Extra

Suspira, quitándose las sábanas de encima. Sabe que día es hoy y eso le pone feliz. Su cumpleaños. Cumplía 5 años y sabía que sus padres le tenían una sorpresa, los ha escuchado hablar de eso por las noches. Así que, con una sonrisa brillante, corre a la cocina. Su casa está en silencio y eso es raro, ya que sus papás siempre estaban gritando -no en manera de pelea- o su hermana cantaba.

"¡Cállate, animal!" Oye la voz de su tío Lucas y ésta es seguida de varios sshhh.

Aún más contento, con la idea de que su familia está ahí, entra a la cocina y todos gritan su nombre, tirando serpentinas y confeti. Su papá Will se acerca a abrazarle con mucho cuidado de no tirar a su hermanito menor, Mateo.

"¡Feliz cumpleaños, bebé!" El castaño besa sus mejillas repetidas veces, dejándolas sonrojadas.

"No soy un bebé, ya tengo cinco" se limpia los cachetes, yéndose a una de las sillas.

"Felicidades, Anthony" Susan, con el cabello trenzado se acerca, teniendo una caja grande entre sus manos, con trabajo y podía sostenerla.

"¿Para mí?" Abre sus ojos en grande, fingiendo sorpresa. "¡Gracias, bruja!"

Susan rueda los ojos, evitando contestarle a su hermanito, se la pasaría por hoy porque era su cumpleaños.

"¿Dónde está mi papá?" El cumpleañero pregunta, quitándole la envoltura a la caja.

"Por ahí" Richie contesta, mirando a otro lado y enrollando su brazo alrededor de Lucas.

"Por ahí en ..." Max quiere seguir, pero no se le ocurre nada.

"En la selva" Dustin termina y todos se golpean la frente, incluida Susan.

"¿En serio?" Sus ojos de colores se abren, ahora sí, sorprendido. "¡Woooow, yo siempre dije que papá era como tarzán!"

"Por idiota" Max murmura bajamente, y le sonríe a Will, quien lo mira enojado.

"Fue con tía Jane y los gemelos a buscar algo, amor"

"Ahhh, ¿no fue a la selva?"

"No, Anthony" su padre deja al bebé en su silla. "Pronto debe venir"

"¿Es una sorpresa para mí?"

"Puede ser" la pelirroja se encoge de hombros. "Puede ser que no" se mece de un lado a otro.

"¡Anthony!" Alan y Arad entran corriendo a abrazarle cuando lo ven.

Ambos lo felicitan entre risas, haciéndole cosquillas. Un ladrido hace que se separen, los ojos del pequeño Wheeler se abren y corre hasta donde lo oye. Su padre está parado ahí, con un gran perro a su lado.

"Mierda, Mike. Dijimos un perrito" Will le dice al oído a su alfa, pegándole en el brazo.

"¡No había nada más!" Se queja, sobándose.

"¡Un perrito!" Y a Anthony no se le es necesario hincarse para abrazar al perro, ya que es casi de su estatura. "¡Gracias, papá!, ¿lo conseguiste en la selva?"

"No, él es de la perrera, tu padre si es de la selva" Richie interfiere, acercando sus pasos al can y dándole leves caricias al perro.

"¡Papi!" Susan grita desde la cocina.

Will va a verla. Ella está sobre la mesa, cuidando a Mateo y con alerta a todo.

"¿Qué pasa, corazón?"

"Papi ¿el perro se va a-a quedar mucho tiempo aquí?"

"Es uno de los regalos de Anthony" tuerce la boca.

"Pero-"

"¿Pero?"

"Me da miedo. Está alto y grande, papá" lloriquea, estirando los brazos al castaño.

"Tienes que acostumbrarte, Susan"

Restregando sus ojos, asiente sin más. Will toma a Mateo en brazos, llevándoselo a donde los demás estaban.

Susan muerde su labio inferior, pensando si bajar de la mesa o no, pero un ladrido fuerte la hace encogerse en su lugar. Seca sus lágrimas y suspira hondo varias veces. Su tía Amy -psicóloga, sólo que ella no sabía que lo era-, muchas veces le ha dicho que necesitaba tranquilizarse y pensar bien todo lo que debía hacer.

"¿Qué haces aquí, bruja?" Mike entra por una biberón de Mateo, yendo hacia el refrigerador.

"N-nada" contesta, secando sus lágrimas y hablando con la voz gangosa.

"¿Estás llorando?"

"Estoy bien, ya voy" oye las garras del gran perro chocar contra el suelo, eso indicaba que se estaba acercando "¡Papá!" Grita, comenzando a desesperarse. "¡Papá, ayúdame!"

"Tranquila... no pasa nada" sin entender, Mike la arrulla contra su pecho.

"¡Ahí está!" Se cuelga sobre él, tratando de escalar más allá, para que el perro no la alcanzara.

Mike saca al perro de la cocina, con los gritos de Will, molesto, porque el odiaba a los animales dentro de la cocina.

"Ya se fue, Susy, está bien"

"No quiero, papá, por-por favor" le ruega entre sollozos.

...

"Cuando a Susan la dejaban sola era con un perro, en un departamento diminuto" el agente Bob se quita las gafas de lectura, reclinándose en su silla. Lo habían contactado después de un par de años después. "Era grande, un dóberman creo. Pasaba más tiempo con el que con cualquier persona, pero el perro no era muy bueno que digamos. No sé si alguna vez alcanzó a hacerle daño..."

Will frunce la nariz, evitando llorar, sintiéndose mal por haber regañado a su hija cuando ésta lloraba por tener a el perro cerca. Mike asiente y acomoda a Mateo en su regazo.

"Lo mejor sería hablar eso con la psicóloga de Susan, ella sabrá qué hacer en esos casos"

Will no dice nada y sale de la oficina, caminando a donde su hijos estaban, en la zona de juegos, pintando unas hojas y riendo.

"Hola, papi" Anthony es el primero en saludar y pararse para abrazarle.

La pelirroja permanece sentada, con el rostro serio, en las últimas dos semanas, lo único que hacía era pelear con Will porque no la entendía.

"Hola, amor" acaricia su cabello y besa su frente. "Quiero hablar contigo, ¿sí?"

"Vale. ¡No pintes mi hoja, Susy!" Le grita, saliendo con su padre. "¿Qué pasa?"

"Ehh... ¿Qué tanto quieres a Rory?"

"Mucho, papá, ¿por?"

"¿Más que a Susy?"

La cara del niño se deforma, como si su padre acabara de decir la mayor tontería del mundo.

"¿Por qué lo dices?"

"¿Has visto a Susan llorar mucho?"

"Sip, y no me gusta. ¿Por qué está triste y grita, papi?"

"Tiene miedo, bebé"

"¿De?"

"Mmmm... de Rory"

"¿Por qué?, si es muy bueno"

"Por... algunas cosas... pero por eso ha estado triste y asustada"

"No quiero que ella esté así, porque ya no baja a jugar conmigo al patio"

"Lo sé, Anthony, necesitamos hacer algo para ayudarla"

"¿La señorita Amy no puede? Ella siempre lo logra"

"Si, ella puede. Pero eso tardaría bastante y ..."

"¿Y ...?"

"Y mientras... necesitamos que Rory no esté en casa..."

Anthony lo piensa, mirando a su hermana a través del cristal. Ella pinta con un color azul, tal vez el cielo o el mar. A él le gusta ver a Susan feliz, porque cuando ella estaba feliz, jugaban siempre y se divertían mucho.

"¿Y dónde la llevaríamos?"

"Buscaríamos un lugar seguro para ella"

El pequeño sonríe y asiente.

"Está bien, papi, Rory puede irse por un tiempo. Pero... ¿me llevarás a visitarla?"

"Siempre que quieras, amor"

Orgulloso de su hijo, Will besa la cabeza de Anthony.    

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