12 - Desición

Lauren.

      Con mis compañeras, corremos sigilosamente hacia el edificio abandonado a unos metros del Santuario. Cuando llegamos alli, caminamos varias escaleras para estar en una altura favorable para el disparo. Llegamos a uno de los pisos, que por lo que veo tiene varias ventanas. Dejamos nuestras cosas en el suelo, y cada una de nosotras agarra un arma. Apoyo mi espalda en la pared, al lado de Sasha, quien observa por la ventana el perimetro del Santuario. Con su arma lista, ella la alza para apoyarla en el marco de la ventana, observandolo todo. Esta ansiosa, al igual que yo. Quiere acabar con el, al igual que yo; pero lo que ella de en serio sabe es que yo no me rendire por lo que dije, que yo lo intentaria al igual que ella, matariamos a Negan. Si lo queriamos hacer, podríamos hacerlo juntas. Pero una parte profunda dentro de mi quiere acabarlo a mi manera, de la misma manera con la que el asesinó a sus amigos : con Lucille. Quiero saciar ese deseo de destruirlo. Partirle el craneo, una y otra vez, para que sienta lo que sufrieron sus victimas.

- Negan aun no sale - la voz de Sasha interrumpe mi pensamiento. Le doy un vistazo y ella se sienta en el suelo con su arma, frente a Rosita. Yo me quedo donde estoy -. Pero vi a Eugene.
    La miro rapidamente, extrañada.
- ¿Eugene? - se adelanta a decir Rosita.
- ¿Que hace el ahi? - pregunto, y seguramente parezco incredula frente a ellas. Sasha se voltea para mirarme.
- ¿Que no te dijeron? - niego con la cabeza al no entender - Los Salvadores habian secuestrado a Eugene, hace unos dias.
- Exactamente el dia que llegaste a Hilltop - me dice Rosita, ahora dejando de atar nudos con su cuerda.
- Oh - murmuro, asintiendo. La ultima vez que vi a Eugene fue cuando llegué a Alexandria con los Salvadores. No sabia que lo habian secuestrado.
- Parecia estar dando ordenes - comenta Sasha.
   Me acerco a la ventana, con el arma en alto, y miro hacia afuera. Eugene, que esta bien vestido debo agregar, parece estar dandole ordenes a unos hombres, aputando hacia la reja de caminantes. No puedo creer que el esté haciendo esto. Aunque de seguro lo esten obligando, porque Eugene haria cualquier cosa con tal de no ser asesinado.
- Podria tramar algo - susurro para mi misma, pero se que ellas me oyen. Dejo de mirar por la ventana para apoyarme nuevamente en la pared, y le presto atención a Rosita, quien sigue haciendo nudos con una cuerda.
- ¿Como haces esos nudos? Jamas me salieron - pregunta Sasha, observando a Rosita. Esta solo la mira, y vuelve a lo suyo.
- Ya no te serviran - dice, restandole importancia a la pregunta que hizo la morena.
- Tal vez si - dice esta ultima. Rosita se queda dudando un poco, pero luego le da una mirada a Sasha y asiente.
- Bien, este es el primer paso - comienza Rosita, captando la atencion de Sasha -. Cruza la soga en la mano asi, agarra esta parte, bajala, y luego la pasas. ¿Lo ves? Listo.
   Rosita le da a Sasha la cuerda para que lo intente. La morena comienza a intentarlo, mientras Rosita se acerca a mi lado para observar por la ventana.
- ¿Te digo algo? Es una suerte tenerte con nosotros - dice Sasha , y se que se refiere a Rosita -. Sabes hacer de todo. Y tu - ahora siento sus ojos sobre mi, y le presto atencion - sabes cazar, sabes como sobrevivir.
- Todos saben como sobrevivir - le digo, tratando de ser modesta, y le doy una sonrisa sincera -. Gracias. Se que con tu vista certera tambien nos sirves. Tienes talento.
   La morena me sonrie y asiente dos veces. Gracias a nuestras cualidades podemos llevarnos bien.
- Johnny - comienza Rosita, mirandonos a las dos -. El me enseño sobre bombas. El típico loco por la supervivencia - las tres reimos - Marcus me enseño sobre autos, el era mecanico y aspirante a doble de riesgo. Y un idiota- una sonrisa nostalgica aparece en el rostro de Rosita - A anudar me enseño Chaser. Y habia otros.
- ¿Fueron los que perdiste camino a Washintong? - le pregunto, con curiosidad.
- No, ellos no.... Los hombres querian protegerme. Creian que no sabia como cuidarme sola. Y era cierto. Y odiaba sentirme asi. Deje que lo hicieran y ni se daban cuenta de que cada vez aprendia de lo que estaban haciendo y aun mas. Y cuando lo superaba, me iba - asiento, entendiendo su posición -. El sexo solo era por diversion - las tres reimos de nuevo -, es el fin del mundo, merecemos un ultimo revolcón.
- En eso estoy de acuerdo contigo, querida Rosita - lanzo, con una sonrisa en el rostro, mirando el Santuario desde la ventana, pensando en Dwight. ¿Acaso el estará ahi? ¿Podré verlo de nuevo? Aun recuerdo nuestra ultima noche juntos.
- No sabia que te habias revolcado, Lauren - me dice Sasha, con un rostro pervertido -¿Quien es?
   Yo hago como si en mi boca se cerrara un cierre y sonrío. No diria mis secretos aun.

- ¿Eso buscabas en el? - la pregunta de Sasha hace que Rosita le ponga los ojos encima.
- ¿Abraham? No. Me enamore de el... porque entendio que yo podia sola - su voz quebrada hace que me sienta debilitada - Y jamas me iria hacia atrás. Bueno, de hecho si. Cuando el me dejó.
- Si... - susurra la morena. 
- ¿Sabes que es lo que me mata? Cuando llegamos a Alexandria el fingia estar mal, y yo fingia estar bien. Y luego el infeliz de la nada se puso bien - niego con la cabeza, sonriendo. Ese Abraham si era todo un personaje -. Y no podía entenderlo. Vivir ahi, sentir que era para siempre, no podia asimilarlo. Y cuando el me dejó, yo creí que te odiaba. Pero tal vez solo odiaba que él lo haya asimilado antes - oigo como vomienza a llorar y yo trato de concentrarme en observar por la ventana, para no comenzar a llorar tambien -. Jamas le habia dicho esto a alguien... quien era, que hice...
- Me alegra que sintieras que podias - le dice Sasha, estando a punto de quebrarse. Yo cierro los ojos, tratando de recordar a Abraham: recuerdo como sonreia, sus actitudes militares... esa noche sangrienta en la que el fue elegido como victima de Negan.
- Fuí muy estúpida en perder tanto tiempo. Ahora nunca podre decirle que me alegraba que el fuera feliz - cuando Rosita comienza a llorar, yo tambien lo hago, silenciosamente - ¿Tu fuiste feliz?
- Lo fuí. - susurra Sasha, con lágrimas cayendo por sus mejillas.
- No era su hora - comenta Rosita.
- Abraham habria querido pelear - digo, con un hilo de voz, mirando por la ventana.
- Y ese idiota del bate no se lo permitio - siento la impotencia de Sasha al oirla hablar -. Era luchar con un motivo para luchar.
- Todos queremos eso ¿no? - pregunta Rosita. Yo asiento sin dudar. Luchar con un motivo. Y yo tengo ese motivo -. Y sin importar lo que suceda, tienes mi apoyo.
   Me doy vuelta para mirarlas.
- Igual que el mio - Sasha asiente ante lo que dije.
- Lo mismo digo.

  Las tres nos quedamos en silencio, tal vez pensando en lo que sucederá en unos momentos. Asesinariamos a Negan y toda esta mierda habrá acabado.
- ¿Crees que ya habra salido? - pregunta Rosita. Sasha se levanta del suelo y llega a mi lado, y las dos nos centramos en ver lo que sucede fuera del Santuario. Una camioneta se acerca a la entrada, es parecida a una que vi llegar a Hilltop antes de escapar. Fijo mi vista en un hombre en particular, que esta sentado en la parte trasera de la camioneta, rodeado por los Salvadores. Mierda.
- Es Carson, el medico de Maggie - susurra Sasha, con tono preocupado.
- ¿Lo trajeron aqui? - Rosita se une a nuestro lado y las tres observamos por la ventana. Una de las puertas del Santuario se abren, dejando salir a cuatro personas, y entre ellas lo veo : puedo ver su cabello negro desde aqui, esa chaqueta de cuero que siempre luce con su camiseta blanca. El terrorífico bat de beisbol que apoya en su hombro. - Ahi esta Negan - susurro, a la vez que saco mi arma para apuntarlo; Sasha tambien me imita.
- Esta demasiado cerca. No tengo un tiro directo - susurra la morena, frustrada - Lauren, ¿tu que tienes?
    Trato de apuntar a la cabeza de Negan pero Eugene y Simon se interponen, mientras que el lider abraza por los hombros al doctor Carson, y comienzan a dirigirse dentro del Santuario.
- No, los demas se interponen - digo, con frustración. Está escapando, no puedo dispararle, ¡NO! Mi oportunidad se está alejando.
- Habla el doctor Eugene Porter. Ingeniero en Jefe - me doy lentamente la vuelta ara dirigir mis ojos hacia el radio que esta oculta en una parte del edificio -Necesitaré una docena mas de caminantes, mas conocidos como muertos, para expandir el protocolo perimetral lo antes posible. De hecho, ahora mismo, esto es para Negan, o sea, para mi, aunque nos lleve toda la noche. Asi que precisaré hombres de buen porte en la sede registrando. Negan estará en su recámara, asi que mientras tanto, cualquier regunta debera ser digrigida a su servidor. El doctor Eugene Porter. Ingeniero en jefe, tambien conocido como Negan.
    Me quedo petrificada al oirlo. ¿De que está hablando? ¿El está con ellos? Dejo de apuntar con mi arma hacia afuera y agarro la mochila que esta en el suelo, para luego mirar a mis compañeras, quienes me observan con atención.
- Cambio de planes - comienzo a hablar -. Vamos a entrar.

     La noche arriba en el Santuario, y las tres dejamos el edificio abandonado para vigilar la cerca. No hay nadie, pero nos ocultanos detras de unos arboles. Esperamos unos minutos, hasta que escucho unos pasos. Me descubro un poco de mi escondite y alcanzo a ver a Eugene caminando al lado de uno de los Salvadores. Parecian estar charlando. Alzo mi arma, y apunto a aquel desconocido Salvador, y tiro del gatillo de inmediato, varias veces. El hombre cae al suelo y Eugene se acuclilla justo al lado de la reja. Las tres corremos hacia ella y Rosita se agacha para sacar los grilletes que agarran las rejas.
- Eugene, de pie. Te sacaremos - dice Rosita, ahora sacando los grilletes con una pinza. Eugene solo se queda donde esta, y parece que esta por comenzar a lloriquear. Lo observo con desdén : algo no me cuadra en esto. El vendria con nosotros si quisiera ser rescatado.
- EUGENE - susurra Sasha, con severidad.
- No - dice el, con una voz temblorosa - No me ire con ustedes - el se cruza con mis ojos, que ahora estan llenos de decepción -. Yo no les pedi que vinieran, vayanse - Eugene se levanta del suelo, mmy mira por su hombro -.Deben estar en camino.
    Aquel cobarde hombre corre hacia dentro del Santuario, y yoa agarro fuertemente mi arma al sentir una gran impotencia.
- Ese cobarde inutil nos arruinará - escupe Rosita, molesta.
- Es hora, voy a entrar - decreto, ahora sacando las armas de mi mochila, y Rosita me imita.
- Espera - escucho decir a Sasha. Me doy vuelta para mirarla, esta agarrada a la reja - Esto no será un segundo. Podrian venir mas. Vigilen.
    Nos miramos con Rosita y asentimos. Agarramos nuestras armas y nos fijamos el perímetro, cubriendonos las espaldas. Cuando oigo el ruido de la reja moverse, me doy vuelta para apuntar a quien quiera que sea. Pero me detengo al ver a Sasha del otro lado de la reja, dentro del patio del Santuario. Bajo el arma, sin creermelo, y agarro la reja con mis manos, mirandola.
- ¡¿Que demonios crees que haces?! - grito, desesperada. Una sonrisa se refleja en el rostro de la morena. Siento como Rosita se coloca a mi lado y mira atonita a Sasha.
- Vete, no es tu tiempo - me dice, sonriendo -. Lo haré, lo mataré, lo prometo Lauren - niego rapidamente con la cabeza, y aprieto los labios. No, no podia arriesgarse -. Las necesitan.
    Me miro con Rosita y de un momento a otro, Sasha sale corriendo hacia la entrada del Santuario, ya matando algunos Salvadores en su camino. Agito fuertemente la reja, sin rendirme.
- ¡Lauren, vamonos! - oigo que grita Rosita.
- NO - grito, tratando de patear la reja que Sasha bloqueó hace unos minutos. De un momento a otro salen un par de Salvadores y se inmediato disparo varias veces hacia ellos. Se que vendran mas, y no podré quedarme aqui por mucho tiempo.
    Comienzo a correr lejos de alli, escuchando disparos detrás de mi, pero no dejo de correr ahsta llegar a lo profundo del bosque. Cuando me detengo, miro a mi alrededor, y recuerdo que antes no estaba sola. Me desespero al no ver a Rosita a mi lado, y comienzo a gritar.
- ¡¡Rosita!! - se que soy una estupida al gritar asi, de seguro los Salvadores me oirán. Pero habia perdido a dos compañeras en una sola noche, y eso me desesperaba. No podia mas. Debia pedir ayuda, tenia que ir a Alexandria, debemos rescatar a las chicas.
     El camino hacia casa se le hace largo, pero llego lo antes posible.  Me oculto en un arbusto cuando oigo el ruido de un motor acercarse. Presto atencion al frente, y las puertas de Alexandria se alzan frente a mi. Miro a un costado, veo una caravana acercarse a las puertas. A la vez, oigo como el portón de mi hogar son abiertas por alguien. Unas personas bajan de la caravana, y mis dudas desaparecen cuando oigo el rugido de una moto acercándose a la caravana, que luego es apagada. Salgo de mi escondite y me encamino hacia ellos, a paso lento. Observo como algunos bajan de la caravana, y una persona que reconozco perfectamente baja de una motocicleta.
- Daryl.

    Su rostro voltea y se encuentra con mis ojos. Mis sentimientos revolotean dentro de mi corazón. Lo habia abandonado, lo dejé solo cuando le prometí que no lo haría... Y ahora esta mirandome, atonito, al igual que yo. Acelero mas el paso hacia el y parece evitarme, hasta que llegamos y estamos frente a frente. Siento como mis ojos se ponen vidriosos cuando el me abraza. Mis manos se apoyan en su espalda y mi mentón en su hombro, y cierro los ojos, haciendo que las lagrimas se escapen. Siento como  me aferra mas a el, y ahora su respiracion choca contra mi cabello.
- Creí que te había perdido - su voz quebrada hace que mi corazón se estruje y las lagrimas salgan como si nada.
- No, Daryl... - le dije, acariciando su cabello. Cuando se separa de mi, sus ojos rojos se hacen presentes ante mi, a la vez que me agarra por los hombros.
- No me vuelvas a hacer algo asi, ¿oiste, Lauren? Hablo en serio niña, ¿oiste?
     Asiento con la cabeza. No me di cuenta de lo mucho que lo hice sufrir cuando me fui a enfrentar a Negan, sabiendo que podia ir a morir. Pero ese riesgo lo esta tomando Sasha ahora. Sasha. Ella se interpuso en mi camino. Lo hizo, y espero que valga la pena, porque si no pude yo, lo hará ella. Espero que lo haga.
   Hombro con hombro, mi hermano y yo nos acercamos a los demas. Entre medio del grupo veo a Rosita, y ella se cruza con mis ojos. Corro hacia a ella, pero no logramos decirnos nada. Las dos sabemos lo que sucedió luego se que nos separaramos. No pudimos detenerla, y si le sucede algo, sera otro peso que tendremos que cargar, y espero que no lo hagamos.
- Lauren, Rosita - la voz de Enid hace que me de vuelta. Ella se para frente a nosotras, al igual que Jesus, mientras los demas (Rick, Michonne, Tara y Daryl) se quedan detras de ellos - ¿estan bien?
- ¿Y Sasha? - pregunta Jesus, preocupado. Yo los miro a todos, y no se como decirselos. Ne doy vuelta para mirar a Rosita, pidiendole apoyo con la mirada. Ella solo se limita a mirarlos, atenta.
- Vino alguien - comenta. ¿Que demonios? ¿De que habla? El grupo se mira entre todos, y yo tambien lo hago, dudosa.
   Luego de entrar la caravana y la motocicleta, con el grupo nos dirigimos a la pequeña prision que tenemos en una parte de Alexandria. Este lugar es bastante oscuro, y debo agragar que creo que nomunca habia venido aqui. Rosita nos guia hasta uno de los pabellones y abre una de las puertas de una celda. Mis ojos se detienen en ese hombre que esta ahi. Mi cuerpo se tensa al tratar de saber quien es, ya que con la oscuridad no se ve mucho.
    Pero gracias a algunos rayos de luz del foco, logro ver su rostro cuando se levanta de la silla. Mi corazón comienza a latir rapidamente al ver ese rostro. Una ola de recuerdos invade mi mente. El agarrando mi mano, el sonriendome; el mirandome detalladamente; el observandose en el espejo la vez que le corté el cabello; el besandome. Mis ojos se cristalizan otra vez, y mi respiracion acelera cuando doy un paso dentro de la celda. Cuando sus ojos verdes se cruzan con los mios, un suspiro se me escapa.

- Dwight.

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