Ayude a Maryjane a llegar a la azotea que era donde estaba el barco. Cuando ambas entramos Gwen ya no estaba ahí y Hobie se encontraba recargado en la pared de la sala mirando al suelo de forma sería. Por el ruido de mis botas volteo a verme por lo tanto noto la presencia de la pelirroja que estaba a mi lado, inmediatamente se puso helado.

- Mary... - dijo mirándola de pies a cabeza sin poder creer que estaba ahí.

- Hola Hobie - lo saludo con la mano dándole una sonrisa tierna que me estaba causando jaqueca

- ¿Qué haces aquí? - pregunto claramente confundido, la visita de aquella chica era completamente inesperada para el.

- mi amor ¿Por qué no vas con tu tío pavirt un rato? - le dije a mi niña llevándola a mi habitación donde abrí un portal al universo de pavirt

- ¿Tío qué? - dijo la pelirroja

- Pregunté que haces aquí Mary, creí haberte dejado claro que no quería volver a verte - le reclamó alterado

- Veo que si es verdad, te casaste - agregó notando los anillos de boda en la mano de hobie - entonces esa niña... -

- Es mi hija, deja de darle vueltas al asunto ¿Qué haces aquí? - interrumpió aún con reclamos

- Lo que pasa es que... -

Una vez la niña estuvo lejos interrumpí a la chica con mi llegada a pasos furiosos y quedando frente a Hobie le di una bofetada en el rostro

- ¡Hey! ¡¿qué sucede contigo?! - me gritó molesto y confundido

- ¡¿cuándo ibas a decirme que tú ya tenías un hijo?! ¡dime Hobart! ¡¿cuando?! - reclamé ardiendo de furia y decepción

- ¿De qué estás hablando? -

- ¡Yo era capaz de abortar con tal de seguir contigo! ¡Cuando tuve mi primer susto de embarazo fui a un maldito hospital para abortar y que no me dejaras porque yo quería ser feliz contigo y tú no querías tener hijos! ¡¿ahora resulta que ya tenías un hijo desde que nos conocimos prácticamente?! ¡¿Por qué me mentiste de esa manera?! ¡¿que te ganabas co no eso?! - le grité y reclamé con lágrimas en los ojos y un corazón roto —

— Amor, amor calmate ¿De qué hablas? Yo solo tengo a halle nada más — explico tratando de calmarme

— De hecho eso no es del todo cierto — interrumpió Mary

Hobie confundido me puso tras de él y miro con enojo a su ex novia

— En este momento me vas a explicar de qué estás hablando Mary — exigió lleno de ira

— ¡No hay nada que explicar! Terminaste con ella porque quedó embarazada ¡¿a mí para que me querías entonces?! — seguí reclamándole

— ¿Qué? Yo no la termine por eso — voltea a ver a Mary — si termine contigo fue porque ya no toleraba tu maldita actitud. Desde que te volviste famosa te hiciste insoportable pero tú nunca me dijiste que habías quedado embarazada — reclamo hobie a la pelirroja

— Porque tú me habías dicho que no querías nada serio. No creías en el matrimonio y mucho menos querías ser padre. Pero cuando supe que... —

Se quedó callada sin terminar su frase a lo que yo sospeche sobre la situación.

— Ya sabías que estaba casado ¿No es así? Te enteraste de que conmigo si quizo formalizar y viniste a confesar sobre tu hijo cómo venganza por el coraje ¿No? — dije descubriendo su farsa

— Bueno yo... No lo... No es... —  tartamudeo Mary nerviosa

— Mary escucha, hasta que no tengas una prueba de paternidad no voy a creer ni una sola palabra tuya porque eso es imposible — dijo hobie muy molesto

— Es que si la tengo — dijo Mary en voz baja.

Saco una carpeta con un documento dentro y nos la mostró. Hobie la tomo en sus manos y abriendo la carpeta ambos miramos su contenido. Le quité la carpeta y al leer lo que decía mi enojo explotó y la lance al suelo con fuerza para luego irme a la habitación.

— Amor ¡Espera! — me dijo alzando la voz pero yo lo ignore azotando la puerta en cuanto entre.

Hobie molesto recogió el documento del suelo y se lo dio a Mary dándole un empujón en el proceso.

— Lárgate, no me necesitaste antes no me busques ahora — le ordenó señalando la puerta sin verla a los ojos

— No creo que quieras tratarme así hobie, yo tengo contactos y se muchas de ti. Tienes bastantes motivos para estar encarcelado, esto —mostrando la carpeta — no sería más que un motivo más para que tu esposa termine siendo madre soltera. Ten cuidado con lo que haces Hobart. — advirtió Mary para luego irse de ahí

— ¡Ni creas que te ayudaré a bajar ¡¿eh?!! — le gritó cerrando la puerta de entrada

Luego se respirar profundo cubriendo su rostro con sus manos y subirlas hasta su cabello va a la habitación de ambos. Abre la puerta y me mira sentada a los pies de la cama sollozando en silencio.

— ____ — me dijo en voz baja

— creo que ahora entiendo porque ponías esos límites antes. De no ser por mí o por Mary tu ahora serías solo un hombre tranquilo, sin ninguna preocupación más que ser Spiderman y aún teniendo a tu banda contigo. Pero llegué yo, nos casamos, te di una hija y ahora ambos estamos teniendo problemas que no tu ni yo pedimos — dije con la voz quebrada y los ojos húmedos

— amor no digas eso. Las cosas no son así — dijo sentándose a mi lado

— ¡Claro que sí es así! ¡Todo se arruinó, todo se jodió en el momento en que caí en tu universo y nos conocimos! Miguel tenía razón esto no debió pasar — me puse de pie exaltada

— ¿Te estás escuchando a ti misma? Le estás dando la razón al idiota de Miguel —

— ¡Porque así es! Tu ya no eres igual que antes y eso me duele. Me duele como no tienes idea el hecho de que tuvieras que cambiar tanto pro culpa mía cuando tú siempre seguiste tu ideal de ser libre y siempre ser tu mismo a pesar de lo que los demás decían. ¡Y ahora...! Maldición, ahora ya no siquiera sigues tus propios sueños o metas. Ya todo se basa en mi y la niña ¡Y no! También debes pensar en ti y nada de esto ayuda — grité llorando de desesperación.

— amor... ¿desde cuándo te sientes así?  — pregunto tomando mis manos para evitar que siguiera moviéndolas en el aire sin sentido

— desde hace días tenía la idea pero ayer lo tuve claro cuando renunciaste a tu banda. Que hicieras eso me hizo entender que habías renunciado a ti mismo y yo no quiero eso Hobie — me solté de su agarre y limpie las lagrimas en mis ojos tratando de calmarme

— Hey, las cosas no son así. Escucha yo... —

— Lo mejor será divorciarnos, por mí bien y más por el tuyo — Dije de forma directa y de golpe interrumpiéndolo