LXXXIV - Futuro Contigo
Michael abrazó a Jonathan, quién seguía besándolo, parecía que aún quería continuar.
Su novio había empezado suave, pero había vuelto a lo habitual, aumentó el ritmo con cada estocada, yendo más profundo y siendo certero.
El abogado sabía que esta era la última vez que ocurriría esto en el día, y estaba consciente de que era difícil cuadrarse para estar sólos, tal como hoy.
Por lo que se dejó llevar aún más, dejó de lado el pudor, tocaría a su pareja tal como quería hacerlo, yendo a sitios más abajo, mordiéndose los labios mientras lo hacía.
Se sentía pegajoso por el líquido, le temblaban las rodillas, pero a pesar de ello, quería seguir.
Ninguno de los dos podía permitirse esta clase de escapadas, así que aprovecharían este momento tanto como quisieran.
Jon sabía que su pareja estaba por volver a terminar, porque clavó sus uñas sobre su espalda, a la vez que de su boca salían aquellos sonidos tan dulces, tan indescriptiblemente hermosos para sus oídos, su novio era tan perfecto.
Se concentró en besar y morder su cuello, quería seguir escuchándolo, hoy no tenía porque ahogar sus gemidos, estaban en un lugar seguro en el que podían amarse como quisieran.
El contador no creía aguantar mucho más, menos si su novio seguía manoseandolo del mismo modo, posteriormente el abogado pasó su lengua desde el cuello de su pareja hasta sus labios, deteniéndose justo ahí, para besarlo.
Quería probar de él tanto como se lo permitiera, estaba por seguir cuando sintió a su novio ir un poco más allá.
—Cógeme, dame tan duro que no tenga necesidad de relamerme los labios cada que te vea semidesnudo en la cama, hazme sentir tan lleno y satisfecho que no tenga que pegarme a tu cuerpo por las noches.
—Mi amor, tú sigue pegando tu cuerpo al mío, porque me encanta amanecer empalmado, quiero seguirte follando por las mañanas y por las noches.
Sigue mordiendo las almohadas de vez en cuando, nos las arreglaremos para estar a solas, aunque debamos de hacerlo en el auto.
—Oh, querido, ven aquí, pégate a mi cuerpo, necesito tocarte mucho más.
No sabes lo fascinado que me tienes, me encantas, aún me es difícil creer que pueda tocarte, eres una fantasía hecha realidad. Estas tan bueno, Jonathan.
Siempre te lo dije, eres la clase de chico que puede obtener lo que quiera, elígeme a mí, pídeme lo que quieras, que te lo daré, estoy dispuesto a darte lo que sea.
Tú, mi niño fitness, eres mío, y yo soy tuyo, no tienes más opción que amarme.
Ámame, ámame siempre, Jon.
Jonathan lo calló con un beso, estaba tan extasiado que no quería hablar más, lo cambió de posición, después lo abrazó por la espalda y continúo con el vaivén, esta vez yendo más duro.
Obteniendo sonidos más puros que llenaban toda la cochera, por lo que le fue inevitable besar la espalda de su pareja.
El abogado gimió, a la vez que repetía una y otra vez el nombre de su pareja.
La camioneta comenzó a moverse por el vaivén, sin embargo aquello no le importo, continúo con el movimiento de sus caderas, hasta alcanzar el clímax de manera total.
Lo mejor fue cuando en medio del orgasmo sintió la eyaculación de su pareja dentro de él.
Su novio estaba por salir, pero volvió a jalarlo, abrazándolo por completo.
—Amor, no te salgas aún.
—Estaré dentro de ti… todo el tiempo que quieras.
Michael tocó nuevamente con ambas manos el cuerpo de Jonathan, desde arriba… hasta dónde alcanzaron a llegar sus manos.
Al sentirse completo, dejó que su novio saliera de su interior, después de ello se subió encima de sus piernas de nuevo.
Observó el cuerpo entero de su pareja una vez más, por lo que continúo pasando sus manos por todo su pecho, dándole un suave masaje con las yemas de sus dedos.
—Jon, nos queda poco tiempo antes de que debas ir a recoger a la niña, así que quiero hacer una última cosa contigo.
—Te escucho, mi amor ¿Qué quieres hacer? Puedes pedirme lo que sea. Michael, cielo, también dime si regresarás al trabajo.
—Cariño, por favor ¿Crees qué estoy en condiciones de regresar al trabajo?
Dije que me sentía mal y que iría a ver a mi doctor, tú eres ése doctor, amor.
—¿Y qué tal el remedio?
—Estoy más que satisfecho con el servicio, aunque el remedio no es del todo efectivo, porque tendré que pasar el resto del día en cama.
Aún así vale totalmente la pena, serás mi médico de cabecera.
Ahora, llévame a la cama, que quiero ver una película junto a ti.
—¿Tienes palomitas?
—Sí, en la alacena.
Jonathan lo envolvió en una manta y lo cargó de nuevo.
Al regresar a la habitación, trató de vestirse, pero su novio lo miró de una forma, en la que entendió que no quería que lo hiciera, así que se quedó así.
—¿Sí sabes qué hace frío? Déjame ponerme algo.
—No, porque no siempre tengo el placer de verte así.
—Claro que lo tienes, todas las noches.
—Nunca es suficiente, me tengo que conformar con ver tus antiguos vídeos, a decir verdad… creo que tengo todos tus vídeos guardados en mi teléfono.
También tengo unas transmisiones en vivo guardadas.
—¿Guardaste mis transmisiones? Creí que me odiabas.
—No, nunca pude hacerlo, eras demasiado bueno como para odiarte e incluso puede entender a la perfección el porque Sara se enamoró de ti.
Eres todo lo que alguien podría desear, es demasiado fácil amarte.
Y además, bien dicen que tienes que estudiar al enemigo, era mi forma de estudiarte, aunque la verdad es que termine fascinándome por tu cuerpo.
—No pienses más en ello, Sara fue una idiota al dejar a un hombre como tú.
Y si se hubiera enamorado realmente de mí, no habría hecho lo que me hizo.
Olvídate de ella, también sobre lo irrelevante del porque nos conocimos, las cosas no son una casualidad, quizás lo nuestro estaba predestinado a ser.
En este momento, o en cualquier otro.
—Quien sabe cariño, he hecho un par de estupideces estos últimos años —dijo con un suspiro—, si algo hay que agradecerle a Riley y Sara, es el hecho de que todavía estoy aquí.
Especialmente a Patrick, quién es la persona que más ha lidiado conmigo.
No sabes la razón que tiene Carnaghi, es evidente que con todo lo que he hecho, Riley no debería ni hablarme.
El año pasado fue un tanto difícil, estuve bastante alejado de mis obligaciones, tenía el suficiente alcohol en mi sistema como para ir a trabajar, a Riley le debo seguir trabajando en la firma, él sabe cómo devolverme a la realidad.
Hay cosas de las que no estoy orgulloso —expresó con ambigüedad, a la vez que abrazaba a su novio—, especialmente de haberle arrojado una botella a Riley, estaba lo suficientemente ebrio y dolido, como para querer tener a alguien cerca.
A veces solamente quería autocompadecerme en la miseria.
Y Sara siempre fue la clase de mujer que sabe cómo manipularte emocionalmente.
Cuando salí de ahí, creo que empecé a ver todas aquellas banderas rojas en nuestra relación.
Amor, esta casa estuve a punto de perderla, de no ser por Riley,
Los primeros meses de la muerte de mi madre, estaba un tanto inestable, caí en un espiral de desolación, estuve depresivo por un tiempo, viendo a Sara y a Patrick pasar. Después a la semana, Sara me pidió firmar documentos, era tan ingenuo de firmarle lo que fuera, no tenía la cabeza para lidiar o ponerme a estudiar lo que decían. Mi madre recién había fallecido.
Era más sencillo decirle que sí a todo, con ello me permitía dormir.
Me volví adicto a las pastillas para dormir, aprendió a condicionarlas.
Ésos documentos estaban hechos para cederle los bienes míos y los de mi madre.
Riley los encontró de casualidad en el departamento de Sara, noto mi firma y se le hizo extraño que ella tuviera documentos míos, al verlos, los destruyó.
—¿Y por qué seguiste con ella?
—Me dijo que lo había hecho porque conocía mis tendencias hacía la autodestrucción y no quería que nuestro futuro se arruinará por una mala decisión mía, metió a mis ex suegros en esto, así que todo el círculo social que conocía estaba de acuerdo.
Escuche especialmente a mi ex suegro decir que si quería a su hija, era mi obligación dejarle un futuro estable, con estabilidad económica.
Al final terminé disculpándome con ella.
Había estado conmigo durante tantos años, que al perder a mi madre, no quería perderla también a ella.
Le hice la promesa de protegerla, ahora es algo que estoy seguro… que querrá usar en mi contra.
Pero sabes, he tocado fondo, no estoy dispuesto a volver a lo mismo, así que por favor, si la ves, no le creas absolutamente nada. Querrá dañarte o manipularte con algo mío.
Sí, he sido una persona terrible e inestable, pero he estado yendo a terapia el último año, con un programa social que tiene la firma, en el cual, agradezco que sean discretos.
—No hay nada de ti que me asuste, te amo igual, te adoro, y agradezco que estés aquí conmigo, a mi lado.
Todos hemos tocado fondo, mi amor, tú no tienes nada de que avergonzarte, tienes que sentirte orgulloso de haber salido de ahí, sobre todo de lo mucho que has crecido como persona, éso es lo único que importa.
Lo demás déjalo en el pasado y crea un nuevo futuro conmigo.
Jonathan besó a Michael, estuvo llenándolo de besos y caricias por un rato, después se levantó, iría por palomitas, hoy quería hacer a su novio feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top