capitulo 3: Presentimiento
Aquella presentación causo sorpresa para unos y confusión para otros, pero todos se preguntaban una cosa ¿Qué sucederá ahora?.
—Pido disculpas nuevamente por los daños que causaron mis guardianas— dijo génesis con cortesía.
—No hay problema— respondió el jefe de Vongola- sera mejor que todos vayamos al salón de reuniones.
Todos los presentes asistieron volviendo a la sala y cuando ya todos se encontraban en sus puestos el silencio apareció y parecía querer quedarse, nadie deseaba sacar un tema a relucir o hablar siquiera, pero era necesario.
─Ya habla dame-Tsuna─ el gesto de fastidio en el rostro de Reborn era por el ambiente del lugar, el que fueran lentos no era su problema así que apuntó con su arma a la cabeza del jefe de Vongola quien saltó sobre su asiento por temor.
─ D-de acuerdo, ejem... como todos sabemos, nos encontramos aquí para conocer a la nueva familia aliada, Los Vendetta─ dijo el joven capo de los Vongola mientras sonreía con nerviosismo por que su ex tutor aun le apuntaba con su arma─ como ellas ya se presentaron, faltamos nosotros. Es un gusto, mi nombre es Tsunayoshi Sawada, soy el actual jefe de Vongola
─ Gokudera Hayato, guardián de la tormenta y mano derecha del décimo─ la actitud de chico de cabellos plateados era arisca pero respetuosa ante las invitadas.
─ Yo soy Yamamoto Takeshi, guardián de la lluvia y mano izquierda del capo─ dijo el chico de cabellos oscuros y piel tostada mientras sonreía de manera despreocupada.
─ Sasagawa Ryhoje, guardián del sol ¡AL EXTREMO!─ se mostró enérgico un hombre de cabello blanco con corte militar.
─ Kufufu, Rokudo Mukuro, primer guardián de la niebla- dijo un chico de cabello azul y peinado de piña mientras sonreía burlonamente.
─ Rokudo Chrome, segundo guardián de la niebla─ dijo una chica que tenía un parche en el ojo izquierdo, se mostraba tímida y con pocas ganas de socializar.
─ Soy Lambo Bovino, guardián de rayo, un gusto señoritas- dijo un chico de cabellos negros rizados siendo encantador con las invitadas, pero que parecía algo desinteresado por la situación.
─ Hmp...─ un chico de cabellos negros y rasgos chinos mostraba molestia por la repentina llegada de extraños, pero se mantenía alerta... algo no le cuadraba.
─ Él es Hibari Kyoya, el guardián de la nube... ─le presentaba Tsunayoshi, pero de la nada entró un joven agente de la Familia invitada, se acercó a Génesis y le susurró algo al oído, luego de pasar el mensaje pidió disculpas por la intromisión y se marchó.
─ ¿Qué sucede jefa? ─ Grecia se mostraba impaciente, que uno los subordinados de la jefa entre sin siquiera pedir permiso era grave, algo había sucedido.
─ Ha sucedido un percance y tengo que marcharme, no sé cuánto tiempo demore, lamento hacerle perder el tiempo Tsunayoshi─ la joven jefa de Vendetta se mostraba afligida mientras se levantaba de su asiento.
─ No hay problema, entiendo sus responsabilidades─ dijo Tsuna de manera amable, el cargar con una familia era pesado y siempre habían sorpresas.
─ Pero como yo no voy a estar, mis guardianes se quedarán con ustedes y a medida que les den indicaciones a ellas, yo las sabré y así no perderemos tiempo. Grecia estará a cargo, no hay problema con ello ¿Verdad? ─ preguntó Génesis sonriendo, cosa que dio muy mala espina a todos los presentes, incluso a sus guardianes.
─ Esto de acuerdo, se les dará una habitación a sus guardianes hasta que usted regrese
─ Bueno chicas, por favor, compórtense y no destruyan nada, porque la que hace el papeleo y paga por sus destrozos soy yo, ciao bambinas~─ en la puerta les dio una última mirada de advertencia y se marchó.
─ Reborn, guíalas a sus habitaciones por favor, ya es tarde y mañana podemos seguir con esta conversación─ dijo Tsuna de manera amable y fue correspondido con una mirada feroz por parte del hitman.
─ Quien es Grecia ─su pregunta sonaba más a una orden para saber a quién tenía que hablarle y se acercó, con un gesto neutral, a las guardianas en espera de la repuesta.
─ Soy yo, aunque usted ya debería saber eso señor hitman, aunque me supongo que por su edad olvidar este tipo de cosas es normal─ respondió una chica de cabello lacio y ojos negros de manera tranquila provocando al asesino quien sonrío con sorna hacia ella.
─ Sígueme con tus amigas, Grecia, pero tengan cuidado de no perderse porque no iré por ustedes si sucede algo, solo soy un guía─ era cortesía fingida lo que mostraba, la respuesta de aquella mujer fue buena así que vería un poco como se desarrollan las cosas.
Las siete chicas eran guiadas por el hitman en esos largos pasillos de esta mansión, el silencio era incómodo pero eso les daba igual, estaban ahí por otras cosas y no para ser amigos de los asesinos. Cuando llegaron vieron una puerta gigante frente a ellas, media unos cuatro metros de alto, el hitman al abrirlas sorprendió a las muchachas ya que observaron un cuarto inmenso con siete camas y cada una tenía la respectiva maleta de cada una, además de estar bien iluminada y bien arreglada. Todas entraron, no alcanzaron a darle la gracias a Reborn porque este se había marchado enseguida y si otra cosa que esperar cerraron la puerta. El ese momento, Grecia, sintió su teléfono vibrar y al revisar era que su jefa le estaba llamado.
"Ya se ubicaron, ¿Verdad?" se le escuchaba feliz con el ruido de un tren de fondo.
─ Sí, Génesis, estamos cómodas y felices. Pronto hasta nos casaremos─ esa respuesta era sarcasmo puro, no quería quedarse en ese lugar, pero no podía refutar órdenes así que su voz era muy dulce y una sonrisa fingida adornaba su rostro.
"Grecia, entendí tu sarcasmo y deja de sonreír así, asustaras a las chicas" y en efecto eso estaba pasando, algunas de las guardianas se alejaban de la mayor por temor a que esta las castigue.
─ Tch... Sigo sin entender como sabes estas cosas aun estando a kilómetros de distancia─ dejo de lado la sonrisa y se resigna con la chica en la otra línea,
─ Yo se muchas cosas, querida─ su voz denotaba diversión en sacar de quicio a su guardiana─ dejando el molestarte de lado, ya saben qué hacer, tengan cuidado y no hagan nada imprudente
─ Lo sabemos, no te preocupes y regresa pronto─ un leve suspiro se escuchó de su parte, colgó antes de que le dijera algo más para molestarla. Miró a las chicas quienes asintieron con la cabeza, todo estaba saliendo según el plan.
Por otro lado, en el despacho del joven capo Vongola todos los jefes estaban reunido y esperaban la llegada del hitman para hablar sobre lo que había sucedido, fueron solo unos minutos hasta que el hombre de patillas rizadas y fedora entrara por la puerta con una sonrisa que usa al hacer travesuras o interesarse en algo.
─ Ciao-ssu, caballeros, ya las dejé en su cuarto─ Se ubica directamente en el sillón aun lado de la mesa de Tsuna, ya podían hablar.
Todos empezaron a hablar sobre las nuevas aliadas, daban sus opiniones y debatían si eran sospechosas o no, era difícil decirlo por la poca palabra cruzada y pocas fuentes sobre ellas. Tsunayoshi simplemente escuchaba, había algo rondando su cabeza desde hace un rato y le molestaba de cierta manera al punto que su ceño fruncido hizo que los hombres frente a él detuvieran su discusión.
─ Décimo, ¿Qué sucede? ─el guardián de la tormenta al final hablo al correr unos minutos, que su jefe se viera así de... intranquilo, no era normal.
─ Acepto que hay algo que no cuadra aquí...
─ Eso todos lo sabemos dame-Tsuna, se más específico
─ Ha... Todo esto, esas jóvenes, creo que las he visto en algún lado y lo más importante, desde la reunión mi híper intuición me advirtió peligro─ todos callaron al escuchar aquello, eso no era bueno para nadie.
─ Esto es un problema, Tsuna, debemos estar más alerta que nunca─ el jefe de la familia Cavallone se rascaba la nuca frustrado.
─ No digas lo obvio, basura Cavallone, simplemente les mandaré mis balas para que dejen de molestar si las veo haciendo algo sospechoso─ ese fue el veredicto de Xanxus antes de marcharse del lugar, no era paciente para ese tipo de reuniones que denominaba inútiles.
Los hombres en la habitación se quedaron con la palabra en la boca, se perdieron en sus pensamientos sin darse cuenta que alguien estaba haciendo un movimiento. El centro de investigación de Vongola estaba siendo atacado por una persona desconocida, pero nadie se daba cuenta de que eran atacados porque todos estaban "dormidos".
"El show va a comenzar" murmuró con una sonrisa aquella persona que veía desde una zona segura como despertaban todos a quienes atacó.
Morita se despide
Ciao ciao
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