Capítulo 5
— ¿Quién eres?
"El amor de tu vida" contestó el alfa en su cabeza, sorprendiéndose a sí mismo por aquel pensamiento descabellado.
En cambio, trató de hablar para presentarse, pero las palabras se negaron a salir. Parecía que decenas de filosas agujas habían sido insertadas en su garganta, provocando una sequedad dolorosa. Su rostro se desfiguró en una mueca de dolor, todo su cuerpo era víctima de un inmenso e insospechado dolor.
El contrario, al percatarse de ello, le acercó un vaso con agua, el cual el alfa agradeció mudamente. Era como una primera lluvia en un desierto después de años de sequía, casi logró distinguir cómo su barra de energía se recargaba en instantes con esa pequeña acción.
Suspiró profundo, llenando sus doloridos pulmones de glorioso oxígeno mientras se deleitaba un poco con la excelente iluminación de la habitación.
—Soy Jeon Jungkook. —contestó con simpleza.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó el omega de nuevo.
Jungkook llevó sus ojos a los de su contrario, quien mantenía una mueca sería. ¿Qué hacía él ahí? Esa era una excelente pregunta. Ni siquiera sabía dónde estaba.
–Eso es lo que yo mismo me pregunto.
— ¿A qué te refieres?
-Desperté en medio del bosque-respondió-No tengo ni la menor idea de cómo fue que llegué ahí. Mucho menos de dónde estoy.
-¿Estás tratando de decir que apareciste por arte de magia?-preguntó escéptico, levantando una ceja en el transcurso. Nadie llegaba a aquella ubicación por haberse perdido. Nadie.
-Es posible-respondió con pinceladas picarescas, casi soltando una carcajada ante la mueca de disgusto de su contrario. Casi.
Una fuerte punzada de dolor en su torso le hizo recordar la inesperada herida que justo ahora poseía, sin razón aparente, arrebatándole un jadeo dolorido.
-Será mejor que por ahora no hagas esfuerzo, esa herida no se curará sola-El omega avanzó unos pocos pasos, comprendiendo que el alfa era inofensivo en esa condición, pero aún sin animarse a acercarse demasiado.
-¿Por qué tengo una herida?-preguntó finalmente, mientras llevaba su izquierda a tantear el vendaje que se encontraba cuidadosamente colocado en él, logrando sentir una nueva punzada dolorosa. Era una herida grande, una que comenzaba desde su pectoral izquierdo hasta su cintura, provocando un abrumante dolor en toda la zona circundante.
El omega boqueó, encontrándose a punto de darle una respuesta, cuando la puerta fue abierta de imprevisto, mostrando a un chico de piel bronceada, cabello castaño y firmes músculos en sus brazos que lograban ser visualizados debido a la camisa a cuadros a manga corta que portaba.
-¿Le ha hecho algo, joven?-cuestionó dirigiéndose respetuosamente al omega.
-No, en lo absoluto.-un ademán fue la invitación del que claramente era un alfa, para entrar en la habitación.-Despertó hace unos minutos apenas, creo que deberías explicarle el porqué de su herida-comentó, entrecerrando los ojos en su dirección en las últimas palabras.
-Por supuesto.
Jungkook, por su parte, sólo era testigo de la charla que mantenían los individuos frente a él, intercambiando oraciones sobre su persona como si no se encontrara presente. Frunció el ceño ante lo último, pero decidiendo mantenerse al margen.
El alfa recién llegado se acercó hacia su persona, posicionándose frente al omega, en una clara muestra de protección.
—Mi nombre es Kim Namjoon, trabajo en este lugar. Pido una disculpa por la herida—comenzó el hombre, descolocando a Jungkook, pues esperaba palabras más hostiles —Te encontramos inconsciente en medio del bosque, a unos cuantos kilómetros de aquí. —Relató—uno de mis compañeros se salió de control al encontrar a un intruso en nuestras tierras, y como se encontraba en su forma lo una, terminó por arremeter en tu contra. Por fortuna, la herida no fue profunda, por lo que ninguno de sus órganos sufrió fuertes daños.
— ¿Acaso tienen conocimiento de quién soy? ¿Cómo pueden llegar a morder a una persona desconocida? Deberían de controlar a sus animales—Refunfuñó, mandando una mirada envenenada a los contrarios ahora que sabía que se encontraba en ese estado por su culpa.
—Le pido respeto hacia las personas por las que se encuentra aquí. Usted debe de saber que no somos animales—mencionó el omega con un atisbo de molestia.
Jungkook conectó sus ojos con los del omega, iniciando una batalla de miradas. Si en un inicio le había parecido hermoso aquel espécimen, había llegado a la conclusión de que su carácter y el de él simplemente no conectaban. Definitivamente no podría llevarse bien con una persona así.
—Pues no lo aparentan, es decir, con esas pintas y este maldito lugar... —comentó despectivo
— ¿Cómo te atreves a decirnos eso cuando fue gracias a nosotros que estas aquí, bajo un techo y en una cómoda y cálida cama y no muriendo de hipotermia en el bosque?—dijo el omega sumamente indignado, subiendo unos cuantos decibeles su voz.
—Qué casualidad que no menciones que también es por ustedes que ahora tengo una herida en el torso—contraatacó aumentando el tono igualmente — ¡Una herida de este tipo podría matarme!
El contrario boqueó dispuesto a continuar con aquel debate, no obstante Namjoon levantó la mano tranquilamente en medio de los dos, dirigiendo una mirada a ambos, en una clara orden de que se detuvieran.
—Ha sido suficiente. Creo que nuestro invitado debería de descansar y reponer fuerzas—Namjoon trataba de mantener la calma, puesto que aunque el desconocido no le influyera gran confianza, debía de reconocer que tenía un punto. Simplemente no se podía ir por la vida mordiendo al primero que se cruce en frente. —Después encontrarán un momento para continuar peleando.
Suspiraron rendidos, comprendiendo que no era momento.
—Creo que es mejor que coma antes de que continúe con su reposo—mencionó el omega, más tranquilo.
—Concuerdo. Jungkook, es así como te llamas ¿Cierto? —cuestionó dirigiéndose al alfa, el cual asintió sin despegar la vista del omega, el mismo que volteaba molesto a al rincón opuesto a él, buscando no dirigirle la mirada—De nuestra cuenta corre el que te recuperes, es lo mínimo que podemos hacer debido a nuestro descuido. No obstante, temo que una vez te hayas recuperado, no podremos hacer nada más.
—No será necesario que se tomen demasiadas molestias. Yo mismo no poseo deseos de quedarme en este lugar.
—Bien. También hay otros temas que tratar, pero creo que eso tendrá que esperar hasta mañana. Por lo mientras, te traeremos comida en unos minutos.
—Está bien. —se limitó a contestar, mientras cerraba los ojos, tratando de ignorar el punzante dolor del que era preso.
Escuchó los pesados pasos del alfa alejarse de la habitación, y soltó un suspiro cansado. En definitiva su cuerpo y mente no habían encontrado descanso, a pesar de que se encontrase en reposo durante un tiempo considerable.
Abrió nuevamente los ojos, observando el limpio techo de madera, el cual era pincelado por los tenues rayos del sol. El ambiente, sin considerar a otras personas, transmitía una paz sin precedentes, el extraño sonido de el correr del aire, aquel otro tan poco común de el canto de las aves, el sonido del silencio, que irónicamente podía percibir, era tan molesto.
No soportaba tanta tranquilidad. "¿Dónde había quedado el bullicio, los autos, las máquinas?" Se preguntó de nueva cuenta.
Un ruido sordo le desconcentró de sus pensamientos. Regresó la vista a la habitación, llevándose una sorpresa a encontrar la presencia del omega aún en la habitación, a la misma distancia.
—Pensé que ya te habías ido—dijo tranquilo, siendo aquellas palabras apenas un poco más que un susurro.
—Tenía que asegurarme que no hicieras algo estúpido —contestó a la defensiva. Jungkook esbozó una sonrisa, la cual desapareció a unos instantes, pero que se robó la atención del contrario en instantes.
—Tranquilo, aunque quisiera no podría hacerlo—desvío su vista a las blancas cortinas qué cubrían el amplio ventanal a su izquierda, manteniendo su mente en blanco. Sabía que el omega le observaba, tenía aquella sensación tan característica, pero no sabía cómo iniciar una conversación sin que el contrario se lo tomara a mal, es decir, parecía ser del tipo irascible, aquel que nada le parecía y era increíblemente exigente. Tal y como él. Justo por eso no podrían congeniar, estaba seguro que terminarían chocando.
Además, ni siquiera sabía su nombre.
Frunció el ceño de pronto, cuando escuchó que dio dos pasos más cerca de él. Creyó que diría algo, pero simplemente el silencio permanecía. Uno incómodo e indeseado.
— ¿Cómo te llamas, omega? —preguntó sin voltear a verlo.
—K-Kim—carraspeó— Kim Taehyung
— ¿Qué es este lugar?
—Es un viñedo. —contestó con simpleza. Jungkook terminó por observarlo, notando que había relajado sus expresiones. Parecía como si tuviese ganas de acercarse, pero no se atreviese.
—No sabía que en Corea hubiesen viñedos —hizo un nuevo intento por levantarse, eliminando la idea de que no podía hacerse el fuerte. La herida dolía como la mierda.
—Las frutas que son necesarias solo se pueden encontrar en esta región del país, por lo que son muy pocos los inversionistas deciden dar su dinero en este terreno. No suelen ver gran potencial. —comentó Taehyung, disminuyendo su voz cada vez.
Se mantuvieron unos momentos en silencio, sin dirigirse miradas, sin intercambiar palabras. Sólo escuchando. Sólo permaneciendo. Sólo disfrutando del sonido de la tranquilidad.
Hasta que Jungkook dejó de soportarlo. Se removió incómodo, tratando de generar ruido. No soportaba el silencio.
Miró desesperado a su alrededor. No tenía su celular, no había ningún televisor, ni ningún otro instrumento que generara ondas sonoras.
— ¿Qué haces? —Taehyung había observado cómo Jeon observaba impaciente a su alrededor, un comportamiento extraño para alguien que hasta hace unos momento atrás, se encontraba en total serenidad.
—No me gusta el silencio—respondió, tratando de ocultar el gruñido de inconformidad que estuvo a punto de salir de su pecho.
—Una lástima, Jeon. —Taehyung trataba de ocultar una sonrisa de burla—Durante tu estadía en este lugar, encontrarás mucha.
El alfa bufó asqueado, no encontrando tentador aquella información. En el fondo sabía que era obvio, pero escuchar que un ajeno se lo decía era distinto.
Pronto, pudieron identificar el sonido de pasos, que cada vez se volvían más fuertes, haciéndoles saber que alguien se acercaba. Poco después, la puerta fue abierta, dejando a la vista a Namjoon, quien sostenía una charola de madera con comida.
—Come. Debes de recuperarte pronto—dijo el alfa recién llegado, dejando la charola a su lado. Después se dirigió al omega. —Joven Taehyung, su presencia es requerida en el salón —Lo que parecía ser una inusual formalidad, según el azabache, relucía en la voz de Namjoon. ¿El omega era alguien importante en ese lugar?
—Está bien—respondió cortésmente —En un momento estaré ahí. Puedes retirarte Nam.
El alfa hizo una suave inclinación respetuosa y salió de la habitación, dejándolos nuevamente a solas. Jungkook creyó que después de unos minutos, Taehyung se marcaría, sin embargo, parecía negarse a dejar su lugar.
— ¿No deberías de ir al salón? —preguntó cuándo comenzó a incomodarse debido a ser víctima de su fija mirada.
—Jungkook, y-yo... —comenzó titubeante.
— ¿Tú...? —presionó Jungkook cuando el omega no prosiguió.
—N-no, no es nada—negó —Disfruta de tu comida—agregó antes de marcharse finalmente. Quizá pudo haber sido un efecto de la luz contra la piel del omega, pero Jungkook casi pudo jurar haber divisado un sonrojo en sus suaves mejillas justo antes de que cerrara la puerta.
—Taehyung —murmuró para sí mismo. Saboreando el nombre en su boca, degustando el sabor de cada una de las letras contra su paladar.
El omega era extraño. No había otra forma de describirlo.
...
— ¿Hay algo?
— ¡No! ¡Se lo tragó la maldita tierra! —Yoongi estaba colérico. Su olor asfixiaba a cualquiera que estuviese cerca de él por más de unos minutos.
Y no era para menos. Jeon Jungkook se había evaporado. Absolutamente nadie parecía haberlo visto después de la reunión, de la cual salió echando humo.
Daba uno "no" rotundo ante la declaración qué había dado el imbécil de Baekhyun cuando se vio obligado a dar una respuesta.
"Huyó. No pudo soportarlo. Se alejó con el rabo entre las patas, justo como un cobarde"
Sabía que hasta cierto punto aquellas palabras tenían razón. Pero él lo conocía mejor que cualquier otro. Jungkook jamás se atrevería a dejarlo todo, lo más que podría atreverse a hacer era a tomar cinco minutos, donde despejara su cabeza para después regresar.
Observó una vez más el departamento del aludido, como si esperara que de pronto saliera por la puerta de su habitación, dispuesto a darles una muy buena explicación a esa absurda situación que les hacía pasar.
El muy desgraciado había sido visto por última vez hace tres noches, en un antro de mala muerte. Los testigos que fueron entrevistados, como el barman, sólo decían que el chico se perdió de su vista cuando una revuelta de origen desconocido comenzó en el lugar, y como dato adicional, también había llegado a sus oídos el que el alfa se encontraba en un severo caso de ebriedad.
Bufó cansado, dejando caer su cuerpo contra el pulcro sofá detrás de él. Habían intentado conseguir por lo menos una pista sin descanso, pero nada les decía algo. Las últimas 72 horas habían transcurrido entre un montón de policías, la empresa y su estúpido Baekhyun, ahora presidente, el funeral del señor BonHwa, el cual, cabe destacar que se hizo de la manera más discreta posible, pues según quien fuese su hijo mayor, era la mejor forma de rendirle homenaje al hombre que adoraba estas características.
-¿No han intentado rastrearlo con su celular?-cuestionó Hoseok, el otro alfa que se encontraba escaneando el departamento. Yoongi lo buscó con la vista, encontrándole unos cuantos metros a su derecha.-Rastrearlo
-Es imposible, parece que fue destrozado. No marca ningún lugar.-tomó el puente de su nariz entre sus manos-No hay nada.
Hoseok avanza hasta sentarse a un lado de Yoongi, recargando sus codos contra sus rodillas, mientras mantenía el ceño fruncido.
-Algo no está bien, Yoongi. Por muy impulsivo que sea Jungkook, desaparecer de esta forma, "huir", no es algo que haría.-pensó en voz alta, deteniéndose durante unos instantes-Yongsun piensa que quizá no se fue por su propio pie.
-¿Qué quieres decir?
-Me refiero a que quizá lo secuestraron. -sentenció levantándose y dando unos pocos pasos en dirección a la habitación del azabache-Quizá no se ha comunicado con nosotros porque no puede.
-¿Estás insinuando que...?
-Qué Baekhyun lo secuestró.
Yoongi observó su espalda durante unos instantes, tratando de considerar la situación. Era cierto que tendría sentido algo así: si hacía parecer que Jungkook había dejado todo por propia voluntad, entonces tendría la capacidad de ser el responsable de los bienes que estén a su nombre, mientras que el dueño regresa. Ahora, Jungkook tenía bajo su poder propiedad que era de conocimiento general que Baekhyun ansiaba, y si él no regresaba, él podría disponer de ellos por tiempo indefinido, por no mencionar el que se evitaría tener los dolores de cabeza y obstáculos que Jungkook podría llegar a provocar.
Pero por otro lado, era una acusación muy fuerte. No podían llegar con la policía e informarles de algo así sin pruebas, pues después de todo, sólo eran conjeturas. Además, su rival tenía una coartada impecable, y también todas las de ganar.
-Tendremos que buscar Kook por nuestros propios medios-mencionó Hoseok sin dirigirle la mirada, pareciendo que había leído sus pensamientos.-Y debemos de comenzar lo antes posible.
-¿Tienes una idea de dónde podemos comenzar?
-Sí, Yongsun encontró a un testigo que se encontraba sobrio aquella noche, justo ahora debe de estar interrogándolo. Nuestra única esperanza es que nos pueda de brindar un poco de información.
-¿Tienes la total certeza de que ella no está del lado de Baekhyun?-cuestionó Yoongi desconfiado, había visto pocas veces a la detective, y apenas intercambiado un par de palabras. Consideraba que era una persona amigable, pero nunca estaba de más desconfiar.
-La tengo Yoon, te aseguro que ella está de nuestro lado.-El peli naranja alfa se volvió hacia su receptor, mostrando una expresión de total seguridad-No podemos esperar ninguna traición de su parte, porque no la habrá. Todo este procedimiento se llevará a espaldas de Baekhyun, él no tendrá manera de enterarse sobre esto.
-Espero que así sea. Si no logramos encontrar a Jungkook pronto, temo que las cosas aquí se salgan de control, hasta que sea irreversible.-finalizó Yoongi, tomando una bocanada de aire.
Si las cosas salían a su favor, tendrían una sola oportunidad de recuperarlo. Era su prioridad. No podían ignorar la ausencia de su amigo. No importaba quien fuese, o cómo sea, su desaparición no solo sería preocupante para ellos, sino para todos aquellos que se vieran afectados de forma indirecta.
No estaban dispuestos a detenerse hasta dar con él.
...
Cualquier error que encuentren, favor de avisarme. Algunas veces se me pueden pasar algunas cosas, y cuando lo corrijo no lo identifico.
¡Gracias por leer! ¡Personas como ustedes son los que me alegran el día!
Meta para próximo capítulo:
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-MiaGarrettA
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