''En una tarde, con la nieve cubriendo mi cabeza, mi venganza comenzó''

Mis sueños y anhelos los veía reflejados en el manto blanco que trae el invierno consigo, aquella que cubría por completo la ciudad y que indicaba pureza. Sin preocupaciones, yo, jugaba en ella mientras mis padres me observaban a lo lejos en una banca de ese parque que seria un lugar de procesión en el futuro.

Reía y sonreía de felicidad, sin saber que es lo que iba a pasar, enseñando a mis padres un pequeño conejito que había hecho y reposaba en las palmas de mis manos. De un segundo al otro, mi vida fue arrebatada, todo lo que conocía se desmoronó en un momento, un disparo, una muerte.

Observé estática el cómo mi padre se estaba desangrando encima de la nieve que se volvía carmesí. El grito de mi madre me hizo reaccionar, un hombre la sujetaba y otros dos se estaban acercando a mí, lo único que vi fue que mi madre articulaba una palabra: <<corre>>

Sin pensarlo dos veces corrí lo más que pude perdiendo de vista a esos señores y lo último que escuche fue el grito de mi madre a la lejanía, al mismo tiempo que un disparo, donde luego todo cayó en silencio.

Al final me escondí en el tronco hueco un árbol mientras lloraba en silencio, hasta la mañana siguiente. Al aparecer los primeros rayos del sol salí de mi escondite, volví sobre mis pasos, y encontré a mis padres tirados sobre la nieve, sin vida, yo solo me acerque y los observaba expectante, ninguna emoción demostraba, era como una muñeca, estaba vacía por dentro, ya ni podía llorar.

Un brillo en la nieve llamó mi la atención, me dirigí a el y al acercarme supe que era un emblema. No lograba reconocerlo pero me era familiar, desde ese momento decidí que al estar preparada, encontraría a las personas que me dejaron en la orfandad y me vengaría de tal manera que suplicarían compasión, pero no se las otorgaría ya que ellos no me la dieron a mí.

Por el camino he encontrado las respuestas necesarias para saber dirigir mi venganza y me he topado a personas en la misma situación que yo, solas, pero ya no más. Ahora somos una familia, la cual está unida por un motivo:

<<Acabar con la mafia Vongola>>.