Capítulo X: Ochako Uraraka
Advertencia: Capítulo bastante gráfico y crudo.
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Vemos a Izuku, con su suéter gris, su gorro, sus lentes sin vidrio, sus jeans desgastados, sus zapatos (mucho más rojos que nunca), y una mascarilla. Estaba rodeado de gente, en una estación de metro.
Hace unas semanas que Tenya Iida había muerto. Cuando encontraron el cuerpo, junto al de Stain y Native, todo el mundo se conmocionó. No habían descubierto el responsable, pero la mente colectiva pensaba ya en un culpable, debido a la brutalidad del ataque.
La U.A recibió muchas críticas, pero al final todos se volcaron contra la agencia de Manual, el héroe encargado de Tenya durante la pasantía.
La U.A había entrado en duelo por la muerte de su estudiante, pero ya habían vuelto a su horario normal.
El metro arribó y la gente comenzó a salir y a entrar.
Izuku alzó la vista y la vio.
Chica castaña, cabello corto, ojos castaños, sonrojo perpetuo. Era imposible no reconocerla.
Izuku sonrió y salió caminando, como si fuera para el metro.
Cuando pasó junto a la castaña, se aseguró de fingir estar viendo su teléfono, para chocar contra ella.
—Perdón—Susurró él.
—Claro, no pasa nada—Dijo ella, amable.
Ese pequeño instante de momento en que ambos chocaron fue más que suficiente para que un pedazo de Venom saliera de Izuku y se metiera en Ochako de manera imperceptible.
...
Un día más de clases terminaba.
Ya no era lo mismo, claro.
Desde la muerte de Iida, su mejor amigo, los días eran más tristes para Ochako. Pero por lo menos tenía a Tsu, su mejor amiga, a Mina, a Momo y a los demás.
Katsuki Bakugo, el segundo más fuerte de su salón, había captado su atención recientemente. No de manera romántica ni mucho menos. Pero le preocupaba verlo así. Antes de la U.S.J, el era arrogante y hasta malo. Pero, luego de la U.S.J. El parecía más callado, no alzaba la voz, no hablaba con nadie. Se la pasaba sumido en sus pensamientos.
Sin embargo no era su amigo, así que no sabía cómo acercársele para preguntarle qué le pasaba.
La campana sonó y todos salieron.
Poco a poco, a la caravana de estudiantes se fueron añadiendo más y más chicos y chicas.
Todos caminaban de manera ordenada, sin aplastar a nadie.
Finalmente, llegaron a un pasillo cuyas paredes estaban recubiertas de paneles de vidrio.
Y, en ese momento, Ochako sintió un "¡Click!" dentro de su cabeza, como si un interruptor se hubiera activado de repente.
Durante todas estas horas, el pedazo de Venom que estaba dentro de ella se había dirigido a su cerebro, a su lóbulo frontal, y había comenzado a matar las neuronas encargadas de su movilidad.
Ella no lo notó, pues Venom cada vez que mataba una neurona la reemplazaba con un trozo de él, encargándose de conducir la electricidad de las neuronas como lo haría una neurona normal.
Hasta ese momento.
Venom comenzó a desviar los pulsos eléctricos, obligando a Ochako a moverse hacia los paneles de vidrio.
—¿Ocha?—Dijo Tsu, al verla desviarse.
La castaña puso sus manos sobre el vidrio.
"¿Qué está pasando?". Pensó ella.
"Armamos un Show, niña~"
Ochako sintió su corazón latir con terror al oír la segunda voz en su cabeza.
Y entonces sintió algo más.
Dolor.
Su cabeza se hizo para atrás y, con un movimiento rápido, se estrelló contra el vidrio.
—¡Ochako!—Gritó Tsu, seguida de varias de sus compañeras.
El sonido alertó a todos.
—N-no...—Susurró Ochako, con miedo, mientras su cabeza repetía el movimiento.
No podía controlar su cuerpo, más allá de su boca.
—¡ALGUIEN VAYA POR LOS PROFESORES!—Oyó gritar a alguien.
Sintió como alguien la tomaba.
—¡Ochako!—Gritó Tsuyu, revelándose como la que la había tomado—. ¡Detente!
—T-Tsu...—Susurró ella, antes de volver a estrellar su cabeza contra el vidrio—. A... Ayuda...mé...
Pero, en contradicción a su petición, Ochako, manejada por su titiritero invisible, tocó a Tsuyu con sus cinco dedos, causando que la chica de cabello verde flotara en el aire. Luego, con un empujón, la apartó.
—¡Ochako!—Gritó Mina, mientras ella y Momo iban a intentar separarla del vidrio cuando se volvió a golpear contra este.
Otros estudiantes fueron a socorrer a Tsuyu, pues esta se había golpeado la cabeza contra la pared contraria al ser lanzada por Ochako. Otros tantos habían salido corriendo a buscar a los profesores.
Y algunos directamente se quedaron congelados, sin saber qué hacer. Entre ellos Katsuki.
Algo dentro de él estaba lleno de miedo.
Algo dentro de él le decía que él era el culpable. Que él había causado todo esto.
No supo por qué tenía esa sensación hasta unos momentos después.
Ochako mandó a volar a las chicas de la misma manera que con Tsuyu.
Y siguió golpeando su cabeza contra el vidrio.
A pesar de lo fuerte que este era, ella se golpeaba con tal fuerza que este se comenzó a romper.
A los pocos segundos sintió una calidez en su frente.
Era sangre.
Pero ni así dejó de golpearse.
La tomaron.
Los tocó.
Los mandó a volar.
Se golpeó contra el vidrio.
El vidrio se agrietó.
Su frente sangró.
Ella rogó por ayuda.
La tomaron.
Los tocó.
Los mandó a volar.
Se golpeó contra el vidrio.
El vidrio se agrietó.
Su frente sangró.
Ella rogó por ayuda.
La tomaron.
Los tocó.
Los mandó a volar.
Se golpeó contra el vidrio.
El vidrio se agrietó.
Su frente sangró.
Ella rogó por ayuda.
...
Pero nadie vino.
Su cara estaba completamente llena de sangre.
Y el vidrio estaba agrietado.
Y solo bastó con un golpe más para que se rompiera.
Un agujero se formó.
No era tan grande.
Pero era perfecto.
—O-Ochako...—Dijo Tsuyu, con miedo, mientras unos chicos de general la retenían para evitar que se lastimara, pues ella era la que más veces intentó parar a Ochako, y por eso había terminado muy lastimada—. ¡¿DÓNDE ESTÁN LOS PROFESORES?!—Gritó, con lágrimas en los ojos.
—T-Tsu...—Dijo Ochako, llorando.
Y entonces atravesó el agujero.
—¡OCHAKO!
Con un estruendo, la chica castaña cayó hasta el suelo, pues el pasillo estaba elevado.
—¡NOOOO!—Gritó Tsuyu y se liberó del agarre para asomarse al hoyo.
Varios se asomaron con ella, llenos de miedo.
Katsuki se acercó también.
Para su sorpresa, la chica se levantó.
—E-está viva—Dijo Tsuyu.
Pero el alivio duró poco.
La castaña se arrodilló y comenzó a golpear su rostro contra el asfalto.
Una.
Dos.
Tres.
Sangre.
Cuatro.
Cinco.
Seis.
Gritos.
Siete.
Ocho.
Nueve.
Hueso.
Diez.
Alaridos.
—¡¿Dónde está?!—Vociferó un hombre de cabello largo y desgreñado.
Era Eraserhead, el héroe que había luchado contra Shigaraki en la U.S.J. Y era el tutor de la clase 1-A, y por ende, de Ochako.
Al verla, un nudo se le formó en la garganta.
Miró abajó en el agujero.
Y se lanzó, usando sus vendas para parar su caída, al enredarlas en el vidrio roto.
Mientras, Ochako seguía golpeándose contra el suelo, completamente llena de sangre, con el líquido rojo deslizándose al ser limpiado por las lágrimas.
—Ayu... A...—No podía ni hablar de lo lastimada que estaba ya.
Aizawa lanzó sus vendas y la enredó.
—¡DETENTE, URARAKA!
Ochako logró voltear a verlo.
Y Aizawa se sintió palidecer.
Los constantes golpes de la chica habían hecho mella, desfigurando su rostro, apenas reconocible bajo toda la sangre.
Entonces Aizawa sintió como el cuerpo de Ochako dejó de oponer resistencia y se volvió flácido.
Asustado, Aizawa la soltó y fue a verla.
—Uraraka, ¡Uraraka!—La llamó, moviéndola.
La chica abrió los ojos.
Pero parecía no oír a Aizawa.
Tocó al profesor con una mano, usando sus cinco dedos, y lo mandó a volar.
—Per...dón...
—¡URARAKA!
La chica se levantó.
Y comenzó a retorcerse.
Encorvándose hacia adelante, la chica comenzó a vomitar sangre.
En su espalda comenzó a marcarse el contorno de su columna vertebral.
Y; con el sonido de carne desgarrándose, huesos rompiéndose y sangre chorreando; la columna vertebral desgarró la carne de Ochako desde dentro y salió de su cuerpo.
Por el agujero dejado comenzó a salir líquido.
Lo que Ochako vomitaba no era solo sangre.
Tal como un insecto picado por una araña, su interior se había liquidificado, solamente estando viva gracias a la parte de Venom dentro de ella.
Encorvándose hacia atrás, las costillas de Ochako comenzaron a marcarse.
Y, desgarrando su carne desde dentro, la caja torácica de Ochako se abrió por el medio, chorreando el interior liquidificado de Ochako.
Ochako finalmente cayó al suelo, completamente irreconocible.
Finalmente, estando en el suelo, convulsionó y Venom salió de ella.
—¡OCHAKO!—Gritaron en medio de llantos y lágrimas sus compañeros.
Aizawa sintió su estómago retorcerse y su corazón doliendo.
Algunos otros estudiantes no podían siquiera ver la escena, otros al verlo se habían desmayado o puesto a vomitar.
Pero Katsuki se fijó en el líquido negro que salió de Ochako.
—¡YAOYOROZU!—Llamó—. ¡DAME UN FRASCO, RÁPIDO!
—¡DEJA DE SER ASÍ!—Gritó la de cabello azabache—. ¡NO VES LO QUÉ PA-!
—¡POR ESO LO PIDO!
Momo vio algo en sus ojos. No estaba enojado. Estaba asustado.
De un brazo de la chica salió un frasco de vidrio con su tapa.
Katsuki lo tomó y se lanzó por el agujero, con su mirada fija en el trozo de Venom que intentaba esconderse.
—¡TE TENGO!—Usó sus explosiones para ir contra el pedazo de Venom a toda velocidad y encerrarlo en el frasco, tras quitarle la tapa.
Puso el recipiente sobre el trozo de Venom y, en un movimiento rápido, lo volteó y le puso la tapa.
—Profesor—Llamó, sin voltear a ver el cadáver—. Encontré al responsable.
...
"Capturaron el trozo de mi que fue con esa chica"
Izuku estaba comiendo helado en una casa abandonada que encontró en la ciudad de Shibuya, adonde había huido.
—Bueno... Supongo que después de lo que le hiciste a esa chica tendrán demasiado miedo para venir a buscarnos inmediatamente—Tomó una cucharada de helado—. Casi m siento mal por ella...—Sonrió—. ¡JA! Si, claro...
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Le dedico este capítulo a @quierocomermilanesa y a @benjamin232aguilera :]
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