Una vez termino el pequeño concierto en el lugar hobie bajo y decidió charlar un poco con sus amigos mientras tomaban una bebida mirando a lo lejos a halle mostrarle dos camisas de diferentes tonos de azul para su pequeño oso de peluche a un hombre de gran tamaño y peso, pinta de roquero, plagado de tatuajes por todo el cuerpo, con una gran barba y bigote castaño; ambos sentados en los acolchonado sofá al rededor de la mesa especial para mas de dos personas.

— ¿Cuál es mejor opción? ¿Azul marino o azul eléctrico? — pregunto alzando las dos opciones con sus brazos

El hombre de intimidante aspecto reflexionó seriamente la mejor opción y finalmente eligió la camisa de azul eléctrico.

— ¿Verdad? Es lo que yo digo — dijo sonriendo emocionada

El gran hombre solo asintió con alegría mirándola

— Que suerte ¿No? Debes estar feliz bro, yo me moría de felicidad cuando nacieron mis hijos — dijo el bajista y amigo de hobie llegando apenas dándole algunas palmadas en la espalda al chico punk

— Al menos tú sabías que venían, yo... Yo me estaba me había mentalizado en que no la volvería a ver — Dijo hobie dándole otro trago a su bebida — Además, es irónico que me lo digas cuando fuiste tú quien me corrió de la banda hace años por ser "aburrido" y ahora estamos en la misma situación.

— Las cosas cambian, giros inesperados te hacen cambiar la forma de ver la vida — dijo mirando a la nada con una sonrisa

— Vaya que sabio, un poco más y te doy un bastón — menciona hobie burlón

— Ja ja que divertido — dijo con sarcasmo — ¿Qué hay de su madre? — pregunto con curiosidad señalando a la pequeña que jugaba vencidas con otra persona "ganando"

— Ella... No tengo idea — dijo dando otro trago en voz baja

— sigo sin entender como es que se separaron, eran la pareja perfecta — expreso con una sonrisa el chico

Hobie se quedó callado, con un movimiento de muñeca le dio giros suaves a su vaso mirando a la nada. En un segundo una estampida de recuerdos y melancolía llegaron a su mente.

Por otro lado un hombre musculoso, con una barba de chivo negra que llegaba hasta el final de su cuello, cabello largo del mismo color y estilo completo punk en todo su ser llegaron a la mesa de la pequeña y los amigos de hobie causando que las risas se detuvieran y pusieran su mejor cara de seriedad.

— Que payasadas en serio, dejen de fingir con la niñita. Es mejor que sepa que sin siquiera usar toda la fuerza terminaría con el brazo roto — dijo entre risas recargándose en el espaldar del sofá rosa

— Nadie pidió tu opinión Eric — se quejó el hombre de cabello rosa en picos llamado quest

— No me importa, se ven estúpidos de esta manera tan infantil — crítico Eric entre risas

— Estúpido es una mala palabra — respondió halle enfrentándolo

— No es verdad — le dijo molesto

— Si es verdad — le respondió la pequeña sacando la lengua

— ¡Qué no! — grito poniéndose más cerca cara a cara ya molesto

— Basta los dos — Hobie interfiere quedando en medio de los dos — Levántate ya nos vamos, no es bueno que estés a la 01:00 de la mañana aquí — dijo tomando a su hija de la mano

— Ok ¡Adiós! — Se despidió usando su mano tomando sus cosas y siguiendo a hobie

— ¡Adiós! — respondieron los demás alegres con excepción de Eric

Fuera de la pizzería bar Hobie camino por las calles de camino a casa.

— Si que eres buena para hacerte amiga de todo el mundo — Comento hobie mirándola impresionado

— Tus amigos son amables, algo ingenuos pero al fin amables — respondió alzando los hombros

Hobie asintió dándole la razón y ambos siguieron su camino. Justo a unas cuantas calles de llegar el estómago del mayor comenzó a sonar de hambre.

— Claro no hemos cenado — recordó preocupado

— Yo me comí un sándwich. Oye ¿Te puedo preguntar que es lo que más te gusta? No te conozco de nada — dijo la pequeña con curiosidad

— ammm la música y ayudar a las personas — responde hobie mirando a su al rededor, su preocupación aumento al notar que no había absolutamente nada abierto por la hora.

— ¿Ayudar a las personas? Eso es algo genérico y suena poco sincero — opina la pequeña

— Carajo... Creo que tendremos que cenar en casa. La cosa es esperar que tenga comida — dijo suspirando y ambos siguieron caminando.

Después de unos 10 minutos ambos llegaron a la casa - barco, en cuanto hobie abrió la puerta usando su llave halle entró a toda prisa buscando al felino de color negro.

— ¡Gatito! — grito buscándolo con euforia

Hobie solo rodo los ojos y respiro profundo, recargándose en el marco de la puerta cruzó los brazos y buscó en su mente la respuesta para la pregunta que se había estado repitiendo dentro de si desde hace casi dos o tres horas "¿Como cuidare de ella yo solo?". La niña ya con el gato en brazos (que por cierto no tenía una cara muy alegre, ya que, segundos atrás estaba profundamente dormido arriba del televisor) se acercó a su padre con una mirada tierna.

— Otra pregunta ¿Prácticas algún deporte? — pregunto la niña mirándolo con curiosidad

— Eres muy alta para tu edad ahora que me doy cuenta — dice cerrando la puerta atrás de el y camina hacia la cocina quitándose la chaqueta de cuero para luego lanzarla al sofá.

— Creo que deberías verte en un espejo y mamá dice que la ropa no se lanza a los muebles así nada más — Se quejó la pequeña mirando la chaqueta en el sofá marrón

— Niña en mi casa no hay reglas, trabajé mucho para que así fuera en mi casa y en mi vida — respondió hurgando en la alacena y el refrigerador

— ¿Entonces puedo desayunar, comer y cenar chocolate y hamburguesas...? — pregunta feliz

— De queso ¿No? Bueno tú respuesta a eso es que ahora hay una regla. Comidas controladas y buenas para ti— Respondió hobie sacando algo de pizza fría del refrigerador

— ¿No que no? — dijo burlona entre risas

— ¿Tú mamá no mandó un reglamento o algo así? ¿Indicaciones de como cuidarte? Yo recuerdo que tú piel era delicada igual que ella ¿No hay indicaciones en una lista para eso? Ella solía escribirlo todo — pregunto hobie metiendo todo al microondas

— ammm... No, no hay nada. Solo dejo la nota que ya te mostré — respondió mirando al suelo y soltando al gato para jugar con sus manos

— Que raro, bueno quizás lo olvido. Le pasaba a menudo — menciona el mayor

— No respondiste a mi pregunta de antes — Insistió halle cambiando el tema

— Ammm claro. Deportes ¿No? Bueno, a menos que consideres balancearte por los edificios y correr de policías un deporte — respondió mirándola directamente

— ¿Por qué corres de los policías? — pregunta la pequeña con curiosidad

— Sonará cruel pero es la verdad, por como te ves de grande lo entenderás — respondió fríamente y cuando el microondas sonó sacó la comida ya caliente

La pequeña sin entender solo mira con curiosidad a la nada tratando de analizar esa respuesta.

— ¿Odian a la piel oscura? — pregunto sacando su propia conclusión

— Bingo, creo que no te ha pasado por las influencias de tu madre y la fama de tu abuelo pero si en algún momento te tocará — dijo con una sonrisa cruel

— Eso es horrible — Se quejó la pequeña algo triste

— Es la verdad — respondió sin más — ahora yo tengo una duda para ti ¿Como a tu mamá se le ocurrió que vinieras aquí? ¿Qué hay de tu tío Peter? — pregunto cruzándose de brazos una vez más

— Nadie lo ha visto en 5 años, mi mamá cree que tal vez vive en otro universo — responde con seriedad

— Con wade... — menciona en voz baja — Ok, pero tú mamá también tiene una hermana. María... Marta... Morelia... — dijo tratando de recordar el nombre mirando al suelo con un dedo en el mentón

— Morgan — responde sacándolo de duda

— ¡Eso! Morgan ¿Por qué no fuiste con ella? — pregunta señalándola

— Bueno ¿No te gusta que esté aquí o que? — exige ya algo molesta

— No, mira no quise decir eso es solo que me parece increíble que tú mamá decidiera mandarte aquí — aclara tratando de calmarla

— ¿Y por qué no habría de hacerlo? — reclama igual de molesta

— porque no lo hizo en años y no quedamos en la mejor manera la ultima vez que la vi — respondé

— Pues aunque no te guste que esté aquí, yo me voy a quedar aquí y te aguantas — dijo la pequeña indignada sentándose en el sofá y volviendo a abrazar a su oso de playera azul eléctrico

— Eso no fue lo que quise decir — contradice

"Es igual a ella en carácter" piensa sirviéndole le cena poniendo el plato de pizza caliente en la mesa frente el sofá.

— Mira, mejor hay que calmarnos y cenar para ya ir a dormir, es bastante tarde y no es bueno que sigas despierta — explica dándole la primera mordida a su rebanada

La pequeña sin ninguna queja comienza a comer tomando su rebanada y dándole una mordida igual.

Hobie enciende la televisión pero luego de ver el contenido adulto en ella, por la hora, la apaga de inmediato y lanza el control remoto lejos.

"Malditas televisoras ¿No pueden aunque sea pasar una película común como "Godzilla" o algo así?" Pensó hobie quejandose y continua comiendo

— Mamá tenía razón cuando dijo que te gustaba mucho la pizza — dijo la pequeña mirándolo

— Si bueno, también es una de las comidas más accesibles que tengo — explicó

Pronto el chico punk siente la garganta secarse y con algunas molestias por la pizza en ella, con su telaraña dispara hacia una lata de refresco que había en la barra de la cocina y la jala hacia su mano atrapandola al final para poder beber de ella.

— WoW, hace tiempo que no hago eso — dice halle mirándolo asombrada

— ¿Y eso por qué? — pregunta confundido con la boca llena

— Primero, no comas con la boca llena; segundo, dice que cuando haces eso se tiran muchas cosas en el proceso — explica

— ¡No es cierto! — responde indignado sin poder creerlo — ella hace lo mismo — dijo dándole un sorbo más a su bebida

— Si pero me lo tiene prohibido desde que tire por accidente su computadora — dijo con culpa

— aún así no está bien, creo que en vez de prohibirtelo debió enseñarte como hacerlo de forma correcta — dijo hobie con seriedad

La pequeña no dijo nada y continuo comiendo al igual que su papá.

Luego de que la niña tomara un baño hobie puso una almohada y la manta que halle ya tenía en el sofá acomodandolo de forma que pudiera dormir ahí sin problemas, luego saca teléfono del bolsillo de su pantalón y mira la pantalla.

— 4 de la mañana, si ella supiera me mataría — menciona

— ¿Ella es mi mamá? — pregunta sorprendida ya en pijama jalando el brazo de hobie hacia abajo para poder ver mejor

Hobie tenía en su pantalla de bloqueo una foto de ambos, foto que ella tomó la semana que vivieron juntos cuando se conocieron y quedó atrapada en su universo.

— si, fue hace como 10 años — explicó mostrándole

— ¡Quiero ver! — exige quitándole el teléfono de la mano para mirar mejor — no tiene tatuajes ni aretes — observa

— Oye devuélveme eso — reclama quitándole el teléfono de las manos y volviéndolo a guardar en su bolsillo — mejor acuéstate ya para dormir

— Pero no me has leído un cuento — pide acostándose y acurrucándose en la manta

— ¿Un cuento? Claro, un cuento — se sienta en el sofá y pensativo dice lo primero que se le ocurre — ammm erase una vez un tonto rosado que se durmió fin, a dormir — dijo volviéndose a poner de pie

— ¡Ese cuento no me gustó nada! — reclama nada contenta

— ¿Qué? Era tu cuento favorito —

La niña lo mira haciéndole un puchero de enojo. Hobie rodo los ojos y suspiro para luego volver a sentarse a lado de ella.

— A ver... No soy bueno para esto — dijo acariciando detrás de su cuello nervioso

— Solo cuenta algo lindo — pidió en un bostezo tallando uno de sus ojos con cansancio

— Algo lindo, ok.... — piensa mirando al techo, cruzando sus manos y moviendo un poco su pierna para concentrase — Bueno ¿Qué tal el patito feo? — pregunta mirándola

— claro — dijo sin más mirándolo

— bueno, ya casi ni me acuerdo cómo iba. Bien, era se una vez una patito — comenzó a contar

— ¡Así no va! — dijo entre risas

— Lo estoy haciendo interesante, escucha — explicó haciéndole algo de cosquillas — pon atención. Era una patita, tenía muchos hermanos... ¡No! Primos, si primos. Ella vivía con su tía y su gran cantidad de primos. Está patita no era diferente por ser fea, era diferente porque se caracterizaba por ser muy inteligente, mientras que sus primos estaban todos tontos — le cuenta sonriéndole

La pequeña se ríe y escucha con atención. Hobie bosteza pero aún así sigue contando.

— Un día nadando por el lago la tía pato se topa con una división del lago en dos caminos. Uno estaba muy rocoso por azares de la naturaleza pero pasando todo ese obstáculo al final se podía ver que el lago volvía a estar bien mientras que el otro lado se veía seguro pero por la dimensión del agua al final se podía ver como que caía en cascada en picada y no era seguro — cuenta entretenido hasta que es interrumpido

— Eso no tiene sentido — dice la pequeña a confundida

— ¿Te parece con sentido que en otro cuento un lobo se come a una anciana y la anciana sigue viva dentro de su estómago? — Le pregunta hobie

— Bueno si es cierto — dice dándole la razón

— Ok continuo, la pequeña patita al notar esto se dio cuenta que la mejor opción era el camino rocoso así que se fue por ahí creyendo que su familia tomaría la misma decisión y la seguirían. Pero al cruzar las rocas se dio cuenta de que los demás se fueron por el otro lado y se calleron por la cascada y se murieron todos por tontos quedando solo ella, muy triste la patita no tuvo otra opción que seguir su camino — termino de contar y una vez más volvio a ser interrumpido

— Hobie, tú no sabes contar cuentos — se queja negando con la cabeza

— Vamos fue una buena historia, con moraleja y todo. Confía en tu intuición y no le hagas caso a los demás — dice defendiéndose

— Eres muy malo — la pequeña se sienta a lado de él — mira te contaré uno y así sabrás cómo es un buen cuento, pudiendo mejorar en el futuro — le dice con una sonrisa

— Amor ya me quiero dormir — se queja recargándose por completo en el sofá

— Escúchame — ordena cruzándose de brazos como el suele hacerlo

Hobie suspira y acepta sin otra opción.

— Bueno, había una vez una princesa con muchos vestidos de colores, cada color le daba un poder diferente que ella usaba para el bien. Pues, era una princesa pero también una heroína. El vestido azul la hacía desaparecer, lo que le complicaba las cosas a su enemigo pues no podía combatir si no la veía — contaba alegremente hasta que sintió las profundas respiraciones de hobie al quedarse dormido

Entre risas halle toma su manta y su almohada y camina hasta la habitación de hobie para dormir en la cama del chico en vez del sofá, una vez más había ganado.