CXVII - Recuerdos
Michael estuvo una gran parte del tiempo pensando, al final llegó a la conclusión de empezar a formar recuerdos.
Salió de casa, fue a una tienda de revelado de fotos e imprimió algunas imágenes que tenía guardadas en el teléfono, también compró un álbum para guardar fotografías y unos marcos de vidrio. Junto con unas cosas que necesitaba para decorar, eso le ayudaría a despejarse.
Regresó a la casa, mientras que April se había ido a una reunión con unas amigas. Michael no puso objeción alguna, él mejor que nadie sabía que su suegra hacía demasiado por Cherry y que no debía de ser siempre así. La niña era una responsabilidad completa de Jonathan, y suponía que ahora en parte también de él.
Por lo que hizo el almuerzo, y esperó pacientemente a la llegada de Judy.
La recibió del transporte, después le ayudó con la mochila.
Ella al llegar fue hacía su cuarto a quitarse el uniforme de la escuela y cambiarse, luego de unos momentos salió y preguntó por su padre y “mamá”, para este punto el abogado estaba un tanto nervioso, sabía lo sobreprotectores que eran algunos niños con su núcleo familiar.
Antes de responderle cualquier cosa, le sirvió el almuerzo, después le hizo una videollamada a Jon, esperando que le respondiera. Cosa que no sucedió, entonces estaba sólo en esto.
—¿Y Papá?
—Anda viendo lo del finiquito de su trabajo, es una especie de remuneración por el tiempo trabajado. Más bien liquidación, esa sería la palabra correcta.
Michael se sintió nervioso, el abogado deseo tener a Riley cerca, a diferencia de él, Patrick era demasiado bueno para tratar con niños.
Observó los ojos de Judy, iguales a los de Jonathan, verdes con una tonalidad de café, ella tenía la vista fija en la televisión, luego recordó las palabras de su prometido y un «no puedo» pasó por su mente, claramente no era bueno prohibiendo cosas, tampoco deseaba decirle que «no».
Al final le mandó un mensaje a Jon dónde le informaba sobre la llegada de Cherry.
Él le contestó unos minutos después.
«Gracias amor, yo sigo atrapado aquí.
Recuerda que Judy no puede ver T.V :) Te amo».
No, no lo había olvidado, suspiró, aclaró un poco su garganta y le mostró a Cherry el álbum de fotos que había comprado.
—Compré un álbum para guardar fotografías. ¿Me ayudarías?
Podremos decorarlo al terminar con tu tarea.
—Sí me gustaría —asintió, después dirigió su mirada al abogado—. Pero papá es el que me ayuda con la tarea.
—Lo sé, pero tal vez podría ayudarte, para que al volver Jon podamos ir directamente a comprar un helado e ir al parque. ¿Qué piensas de ello?
Cherry asintió, después de terminar de almorzar, Michael le ayudó a hacer la tarea. Al finalizar ambos decoraron el álbum de fotos.
Y a las 03:00 como era costumbre, Judy tomó una siesta.
Jonathan regresó alrededor de las 03:30, Michael observó la expresión en su rostro y supo que no le había ido nada bien.
El abogado lo abrazó por la cintura y él le correspondió con un beso.
—Hola, mi vida. ¿Y Cherry?
—Dormida.
—Bueno, entonces tú y yo vamos a nuestra habitación.
Michael negó y lo atrajo hacía él sofá de la sala, estando ahí le dió un beso.
Continuó con ello hasta que Jonathan lo apartó lentamente.
Sin embargo, el hombre de ojos aqua no había terminado, volvió a besarlo y deslizó sus manos por debajo del saco de su novio, luego lo tomó de ambas mejillas para que no se apartará otra vez, y después lo tumbó en el sofá.
Y estando en ésa posición Jon lo atrajo más hacía él para pasar sus manos por la espalda de su compañero.
—Jon, querido… pon tus manos más abajo, cariño —le susurró en el oído y él hizo lo que pidió—. Así mi amor… aprietame, quiero que me toques mientras me besas.
No te apartes de mí, que esto va para largo.
Michael sintió a su novio apretarlo cada vez más por detrás, entonces le sonrió.
Realmente quería sentir las manos de Jon encima de su cuerpo.
—Ven, vamos a la cama.
—Estoy cansado de estar ahí, quiero quedarme aquí, abrázame y dame otro beso, Jon.
—Cherry esta aquí, en cualquier momento se despertará…
—Entonces vamos por un momento afuera.
El abogado se levantó y jalo al saxofonista.
Estando afuera de la casa, Michael volvió a besar a su prometido a la vez que lo abrazaba de la cintura, pero Jon le sonrió en medio del beso y lo apartó.
—¿Por qué quieres besarme afuera?
—Solamente quiero besarte, no hay razón alguna, ven y tócame mientras me besas.
Posteriormente besó de nuevo sus labios, quería perderse dentro de su boca.
El abogado continuó con aquél ritual de besos, a la vez que lo abrazaba y deslizaba sus dedos por el cabello de su pareja. El saxofonista le correspondió abrazándolo por la cintura, solamente que notó como su novio le bajaba las manos un poco más.
—Tus manos abajo —le dijo con un hilo de voz—. Tócame más abajo, no me hagas suplicarte.
Regresó a besar los labios ajenos, cuando esta vez su pareja lo apartó nuevamente.
—Hey… ya. Mejor dime qué sucede.
—No es nada, volvamos adentro.
Jonathan lo atrajo de nuevo hacía él y pego su cuerpo con el suyo, le dió un beso largo, al mismo tiempo que deslizaba sus manos por la parte baja del cuerpo de Michael, lo tocó tal como él quería.
Al terminar por la falta de aire, lo tomó del mentón y le habló de nuevo.
—Ahora dime qué sucede.
Si esto es por Sara, bien sabes tú qué ella no tiene importancia para mí, me da lo mismo.
Y tú mi amor, sabes lo que siento por ti —dijo con voz dulce en medio de besos cortos—. A mí me gustas demasiado, eso no cambiará jamás.
El hombre de ojos aqua negó, Sara no tenía nada que ver en sus sentimientos actuales.
—No, ella no tiene relevancia en esto.
Se trata de ti, de mí, de nosotros juntos.
Amor, hemos estado hablando tanto de boda y esas cosas, pero tú y yo no hemos construido absolutamente nada como novios.
—¿No quieres casarte conmigo? ¿Crees qué vamos demasiado rápido?
Sé que no es fácil ser padrastro, y es una gran responsabilidad, entiendo que no quieras seguir…
Michael lo interrumpió, no quería que se hiciera ideas con el tema.
—No, no me malinterpretes, no me refiero a eso, Jonathan.
Te amo y claro que quiero casarme contigo, nada me haría más feliz en este mundo. Me encanta estar contigo y ayudarte con Cherry, además mi amor, tú mejor que nadie sabe que no puedo despertar sin tu voz, te necesito conmigo.
Amo la vida que tengo contigo, me hace feliz estar a tu lado, no podría vivir sin ti.
A lo que me refiero es que no tenemos nada constituido como novios, al menos no las cosas que se supone o se esperan de un noviazgo.
—Ya hablamos de ello, sabes que no podemos salir tanto.
Tengo responsabilidad con Cherry, tampoco es correcto que dependa de mi madre al 100% con el tema de la niña.
—Jon, no es eso, lo hablamos y te dije que estaba decidido a ser tu novio a pesar de todo. Y me encanta mi rutina con ustedes.
Hablo de nosotros como pareja, nos falta tener fotos juntos, afecto, besos, aniversarios, etcétera. Debe haber más que solamente estar amándonos a escondidas.
Es abrumador tener toda esta presión de tener que encerrarme en una habitación para besarte o tomarte la mano.
Se lo que dirás, también soy consciente de que no podemos hacerlo aquí, pero ¿Qué hay de afuera?
Quiero más de ti, no te pido que salgamos cada fin de semana, pero tal vez podamos adaptarnos por las mañanas y empezar a hacer cosas de novios.
A veces creo que solamente soy tu pareja a escondidas, porque desde que empezamos a salir, siento que nuestro amor es furtivo y ésa sensación no me agrada en lo más mínimo. No quiero tener que amarte en silencio.
—¿Todo esto es por las fotos qué viste? Tan difícil es decir: “estoy celoso de las fotografías que vi de ti con otras chicas y por eso también quiero tener fotos contigo”. Te recuerdo que habías dicho que odiabas tomarte fotos. El afecto y mis besos los tienes todos los días, mientras que nuestros aniversarios han sido en la cama, pero te prometo que más adelante haremos algo previo a ello.
Mi vida, pronto tendremos tu cita ideal, voy a cumplirte ese deseo, también tendrás tus fotos.
Y una última cosa… te tengo una noticia, desde hace tiempo que dejamos de ser novios —señaló su anillo, luego lo abrazó—. Lamento hacerte ver la realidad, amor mío. Porque tú prácticamente eres mi esposo y el padrastro más hermoso del mundo.
Te lo dije alguna vez, no voy a dejarte ir jamás, muy pronto te sacaré del país, te llevaré al altar y regresarás a Italia siendo mío por todas las de la ley.
—Odio las fotografías, pero amo verte a ti en ellas.
—Y yo te amo a ti, bebé.
Ambos volvieron adentro de la casa, Michael se recostó sobre el pecho de su novio y nuevamente lo abrazó, mientras que Jonathan le correspondió abrazándolo de vuelta, envolviéndolo por completo entre sus brazos.
Estuvieron un rato así hasta que el abogado se quedó dormido, por lo que el contador lo cargó y lo llevó hacía la cama.
En cuanto a Cherry, ella despertó luego de un rato, por lo que Jonathan la abrazó al verla.
—Hola, cariño. ¿Qué tal tú día con Michael?
—Bien, ya comimos, hicimos la tarea y decoramos un álbum de fotos que esta lleno de fotos tuyas, papá.
—Me imagino, a él no le gusta tomarse fotos, pero si tomarmelas a mí —dijo para sí mismo—. A ver, déjame mirar el álbum.
Jonathan observó que Cherry hizo algunos dibujos por detrás de las fotografías, y en otras encontró cosas escritas por Michael.
Un mensaje en especial llamó su atención, el cual decía lo siguiente:
“Esta sin duda es mi foto favorita, se ve perfectamente el contorno de tu sonrisa, tus labios en un tono rojizo sumamente suave, el matiz perfecto de tus ojos; mezclados en un tono castaño y verde (a veces creo verlos en un tono azul con café), tienes los ojos más enigmáticos que he visto.
Podría pasar el día entero viendo esta foto, tiene cada detalle de ti, es verte a través de un cristal sin poder tocarte.
Cariño, he contado cada uno de tus lunares, las líneas de tu rostro al sonreír, veo el color de tu cabello que se envuelve con raíces café y plata.
Solamente eres tú, sonriendo, siendo guapo, igual que siempre.
Amor, estoy más que fascinado con esta foto”.
A medida que avanzaban las páginas, confirmó lo dicho por Judy, solamente había fotos de él. Únicamente existían dos fotos de ellos juntos como pareja, una que él tomó en aquella ocasión en el restaurante (en esta el abogado tapo su rostro con un sticker) y otra que tomó Michael de ellos dos en la cama (lo mismo que con la anterior, tapó su rostro con un sticker).
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