Amigo mentiroso.
Ya era la mañana de lunes. Me levanté como de costumbre para ir a la galería, mientras desayunaba antes de salir, veía las noticias. Una en particular capto toda mi atención.
"...se cumple una semana de la desaparición del joven Kim Suho, de 24 años, hijo único del dueño de las empresas Kim...
...también se reporta que su novio, Zhang Lay, de 24 años, desapareció junto con el joven empresario...
...se les vio por última vez el sábado de la semana anterior, cuando ambos abordaron el automóvil del joven Kim y se marcharon de la empresa donde ambos trabajan...
...no se ha vuelto a saber de ellos..."
Tenía la vista fija en la pantalla pero los sonidos no llegaban a mí, al parecer ya habían notado que ambos faltaban y los están buscando, todavía traía las palabras del presentador en mi cabeza – "...no se ha vuelto a saber de ellos..."–. Lamento decirte que no volverán, oops... creo que los he matado.
Salí de mi hogar y en el camino, pase por una tienda de bebidas llamado "The Song of a White Deer", en la entrada se encontraba el letrero con el nombre, pero a su lado se encontraba una pintura de un ciervo blanco muy hermoso. El lugar por dentro era muy agradable y cómodo, las bebidas eran de todo tipo, iban de aguas frescas hasta granizados.
Me acerque a la lista del menú para ver que podría comprar y un batido de frutas fue mi elección. Cuando fui hasta la caja para hacer mi pedido, en la parte del fondo del local, se encontraba Sehun hablando con uno de los meseros, parecía dándole indicaciones y después de un par de minutos, Luhan salió de una de las puertas del fondo y se unió a la plática de ambos. Cuando me di cuenta, ya me estaban entregando mi batido. Ni Sehun o Luhan se dio cuenta de mi presencia, mejor para que pueda verlos más tarde.
El día de trabajo transcurrió normal y ya me encontraba cerrando de nuevo. Tenía que buscar la manera para atraer a mis próximas víctimas y no se me ocurría nada.
Antes de salir, recordé que mi jefe me había dado unos folletos sobre una de las exposiciones que tendría lugar en la galería, pero eso fue como hace un par de meses y la fecha era esa semana.
– ¿Es solo mi idea o algún dios cruel me está ayudando con mis planes? –Me pregunte – ¡Da igual! Siempre y cuando pueda seguir con mis actos. –tome unos cuantos y salí del lugar.
De regreso, pase por el mismo local de bebidas, pero esta vez me quedaría un rato. Hice el mismo pedido que el de la mañana pero me atendió una empleada diferente, tomé mi orden y me senté en una de las mesas que estaban por dentro, vigilando la puerta de café claro donde vi salir a Luhan.
No espere mucho, como unos veinte minutos y tanto Luhan como Sehun salieron de la misma puerta. Tenían que pasar a lado de mi mesa y en ese instante, me pare bruscamente chocando con Luhan que iba adelante.
– ¡Discúlpeme! ¡Lo lamento tanto! –aun no me había notado.
– No se preocupe, no pasó nada... –dije siguiendo mi propio juego mientras limpiaba las manchas de batido sobre mi camisa.
– Déjeme ayudar a limpiarle...
– No es necesario...
Luhan levanto la vista y abrió mucho los ojos cuando me vio.
– ¡MinSeok! ¡Pues si eres tú! ¡¿Qué te trae por acá?! –pregunto mientras mostraba una sonrisa, Sehun a sus espaldas, solo veía todo con cara inexpresiva.
– Nada en especial, solo pasaba por el lugar y decidí entrar... tienen buenos productos. –dije mientras alzaba el vaso del batido.
–Oh, gracias... lamento haberte ensuciado... –su expresión cambio a una arrepentida.
– ¿Esto? Tranquilo, no te preocupes. –Me incline para recoger los papeles que había botado y se regaron por el piso.
– Deja te ayudo. –y él también se puso a recogerlos. Acomodaba cada uno de los papeles y su vista quedo fija en uno de mis folletos. – ¿De qué va esto? –me pregunto tomando un folleto en las manos.
–Es sobre una exposición de arte con tema "La Naturaleza" que se llevara en la galería donde trabajo, creo que es este sábado... mi jefe me dio unos cuantos folletos para que distribuya. –conteste mientras terminaba de acomodar todo lo tirado.
–Suena interesante, ¿no crees, Sehun? – Le pregunto al que se encontraba atrás entregándole el folleto, este lo tomo y comenzó a leerlo – Creo que sí... –contesto sin más.
–Me alegraría mucho contar con sus presencias. Les juro que no se arrepentirán. – Ni yo tampoco.
Martes.
Después de que me confirmaron que irían a dar una vuelta por la galería, comencé a creer seriamente que algún dios sádico me apoyaba y decidí demostrarle mi agradecimiento con las dos víctimas que había conseguido.
Encontraría una forma para bajarlos a la bodega de la galería.
Sábado.
Era el gran día.
Toda la exposición comenzó a partir de las nueve de la mañana. Magnificas obras adornaban las blancas y amplias paredes: vistas asombrosas, paisajes surrealistas, majestuosos animales, etc., todo con relación a la naturaleza.
Gente entraba y salía pero no les veía a ellos, ¡tsk!, si faltan arruinaran todos mis planes.
Ya iba a comenzar a planear una nueva estrategia, cuando les vi cruzar las puertas de la entrada. Enseguida me les acerque y les fui explicando todo, como una ronda normal de trabajo. Pasaron un par de horas de casi todo el recorrido, en cada una de las pinturas o esculturas, Luhan quedaba fascinado y jalaba a Sehun, este al ver la emoción de su pareja, le dedicaba sonrisas que inmediatamente eran cambiadas por su expresión seria.
Paso un rato más y Luhan me pidió que le enseñara los baños, Sehun quiso acompañarnos, pero Luhan se negó diciendo que no era necesario y en un momento regresaría (¡Bien! Aprovecharía esta oportunidad).
Le fui llevando por largos pasillos a través de la galería, esta era como un laberinto, si no la conocías, podrías terminar perdido, por eso siempre se le pedía a los visitantes que nunca se separaran del guía. Luego de llegar a los baños, le deje entrar, tomaría el tiempo que estemos a solas para sacarle provecho. Fui al lugar donde descansaban los empleados y tome la pequeña botella que traía en mi mochila junto con un paño. Regrese donde había dejado la Luhan pero este aún no había salido. Me metí en uno de los cubículos del baño y esperaría a que saliera. Cuando salió y se acercó al lavamanos, yo ya tenía el pañuelo humedecido y sujeto con mi mano, era momento de actuar.
Me acerque velozmente a la espalda de Luhan y le cubrí con el pañuelo la nariz y la boca. Este ponía resistencia ante mi agarre, tenía los ojos muy abiertos mirando el reflejo de ambos en el espejo, con su mirada me preguntaba porque estaba haciendo eso, pero poco a poco fue aflojando y se durmió.
Una vez inconsciente, lo arrastre hasta la bodega, lo recosté en el piso y salí, no despertaría en un rato y aun me faltaba uno más.
Cuando llegue con Sehun, me pregunto por Luhan, yo le dije que comenzó a ver las obras por si solo y que me había pedido que le dijera que lo alcanzara. El solo asintió y siguió el camino que le había explicado. Mi laberinto personal me permitía tomar rutas para poder interceptarlo y así atraparlo. Repetí lo mismo que con Luhan. Aparecí detrás suya y le puse el pañuelo encima, Sehun dio un poco más de lucha, pero a pesar de todo, el cloroformo hizo bien su trabajo y también lo durmió.
Lo baje y lo acomode a un lado de mi primera víctima, salí de la bodega y los encerré bajo llave. Jamás volverían a salir, bueno, no con vida.
Domingo.
Ya eran medio día cuando comenzaron a despertarse. Luhan estaba amarrado de sus muñecas hacia la pared e hincado, sin playera, solo con su pantalón, Sehun también se encontraba sin playera, pero él estaba amarrado con las muñecas juntas y los tobillos también juntos, estaba recostado en el piso. Una vez despiertos, Luhan comenzó a hablarle a Sehun, quien como pudo, se acomodó sobre sus piernas.
– Me alegra que ya hayan despertado, durmieron un laaaargo rato. –les salude.
– ¿MinSeok? ¡¿Qué carajos te pasa?! ¡¿Por qué estamos así?! –fue Sehun quien hablo.
– Sehun, primera vez que me diriges la palabra,¿y solo me insultas? Que grosero de tu parte. –me hice al dolido.
– ¿Por qué nos has hecho esto, MinSeok? –esta vez fue Luhan, que había empezado a llorar.
–Mm, ¿porque será? –caminaba entre ellos mientras tomaba mi barbilla dramáticamente. – Antes que lo diga, ¿no tienen sed? –les pregunté. En una mesa había tres vasos de la tienda de bebidas de Luhan. –Averigüe que el favorito de ustedes es el Bubble Tea, ¿o me equivoco? –tomé uno de los vasos, lleve su popote a mi boca y empecé a beberlo. Sehun y Luhan solo me veían intrigados. –Ya, en serio... uno de los efectos secundarios del cloroformo es que deja la boca seca, ¿quieren un trago? – les ofrecí, ambos tragaron sonoramente.
– ¿No tienen nada malo? – pregunto Luhan.
– Que desconfiado... no, no tienen nada malo. –dije girando los ojos. Ambos me miraban interrogantes, tome otro de los vasos y bebí un poco de él. – ¿Ven? Nada malo sucedió, ¿ahora si lo aceptas? – me dirigí a Luhan. El sintió, pero seguía habiendo duda en sus ojos. Me apoye en una rodilla para estar a su altura y una vez le puse el popote entre sus labios, comenzó a beber inmediatamente, después de un trago largo, soltó la pajilla.
– Gracias. – su voz sonaba ahora más clara debido al hidratante.
–No sé si es debido a la boca seca o de verdad esta bebida es tu favorita, pero prácticamente casi te lo terminas. – deje nuevamente el vaso en la mesa, ahora me dirigía a Sehun. – ¿tú también gustas? – Sehun solo me dedico una mirada fría. – ¡Oh, vamos! No seas tan arisco. – agarré el tercer vaso y como hice con Luhan, lleve la pajilla a su boca, primero dudo, pero luego de un pequeño sorbo, le siguió uno largo.
No había dado un tercer trago cuando violentamente cayó al piso y comenzó a tener convulsiones, su cuerpo se agitaba vigorosamente, sus ojos quedaron en blanco y de su boca empezó a salir espuma.
– ¡¡¡SEHUUUUUN!!! – se puso a gritar inmediatamente y ríos salados recorrían su cara, intentaba acercársele, pero los amarres de sus muñecas no se lo permitían.
Yo no me moví de mi lugar, seguía apoyado en una rodilla, tenía el vaso en la mano derecha y solo apreciaba la escena que se daba frente a mí. Pasaron como un par de minutos y el cuerpo de Sehun dejo de sacudirse.
–Dime, Luhan... ¿ya no te parece tan agradable ver a otra persona sufrir? –mi voz sonaba fría.
El solo seguía llorando, había cerrado los ojos para no ver como moría su pareja, apretaba fuertemente los dientes y tenía la cabeza baja.
– ¿Cómo has podido? ¿Cómo has podido hacerle eso a Sehun? – Su voz sonaba rota – ¡¡¿¿POR QUÉ LO HAS HECHO??!!
–Eso es lo que siempre me pregunte, Luhan... –me volteé para verlo, ya que le daba la espalda. – ¿Por qué hiciste lo mismo conmigo? – me encontraba muy tranquilo.
– No te entiendo... – dijo aun llorando.
–Te lo explicare...
*Cuando me encontraba en quinto de primaria, un niño nuevo llego al salón, al parecer era chino pero su coreano era muy bueno. Se sentó junto a mí el primer día de clase y comenzó a platicar conmigo, yo me sentía muy feliz de que al fin iba a poder tener un amigo con quien estar.
Pasábamos mucho tiempo juntos. Él siempre me animaba cuando otros niños me molestaban por mi condición física, me decía que no les hiciera caso y que él siempre me apoyaría.
Yo le contaba todo: como comenzaron a pasar de bromas a insultos, de insultos a gritos y después, como comenzaron a llegar los golpes. Le contaba como esos niños me esperaban a la hora de la salida para golpearme, pero yo siempre buscaba la manera de escabullirme de ellos, le dije cada uno de mis rutas de escape inocentemente, después de todo yo podía confiar en él... fui ingenuo.
Como el tiempo pasaba, cada una de mis rutas fue bloqueada por aquellos niños, ya no tenía formas de escapar.
Un día, después de clases, en mi última ruta de escape, la más secreta y que solo conocía mi amigo, creí que iba a librarme, pero también esta fue bloqueada.
– ¡NO! ¡YA BASTA! ¡ME ESTAN LASTIMANDO! – les gritaba mientras me golpeaban y pateaban, pero ellos parecían no escuchar.
–¡¡¡LUHAAAAAAN AYUDAMEEEEE!!! – grité con las pocas fuerzas que me quedaban, ellos comenzaron a reír.
–¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!! ¡PIDES SU AYUDA CUANDO FUE ÉL QUIEN NOS DIJO DONDE ENCONTRARTE, BAOZI! – me dijo en mi cara un niño moreno.
– ¡ASI ES, IDIOTA! Nos dijo cada una de tus tácticas con tal de que le dejemos ver... – siguió el que tenía una mirada amenazante.
– ¿V-ver q-que? – pregunte con lágrimas en los ojos.
– ¡¿PUES QUE MÁS, BAOZI?! Le encanta ver que grites y llores como una niña. – contesto el de orejas grandes.
–E-eso no es cierto... ¡¡¡MIENTEN!!! – llore fuertemente.
– ¿Mentimos? Si no nos crees, mira para haya... – se me acerco el mejor vestido de los cuatro, se puso a mi lado y señalo un punto a la distancia, entre algunos arbustos, se encontraba un niño delgado de piel blanca y cabello café claro, sus ojos del mismo color que su cabello y de apariencia inocente, miraban en mi dirección y (aunque no lo lograba escuchar), se estaba riendo, carcajeando más bien.
Yo rompí a llorar de nuevo causando más risas entre los niños enfrente de mí. Se alejaron, aun riéndose, dejándome solo, me levante y fui a mi casa. Apenas abrí la puerta, tenía a mamá esperándome, me abalance a sus brazos, los cuales se cerraron dándome la protección que tanto deseaba, y llore aún más fuerte.
Aquel fue mi "amigo".*
– No volví a la primaria desde ese día, terminé con clases en casa y después fue mejorando, la pubertad me dio estatura y se llevó todo el peso extra... – me sentía pleno, no estaba triste ni enojado, solo estaba tranquilo. – Perdí a mamá y eso fue lo más doloroso que me pudo haber sucedido...
– Y-yo no... no era mi intención... yo... – las lágrimas seguían brotando de los ojos de Luhan.
–Pero sabes, te entiendo... ver sufrir a alguien se siente taaaaan bien~ – le mostré una sonrisa, ante esta, note como Luhan se estremecía. – Al igual que tú, engañe a Sehun para que confiara en mí y luego le traicione, ¿disfrutaste su muerte? – Luhan comenzó a llorar más ruidosamente.
– Lo lamento... lo siento... perdón... – decía entre hipidos.
– Te perdono.
Las cuerdas que sostenían a Luhan se agitaban con brusquedad, su cuerpo perdió toda la fuerza y de su boca goteaba espuma blanca.
Yo salí tranquilamente mientras me terminaba el resto de mi Bubble Tea.
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