– No.

Esa fue mi decisión final.

– Oh, vamos Yoongi. ¿Por favor? –mi jefe rogó.

– No, simplemente no –rodé los ojos– No soporto su existencia, ¿cómo diablos voy a estar en una misión de 5 meses con este imbécil sabiendo que podría intentar un asesinato en primer grado? –dije, pasando una mano por mi cabello.

– Solo por 5 meses, entonces estará fuera de tu vida para siempre. ¿Por favor, Min? 

Mi jefe, Ki Hyun, suplicaba con la mirada mientras hacía contacto visual con el mismísimo Satán, Kim Tae Hyung.

– Será mejor que me pagues generosamente y no me refiero solamente a esa mierda –terminé mientras me levantaba, dirigiéndome a la puerta, pero alguien me agarró la muñeca.

– ¡Quítate de encima de mí! –traté de sacar mi muñeca de su agarre pero fue inútil.

Era demasiado fuerte para mí.

– ¿Qué diablos quieres Kim? –entrecerré los ojos y lo miré fijamente. 

Realmente lo odiaba.

No sé por qué, pero realmente sentía la necesidad de arrojarle bolas de fuego y verlo arder.

– Nos vamos mañana –dijo y mi rostro se oscureció aún más.

¿5 meses a solas con el imbécil que salió con mi hermana y luego le rompió el corazón?

Creo que acabo de firmar un trato por mi propia muerte.

Ni siquiera sé cómo llegó a ése punto.

La semana anterior estuve en Italia escapando de los caminos del gran Kim Tae Hyung, con la esperanza de no volver a verlo en el resto de mi vida.

Supongo que mi vida simplemente no funciona según lo planeado.

Recuerdo el día que mi mundo se derrumbó, quiero decir, desde que fue la semana pasada:

– ¿Hola? –contesté en el teléfono felizmente.

– ¿Min Yoongi? –la voz cuestionó como si no estuviera segura de si era yo.

– Sí, ¿quién habla? –consulté.

– Soy Lee Ki Hyun. Te llamo para decirte que te necesitan en una misión a raíz del caso de Meing Sang. Son 5 meses pero se te otorgará un compañero para que te ayude. No puedes declinar porque has estado fuera de servicio. No has asistido a trabajar durante demasiado tiempo –dijo, entrecerré los ojos y me quejé en silencio.

– ¿Cuando empiezo? –pregunté.

– La próxima semana –dijo– Así que vuelve antes de mañana por la noche.

Debería haber sabido que estaba tramando algo.

Mi vida no es lo suficientemente afortunada como para salirme con la mía.

– Idiota –saqué mi muñeca de su agarre y me alejé.

– Maldita sea –maldije mientras sacaba mi teléfono de mi bolsillo, entrando al ascensor.

Marqué aquel número que sabía de memoria y sostuve el teléfono junto a mi oído.

– Hey, ¿qué hay gatito? –podía escuchar la risa en su teléfono, pero este era un momento de desesperación.

– Jódeme por el culo Jimin –gruñí en el teléfono cuando escuché arrastrar los pies en su lado del teléfono. 

– ¿Estás bien Gi? ¿Qué pasó? –cuestionó cuando las puertas del ascensor se abrieron.

– Nunca creerás lo que acaba de pasar. Volé aquí porque tenía que hacer una misión con la misma chica que murió hace dos años, Meing Sang, y el caso se cerró porque no pudimos encontrar a un asesino, ¿verdad? –lo desglosé por él.

– Correcto.

Así que continué.

– Así que Ki Hyun me llamó ayer para decirme que aparentemente el caso se había abierto y ahora estoy de nuevo en él. Pero eso no es la mayor parte –fruncí el ceño mientras él suspiraba.

– No me digas… –se calló y asentí aunque sabía que no podía verme.

– Sí, ese cabrón es mi compañero –gruñí mientras caminaba hacia mi auto que estaba estacionado frente al edificio.

– Yoongi, eres mi hermano y todo eso, pero necesitas superar el odio que sientes por él. No creo que haya hecho nada intencionalmente para lastimarte en absoluto en tu vida, así que al menos sé cortés con él. Después todo lo que vas a estar en un viaje de 5 meses con él –Jimin soltó una risita cuando un pensamiento sucio pasó por su mente.

Pero lamentablemente era cierto.

Park Jimin siempre tenía razón desde el momento en que nos conocimos en segundo grado y la tendría en este momento.

A veces odio lo predictor que es.

Siempre parece hacer que suceda algo grandioso a partir de algo malo.

Realmente me enfadó.

– Yoon, sabes que soy tu mejor amigo y todo eso, pero creo que Tae Hyung quiere más que ser amigos si entiendes lo que digo.

Me di cuenta de que estaba sonriendo con suficiencia ante sus propias cosas dudosas, pero no quería nada más que Kim ardiendo en los pozos más calientes del infierno.

Me enfureció, encendió un fuego dentro de mí como ningún otro.

– ¿Qué diablos te pasa Park? –me golpeé la cara con frustración cuando me acerqué a mi auto y vi un papel en el parabrisas. 

– Por favor, no seas una nota –murmuré en mi mente mientras lo recogía y lo leía.

– ¿Estás bromeando? –gruñí en voz alta y entrecerré los ojos.

Una multa hubiera sido mejor que este pedazo de mierda.

– ¿Qué ocurre? –preguntó Jimin, la preocupación grabada en su voz.

– Te lo diré cuando llegue.

Luego colgué, abriendo la puerta de mi auto.

Quería ver a Kim Tae Hyung arder vivo.

[⚠︎]

– Está bien, me retracto de lo que dije acerca de que Tae Hyung quería ser más que amigos –Jimin sonrió mientras leía la nota– Él quiere follarte y tomarte... –sonrió– ¡Toda la noche! –cantó a todo pulmón y yo me quejé.

– ¡No digas tal cosa! Es repugnante –fruncí el ceño mientras él seguía sonriendo.

– ¿Por qué no Yoongi? ¡Dijo que te esperaba un rudo despertar! ¿Qué quiere decir con eso? –sonrió con maldad mientras pensaba en su pequeño mundo– ¿Quién sería allí el pasivo? –se cuestionó a sí mismo mientras me miraba– Definitivamente lo serías tú. ¡Sólo gritas sumisión!

– En primer lugar, no soy gay. En segundo lugar, eso hiere mis sentimientos. ¿Crees que es más dominante que yo? –rodé los ojos y lo miré fijamente.

– Por ahora Yoon, pero luego te meterá en su cama y luego el resto es historia y lo siento, amigo. Pero comparado con Tae Hyung, no tienes ninguna posibilidad contra él. Fácilmente podría inmovilizarte sin luchar –él se rió entre dientes y yo me sonrojé de la vergüenza.

Mi mejor amigo creía que yo no era lo suficientemente fuerte para hacerle esas cosas a Kim.

Quiero decir, pude verlo porque era demasiado alto y demasiado musculoso para que yo pudiera pelear.

Espera, ¿por qué diablos estoy hablando de esto conmigo mismo?

¿Cómo llegó eso a esta conversación?

– Gi, sólo vuelve a leer la nota y verás lo que quise decir.

Suspiré mientras recogía la nota y me encogí.

Genial,
Quiero que te reúnas conmigo en mi casa mañana a las 7:30, para que podamos subir a nuestro avión. Quiero que nos llevemos bien, así que por favor esté bien con eso. Trae a un amigo que conozcas porque necesitamos mantener a nuestros amigos cerca. El criminal puede apuntar a cualquiera de ellos si no estamos cerca. Además, empaca suficiente ropa para cinco meses porque no te vamos a comprar. Hasta entonces.

Pd. Y si crees que puedes evitarme estos 5 meses enteros, mi amor, te espera un duro despertar.

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⚘ Atte. ⚜☦ Ðҽʋιℓ Ɱιɳ ☽⋆