El eco de unos tacones resonaba con fuerza por los pasillos de la gran mansión. Su recorrido duró unos minutos hasta llegar a una gran puerta, de roble negro labrado a mano, donde se detuvieron hasta que fue abierta y siguió su camino.

Una joven de cabello azabache cruzó el umbral de la puerta encontrándose una gran mesa larga con ocho asientos. Ella se dirigió a la silla principal y se sentó en la misma, observó atenta cada uno de los asientos que aún no tenían a su poseedor, para después sonreír con cierta dulzura al escuchar cómo era abierta nuevamente la puerta.

—Es momento de reunirnos con la famiglia, nuestra venganza va a comenzar, ¿Cierto, chicas?

En ese momento, siete jóvenes hubo ingresado a la habitación, se sentaron en su respectivo lugar y respondieron al unísono.

<<Cierto>>

—Ya he mandado la carta, pronto nos encontraremos con ellos, así que vayance preparando.

Todos los miembros de la sala sonrieron con malicia ante aquella noticia, la noticia que llevaban años esperando al fin había llegado y no dejaría perder esta oportunidad.

En otro lugar, un joven corría por los pasillos hasta llegar al despacho de su jefe. El chici abrió la puerta abruptamente creando un ruido que resonó en toda la mansión, molestando a los guardianes que se encontraban ahí descansando en el sofá o entregando sus informes mensuales.

Auras negativas llenaron la habitación, pero antes de que sucediera una "catástrofe", el jefe se levanto de su asiento y un silencio sepulcral llego de la nada. El joven que entró en la habitación se encontraba nervioso y a la vez aterrado, ya que la cabeza principal de la familia se acercaba a el.

—¿Qué sucede? Para que hayas entrado de esa manera debe ser algo serio— la voz del capo sonaba tranquila para alguien en sus veinte años que manejaba una de las mayores familias del mundo mafioso.

El subordinado no estaba intimidado de la persona frente a él sino por quienes cuidaban su espalda, asi que optó por terminar de dar el mensaje rápido para evitar ser un cadáver nuevo en el río de Venecia.

—Ll-llego una ca-carta de la nueva fa-familia— dijo él joven subordinado mientras extendía la carta recibida, sellado con cera, hacia el Jefe.

El chico de ojos almendrados agarro la carta y dejó que el chico asustado se retirara, mientras rompia el sello y la leía, este había huido literalmente despues de escuchar sus palabras con alivio.

Todos estaban callados, hasta que cierto hitman, cuyo historial de víctimas es dificil de contar, apareció minutos despues que el mensajero había huido.

—Dame-tsuna, ¿Qué dice la carta?— exigió escuchar el hombre de fedora que ahora observaba hacia la ventana.

—La familia Vendetta confirma su aparición en la reunión de mafias— respondió el joven de ojos almendrados mientras observaba el sello del sobre con intriga. Su super intuición le estaba advirtiendo algo, pero aún no estaba seguro de qué.

De la nada la carta se comenzó a consumir con fuego negro que al final la convirtió en cenizas. Todos estaban atónitos y sin saber que debían esperar.

<<Algo comenzara, y no se sabe que sera>>.

Espero que le haya gustado
Morita se despide
Ciao ciao