Capitulo 1
POV Narradora
El llanto de la pequeña bebé era incesante, llegando, seguramente, hasta los rincones más oscuros y olvidados del palacio. Frente a la cuna de madera estaba el monarca de ese planeta y dueño del palacio, nervioso, sin saber cómo o qué hacer para calmar a la pequeña saiyajin.
—¡Por favor, Berryblue, has que se calle!—exclamó desesperado, pasó su mano por su rostro, arrepentido de la decisión tan apresurada que tomó.
—Es una simple bebé, majestad, seguro quiere comer.—la mujer de piel azul trato de mantener la compostura y que no se noté que ella también estaba desesperada.
Berryblue fue hasta la pequeña mesa, donde había un biberón con formula para la bebé. Trató de alimentar a la niña, pero ella se negaba a cooperar.
El monarca ya no sabía como reaccionar, ninguno de sus hijos le había causado tantos problemas en el pasado cuando eran simples bebé... Bueno, tampoco podía comparar a una niña recién nacida que lloraba a unos pequeños demoños que comían carne salvajemente con a penas unas horas de vida.
—¡Cállate, mocosa!—gruñó furioso mientras miraba a la niña, quien dejó de llorar para prestarle atención al mayor —Así te quiero ver, callada y cumpliendo lo que te ordeno.—dijo orgulloso, aunque la felicidad no le duró mucho.
El llanto volvió mucho más intenso que antes, haciendo dudar a ambos mayores de los prodigiosos pulmones de la menor para que pudiera llorar tanto. Cold se rindió, se dejó caer sentado sobre un sillón mientras pensaba una y mil veces en su decisión.
—Fue su idea, así que no se arrepienta, majestad.—Berryblue habló, con una muñeca en la mano e intentando calmar a la bebé.
—Espero que ese maldito me de explicaciones, porque sería capaz de matarlo si esto no llega a resultar como esperamos.—murmuró para si mismo.
Un pequeño príncipe pasaba por los pasillos, con tan solo dos años se había escapado de sus niñeras para ir en busca de su padre. Los ojos del pequeño ice-jin se fijaron en la puerta entreabierta que estaba frente a él, desde allí podía ver el gran cuerpo de su padre asomarse.
Freezer ladeó su cabeza y entró con mucha curiosidad, era consciente del llanto que estaba por todo el palacio. Según lo que había escuchado murmurar a las niñeras, había una niña en el palacio, otro bebé.
Lo cual le hizo sentir celoso al principio, él era el hijo más pequeño del Rey, y gozaba ser mimado y caprichoso gracias a todos los lujos y atenciones que le brindaban. Un nuevo bebé, más pequeño que él, significaba que pasaría a segundo plano, cosa que no pasaba por su mente.
Sus pasos parecieron no llamar la atención de los mayores, cosa que le molestó y le hizo fruncir el ceño. Estaba acostumbrado a llamar la atención a donde quiera que vaya, pero ese no era el caso en ese momento.
—Melda...—murmuró al escuchar con más intensidad el llanto de la bebé, sin que los adultos se dieran cuenta se acercó a la cuna.
Sus pequeños ojos carmesí miraron fijamente a la bebé, para él era una mocosa común y corriente, no tenía nada de especial. Solo lloraba y lloraba, al menos, hasta que abrió sus ojos (c/o) y lo miró.
Pareció que su pequeño corazón se detuvo por alguna extraña razón que no lograba comprender. Pasó entre los barandales y entró en la cuna, se quedó sentado junto a ella, mirándola sin hacer o entender nada.
Miró de reojo a su padre, quien estaba muy ocupado con Berryblue, discutiendo quien sabe qué. Su vista se fijó ahora en la muñeca que estaba en la cuna y el biberón que la niña se negaba a tomar.
Se acomodó contra los almohadones, tomó a la bebé, quien le miraba sin entender, y la dejó entre sus piernas y contra su pecho. Con su cola tomó la muñeca, la movía para llamar la atención de la menor, y con una de sus manos le ayudó a sujetar el biberón.
Freezer creyó que calmar a la bebé fue lo más fácil del universo, sin saber como lucharon ambos adultos para calmar a la menor.
Con su mano libre le acarició el cabello repetidas veces, logrando que ella se calmara y bostezara en señal de sueño. Él tampoco pudo descansar bien, aun era muy pequeño y necesitaba más horas de sueño de los demás.
Después de un rato notó como ella parecía adormilada, el biberón estaba ya casi vacío, así que lo dejó a un lado al igual que la muñeca. Se acostó y se acomodó mejor, abrazando a la pequeña bebé mientras le acariciaba el cabello.
De su boca salió un pequeño bostezo, así que siguió los pasos de la bebé y se quedó dormido, encontrando agradable como la pequeña bebé era calentita y con una piel suave.
—¡Esa niña debe callarse...!—exclamó el monarca, desconcertado al yo escuchar el llanto.
Ambos adultos se miraron por un momento, para después apresurarse a ir a la cuna, donde encontraron a ambos infantes durmiendo tranquilamente. Los ojos de Cold se abrieron con sorpresa ante esa escena, la pequeña abrazando al niño como si fuera un osito de peluche, Freezer dejándose abrazar y sujetando el pequeño cuerpo de la bebé con su cola.
—No pueden...
—¡Ser tan lindos!—susurró con entusiasmo el monarca, sus ojos brillaban y sonreía de felicidad—me encantaría que fueran amigos de adultos, serían increíbles emperadores.
—Hace un momento se quejaba porque la bebé no dejaba de llorar, y ahora dice que será una gran emperatriz... ¿Quién lo entiende, majestad?—Berryblue rodó los ojos mientras miraba a los niños.
—Será una gran emperatriz, Berryblue, porque la voy a educar para que lo sea.—sonrió con orgullo, imaginando a la futura emperatriz del universo—Ella y Freezer se llevarán bien, muy bien...
—Ya no puedo entender sus intensiones con esta niña, señor.
—Mis intenciones son algo no tan claro en este momento, pero sé que ella debe ser una gran emperatriz.—miró a la mujer sonriendo—debe demostrarle a ese inútil de Vegeta que se equivocó cuando dijo que ella sería débil.
—No recuerdo que Vegeta dijera eso.
—Seguro lo pensó, pero se arrepentirá.—miró a su hijo, creyendo que él se encargaría de cuidarla en el futuro—todos conocerán los nombres del emperador Freezer y la emperatriz ____, todos sabrán que ellos gobiernan el universo.
—Admita que ya se encariñó con ella.—soltó sin rodeos, logrando que el monarca se sonrojara y desviara la mirada—la paternidad lo tiene sensible, Señor.
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¡HOLA! ¿Alguien se acuerda de esta historia?
¡La estoy corrigiendo! Pero no prometo que actualice seguido :(
Fue la primera historia que publiqué sobre mi hermoso emperador del mal ❤❤❤ Mi forma de escribir en ese tiempo era horrible, era una novata así que es entendible. No digo que ahora sea una profesional, pero mejoré mucho! O eso creo jeje.
¡Les agradecería mucho si vuelven a leerla y a darle tanto cariño como antes! ¡Les prometo que daré lo mejor de mí para que disfruten mucho esta lectura!
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