VIII
La casa de Daniel es hogareña. Dentro está decorada con adornos de madera y en la pared hay fotos familiares colgadas, cuando entras por la puerta, lo primero que ves son las escaleras que te llevan arriba, a las habitaciones. Johnny olfatea para sentir algún olor extraño -su alfa le ordena hacerlo, en modo de protección-, pero sólo siente el de Daniel.
"¡Mamá, ya llegué!" Daniel grita por sobre la música que está puesta.
El omega le indica al rubio que puede dejar las cosas sobre el sillón. Una señora de cabello medio y castaño oscuro, sale de la cocina, no es muy delgada, pero luce bien. Su cara es guapa y tiene las mismas cejas que Daniel. Johnny ya ha visto antes a la madre del omega, sólo que nunca se fijó exactamente como era.
"¡Oh, Dany!, llegas algo tarde, ¿no crees?" La beta tiene una espátula en la mano y la otra está manchada.
"Sip, fui con Johnny a hacer unas cosas" el omega se acerca a su madre para darle un abrazo. Johnny se queda en su lugar.
"Hola, Johnny. ¿Te quedarás a comer?, si es así, es un placer para nosotros tenerte aquí"
"Buenas tardes, señora LaRusso" asiente.
"Okay, si quieren comer tendrán que esperar un poco, porque todavía estoy empanizando la carne"
"Esperamos entonces" Daniel dice, contrayendo sus hombros.
"¿Por qué no van arriba a esperar?" Sin sus manos, Lucille empuja a su hijo hacia las escaleras. "Total, embarazado ya estás"
"¡Mamá!" Le reprocha, pero su mamá sólo se ríe, caminando a la cocina. "Ven Johnny, te llevaré a conocer mi habitación"
Con las mejillas rojas, ambos suben calmadamente cada escalón. Daniel abre una puerta pintada de color azul. En las paredes hay posters de super héroes o de alguna caricatura animada.
"Tu habitación es..." Johnny frunce el ceño, buscando alguna palabra -amable- que decir.
"¿Infantil?, lo sé" asiente, pasando una mano por la figura de Batman. "La única 'remodelación' que hice fue cuando tenía 12"
"Eso explica... todo, prácticamente"
"Pero, ¿no te gusta?"
"Si, digo, es lindo, creo"
"Yo mismo pegué cada posters en la pared" mira alrededor, sonriendo" mamá creía que era obsesivo y que algún día-"
De golpe, deja de hablar y sus ojos se nublan, su pequeña y rosada boca de abre, pero no sale nada de ella.
"Daniel, ¿estás bien?"
Con los ojos bien abiertos, sonríe. Intenta hablar, pero no queda callado otra vez.
"Se-se está m-moviendo"
"¿Quién?"
"El bebé" apunta su estómago y pone sus manos sobre éste.
El pelinegro camina hasta él y sin preguntar, toma su mano y la pone sobre él.
"¡Ahí está!, ¿lo sentiste?"
Desearía haberlo sentido, pero no.
"No, lo siento"
"¡Otra vez!" Alza su camiseta y comienza a hablarle. "Hola, bebé. Me alegro que estés moviéndote, pero espero que no lo hagas por las noches o será realmente molesto"
Johnny se acerca más, poniendo ambas manos sobre la piel del omega, tratando de sentir algo. En realidad, sólo tenía ganas de tocarlo. Sin evitarlo, hunde su nariz en cabello pelinegro de Daniel.
"¿Por qué hueles a coco con vainilla?, tú eres sólo coco"
"Cuando mamá estaba embarazada de mí, olía a coco y es que ella es beta. Así que... supongo que la vainilla es por el bebé"
"¿Es omega, entonces?, su olor es muy dulce"
"Creo que sí. Espero que sí. ¿Te molestaría que sea así?"
"No me importa. Quiero decir, lo que sea está bien para mi" mueve su nariz, buscando más olor y lo encuentra. "Hueles jodidamente bien"
"Tú también lo haces. Es como a hierbas, hierbabuena"
"Me lo han dicho" dice, bajando por la mejilla de Daniel, es suave y rellena. Su nariz choca con ella.
Los labios de Daniel están abiertos, esperando por algo. Algo que jamás llega. Johnny se aleja, aclarando su garganta.
"Sabes que no beso a nadie o no lo haré hasta encontrar a mi omega"
"Yo... yo soy tu omega, Johnny"
"No, no lo eres"
"Claro que sí. Lo siento, mi omega me lo dice"
"Estás confundido. En el autobús dijiste que leíste en Internet sobre que los omegas embarazados quieren atención todo el tiempo. Tu omega debe estar confundido"
Daniel asiente, secando sus lágrimas y recostándose en su cama.
"Debes tener razón, suena... lógico, ¿sabes?"
Johnny asiente, sentándose a su lado en silencio. Daniel acaricia su propia barriga, viendo la gran espalda del alfa, controlándose para no saltar sobre él y acurrucarse ahí.
"¿En dónde trabajas?" Su voz suena bajita, como un susurro.
"En un bar que abre por el día"
"¿Por qué el otro día llegaste con un corte en la mejilla"
Johnny suspira, acostándose a su lado.
"Un alfa estaba confundiendo a una beta con una omega y ya sabes..."
"Oh, pobre chica"
"Después de que empujé al alfa ella se fue corriendo, sin agradecer al menos. Que grosera"
"Que ironía, John Lawrence hablando de modales"
Él sólo sonríe de lado.
"¿Cuándo vas a volver?"
"¿A dónde?"
"Tú sabes"
"No quiero... tengo miedo de que vuelvas a ser malo. Quiero esperar un tiempo aquí"
"¿Me tienes miedo?"
Daniel no quiere decir que sí, porque eso podría lastimar a Johnny. Y a él no le gusta que la gente se sintiera lastimada, menos por su culpa.
"Contesta" pide, suave.
"Si, un poco. Pero no tanto por mi"
"Entiendo"
Otra vez, quedan en silencio, pero no es incómodo. Daniel comienza a jugar con los mechones de Johnny, no sabe que tienen de divertidos, pero el omega se reía.
"¡Johnny, Daniel, bajen!" La voz de Lucille de escucha a lo lejos, después de eso hay más murmullos.
Ellos se paran. Daniel se acerca a Johnny, acariciando su suéter.
"¿Puedo tener éste también?"
"Es mi favorito. Además, es el único que tengo, todos los has agarrado tú"
"Prometo devolverte los demás si me lo das"
"Pero es mi favorito, ¿para qué lo quieres, sin embargo?, tienes más"
"Éste huele a ti, los otros ya no"
"Okay" se lo quita, dejando su torso marcado al aire.
"Wow" dice Daniel, acercando su mano al estómago del alfa.
"No te hagas, ya lo has visto. Ahora dame uno de esos suéteres míos que tienes"
El omega camina a su armario y con las mejillas rojas, lo abre, hay varias prendas pertenecientes al rubio ahí.
"Escoge"
Rodando los ojos, Johnny toma uno rojo y se lo pone.
"¿Te quedarás más tiempo después de comer?"
Están bajando las escaleras.
"No creo, tengo que ir al trabajo"
"Pero no me gusta dormir solito" un puchero atraviesa sus labios.
"Entonces vuelve a casa"
Daniel achina los ojos, asintiendo y sonriendo.
"Bien jugado, Lawrence"
Johnny sonríe de igual manera.
[.]
El padre de Daniel ha llegado ya y ahora todos están en la mesa. La carne empanizada que hizo la beta sabe realmente bien.
"¿Vas a ir a la Universidad?" Lucille pregunta.
¿Acaso todas las madres preguntaban lo mismo?, Johnny se pregunta en su cabeza.
"Tal vez sí, pero primero quiero trabajar"
"Deberías estudiar para obtener un buen trabajo" el padre del pelinegro habla.
"En la empresa de mi tío aceptan gente a partir de que tengan la preparatoria terminada, es un buen lugar y pagan bien"
"¿Trabajas ahí?"
"No, aún no termino la prepa y eso iría contra las políticas de la empresa" evita rodar los ojos.
"Hoy vimos al bebé" Daniel cambia de tema, sin tomarle importancia al anterior. "Es muy chiquito y el doctor dijo que estaba bien"
Johnny sonríe de lado, asintiendo.
Rápido, los dos betas comienza a atacar a su hijo con preguntas y sonrisas en sus rostros. Daniel las contesta todas de manera feliz, bajo la mirada orgullosa del alfa.
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