Capítulo 11
— ¿Jungkook no va a venir a desayunar?— preguntó Jin mientras servía su propio plato de comida. Ya eran alrededor de las ocho de la mañana y no habían visto al chico por ningún lado.
— Quizá se quedó dormido— considero Taehyung antes de llevar el último trozo a su boca.
— No lo creo— Dijo Jimin— Hace unos quince minutos pasé por su habitación para despertarlo, y cuando no recibí respuesta abrí la puerta. No había nadie ahí, ni siquiera estaba el común desorden de las sábanas.
Esto último llamó la atención de Taehyung. Levantó la cabeza un poco alarmado, cuando una idea comenzaba a formarse en su cabeza. ¿Jeon no estaba en la casa?
"De igual forma, me iré de este maldito lugar lo antes posible y no volverás a saber de mí"
¿Acaso se había marchado?
Su corazón comenzó a latir desbocado con tan solo considerar la posibilidad. No, aún no debía de irse.
—Quizá haya ido a dar una vuelta por el lugar—sugirió Jin sin darle demasiada importancia.
— No creo que perdamos algo con buscarlo.— agregó Jimin
— Bah— bufó Namjoon, quien estaba entrando en el comedor.— Ese chico ya se ha de haber ido, no lo he visto por ningún lado.
Taehyung se levantó abruptamente y abandonó la habitación con velocidad, dejando a los otros tres con la boca abierta por tal comportamiento. Por su parte, Taehyung casi corría mientras se dirigía a la habitación del alfa, esperando que su partida fuera una falsa alarma. No lo encontró en ahí, pero su corazón logró tranquilizarse un poco al descubrir las pocas pertenencias con las que había llegado en la habitación.
Pero de ahí surgía otra duda, ¿Dónde estaba entonces? Consideró dirigirse a las caballerizas o a la zona de cultivo, pero lo desechó rápidamente por dos razones: uno, Namjoon había dicho que no lo había visto por ahí en toda la mañana, y dos, sabía que Jungkook evitaría los lugares más sucios del viñedo.
Entonces, si no estaba en la casa y tampoco en aquellos dos lugares, solo quedaba uno: el bosque.
—¡Tae! ¿Dónde estás?—La voz de Jimin se acercaba rápidamente a donde se encontraba, así que salió de la habitación con premura, y caminó por los pasillo laterales, topándoselo unos metros más adelante.—¡Tae, nos asustaste!—recriminó en cuanto lo vio.—¿Qué vas a hacer?—preguntó confundido al ver que el omega caminaba con prisa.
— Voy a salir un rato.— respondió sin más detalle.
— ¿Otra vez? No deberías desaparecer dos días enteros Tae, este lugar depende de ti.— mencionó tratando de detenerlo, y caminando detrás de él, con dirección a la puerta de entrada.
— Tranquilo, no será muy tardado esta vez.
— ¿Vas a buscarlo?— inquirió suspicaz. Taehyung simplemente asintió, saliendo de la casa.—Tae, él quizá ya se fue, liberaron las calles hace una hora, Jihyo les dio prioridad.
Los latidos de Taehyung se aceleraron de nuevo ahora que aquella opción que cada vez se volvía más real.
— N-no...— murmuró deteniéndose lo suficientemente cerca de Jimin como para que lograse oírlo.— No puedo dejar que se vaya, no aún...
— ¿Tae?— preguntó confundido, pero antes de que la respuesta llegara, Taehyung ya ha había emprendido el camino hacia las caballerizas. Jimin se quedó plantado en el mismo lugar, sin poder reaccionar a tiempo.
Entró a las caballerizas a pasos apresurados, casi corriendo. Y llegó directamente a donde se mantenía Shasta en aquellos momentos. Colocó la silla de montar rápidamente y colocó su pie izquierdo en el estribo respectivo antes de impulsarse y sentarse correctamente en la silla. Tomó las riendas e le indicó a su caballo que emprendiera el paso.
Algunos obreros le veían confundidos, otros sorprendidos, pero los ignoró olímpicamente. Aceleró el paso y ahora Shasta corría a través del pasto, adentrándose después entre los inmensos árboles del bosque.
"Genial, Taehyung. ¿Ahora cómo lo vas a encontrar aquí? ¡Es inmenso!" reprendió su omega.
Siguió adentrándose entre las plantas y tierras sin temor, buscando a su alrededor algo que pudiera ayudarle. Solo esperaba que Jungkook realmente estuviera dentro del bosque y no se hubiera marchado, de lo contrario estaría perdido.
Olfateó el aire en busca de encontrar el olor del alfa, pero justo entonces maldijo que tuviera un olor tan fácil de confundir en el viñedo. Continuó galopando durante varios minutos sin resultado.
Lo buscó en los alrededores del río, sin poder encontrar ni una pizca de su olor.
— ¿Dónde estás, Jungkook?—se preguntó a sí mismo, con el corazón hecho un manojo de nervios y latiendo a la velocidad de la luz por preocupación. Tenía un mal presentimiento, y le inquietaba enormemente lo que sea que se pudiera encontrar.
Dirigió a Shasta de nuevo hacia el interior del bosque, sin darse por vencido. Pero los nulos resultaron comenzaron a impactar contra su cabeza.
"Quizá se marchó durante la noche y ahora está a kilómetros de aquí" pensó "Quizás ayer fue la última vez que lo viste, y no te diste cuenta"
Sus pensamientos lo deprimían a cada segundo, y le indicó a su caballo que detuviera sus pasos. Cuando se detuvo completamente y pegó su frente contra el oscuro crin de Shasta, mientras cerraba los ojos dándose por vencido.
De pronto, una fuerte necesidad de llorar llegó a él. Se había encariñado más de la cuenta con el alfa y no se había dado cuenta.
Respiró un poco de aire tratando de controlarse un poco y el olor que llegó a sus fosas nasales provocó que se irguiera de repente, asustando un poco a su caballo. Acarició su crin buscando tranquilizarlo y levantó el rostro buscando a su alrededor.
Inhaló nuevamente y confirmó sus sospechas. Era sangre.
No era un olor demasiado fuerte, solo lo suficiente como para que pudiese ser notado entre todos los olores de los árboles y plantas. Reanudó el galope nuevamente, solo que esta vez a un paso lento, guiándose por su nariz para encontrar el lugar donde provenía aquella preocupante esencia.
Dobló a la izquierda u cerró sus ojos, concentrándose todo lo que podía. Poco después, la cálida luz del sol golpeó su rostro. Abrió los ojos encontrándose en un conocido claro.
El olor provenía de ahí.
Avanzó unos par de pasos más hasta que logró verlo. Justo a su derecha, del otro lado del claro. Bajo la sombra de enormes árboles.
Se bajó de Shasta en tiempo récord y corrió hasta donde se encontraba el cuerpo tirado de Jungkook.
— ¡Jungkook!— llamó. En cuanto llegó a su lado, se posó sobre sus rodillas y colocó sus manos en sus mejillas buscando alguna herida. A simple vista se veía como si estuviera en un cómodo sueño, y segundos después Taehyung comprobó que así era.
Jungkook frunció su ceño incómodo, pues Taehyung continuaba revisando su cuerpo en busca de algo que pudiese excusar su ubicación. Abrió los ojos somnoliento, sintiendo como si un camión de doble remolque acabara de atropellarlo.
— ¿Tae?— musitó cuando pudo reconocer la figura que se encontraba a su lado, y que se mantenía observando su mano derecha, que descansaba sobre las del omega.
— ¿Cómo te hiciste esto, Jungkook?— reprendió, antes de dirigirle una mirada envenenada al alfa. Por una parte se encontraba aliviado porque aún se mantuviera entre sus tierras, pero por otra sentía que estaba a punto de lanzarse a golpes sobre él hasta romperle aquella cara de niño guapo por la enorme preocupación que le hizo pasar.
Jungkook profundizó aún más su ceño, al no entender la pregunta— ¿Qué cosa?
— Tus nudillos están destrozados y te has roto los huesos de unos cuántos dedos— explicó— Así que vuelo a preguntar, ¿Cómo te hiciste esto?
El alfa dirigió su mirada a la mano que era sostenida suavemente por la manos del otro. De tan solo verla dolía, y lo más curioso era que ni siquiera la sentía.
Ante su prolongado silencio y verse aplastado por la penetrante del castaño, se vio obligado a contestar.
— Ayer estaba muy frustrado, demasiado, y no hallé una forma para liberarlo todo, así que...
— Comenzaste a golpear a todo lo que se cruzara a tu alrededor.— completó.
— No a todo— murmuró sintiendo un poco de vergüenza, pues visto de esa forma, sonaba bastante patético.
Taehyung suspiró y dejó suavemente su mano entre el pasto.
— Levántate, debemos regresar a la casa para curarte eso lo más pronto posible.— Jungkook comenzó a sentarse lentamente, sintiendo los músculos de su cuerpo monstruosamente adoloridos, ya sea por el esfuerzo que hicieron o por dormir en el suelo.— No querrás que estas heridas se te infecten, ¿Verdad?
— Jamás— comentó levantando su mano izquierda, realmente no la sentía. O bueno, quizá muy poco.
— ¿Puedes levantarte solo o necesitas ayuda?— se sentía muy débil, pero pudo lograrlo sin ayuda después de un par de intentos. Después de todo, no fueron sus piernas quienes se llevaron la peor parte.
Un súbito mareo le atacó una vez pudo apoyarse en sus pies, y todo a su alrededor se volvió negro durante unos escasos segundos. Cuando pasó, dirigió su mirada al omega quien le observaba esperando una respuesta a una pregunta que no escuchó.
— ¿Dijiste algo?— Preguntó sin aliento. Necesitaba un vaso con agua urgentemente.
— ¿Crees poder caminar sin ayuda?
— S-si
Colocó su pie derecho frente al izquierdo y casi pierde el equilibrio y se estrella contra el suelo, pero Taehyung logra sostenerlo desde su brazo con la fuerza suficiente para evitarlo.
"¿Por qué me siento tan jodidamente mal?"
— Supongo que quisiste decir que no— comentó Taehyung ayudandolo un poco.
— Puedo solo, descuida— negó, aunque sin mucha fuerza. Se deshizo del agarre del castaño y comenzó a seguirlo lentamente hasta el otro lado del claro. Los rayos del sol impactaron de lleno en la piel descubierta de sus brazos y nuca. — Necesito mi bloqueador solar de inmediato—se quejó.
— Podrías ir al pueblo a conseguir el tuyo.— Jungkook frunció el ceño un poco ofendido. ¿Por qué él tendría que ir a buscarlo? Podría mandar a algún obrero y ya.
— No era por ofender, pero ¿Acaso hay una farmacia donde conozcan ese término en este lugar? Porque no he visto a nadie que se preocupe por ponerselo en la piel. Todos aquí tienen la piel bronceada.—mencionó. Taehyung se detuvo y giro hacia él con el rostro serio.
— Por supuesto que conocemos el término, no somos una tribu incomunicada con la civilización ¿sabes?— explicó cruzándose de brazos.
— ¿De verdad?— exclamó falsamente sorprendido— Es que sus formas de hacer las cosas son tan prehistóricas que no había podido descubrir aquel detalle, Taehyung.
— No puedes esperar que las cosas en una ciudad funcionen de la misma forma en una pequeña comunidad, nuestras prioridades son distintas.— contraatacó comenzando a molestarse.
— ¡Ay por favor!— Vociferó— No puedes negar lo alejados que están con la sociedad actual, es decir, raramente usan sus celulares, pareciera que aún utilizan las cartas físicas— Taehyung desvió la mirada un poco avergonzado, y Jungkook agrandó los ojos cuando descubrió que había acertado sin siquiera pensarlo.— ¿Ves a lo que me refiero? Y no solo eso, todos sus caminos son de piedra o tierra, no he visto por ningún lado el asfalto.
— Se llaman adoquines, Jeon— se defendió— Y las carreteras de asfalto están en las avenidas para llegar al pueblo. No usamos nuestros celulares porque estamos demasiado ocupados en el trabajo como para entretenernos en Instagram y estamos lo suficientemente cerca que rara vez necesitamos hacer llamadas telefónicas.
— Bah, su trabajo no parece ser demasiado pesado como para no terminar nunca— Taehyung levantó una ceja incrédulo— No hacen más que pasar el tiempo en la zona de cultivo observando como las uvas van creciendo al paso de una tortuga ¿Qué tan laborioso podría ser eso?
— ¿Realmente crees que nos sentamos a ver cómo las plantas van dando sus frutos?— Jungkook asintió convencido, bajo la divertida mirada del omega.— Bueno, supongo que no te será ningún problema acompañar a los demás peones en sus observaciones.
— ¿Qué?— Jungkook eliminó cualquier gesto despreocupado para comenzar a seguir a Taehyung, quien había reanudado el paso nuevamente— Dime que no acabas de decir lo que creo que dijiste.
Taehyung soltó una risa despreocupada llegando a un lado de Shasta y comenzando a acariciar su lomo.
— Acabo de decir justo lo que crees que dije— confirmó con aire travieso en sus ojos y una enorme sonrisa cuadrada en sus labios.
Jungkook se quedó plantado con la boca abierta, realmente impresionado e incrédulo.
—¿Te vas a quedar ahí todo el día?—preguntó el omega, mientras se subía en la silla de montar con elegancia envidiable. —No estuve buscándote toda la mañana para que te quedes ahí sin hacer nada.
—No voy a trabajar en el viñedo—sentenció
—No te estaba preguntando, Jeon—dijo con voz sedosa.
Jungkook caminó los pasos que le faltaban para llegar a un lado del caballo qué sostenía el cuerpo del castaño. Inconscientemente trató de mover sus manos, soltando un jadeo adolorido. Levantó sus manos y las observó con cierta tristeza, realmente estaban destrozadas.
—Solo por esta vez, dejaremos este tema pendiente—determinó antes de levantar el rostro altivo —Pero no creas que voy a trabajar ahí, Taehyung.
—Ya veremos que sucede. —comentó sonriente—Anda, sube.
El azabache frunció el ceño y observó con suma desconfíada al caballo.
—Ni en broma voy a subir en esa cosa.
—¿Cuál es el problema? Ayer practicaste un poco.
—Y terminé en el suelo en cada ocasión.—suspiró hastiado—Además, no puedo apoyarme en mis manos.
Taehyung detuvo su vista en los raspones y moretones que las adornaban y suspiró rendido.
—Vale, eso quizá sea un problema. —se bajó rápidamente de Shasta y se colocó a un lado del alfa quien lo miraba confundido—Te ayudaré a subir sin lastimarte.
—No es necesario. —negó retrocediendo un paso.
—¿Prefieres irte caminando? —Jungkook lo consideró seriamente. Taehyung puso los ojos en blanco y lo tomó del brazo con fuerza pero sin lastimarlo.
—Vamos Jeon, no es tan difícil. —Lo colocó frente a un costado de Shasta.
—Ni is tin dificil—refunfuñó en voz baja, sin embargo Taehyung lo escuchó claramente y pellizco su brazo. Jungkook jadeó adolorido de nuevo y le dirigió una mirada fulminante, siendo correspondida de la misma manera.
Se mantuvieron en la misma posición durante varios minutos, en los cuales la tensión comenzó a aumentar, en todas sus formas.
Taehyung no pudo evitarlo, realmente no pudo evitar que su atención se posara sobre los labios del alfa. Se veían tan malditamente apetecibles.
El recuerdo de la noche anterior, cuando pudo saborearlos y ¡Diosa! Realmente quería volver a degustarse con la experiencia.
Pero tampoco podía olvidar que el alfa necesitaba ser revisado de inmediato y que en esos momentos estaba molesto con el, otra vez.
Desvío la mirada hacia Shasta, tratando de centrarse y le indicó a Jungkook qué colocará si pie izquierdo en el estribo. Jungkook terminó por obedecer a regañadientes.
—Toma impulso con los pies, y apoyate en tus antebrazos. —indicó y Jungkook logró hacerlo al segundo intento. Para su sorpresa, el animal no intentó tirarlo el suelo nada más sentirlo sobre él, aunque no era necesario tener dos dedos de frente para deducir que no le caía muy bien. Y era mutuo.
Taehyung volvió a subirse en unos cuantos segundos, quedando el alfa a sus espaldas.
—Sujetate bien. —instruyó. Jungkook, aún manteniendo el desconcierto en su rostro, rodeó la cintura del omega con sus brazos, cuidando no hacer ningún movimiento con su manos. —¿Listo?
—C-creo—respondió incómodo. No esta seguro de qué era lo que tenía permitido tocar y qué no. No obstante, se aferró a su cintura cuando el animal comenzó a avanzar a un trote lento y lo agradeció mentalmente, pues si esa cosa comenzaba a correr, podría lastimarse sin quererlo.
Su rostro quedaba justo detrás de su pelo, y lo olió curioso, sin ser demasiado obvio. Vainilla. Justo como él.
Siempre había amado ese olor, e incluso lo había encontrado en otros omegas. Pero era distinto, algunos eran excesivamente empalagosos, otros demasiado concentrado, incluso hubo algunos donde el olor apenas era notorio.
Pero el olor de Tae, era perfecto.
Conforme Shasta avanzaba a través del bosque, Jungkook fue acercando su nariz hasta el cuello de Taehyung sin darse cuenta, y hasta que hubo un leve contacto de piel pudo percatarse, pero qué más daba, no quería alejarse.
—¿Te gusta mi olor? —pregunto el omega sin poder reprimir su enorme sonrisa.
—Es tranquilizante —comentó.
—¿Sólo eso? Pareces realmente encantado con él.
"Y contigo" completó el lobo del alfa.
—Claro que no.—negó.—Ya te dije que es tranquilizante.
—Lo que tu digas, alfa.—rió levemente.
El silencio se propagó durante un buen rato después de eso, ambos se perdieron en sus pensamientos, en direcciones completamente distintas.
—¿Qué harás cuando te vayas de aquí?—preguntó Taehyung como quien no quiere la cosa, pero en el fondo estando muy interesado en la respuesta.
—Supongo que ir con mi hermano y pelear un rato con él.—recargó su mejilla contra el hombro del omega y observó los árboles por los que pasaban. Todos eran tan iguales para él, que podía perderse con increíble facilidad en aquel bosque, como las veces anteriores, pero estaba seguro que para Tae cada uno de ellos eran distintos y trazaban un camino que el omega conocía mejor que la palma de su mano. A veces odiaba sentirse tan perdido como ahora.
—¿Se llevan mal?
—Terriblemente mal.—corrigió.
—Eso debe de ser duro.—mencionó con ápices compasivos.—Yo no puedo imaginarme llevándome mal con Jimin.
—¿Jimin es tu hermano?—preguntó sorprendido.
—En realidad es mi medio hermano—explicó—Compartimos el mismo padre, y aunque él nunca lo reconoció, fuimos criados juntos.
—Supongo que lo debes de querer mucho.
—Es lo único que tengo. Es decir, también están Jin y Nam, pero creo que el cariño que tienes con un hermano es mucho más fuerte.
—Ojalá pudiera entenderte.
—¿Por qué se llevan tan mal ustedes?—preguntó curioso.
Jungkook suspiró, y se mantuvo callado durante varios minutos, buscando la raíz de su odio entre sus memorias.
—En realidad no estoy seguro.—declaró—Cuando era niño, yo estaba muy apegado a él. Como él era el mayor, acostumbraba a hablarme de todas las cosas que aprendía en la escuela o lo que sea que le sucediese a lo largo del día. Siempre estaba ahí para escucharlo.
»Recuerdo que un día, cuando yo tenía siete u ocho años, no estoy seguro, que el llegó después de un viaje de la escuela. Nuestros padres y yo lo recibimos nada más puso un pie en la casa, pero él... No lo sé, simplemente nos ignoró y fue directamente a su habitación. Papá fue con él de inmediato, pero no resultó bien. Recuerdo que los gritos de ambos se escucharon en toda la casa.
—¿Sobre qué trataba su pelea?
—No lo sé. Yo solo salí al jardín tapándome los oídos. Regresé unas horas después, cuando ya no se escuchaba nada.—Respiró profundamente—Después de eso, Baek comenzó a portarse hostil conmigo. Yo no sabía qué era lo que sucedía, pero comencé a portarme así con él, defendiéndome.
Taehyung se mantuvo en silencio, escuchándolo. No sabía que debía de decir, parecía ser un tema delicado para el alfa y temía cometer algún error que hiciera que saliera a la luz su mal carácter.
—No le tomes importancia Tae. No es la gran cosa.—murmuro tranquilo, cerrando sus ojos y dejándose llevar por la enorme comodidad que sentí en esos momentos, abrazándolo.
—¿No has intentando resolver sus diferencias?—Jungkook negó—¿Por qué?
—Porque ambos somos testarudos y orgullosos, quizá.—sonrió enternecido por su preocupación.
—¿Orgulloso? ¿Tú?—se burló, aligerando el ambiente—¡Por favor!
—¿Disculpa?—abrió los ojos y levantó el rostro.—Yo soy muy orgulloso, y lo acepto abiertamente.
Taehyung tomó un pequeño sendero que se marcaba entre los árboles, señalando que ya no faltaba mucho para llegar al final del bosque, mientras sonreía alegre y divertido.
—Vale, vale. Fingiré que te creo.—comentó con sarcasmo.—Pero por muy orgulloso que seas, trabajarás para un omega.—agregó con suficiencia.
Jungkook le miró mal, mientras puchereaba en total desacuerdo.
—No me importa si tengo que trabajar para un troll, un alien o lo que sea, me niego rotundamente a trabajar en la finca.
—¿Temes que te ensucies tus manos de tierra?
—¡Sí!—afirmó sin rodeos—¿Tienes idea de lo poco higiénico que es eso?
—Para algo existen las duchas.—solucionó.
—Y no solo eso.—continuó, ignorando sus palabras—Estar bajo el Sol lastimará mi piel, podría darme cáncer solo por eso.
Taehyung pusó los ojos en blanco mientras lo escuchaba refunfuñar.
—Tómalo como un pasatiempo, Kook. No tendrás nada más que hacer los días que te quedan aquí.—su omega gruñó en desacuerdo con el pensamiento de la partida del alfa, pero Tae decidió ignorarlo.
—¿Aún no está despejadas la carretera?
Taehyung recordó las palabras de Jimin, un par de horas atrás. Se mordió el labio inferior indeciso.
Aún no es momento.
—No, aún no. ¿Has intentado llamar a algún conocido?
—Lo intenté ayer, pero no funcionó. Cuando regresemos lo volveré a intentar.
Jungkook pudo ver las caballerizas a lo lejos, junto a los peones que cargaban costales en sus hombros sin mucha dificultad. Suspiró resignado, no había forma en la que pudiera imaginarse haciendo eso por una semana.
—¿Ya te has resignado?
—No del todo.—respondió entre pequeños gruñidos—Pero dudo que estés dispuesto a darme otra opción, no pareces ser del tipo de persona que tiene compasión.
—Completamente cierto. Veo que vamos avanzando.—declaró.
Después de eso, se mantuvieron en silencio durante el corto trayecto que les hacia falta. Taehyung decidió entrar a las caballerizas por una puerta lateral, buscando evitar demasiadas miradas confundidas, y se dirigió hasta el cubículo de Shasta.
Una vez ahí, se bajó rápidamente y le indicó a Jungkook que colocara ambas piernas de un solo lado, y después diera un pequeño salto hasta el suelo. Tardaron unos minutos, pero cuando esto fue llevado a cabo, Jungkook se mantuvo cerca de la puerta observando en silencio a Taehyung quitar la silla de montar al caballo.
—¡Tae! Aquí estás.—Una voz que el azabache no conocía se acercaba a ellos, o mejor dicho, a Taehyung.—Jimin me dijo que saliste hace casi dos horas ¿Dónde es donde te estás perdiendo últimamente?
—En el bosque, Yugyeom.—respondió concentrado en su labor, y sin darle mucha importancia a su presencia.—¿Podrías ir con la Señora Park y decirle que llame a un doctor?
—¿Te lastimaste?—cuestionó con preocupación, adentrándose en el cubículo e ignorando con maestría al otro alfa.
—Para nada, el doctor es para Jungkook.—explicó señalando al aludido. Yugyeom le prestó atención por primera vez. Y su no agrado fue instantáneo. Inclinó levemente la cabeza a modo de saludo, siendo correspondido de la misma manera por el otro mientras se dirigían miradas que se envenenaban más a cada segundo.
—En seguida lo hago—comentó con seriedad antes de marcharse.
Taehyung le indicó a Jungkook que le siguiera. Al salir se encontraron a Namjoon que venía caminando en su dirección a unos metros de ellos.
—¿Qué te sucedió en las mano, Jeon?—preguntó de inmediato.
Jungkook simplemente se encogió de hombros:—Larga historia.
—Creímos que ya te habías marchado, ¿Dónde estabas?
—Recorriendo un poco el lugar, ya sabes, explorando.—le quitó importancia, negándose rotundamente a decir la verdad de nuevo.
—¿Y en el camino te pasó eso?—preguntó señalando sus manos.
—Así es.
—Nam, ¿Sucede algo?—preguntó Tae, decidiendo cambiar de tema.
—Ehh, si.—La expresión del alfa castaño cambió a uno preocupado.—Luna ha estado demasiado intranquila desde que salió el Sol, apenas y pudimos controlarla, pero no tenemos ni idea de qué le suceda.
Taehyung frunció el ceño confundido. Luna solía ser tranquila, a su manera ¿Qué podría alterarla así?
—Vendré en un rato y veré qué es lo que puedo hacer ¿Vale? Ahora tengo que asegurarme de que no le amputen las manos a Jungkook.—El aludido le dirigió una mirada malhumorada, siendo ignorado otra vez.
—¿Puedo ayudar de alguna manera?—se ofreció el alfa. Taehyung negó amablemente.
Emprendieron el camino para la casa, caminando sobre el sendero que conectaba ambos edificio en silencio. De pronto, una pregunta llegó a la cabeza del alfa, dejando en claro un punto del que no había sido consciente mientras hablaba con Namjoon.
¿Por qué creí que ya se había marchado si no había manera de salir de ahí?
¿Cómo llevan su cuarentena, chicos? Yo estoy tranquila desde mi casa.
🍷¿Qué creen que le suceda a Luna?
🍷¿Por qué Tae le ocultó información a Kook?
✨ Actualizaré cuando la historia llegue a 500 votos. ✨
(Yo sé que podemos llegar)
¡Nos leemos luego, los amo!
MiaGarrettA
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