Capítulo 2
La lectura del testamento de Choi Siwon se dio al día siguiente del funeral con todos reunidos en el despacho del abogado Johnson. El patrimonio de la familia no era comparable con la de muchas otras grandes familias en la ciudad, pero tampoco era despreciable. La propiedad Choi y algunas cuentas en los bancos a nombre de su padre era todo lo que tenían.
El abogado dio lectura a la última voluntad del viejo Choi.
«Yo, Choi Siwon, por este medio hago público que en pleno uso de mis facultades mentales y sabiendo que mi muerte se acerca, me dispongo a repartir mis pertenencias entre mis tres únicos hijos: Sehun, Hyuna y Baekhyun. Sabiendo que para Baekhyun la propiedad Choi significa mucho más que para Sehun y Hyuna, es mi deseo que el terreno en su totalidad le pertenezca a él, a mi Baekhyun. Y los fondos en las cuentas de banco se distribuyan por la mitad para Sehun y Hyuna.
Espero que mi decisión no cause división entre mis hijos, a fin de que esto es todo lo que puedo ofrecerles, y conociendo las necesidades que atraviesan he decidido que así sea mi última voluntad».
Baekhyun se aguantó las ganas de llorar nuevamente, lo hizo hasta la noche pasada cuando se quedó dormido bajo el recuerdo de su padre. Esa mañana al encontrarse con sus hermanos para ir al despacho del abogado se dio cuenta que no fue el único que pasó la noche llorando. Su hermana tenía los ojos rojos e hinchados a pesar del maquillaje que usó para ocultarlo. Ella se parecía mucho a él, y ambos se parecían a su madre. De cabello rubio claro, la tez blanca poco bronceada por el sol, los ojos azules claros y el rostro fino. Muchas veces en su juventud Baekhyun escuchó comentarios sobre el inigualable parecido entre él y su hermana mayor. Era su versión masculina, decían algunos.
Su hermano mayor, cuyo rostro se ensombrecía bajo una noche de pesar, era bastante más parecido al difunto Siwon. Con el cabello castaño oscurecido, la tez algo morena y los ojos marrón claro, los huesos del rostro marcados y semejantes a los de su padre. Su viva imagen.
Tras firmar varios documentos los tres hermanos salieron del consultorio jurídico y regresaron a la casa en la propiedad, cada uno por su lado. Baekhyun conducía el viejo Austin Healey 3000 que le regalaron sus padres cuando cumplió los dieciocho años. Bebieron té en el salón de la casa, invadidos de ese mismo trémulo silencio que los acompañó durante el sepelio de su padre.
—¿Qué harás ahora, Baekhyun? —le preguntó su hermana una vez que el ensordecedor mutismo de todos le taladró los oídos y se tornó insoportable.
—Me graduaré de la universidad dentro de poco, entonces pienso especializarme en cirugía pediátrica.
—Siempre has tenido un gusto muy particular por los niños.
—¿Y la propiedad? —preguntó Sehun, queriendo saber el futuro que le esperaba al territorio Choi si quedaba en manos del más joven.
—No soy administrador ni fingiré serlo, pero era el deseo de nuestro padre que la finca siguiese produciendo como siempre lo ha hecho. Papá trabajaba con un contador de confianza, y yo procuraré contratar a un profesional en finanzas para que se haga cargo de ello.
—Me parece perfecto y si en algo podemos ayudarte recuerda que siempre estaremos para ti.
Baekhyun les agradeció con la mirada el apoyo que le brindaban, y en silencio continuó bebiendo de la taza de té. Sus ojos viajaron fuera de la ventana frente al salón, por el prado verde y las flores que tanto amaba cultivar su madre, hasta la valla a lo lejos. Últimamente veía mucho en esa dirección, quizás porque tanto sus ojos como su corazón ansiaban encontrar a Chanyeol. Ese era un mal hábito adquirido durante su adolescencia que con los años solo se hizo más fuerte.
Después de sus inusitadas charlas, el corazón del joven Choi estaba, por decirlo menos, alocado y ansioso por encontrarse nuevamente con el Señor Park. Sin embargo, era peligroso pues ilusionarse así solo traería la ruptura de su ingenuo corazón que dolería por mucho tiempo. Si bien nunca fueron cercanos y escasas conversaciones entablaron a lo largo de su vida, Baekhyun sentía cierta conexión con el hombre. Como si fuera cosa del destino.
¡Vaya destino!
Park Chanyeol se casó con una hermosa mujer y enviudó trágicamente al poco tiempo. Era un hombre recto y tradicional. Por ello mismo Baekhyun se negaba a creer que en algún momento ellos podrían tener algo más que una relación vecinal.
Sin importar si en Inglaterra la homosexualidad era permitida y el matrimonio entre dos hombres se legalizó apenas hace un año*, Baekhyun sabía que la sociedad aún era muy renuente a aceptar situación semejante. Varios años le tomó a Inglaterra aprobar tan controversiales leyes, y aún en 1968 seguía siendo un tabú.
—¿Cuándo partirán? —preguntó Baekhyun con voz apagada.
—Yo me iré mañana temprano, tengo algunos asuntos de los qué ocuparme y no pueden posponerse —indicó el mayor de los Choi.
—También deberé marchare mañana; mi esposo está ansioso por regresar a casa y mis hijos no se acoplan aquí.
Baekhyun quiso decir que esa era una pobre excusa puesto que no había mucha diferencia entre la propiedad a las afueras de Salisbury y la casa que su hermana poseía cerca de Londres. No obstante, lo dejó pasar sabiendo que sus hermanos no estaban rebosantes de alegría al regresar al que una vez fue su hogar. Ellos siempre dijeron que era mejor salir de esa propiedad a quedarse en ella a cultivar penas. Salisbury, al no ser tan grande, no representaba para ellos la mejor opción para crecer. Baekhyun pensaba distinto.
—Baekhyun, si no es muy grosero preguntarte, ¿cómo cumplirás la promesa que le hiciste a nuestro padre antes de morir?
El rostro del más joven se frunció en una mueca de confusión, con los ojos ceñudos y los labios levemente fruncidos. En su mente repasó la pregunta, aunque aún no lograba comprenderla a cabalidad.
—¿Qué quieres decir?
—Eres..., un doncel..., poco agraciado, y le has prometido a papá que encontrarías un hombre con quien pasar tu vida.
Eso sonó a insulto, pero Baekhyun sabía que Hyuna no tenía esa intención. Aunque sus hermanos nunca fueron tan abiertos con respecto a que fuera homosexual, a veces..., a veces podían ser igual a la intolerante sociedad, especialmente su hermana. Su madre decía que eran celos pues Hyuna y él eran bastante parecidos y hace varios años muchos hombres se fijaban más en Baekhyun que en Hyuna, aunque en ese entonces la homosexualidad era considerado un aberrante pecado. Ella siempre lo consideró 'feo'.
—Hoy en día hay muchos hombres que no ocultan sus preferencias.
—... Supongo que sí —musitó ella.
Ignorándola, los ojos de Baekhyun se encontraron con un hombre de avanzada edad que se aproximaba corriendo hacia la casa, venía gritando algo, aunque el joven no lograba entenderlo. Ya estando más cerca reconoció al hombre como uno de los sirvientes de la propiedad Park, entonces su alarma interna se activó y salió rápidamente de la casa.
—¡Doctor, doctor! —llamaba el hombre.
—¿Qué sucede? —preguntó Baekhyun acercándose al agitado viejo.
—El Señor..., el amo Chanyeol tuvo un accidente. Estando cabalgando, el caballo tropezó cerca del peñasco y tiró al amo, lo encontramos inconsciente.
—¿En dónde está ahora?
—En la casa. Por favor acompáñeme y revise al amo —suplicó sujetando a Baekhyun de la mano.
—Iré, pero debo llevar mi maletín.
Uno de sus criados le alcanzó el maletín de cuero negro donde estaban sus instrumentos, así partió a carreras hasta la propiedad vecina. Siguió al criado al cruzar por el pasillo y llegar a la recámara principal ubicada en el primer piso, cerca del jardín. Entró y rápidamente se encontró con el cuerpo inconsciente de Chanyeol recostado en la cama. Su corazón se agitó temeroso.
—¿Pueden dejarnos a solas? —pidió, y el criado que lo acompañó salió junto a aquel trabajador que cuidó de Chanyeol hasta la llegada del médico.
Sus manos temblaron un poco luego de ponerse los guantes, pero se dijo a sí mismo que era un médico a pocos meses de graduarse y que no podía dejarse llevar tan fácilmente por sus emociones en momentos en los que debía mantener la cabeza fría.
Palpó la cabeza del hombre con cuidado, y en su búsqueda de alguna herida se topó con un corte en la parte superior, pequeño, pero sangraba pues el cabello alrededor estaba teñido con un tono carmesí. Esperando no incomodar al hombre, Baekhyun revisó el resto de su cuerpo. La camisa blanca y su pantalón caqui de montar estaban sucios por la tierra y el pasto, y aun así lucía encantador. Encontró algunos moretones y raspones; sin embargo, no eran más que golpes superficiales a causa de la caída. Aparentemente la única herida de importancia era esa línea de sangre sobre su cuero cabelludo.
Sacó de su maletín una gasa que bañó en alcohol para entonces pasarla por la herida, limpiando la sangre del entorno y desinfectando el corte. Siendo tan pequeña la herida no necesitaría sutura, pero le preocupaba más la razón por la que Chanyeol se desmayó, quizás el golpe era internamente más grave. Eso sería problemático, y él no tenía los instrumentos para una exploración más profunda.
Tan ensimismado estaba limpiando la herida que no se percató que su paciente abría lentamente los ojos, dejando atrás el letargo producido por la conmoción. Una tosca mano tomó la muñeca derecha de Baekhyun, deteniendo todo intento por terminar su trabajo de limpieza.
—¿Qué haces? —inquirió con la voz rasposa, abriendo los ojos lentamente.
—L-limpio su herida —tartamudeó.
Chanyeol lo miró con ojos ceñudos, repasándolos por el cuerpo menudo del hombrecito de camisa blanca. Su cabeza dolía un poco, estaba ligeramente desorientado, mas ninguna de esas emociones se reflejó en su rostro.
—Los criados me buscaron cuando usted tuvo un accidente mientras cabalgaba.
El Señor Park asintió con la cabeza volviendo a cerrar los ojos. Sentía el cuerpo agarrotado, como si sus músculos estuviesen atrofiados luego de la caída.
—Se desmayó, pero el golpe no lo provocó.
—¿Disculpa? —preguntó con marcada indiferencia.
—A primera vista cualquiera diría que una caída así pudo producir un estado de inconsciencia, pero la herida no es profunda ni el golpe severo, aparentemente, así que debo suponer que su largo desmayo se debió a algo más.
—¿Y?
Baekhyun dio un largo suspiro.
—Sospecho de una mala alimentación, está bastante pálido y ha bajado de peso, según puedo notar. Sus defensas están bajas.
—No sabía que estabas tan al tanto de mi salud —mencionó Chanyeol, irguiéndose en la cama a pesar de los reproches que Baekhyun soltó por acción tan insensata—. Estoy bien.
—No luce bien.
—No eres mi médico, Baekhyun, y te agradezco haber venido a ayudar, pero no lo necesito.
El aspirante a médico maldijo internamente por la terquedad del hombre, y con voz dura le contestó:
—En este momento sí lo soy, Señor Park. Tomo muy en serio mi profesión, así que encargaré que lo alimenten como es debido antes de que un problema más serio surja de todo esto.
—Puedes ordenar lo que quieras y aun así podría no funcionar —dijo, sugiriendo infantilmente que no iba a probar bocado, como si quisiera llevarle la contraria.
—Entiendo eso, Señor Park, así como comprendo que usted es solo un niño en el cuerpo de un hombre, esa actitud tan infantil me lo demuestra —soltó con disgusto—. Si es necesario y por el bien de su recuperación, lo ataré a una silla y lo obligaré a comer, cucharada por cucharada.
Chanyeol sonrió de medio lado como si se estuviera burlando de Baekhyun y de su intento por cuidarlo. Era una de las pocas sonrisas que el joven veía en el otro.
—... Si esto le da paz a tu espíritu de doctor, prometo cuidar mi salud de ahora en adelante.
—Debería hacerlo por usted mismo, no por mí.
—No soy yo quien está muerto de la preocupación por ello, ¿o sí?
Baekhyun se avergonzó de sus propios sentimientos que afloraron al exterior sin su consentimiento. Parecía un chiquillo desesperado por algo de atención. Debía salir de ahí antes de humillarse aún más.
—Me iré ahora —dijo, empezando a recoger lo poco que de su maletín sacó.
—Permíteme pagarte por tus servicios.
—¿Servicios? Solo he desinfectado la herida, y aun cuando me hubiese gustado hacer más, no me lo ha permitido. No necesito pago alguno, Señor Park, solo la promesa de que cuidará mejor de su salud.
—... Lo haré —concedió finalmente tras la insistencia cansina del joven médico.
«Es un hombre muy terco», pensó Baekhyun al salir de la recámara. «Y aún en su terquedad me parece sumamente atractivo».
*Sobre la homosexualidad en Inglaterra: La legalización de las relaciones homosexuales consentidas entre mayores de 21 años en Inglaterra fue dada en 1967, pero ello no incluía el matrimonio que fue legalizado en civilmente en 2004, y el matrimonio como tal en 2014. Pero la historia se desarrolla en 1968 un año donde ficticiamente la unión tanto civil como eclesiástica de homosexuales era legal.
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