CXIV - Odio

Jonathan dejó a Cherry en la escuela, después se reunió con Carnaghi.
Ambos estuvieron hablando acerca del convenio, pero había algo que estaba molestando al saxofonista y aquello fue notado por el abogado penalista.
Por lo que irremediablemente se puso a la defensiva, tal y como era costumbre.

—Sí tiene algo que decirme o tiene alguna duda, hable de una vez.

—No quisiera sonar atrevido, es sólo que me da cierta curiosidad un aspecto de índole personal sobre usted.
Y francamente no creo que pueda salir de aquí sin pensar en ello.

—Esto es algo común en la familia Spencer, no sé preocupe, ande pregunte.

—¿Por qué trata tan mal a mi novio? Fui amigo de Michael durante un buen tiempo y solía escuchar sus arrebatos hacía él.
Solamente quisiera comprender el porqué, creo que mi prometido es bastante agradable como amigo, y como persona es un ser maravilloso.
No comprendo cómo alguien podría llegar a odiarlo, si Michael es un sol.

Carnaghi sonrió, luego se sentó y comenzó a girar su silla, miró a Jonathan con una amplia sonrisa y volvió a reír.

—Usted conoció a un Michael Spencer diferente al que yo conocí, puede preguntarle a Riley, él estará de acuerdo conmigo.
Han sido tantos años —dijo con ambigüedad—, pero si no mal recuerdo su novio era una fichita, un idiota con dinero, él iba por ahí creyéndose la gran cosa, hasta que el mundo se le derrumbó y cayó.
Era esa clase de persona que te mira de abajo hacía arriba, prepotente, altanero, un miserable canalla.
Sara y él, eran los novios ideales, almas gemelas con tintes oscuros.
Luego la separación de sus padres lo hizo madurar, sentó cabeza para ser ése soporte para Marcela, y Sara se quedó igual, no ha cambiado, sigue siendo la misma niña caprichosa de toda la vida.
Michael era igual a Sara, pero sé que cambió, él dejó de ser un imbécil, bueno, eso según dice Riley, ahora que ha vuelto a ser su “amigo”.
Aunque si le soy sincero, ésa amistad es unilateral, sólo jala de un lado.
Sí usted le pregunta a Michael si sabe la cantidad de veces que Riley se ha hecho pedazos, no sabría decírselo.
Puede preguntarle a él por cualquier “amigo” —mencionó con ironía—, y no sabría decirle absolutamente nada, ni siquiera de Patrick.
En cuanto a mí respecta, no haría amistad con alguien que tiende a ser unilateral con los sentimientos de otros, aquél que calla la verdad y busca a los demás cuando necesita un hombro en el que llorar.
Lo único que siento por Michael Spencer es desinterés, antipatía y a veces me da lástima, pero no existe nada más.

Andrés observó la mirada de Bettley oscurecerse, aquello le resultó satisfactorio, por lo que estaba más que dispuesto por continuar con su relato.

—No debe molestarse, cuando es usted él que ha preguntado y yo solamente he sido sincero, Sr. Bettley.

—¿Todo este odio es por Riley? Cargar con tanto odio puede hacerle daño.
Únicamente quiero que sepa que su infortunio en el amor no es a causa de mi prometido, Michael es inocente —recalcó—, él ahora es una buena persona.
Es sólo que usted no se ha tomado la molestia de tratarlo nuevamente.
Discúlpeme, pero todos son idiotas cuando son jóvenes, y a todos nos llega ése momento en el que optamos por madurar, para crecer como persona.
Respecto a las amistades de mi prometido, desconozco totalmente el tema, pero al menos conmigo, fue gentil desde el comienzo.
Antes de ser novios, tuvimos una amistad sincera.

—Sr. Bettley, lo dudo. Y creo que sabe más de lo que aparenta, pero quiere escucharlo de mí ¿O me equivoco? Le repito, no, no odio a Spencer, ni siquiera a Riley, el odiarlos significaría que existe un interés de por medio.
No sé si lo sepa, pero no estoy obligado a compartir mi vida privada con usted, sin embargo, haré una excepción y es para que se de cuenta de cómo funciona el universo.
Algunas cosas estan destinadas a pasar, con cada una de ellas aprendemos algo.
Una pequeña acción, puede desencadenar grandes cosas, le explicaré.
Es probable que Spencer le haya contado de lo mío con Patrick.
Y sí, quizás pude haberme arreglado con Riley hace algunos años ¿Y sabe qué habría pasado? Personalmente, no le hubiera permitido a él volverse a acercar a Sara, ni a Spencer.
Ésa intervención mía, habría ocasionado que su ahora prometido estuviera en otras circunstancias o tres metros bajo tierra.
Me inclino por la segunda y le diré mis motivos, Riley ha sido el soporte emocional de Spencer durante años, sin él quién sabe, dudo de la supervivencia de su prometido ¿Comprende lo qué le digo?

—No. Y creo que es un resentido.

Carnaghi sonrió por un momento, luego volvió a dirigir la mirada hacía Jonathan.

—Usted, ni nadie tiene porqué sentir compasión por mi pasado, ni creer que guardo un odio profundo en mí.
Hace tiempo que deje el rencor atrás, no odio a Spencer, ni siquiera a Riley, son sólo personas que conocí siendo joven y desgraciadamente me tocó la mala fortuna de trabajar con ellos, es todo.
Mi pasado no me define, hoy realmente le agradezco a Dios y al universo todo lo que me ha sucedido.
Un cambio de mi rutina hace cuatro años me llevó a conocer a mi futura esposa, déjeme decirle que es lo mejor que me ha pasado en la vida.
El amarla, me hizo comprender las razones del porque antes no funcionó con nadie, conocí con ella el amor más puro, más sincero, que he tenido en la vida.
Me considero un hombre afortunado que debe estar agradecido con la vida por todo lo que ha logrado.
Si tuviera la oportunidad de regresar en el tiempo. Manejaría todo del mismo modo, si es que éso fue lo que me llevó a conocer a la mujer de mi vida… lo haría sin dudar.
La conocí en el momento indicado, una hora después, otro día, no la habría logrado salvar.

—Comprendo.

—Sr. Bettley, el amor es impredecible, llega de forma inesperada, ningún humano es capaz de comprender el momento exacto en el que ésa magia sucede.
Y no hablo de cualquier amor, hablo del verdadero, aquél que le hace a una persona sentir fuegos artificiales dentro de su interior.
Ése que le grita al alma el querer estar cerca de la otra persona, el que parece ser un sueño, el tipo de amor eterno.
El que le hace a alguien cuestionarse si realmente es amor, porque no es igual a ningún otro, es más intenso, puro, aquél que no puede callarse.
Para mí, Kate es un sueño, la miró y para mí no existe otra mujer más hermosa en la tierra, nadie me ha hecho sentir ésa explosión de fuego dentro de mí.
A veces creo que la conozco desde hace siglos, simplemente ella me hace feliz.
En ocasiones puedo tener un día miserable, pero al verla sonreír, borra todas esas nubes grises que se forman a lo largo del día.
Todos los días espero el momento para verla otra vez, yo salgo corriendo de aquí para estar con ella.
Y no puedo esperar más —sonrió, luego suspiró—, realmente quiero casarme con Kate.
Ella me da el amor que estuve buscando durante toda mi vida, mi princesa, ella es mi sueño hecho realidad.

Jonathan se sintió un tanto somnoliento, Carnaghi había terminado desviando la conversación. Y ahora tenía información que realmente no quería saber.

—Me alegro por usted —puntualizó—.
Lo único que quisiera pedirle es que cuide como le habla a mi futuro marido, sea profesional con él o al menos cordial.
No le estoy pidiendo demasiado ¿O sí?

—No tiene de qué preocuparse.
Yo me iré de aquí pronto, Spencer no lidiará conmigo nunca más.

—Eso espero.

—Es igual de digno que Spencer, ja.
Venga, le he preparado un obsequio para demostrarle mi aprecio —dijo con amabilidad mientras le entregaba la figura de payaso—, esto es gracias a que usted es mi último caso en L&B Associati.
Sr. Bettley, espero sea un agradable adorno para su casa.

—Gracias.

Andrés tomó dos copas y las llenó de agua, luego le entregó una a Jonathan.
Elevó una copa en su honor, después le habló con ambigüedad.

—¿Futuro Sr. Buttarelli o Sr. Spencer? La suerte le sonríe, Bettley.
Ojalá que ésa misma suerte lo acompañe el día de hoy.

En cuanto a Michael, realmente extrañaba a Jonathan, por lo que le mandó un corto mensaje.

«Te extraño, amor. Ven a dormir conmigo, quiero que me abraces.
Vuelve a casa, tengamos una cita… tomémonos una foto juntos».

No le gustaban las fotografías, pero quería estar en el álbum de fotos de Jon.
Tenía deseos que él lo abrazará igual que a las otras chicas que aparecían en ésas fotografías, también quería ir a bailar con él, tener citas, salir… había tanto que quería hacer con su prometido.
Se quedó con una foto en especial de su novio cuando era más joven y la puso en su almohada. Quería que volviera pronto.
Dentro de un rato se quedó dormido y soñó con Jonathan, se vió así mismo dentro de una fotografías, quería pedirle que bailará con él.

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