blanco.

Me puse la ropa y me puse un par de tenis blancos.

Agarré mi teléfono y me dirigí a la puerta.

– Hola Hyu. Hola Jae.

Hyu y Jae eran mis dos guardaespaldas que me vigilaban las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Fue idea de la empresa o eso dice Kim pero no tiene gente custodiándolo.

– Hola, señor Min.

Comenzamos a caminar hacia el ascensor y sonreí.

– ¿Cuántas veces tengo que decirte, llámame Yoongi? El Sr. Min es mi padre.

Byun Hyuk, o a quien me gustaba llamar Hyu, era mi guardaespaldas de 27 años, mi primer guardaespaldas cuando llegué a trabajar para Ki Hyun.

Medía como 1.78, con cabello negro brillante que era corto y peinado como el típico peinado de un niño americano y ojos color avellana.

Estaba pálido y delgado, pero era una fuerza a tener en cuenta.

Su esposo, por otro lado, era Jae Hyun o, a quien llamé sólo Jae, fue mi segundo guardaespaldas, que llegó poco después de que lo hiciera Hyu.

Medía 1.86 metros, tenía cabello castaño largo como si fuese una estrella pop, penetrantes ojos azules y era grande y musculoso.

No dudó en arriesgar su vida por las personas que le importaban.

– Entonces, ¿por qué Kim no podía hablar de esto por teléfono? Nuestros teléfonos están cableados para que nadie pueda rastrear y escuchar nuestras llamadas –pregunté y levanté una ceja.

Jae sonrió.

– Tengo que dejar que el jefe te diga eso.

Bajamos del ascensor y salimos al vestíbulo.

Por ese pasillo.

Giramos a la izquierda y luego caminamos por un pasillo estrecho con varias habitaciones.

– ¿A dónde vamos? –susurré.

– Una habitación donde todas las conexiones están cortadas –Hyu explicó mientras caminábamos hacia la última habitación que estaba rodeada de oscuridad.

No había luz y la puerta era de acero, el tipo de acero que requería una huella dactilar para entrar.

– ¿De quién es la huella dactilar que debe ir allí? –cuestioné mientras miraba a mis dos guardaespaldas y se encogieron de hombros.

– Suya, Sr. Min –puse mi dedo en la ranura y se abrió.

– Buenas tardes, Min Yoongi –dijo la voz en el sistema de huellas dactilares y sostuve la puerta para que no se cerrara sobre mí. 

– ¿Entran? –pregunté a los guardaespaldas.

– No. El Sr. Kim nos informó que nos quedáramos y vigiláramos aquí –Jae dijo y yo asentí y descendí dentro de la habitación.

– ¡Yoon! ¡Estás aquí! –gritó una voz y me giré para ver a Jimin corriendo hacia mí.

– Oh, mierda –se estrelló contra mí, tirando de mí en un abrazo y le devolví el abrazo.

Odio los abrazos, pero solo abrazo a las personas que me importan.

– Buenos días Yoongi –Kim dijo desde su asiento en la pequeña mesa de conferencias en el centro de la sala.

Sólo había 4 asientos.

Uno para él, Jimin, NamJoon y yo.

– Sí, buenos días –tomé asiento en la silla y me senté frente a Tae Hyung, sin perderme la forma en que sus ojos recorrieron mi cuerpo.

Sentí un empujón y miré a Jimin para verlo sonreír y fruncí el ceño.

– Necesitamos discutir los detalles de este caso –dijo Kim y todos asentimos.

– ¿Cuál es el nombre de la víctima y la fecha de nacimiento?

– Meing Myung Sang, nacida el 22 de noviembre de 1981 –NamJoon murmuró mientras sacaba los archivos.

– ¿Cuál es su fecha de muerte?

– 1 de enero de 2014.

– ¿Quiénes son los sospechosos recientes?

– Sólo tenemos tres sospechosos en mente. Su ex novio Kang Pier, su actual novio Park Ah y su madre, Sang Al –hablé, algo confundido por un segundo.

– Oye, Kim, ¿por qué sospechamos de la madre en primer lugar? –levanté una ceja cuando el hombre me miró fijamente, sin ocultar ninguna vergüenza de que me estuviera mirando descaradamente.

En cualquier otro momento me sentiría halagado porque soy Min Yoongi y soy extremadamente sexy.

Pero en este momento, simplemente no lo estaba sintiendo.

Moví mis ojos hacia Jimin, quien como siempre encontraba la situación divertida.

– Ella no estaba por ningún lado el día que Meing fue asesinada. Nos dijo que estaba en el hospital, pero la enfermera nos dijo que nunca estuvo allí. Entonces, ¿dónde estaba?

– Pero eso es cruel... Matar a tu propia hija –Jimin dijo arrastrando las palabras mientras se sentaba con una mirada de inquietud presente en su rostro.

– El mundo es cruel. No lo olvides.

Todos nos miramos unos a otros, la intensa sensación de pavor llenaba el aire.

– ¿Cómo murió la víctima? –Kim continuó con el interrogatorio.

– Ella fue... Brutalmente violada, apuñalada 26 veces, 5 en cada pierna, 5 en el estómago, 5 en el pecho, 1 en la cabeza y el resto en el rostro.

– Necesitamos comenzar a revisar a nuestros sospechosos y testigos, para ver si hay algo que se nos pasó por alto la última vez. Tiene que haber algo que pueda concluir este caso –dije, mordiéndome la mejilla al pensar en este caso rebelde.

Alguien tenía la pura intención de lastimar a esta chica.

Es como si quisieran librarla de este mundo.

– Hablamos con la madre mañana.  ¿Trato? –Kim sonrió y asentimos.

– De acuerdo.

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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆