XCII - Sueños

Los cuatro cenaron, se dieron las buenas noches y se despidieron, ahora venía el momento favorito de Michael, el dormir al lado de Jonathan. 
No había nada mejor que estar recostado en la cama y sentir el cuerpo de su novio encima de él, no pudo contenerse, así que lo besó mientras acariciaba su cabello.

Nunca tendría suficiente de él. 

—Querido, hay un evento al que quiero ir contigo, es un evento de personas influyentes del estado, ahí se va a aclarar rumores o a dar noticias. 
Quiero que vayas conmigo, para que el mundo sepa que estoy comprometido contigo, con el chico más lindo de las redes sociales, tú mi niño fitness.
Amor, lo haremos oficial, que todo el mundo sepa que eres mío.
No importa lo que piensen, los dos sabemos quién eres en realidad, eres el ser más bello que tuve la dicha de conocer y al que amo profundamente con toda mi alma, tú, mi amor.

—¿Es ése qué realiza el estado y qué transmiten por T.V con las personas importantes de Mastery? ¿Ése? 
Oh, mi vida, no quiero que mi mala reputación afecte tu carrera. 

—Seamos odiados juntos entonces, porque no planeo ocultar mi relación contigo. 
Iremos tomados de las manos y te llenaré de besos el resto de la noche.

—Eres tan lindo, mi vida, sígueme amando igual, porque mi alma se siente completa cuando lo haces. 

El abogado llenó de besos a su novio, dándole pequeños besos cortos, a la vez que le decía lo mucho que lo amaba y el contador hacía lo mismo.
Jon a Michael realmente le tenía una adoración absoluta, que incluso cuando se durmió, aún le daba pequeños besos.

«El casarme contigo sería un sueño hecho realidad».

El hombre de ojos avellana, tenía a su pareja recostado sobre su pecho, y de vez en cuando acariciaba esa cabellera rubia de tonos oscuros. 

Quería tenerlo a su lado todas las noches. 

El despertar al día siguiente fue sumamente agradable para Jonathan, aún su novio seguía dormido y tuvo el privilegio de despertarlo con su voz. 
No sabía del efecto que seguía causándole al abogado, porque el despertar con su voz, era la prueba ferviente de que había logrado estar con el hombre con el que soñó durante meses, aquél protagonista de sus fantasías más bajas. 

Los dos se dieron los buenos días, y Michael antes de salir de la cama le dió un beso en el mentón a su novio, después pasó una de sus manos por la parte baja del cuerpo del contador, quién sintió como su pareja sostenía aquello a través del boxer.
Le dió un beso más en el pecho y volvió a mover su mano en la parte baja de la anatomía de su novio.

El poder sentir, escuchar y tocar a un hombre como Jonathan Bettley era un sueño para Michael Spencer, porque éso significaba que realmente él era suyo. 

—Es un sueño hecho realidad el que pueda tocarte así —dijo con una sonrisa, mientras pasaba sus manos por el cuerpo de su pareja—, el despertar a tú lado es un privilegio, Jon.
Si haces sentadillas, hazlas sobre mí, te recompensaré besándote y saboreando tu cuerpo. Cada que bajes… te besaré.

—Suena demasiado tentador, amor mío. 
Tú puedes besarme todo lo que quieras, no necesitas esperar hasta que haga ejercicio, ven y házme lo que quieras. 

Jon hizo que Michael subiera encima de sus piernas, estando ahí el abogado pasó sus manos por su pecho, seguido de ello comenzó a besarlo por completo. 
Tenía una fascinación por verlo así, semidesnudo en la cama, sentía que podía percibir su aroma mucho mejor y sobre todo pensaba que tenía el privilegio de tocarlo como quisiera. 
Especialmente se encargó de llenarlo de besos y de pasarle su lengua por todo su torso, dejándolo húmedo encima. 

—El verte así a través de la pantalla fue lo que me fascinó tanto, eras tan cruel conmigo por mandarme ésos videos en las mañanas ¿Sabes la tortura qué era recibir ésos videos tuyos sin camisa y no poder tocarte? Era una tortura qué me provocaras una erección al ver que te movías y que no fuera encima de mí, tenía que calmarme con agua fría o de lo contrario me escucharías del otro lado teléfono.
Jon, amor, dime ¿Qué habrías hecho sí te hubiera dicho qué quería tus dedos dentro de mí? Si te hubiera dicho qué quería que vinieras a follarme.
Jonathan dime que ésos videos solamente los tengo yo, estaría celoso de saber que alguien más los tiene.

—Sólo tú, te recuerdo que nadie quiere ver a un idiota practicando box a las 06:00 am, así que mis trasmisiones en vivo se volvieron vídeos cortos para ti, que eras mi único seguidor activo. 
Y sí, con gusto habría ido a follarte. 

—Jon, monta tu propio gimnasio aquí, déjame seguir siendo tu principal fan y espectador, no quiero compartirte con nadie. Solamente yo puedo verte, sólo yo puedo tocarte, y todo tu cuerpo es mío. 

—Sí, mi vida, no habrá nadie más que tú. 

—Conmigo no tienes que cubrirte con nada, duerme conmigo así. Házlo, cariño.
No importa que haga frío, puedes abrazarte a mí, calientate con mi cuerpo.

Jonathan cubrió a su novio con una cobija, lo tomó del rostro y vió sus labios humedecidos, le dió un pequeño pico en los labios y después lo dejó seguir entreteniéndose con su cuerpo. 
Sabía de ésa fascinación que Michael tenía por llenarlo de besos en el pecho, a veces no solamente lo lamía, si no que le daba pequeñas mordidas, era su forma de liberar el estrés. 
Su pareja terminó con las mejillas sonrojadas y los labios completamente húmedos, le susurró un «gracias» al finalizar, cosa que a Jon le pareció tierno.

—Cariño, hoy saldré tarde del trabajo, agarraré las horas corridas, así que no me esperes para comer. 
Jon, quiero que aproveches el día para ir de compras, cómprate dos atuendos para estrenar, uno para el evento al que iremos y el otro para el día Martes, es el día en que nos reuniremos con mi padre. 
Quizás nos lo topemos en el evento, es probable que asista, aunque conociéndolo, no es una certeza. 
También cómprale algo a la niña y a… —hizo una pausa, abrazó a su pareja y terminó susurrando las últimas dos palabras—, mi suegra.
Déjalas elegir un atuendo que les guste, y sobre todo tú, compra lo que necesites.
No quiero que escatimes gastos en ti, es probable que ya hayan depositado la quincena en la tarjeta, así que no te preocupes por el dinero, mientras yo tenga dinero, tú también lo tienes.
Quiero que estos dos días que vienen… te sientas seguro de ti, puedo asegurarte que lucirás mejor que cualquiera.

Jonathan solamente asintió y lo besó, después lo sintió salir de la cama, era hora de que Michael se alistara para irse al trabajo.
Cherry hoy no tenía clases, por lo que hoy su novio se iría sólo.

Mientras tanto, él iría a preparar el desayuno y le haría algo más para que se llevará de lonche.

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