Capítulo 3
La música retumbaba en cada una de las paredes del oscuro lugar. La inmensa combinación de los olores de omegas y alfas amenazaban a su cabeza con un taladrante dolor de cabeza. Una copa de licor se encontraba firmemente en su mano derecha, siendo observada fijamente por sus negros ojos.
"Tememos que eres demasiado joven e inexperto Jungkook"
Recordó con furia. Su lobo gruñía insistentemente en su interior, en medio de un esfuerzo monumental por mantener la poca dignidad que le quedaba, pues su orgullo había terminado por ser miserablemente aplastado.
"Baekhyun ha hecho más por esta empresa en unas horas que tú por años"
La copa de licor terminó por dejar la resistencia atrás y partirse en mil pedazos entre sus manos, derramando el oscuro líquido entre la barra como consecuencia de la gigantesca presión a la que fue sometida. Un nuevo gruñido logró escaparse por su garganta. No podía creer que no tuviese la capacidad de siquiera mantener una copa de licor en su mano.
"Eres demasiado incapaz, no podrías con todo esto"
Las palabras que habían dichos lo directivos llegaban despiadadas a su cabeza, martirizando su pobre cabeza con cada palabra pronunciada. No podía creer que hubiese dejado de lado antes de siquiera poder hacer algo.
Vanos fueron todos los esfuerzos de las escasas personas de su lado, cuando se informó que hiciese lo que hiciese, no podría llegar a obtener el puesto con el que siempre soñó de niño. El abogado de su padre había llegado a mitad de la reunión para informar acerca del testamento del hombre que le dio la vida.
"No podemos permitir que asumas el cargo mayoritario"
Le informaron cuando se dio lectura al mismo, declarando lo que tanto temió escuchar: Baekhyun se quedaría con un 60% del patrimonio, incluyendo el liderazgo de la empresa que les permitió tener la vida de la que tanto habían disfrutado, mientras que Jungkook tan sólo con un 40%, los cuales consistían en grandes sumas de dinero, unas pocas propiedades menores y un par de acciones en la empresa.
No podía borrar de su cabeza la maldita sonrisa triunfal que lanzó su hermano cuando esto fue anunciado. Verdaderamente parecía que era el mejor día de su vida, mientras que para Jungkook, todo se volvía cada vez peor y menos llevadero.
Habían salido como una bala del edificio después de haber formado un completo escándalo por aquello, hasta que cayó en la cruel verdad. Siempre sería opacado por su perfecto hermano mayor. Simplemente tomó sus pertenencias y salió del edificio, tomando "prestado" el automóvil de Yoongi, alegando que no se molestaría, pues después se lo regresaría.
Así fue como terminó en un antro de mala muerte de Seúl, el cual encontró en medio de la marcha de alejarse de todos esos imbéciles, los putos lamesuelas de Baekhyun. Ahora estaba alrededor de música ruidosa, múltiples luces que no llegaban a iluminar para nada el oscuro lugar, y la molesta omega que restregaba sus pechos a su cuerpo sin un poco de vergüenza.
Se encontraba a nada de azotar su brazo hacia la omega en un intento desesperado por alejarla. Cualquier otro día la habría aceptado, esperando tener un buen polvo y diversión. Pero aquel día no había nada que le quitara el horrible sabor de boca que se negaba a irse, así se ahogara en alcohol.
—... Vamos a divertirnos, alfa—escuchó la chillona voz de la omega justo en su oído, la cual sonaba en un lamentable intento de sonar seductor, pero para él, sólo sonaba demasiado urgido. Decepcionante.
—Aléjate —ordenó llegando a su límite. Aún entre el inmenso ruido logró escuchar el sonoro chillido que soltó la desconocida chica al ser oyente de su poderosa voz.
La rubia se alejó momentos después, comprendiendo su desafortunada derrota. Por su lado, Jungkook ordenó un nuevo trago, el cual llegó a sus manos al cabo de unos instantes. Sin esperar más, poniendo todo su esfuerzo en olvidar ese miserable día, llevó el licor a sus labios, desapareciendo por ellos con alarmante velocidad. Y después otro trago. Y otro. Y otro. Y otro...
Y aunque perdió la cuenta de cuántos llevaba, se negaba a detenerse. No le importaba nada más. Todos a su alrededor eran imbéciles, no importaba si no los conociera. Eran unos hijos de puta por el simple hecho de existir. De seguramente tener una vida mucho más feliz y exitosa que él.
Estaba solo, estaba furioso. Estaba en el peor lugar que pudo elegir justo aquella noche.
No tuvo la menor idea de cómo fue que se involucró en una atroz pelea. Sus golpes eran sumamente torpes, ni siquiera podía mantenerse parado sin tambalear su cuerpo sin voluntad. El alcohol hacía efecto en su ser. Y no sólo eso, los golpes que recibía avivaban su inmensa furia, tan sólo siendo los componentes perfectos para una desastrosa explosión.
Su sangre quemaba mientras dirigía su puño a la nívea piel de quien sea que fuera el idiota que tenía en frente, quien quizá estaba tan o más ebrio que él mismo. No le importaba, sólo deseaba desquitarse con él, como si ese chico fuera el causante de todos y cada uno de sus infortunios.
Golpeaba como si se le fuera la vida en ello. Sentía su cabeza palpitar y vagamente un líquido caliente caer en su rostro. Su garganta dolía de tanto gruñir. De aullar a todo aquel que osara de acercarse a su persona.
No supo que sucedía a su alrededor, escuchaba algunos gritos, pero eran tan bajos para él, que carecían de sentido. No podía distinguir el significado que brindaban. Su visión se había oscurecido, entorpeciendo su maniobrar aún más.
No tuvo ni la menor de que había sucedido en esa noche. Sólo supo que todo se había sumido en un negro infinito de un momento a otro.
Pero no importaba.
Él mismo no importaba.
...
Un par de horas atrás.
Baekhyun salió tranquilo de su lujoso automóvil, en dirección al domicilio que se le había indicado con anterioridad.
Observó detenidamente la estructura construida frente a su persona: una casa de dos plantas, con fachada de colores maderables y forma euclidiana. No aparentaba tener alguna característica particular que lograra darle algún valor extra a todas aquellas que se encontraban a su alrededor.
Dirigió sus pasos hasta la entrada, mientras era seguido por dos robustos alfas a su espalda. Arregló una vez más el saco de su ridículamente caro traje y sin más tocó el timbre de la residencia, teniendo respuesta inmediata. Una mujer que pudo identificar como beta debido a su ausencia de olor, fue la que abrió la puerta sin dirigirle la mirada, apartándose obedientemente cuando el alfa entró en el lugar.
—Buenas tardes, el Señor Park le está esperando en la sala de estar —mencionó la beta de forma sumisa, para después musita un suave "Por aquí" para guiar a la visita hasta el lugar
El interior era justo lo que se esperaba de un lugar así, sin lujos, pero sencillo, cómodo y con cierta elegancia.
El Señor Park se encontraba sentado en un mullido sofá, observándole detenidamente mientras sostenía los que parecía ser whisky en su derecha. Recargaba su codo en el costado del mismo, tranquilo, cauteloso.
—Llegas tarde—dijo como saludo, dirigiendo un actitud hostil a su visitante.
—Pido una disculpa, arreglar los asuntos pendientes que dejó mi padre me ha tomado un poco de tiempo más del que tenía premeditado—El Señor Park asintió cauto, y con un ademán mudo, le indicó que tomara asiento en el sofá frente a él.
Una modesta ventana a su derecha le hacía saber al joven alfa sobre el inicio de la noche, mostrando lo que en otro momento sería un hermoso paisaje de un cielo índigo, pero que en esos desafortunados instantes sólo era un recordatorio sobre el tiempo. Era un reloj en cuenta regresiva, que le presionaba hasta hacerle jadear cansado.
— ¿Qué harás con la empresa ahora? Debes de comenzar bien Baekhyun, del próximo paso que des dependerá tu futuro como dueño de la cadena
-Lo sé perfectamente, Señor Park, es por eso que vine a usted-mencionó enfocando su mirada en el contrario-Según la información que he obtenido hasta estos momentos, puedo decir con toda la seguridad que usted podría ayudarme a asegurar mi puesto.
-¿De qué manera pretendes que eso suceda, pequeño alfa?-mencionó con mofa-¿Qué tienes tú para ofrecerme que yo llegué a querer? No trates de comprarme con dinero, tengo más que toda tu familia junta.
-Eso ya lo veremos. Tengo algo que usted definitivamente querrá-El alfa frente a él arqueó las cejas, interesado e incrédulo. Justo en esos momentos se alababa a sí mismo al haber previsto este tipo de situación. Para ser su primer encuentro, las cosas iban viento en popa.
Con un ademán, llamó a uno de los hombres que le acompañaban y que habían tomado lugar a ambos costados del sillón donde se encontraba. Al instante, llegó a sus manos un elegante portafolio de cuero negro, el cual colocó en la cristalina mesa que les separaba a ambos.
-Uno de tus dos hijos, Park Chanyeol se encuentra hospitalizado en el Centro Médico Asan, en estado vegetativo. Es en él en quien has terminado por gastar más de la mitad de tu fortuna. Tu empresa se encuentra al borde de la quiebra, dejaste tus lujos a un lado, incluso, terminaste por mudarte a esta modesta casa cuando fuiste incapaz de seguir con los gastos que una residencia de un abogado con excelente reputación como tú debe de tener.-enlisto esta vez, sonriendo satisfecho cuando vio una mal disimulada expresión de nervios en el Señor Park-Así que no me vengas con que tienes más dinero que toda mi familia junta, todos los presentes aquí sabemos que esa afirmación no tiene ni un poco de veracidad.
-¿Cómo descubriste toda esa información?-No podía creer que un niño hubiese descubierto por sí solo todo eso por sí solo, era información confidencial. Nadie debería de saber sobre su estado económico actual. Simplemente estaba en una depresión económica, cuando su hijo despertara todo volvería a la normalidad.
-Realmente no fue la gran cosa Señor Park, temo decir que usted no posee la mejor seguridad en su base de datos.-Casi podía saborear la victoria en su paladar, tan sólo hacía falta el golpe final para que cayera en la palma de su mano, no podía encontrarse más satisfecho con el resultado del día.-Pero hablemos de lo importante. Nuestro trato.
-¿Qué es lo que quieres?-preguntó sintiéndose acorralado.
-Quiero borrar del mapa a mi hermano menor-dijo severo.
-¿Acaso insinúas que te ayude a matar a Jungkook? ¿Qué tipo de persona crees que soy yo? Si es esa la razón por la que viniste, puedes retirarte ahora mismo-exclamó completamente descolocado.
-A pesar de que no me desagrada la idea, temo que tomaré otros métodos menos trágicos. —Respondió impasible—No puedo darme el gusto de una situación tan sospechosa para mí, por lo que, en primer lugar, necesitaré que todos y cada uno de los bienes que están a su poder queden en mis manos.
—No pretendes dejarle nada al niño—afirmó entendiendo finalmente de qué iba el asunto.
—No permitiré algo así. Quiero hasta el último centavo que tenga en sus bolsillos. –Severo, cauto, seguro. Esas palabras le definían en aquellos momentos. Nunca antes podía haber estado más de acuerdo son sus palabras, por primera vez, decía en voz alta lo que más anhelaba desde que era un cachorro.
Jungkook no era digno de ser su hermano, de compartir lazos de sangre con él. Ni hablar de la herencia de su familia. Sólo su persona era digno, sólo él sería reconocido. Sólo él debía de ser el ganador, de poseer entre sus manos la bandera del equipo contrario, dejando en claro su victoria.
— ¿Qué es lo que me ofreces?
—Conozco a cierta persona que podría hacer algo al respecto con la condición de tu hijo.
— ¿Qué clase de persona podría despertar a un chico en coma? —cuestionó incrédulo, mientras que bebía un poco del whisky qué quedaba en su mano.
—Uno de la raza que se cree extinta—el sonido de la noche había llegado finalmente, inundando la sala donde ambos alfas continuaban entre sus planes.
Todo salía justo como Baekhyun planeaba. Su desafortunado hermano caía en cada una de sus trampas. No estaba dispuesto a detenerse hasta verlo como un mendigo. No planeaba matarlo, prefería verlo sufrir una vida deplorable a darle un regalo como ese.
Lo más curioso es que Jungkook jamás tendría la suficiente inteligencia para descubrir la causa de su profundo rechazo hacia él.
...
Tenía planeado este capítulo más largo, pero al momento de escribir y desarrollar la escenas, salió esto y como por el momento esto es todo lo que tengo que decir, mejor lo dejé hasta aquí.
Supondré que han notado el papel secundario que ha tomado la muerte de BonHwa. Quiero aclarar que esto es una muestra de las personalidades de ambos hermanos.
¡Nos leemos luego!
-MiaGarrettA
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