[♡] Break your arm | LazuriteShipping

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Pareja: LazuriteShipping - Crystal & Blue.

Canción: Break your arm - The Brobecks.

https://youtu.be/wHDOWWWUiiA

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Dieciséis años tenía y se podía considerar que tenía una vida más estable de lo que se esperaría de una joven de su edad. Iba a reunirse con sus padres en una semana, pero aún así Bue consideraba que tenía una familia feliz, tenía a Silver como su hermano, y Daisy siempre le cuidaba igual que a Green, el Profesor Oak se preocupaba por ella y poco a poco se le iban abriendo más puertas. No solo eso, tenía por pareja a Crystal, una de las chicas más centradas y sensatas que había conocido. Blue la quería mucho, aunque algunas personas le dijeran con malicia que era solo un romance de esos que pasan sin pena ni gloria en esa edad, ella la seguía queriendo igual. La consideraba de las chicas más lindas de Kanto, de Johto o de cualquier región, amaba comentarle que sus ojos guardaban estrellas mientras veían alguna que otra constelación en esas noches de desvelo donde una de ellas estudiaba y la otra hablaba sin ton ni son. Así que, romance pasajero o no, Blue solo sabía que en esos momentos le hacía feliz y que, del mismo modo, ella hacía sentir eso a Crystal. Eso bastaba, ¿verdad?

     Mas, dieciséis años tenía cuando fue vuelta piedra y Blue pensó, mientras se giraba y veía los iracundos ojos afilados de Sird, que ese punto sería el fin de esa felicidad. Se sorprendió a sí misma conteniendo una sonrisa. Tenía miedo, por supuesto, pero al menos se consideraba feliz.

     Había dado por sentenciada su vida así que cuando abrió los ojos y lo primero que vio fueron las luces de un hospital Blue no pudo evitar sentirse muy aturdida. Palpó su cuerpo asustada y sus manos se encontraron sin quererlo con el cuerpo adormilado de Crystal a su regazo, la miró con ternura aunque no pudo estar así durante mucho rato, su pecho dolía tanto que tuvo que tumbarse de nuevo y recuperar el aliento. No pudo contentarse con ese breve tacto, de refilón la observó con detenimiento, estaba ojerosa, tenía aspecto cansado, como si hubiera estado muchas noches en vela a su lado. Blue alargó su mano hacia la pálida tez de su pareja, para rozar con la yema de sus dedos su mejilla y enredar su mano en su cabello índigo incapaz de que fuera real. Otra punzada de dolor en su pecho le hizo detenerse, aunque el electrocardiograma se mostraba normal pareciera que a su corazón le costara dar cada latido.

     Alzó la mirada y pudo ver a sus amigos sentados en sillas de espera, junto a otros compañeros que al igual que ella continuaban en cama a su vera. Trató de moverse para ver mejor, pero se detuvo con un gemido de dolor y se llevó la mano a la sien. Pequeños retazos de recuerdos le aturdían, recordaba la mirada de Sird como si se hubiera clavado en su alma y que su cuerpo se movía solo para luchar contra la amenaza. Todavía sentía el cosquilleo de la piedra reptando por su piel y como esta se desprendía mientras ella caminaba con una última exhalación en el auge de una batalla que dio en un inicio por perdida. Y tras todo ese frenesí, simplemente colapsó.

     Pero ahora todo estaba bien, estaban sus padres, estaban Red, Yellow, Green, Silver, hasta Gold y Crystal. Volvería a ser feliz y, eso bastaba, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no era capaz de sentirse así?

     Apretó la mano de Crystal de su regazo, queriendo incorporarse para tomar el electrocardiograma con sus manos y desconectarlo, incapaz de aguantar el sonido de los pitidos. Eso hizo que la chica se despertara y, que con su saludo emocionado, el resto de portadores de la pokédex despertara. No fue capaz de decir nada, la miró a esos ojos azules tan claros como el mismísimo cielo para luego dejarse abrazar por sus fuertes brazos mientras posaba los labios en su mejilla. La quería, estaba segura, pero algo estaba mal. Entonces Blue la agarró con mucha fuerza, muchísima, sintiendo que tal vez esa sería la última vez que fueran a estar enamoradas.

     Un último latido dio su corazón, antes de romperse. Un último latido antes de mirar a Crystal, a Red, a Silver, a Green, a todos esos rostros alegres que iban despertado y no sentir nada. Absolutamente nada.

✿✿✿

Dieciséis años tenía Blue cuando rompieron, catorce cuando a Crystal le rompieron el corazón. «Lo siento Crystal, pero ya no siento lo mismo» le había dicho «espero que podamos seguir siendo amigas» continuó con una sonrisa. Cuando escuchó esas palabras no pudo analizarlo, solo llorar, lloró tanto que sus ojos se vaciaron de estrellas. Sin embargo, a medida que más se iba calmando ese dolor de la nueva herida abierta en su pecho, Crystal se fue dando cuenta de que la expresión de Blue no era la de antaño, su sonrisa era una mueca forzada y cada vocablo que salía de sus carnosos labios se le antojaban totalmente vacíos. Blue aparentaba seguir siendo la misma joven fuerte y valiente de siempre, con sus risas escandalosas y buen humor, pero Crystal la había visto en lo malo y en lo bueno, así que podía notar que había algo que no encajaba. No era Blue, no era su Blue. Además, se negaba a pensar que ese era el simple final de una historia que muchos catalogaron como un fracaso adolescente. Simplemente no le bastaba.

     Al comienzo trató de ignorarlo, puesto que lo habló con Gold y Silver, y ambos coincidieron en que un evento traumático hacía mella en cualquiera y a Crystal esa explicación le fue suficiente. No se la creía pero se aferró a ella con mucha fuerza, porque, ¿qué más podía hacer? Así pues, hizo todo el esfuerzo posible por fingir que se lo creía, se dedicó en cuerpo y alma a cuidar a los niños de orfanato, pero cuando creía poder olvidar a Blue siempre había algo que se lo recordaba. Se miraba al espejo y al ver sus ojos recordaba como Blue le decía lo linda que era, miraba el collar de estrella y notaba como se volvía más pesado al pensar en las veces que sus dedos se habían enganchado en él mientras compartían besos fugaces. Y a cada recuerdo cuadraba menos, ¿cómo alguien podía pasar de aclamar que te amaba a la más absoluta de las indiferencias?

     Verla en las noticias todos los días, dando entrevistas y alegatos tampoco ayudaba, pero a cada vez que la veía más, más difícil se le hacía engañarse a sí misma. Tal vez el problema era de ella, trató de decirse, que no podía superar que todo se había acabado, pero Crystal sabía que no. Si bien era cierto, Crystal la seguía queriendo y amando tanto como el primer día, pero le daba igual si Blue no la quería más, si volvían o no, lo que quería dejar era de ver esos ojos azules por todos lados, esos ojos azules tan fríos mustios y vacíos.

     Crystal apagó el televisor, tomó la escoba con las manos temblorosas y puso el teléfono en altavoz. Al comienzo estuvieron hablando de tonterías, mayormente quejas de Crystal por el poco caso que le habían hecho algunos huérfanos a la hora de recoger juguetes. No obstante hubo un momento en el que la chica se detuvo.

     —Red, ¿viste lo que han puesto en la dos?—preguntó con un titubeo inseguro.

     Pudo notar como Red, al igual que ella, dudaba a la hora de elegir sus palabras, pero el chico al final soltó un suspiro.

     —Sí y, a ver, tal vez suene loco de mi parte, nunca fui el más avispado en esto pero... ¿Blue no se está comportando muy extraña? Sigue quedando con nosotros al igual que siempre y haciendo muchas bromas pero hay algo que no me encaja—Red soltó una leve risa nerviosa—, no sé cómo explicarlo.

     Escuchar eso de los labios de Red hizo que a Crystal se le cayera el mundo a los pies.

     —No era mi imaginación...

     —¿Qué dices, Crys?

     —Pensé que me estaba volviendo loca, que me estaba obsesionando con detalles tontos porque no podía olvidar a una ex.

     —Jo, pues si tú te has dado cuenta ahora estoy más seguro—afirmó con tanta rotundidad que una sonrisa tonta apareció en los labios de la chica—. No sé si has visto sus historias de Instagram...

     —No puedo verlas, creo que solo las tiene para mejores amigos.

     —A mí también me sacó, pero Ruby sí me tiene y puedo ver capturas de respuestas a sus post. Creo que solo le tiene agregado a él...

     —¿Son pareja?

     De nuevo Red dudó. No tenía ni la más absoluta idea de qué eran Ruby y Blue, pero le contó a Crystal cada detalle que Yellow le había mostrado antes de ser eliminada de «mejores amigos» también. Decenas y decenas de fotos en la que los dos jóvenes estaban sonrientes, el perfil de Blue había ido siendo comido de manera gradual por la presencia de esos ojos carmesí y solo podían encontrarse palabras de cariño dirigidas hacia él.

     Si bien era cierto que había sido un cambio radical, un joven enamoramiento podría ser la justificación de todo. Sin embargo, ni Red ni Crystal se equivocaban al catalogarlo de obsesión. No se equivocaron a pesar de no conocer las historias tras las fotografías. Porque para Blue había sido tal y como ellos estaban viendo; un flechazo que le hizo querer volver a Ruby el centro de su vida, alejarlo de todo y que solo ella pudiera verlo.

     En ese perfil, ocultado a ojos de algunos, se podía ver la progresión de una linda chica que iba cayendo en el vacío. Crystal estuvo en su perfil durante horas, con lágrimas cayendo sobre la pantalla. Se iba dando cuenta de los pequeños detalles que señalaban eso, gustos dejados de lado, una falta de personalidad que había tratado de llenar con fotos en el espejo de un baño en el que lucía la más amplias de las sonrisas, un gesto, una historia, un simple brillo en los ojos que Crystal pudo notar que ya no estaba. Así, de manera abrupta, la mentira que había ido estado construyendo se derrumbó mientras Red la consolaba.

     —Tengo miedo, Red—sollozó, aferrándose fuerte a la escoba—. Siento que si no recibe ayuda algo malo acabará pasando, Blue se acabará haciendo daño.

     —Pero, ¿qué podemos hacer?

     —No lo sé, pero, quedarnos quietos sin hacer nada... ¿no es eso lo peor que podríamos hacer?

     Y poco a poco, las estrellas volvieron a sus ojos.

     Así pues, con esa idea en mente Red y Crystal tardaron un par de meses en dar el primer paso, como Blue se había ido alejando de todos tuvieron que optar por acercarse a Ruby. La información que recogían era escasa pero a medida que más encontraban más extraño se le había ido volviendo el comportamiento de la chica. Desde el suceso de Sird había dejado de ir al médico, no se reunió de vuelta con sus padres y solo mantenía el contacto con Green y Yellow por el simple hecho de compartir ciudad, ni siquiera Silver sabía que había sido de ella. Los dos amigos fueron dando traspiés hasta encontrar a otro chico, llamado Lack-Two. Así estuvieron sin rumbo, hasta que al final Crystal decidió confrontar a Blue.

     —¿Quieres que te recoja? Green me iba a dejar a su Charizard por un evento.

     —No te preocupes, si todo va bien saldremos a Teselia así que...

     —¿Pero y si no va bien?—inquirió el luchador, preocupado— ¿Y si Blue no quiere hablar con Lack-Two?

     —Irá bien—dijo Crystal con la más enorme de las sonrisas.

     La chica se quitó su collar de estrella, y se lo dio a Red, quien seguía sin parecer muy convencido.

     —Tal vez tarde en volver, hay unos niños que lloran mucho si no estoy. ¿Puedes dárselo de mi parte y prometerles que volveré? Así estarán más tranquilos.

     Sin dudarlo, Red asintió y el collar de estrellas tintineó en sus dedos.

✿✿✿

Blue se sentía totalmente vacía, notaba que, en sentido literal y figurado, le había dejado de latir el corazón. Se podía seguir moviendo, podía seguir riendo, pero no experimentaba ninguna emoción. Su corazón parecía ser de piedra y ella se estaba desesperado por sentir algo remoto a la pasión. Solo le quedaba la ira y la pena, y Blue no sabía cómo volver a sentir. Cuando miró a Crystal a los ojos solo pudo sentir la rabia de que no serían la historia de amor que una vez fueron, pero no hubo rastro de culpa, pena o compasión, cuando la vio romper en llanto.

     —Espero que podamos seguir siendo amigas.

     Su rostro se torció en una mueca falta y mustia que se suponía que era una sonrisa, mientras de sus labios salía la hipocresía de unas palabras cargadas de indiferencia. Y, aun así, a Blue le dio totalmente igual. Supo entonces que esa iba a ser su vida, una llena de monotonía aburrimiento y emociones negativas. Se había acostumbrado a arañar su piel hasta dormirse por el simple placer de que el escozor rompiera ese contante sentimiento de neutralidad, había llegado a morderse tan fuerte que tuvo que darse puntos, pero hiciera lo que hiciera nunca era suficiente, su corazón seguía siendo de piedra y ni siquiera la fama pudo paliar los pensamientos obsesivos de su cabeza. Ella lo consideró, de verdad que consideró acabar con todo para poder sentir algo, aunque fuera por última vez, pensó que, quizás, el pináculo del dolor más intenso le traería de vuelta un solo latido. Hasta que un día lo vio de nuevo; a él, Ruby.

     Nada más ver a sus ojos rojos volvió a rememorar la piedra clavada en su piel, el miedo que le dio el mirar de Sird y sintió como un escalofrío le recorría todo el cuerpo. Así que, el día que había planeado acabar su vida en uno de los lugares más hermosos de Hoenn, cambio de planes para acercase a él. De manera instintiva se aferró a su mano, haciéndole abrir mucho los ojos, y sin previo aviso le besó, sintiendo la adrenalina y el miedo de ese día que creyó morir, esos últimos momentos en los que pensó que era feliz. Ruby era lo único que le traía un poco de emoción, así que se aferró a él con fuerza, quizás demasiada. Pero, ¿qué hacía sino? Era una chica que se hallaba totalmente perdida y él era su única cura. Lo necesitaba.

     Del mismo modo que Crystal se quiso engañar a sí misma, Blue también lo hizo. Construyó paso a paso y con mucho mimo la mentira de un romance idílico. Hasta que, del mismo modo abrupto, se cayó su mentira.

     Tenía Crystal en frente, con una sonrisa enorme en los labios y sus ojos repletos de estrellas. Crystal le ofreció dar un paseo y Blue no pudo negarse. Estuvieron sin hablar de nada en concreto durante un largo rato, con Blue sintiéndose más observada que de costumbre. Mientras caminaba no pudo evitar sentir una punzada de dolor en su pecho, recordando esos paseos matutinos que las dos dieron en un pasado, aferrándose las manos. Sin darse cuenta sus dedos se habían ido retorciendo en busca de la mano de la chica, de una calidad que echaba más de menos de lo que le gustaría admitir. Rozó un poco su piel y, nada, absolutamente nada.

     Aceleró el pasó, molesta, soltando un chasquido en la lengua y sintiendo que solo la molestia y la ira comenzaban a burbujear en su cuerpo. Algo confundida Crystal le ofreció entrar en su casa, de nuevo, Blue no pudo negarse a pesar de que notó que era poco natural y planeado. Al poner un pie en esa casa, de tenues y cálidas luces, Crystal sacó un panfleto con una sonrisa tímida y Blue se quedó helada.

     —Estuve investigando—admitió Crystal, ahora mirándola con firmeza—. Y sé por lo que estás pasando.

     —¿De qué estás hablando?

     —De tu corazón.

     Blue sintió que perdía el aliento al escuchar esas palabras. Crystal no podía saberlo, nadie debía saberlo, no estaba segura de por qué, pero simplemente no quería. No obstante, el intenso miedo que estaba sintiendo fue el motivo por el que no se fue de la sala de inmediado; quería más, un poquito más.

     —¿De qué estás hablando?—repitió, pero esta vez con voz temblorosa.

     Con un gesto amigable Crystal le instó a pasar al salón y le tendió el folleto de la clínica privada que podría llevar a cabo la cirugía. En cuanto leyó el encabezado Blue comenzó a sentirse mareada, escuchaba a Crystal hablarle de un tal Lack—Two, de Sird, de conceptos científicos extraños que no era capaz de entender y solo podía notar que estaba más y más aturdida.

     —... entonces, aunque tiene bastante riesgo, es una opción que...

     —¡Cállate!—chilló de golpe Blue, incapaz de aguantar más el malestar y la confusión—¡¿De qué narices estás hablando?! ¡Yo estoy bien así!

     Crystal se incorporó a su vez, con un gesto afable, y tomó sus manos con delicadeza.

     —Blue, no estás del todo curada. La cirugía te puede ayudar, quizás puedas volver a ser como antes.

     —¿Y por qué quiero volver a ser como antes?

     —Tus padres, Silver, tus amigos... yo—añadió eso último con vergüenza.

     —Crystal, lo nuestro se ha acabado. Mis padres no me importan, ¡nunca estuvieron conmigo para empezar! Silver está haciendo su vida con Gold... me basta lo que estoy teniendo ahora, estoy muy bien con Ruby, con Ruby me siento feliz.

     —Pero, ¿qué pasará cuando Ruby no sea suficiente? No te digo que hagas la cirugía ahora, pero, piénsalo.

     Crystal le tendió el folleto y Blue lo tomó, temblorosa. Al tenerlo en sus manos cerró los ojos e inspiró, estaba segura de que Crystal creía que había algo mal con ella. La trataba de llevar a su terreno tal y como la había guiado a esa encerrona sin decirle. Abrió los ojos, iracunda, y arrugó el papel para lanzarlo lejos.

     —¡No quiero cirugía! ¡Estoy bien así! Lo que pasa es que estás celosa porque me va bien con Ruby—nada más decir eso, comenzó a dar pasos a trompicones hacia la puerta, pero Crystal se aferró a su muñeca—. Crys, déjame ir.

     —Solo dime. ¿Cuándo fue la última vez que sentiste tu corazón latir?

     —¿Acaso sabes si eso volverá a hacerme sentir?

     —No lo sé, pero no es normal que tu corazón sea de piedra.

     —¿Y si no vuelvo a sentir? ¿Y si tan solo me estás llevando a más miseria por tu egoísmo?—inquirió furiosa, haciendo un amago para librarse de su agarre.

     —Blue, si digo esto es por tu bien... no es normal.

     —¡Me tienes hasta el coño con lo que es normal o no!—De un empujón Blue se separó de Crystal—. Mira, ¡fuiste tú la que me rompió el corazón! No me hables más, no quiero verte, ¿es que acaso no entiendes eso? Deja de mandar a Red para que me pregunte, deja de... ¡acosarme! ¿No entiendes que estoy bien como estoy? No necesito pensar en ti, pensar en lo que pudimos ser, en... tus besos o e-en lo mucho que te quería.

     Su voz se rompió al final, y con ello un montón de lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas escapándose con ellas un poquito de la verdad que ese corazón de piedra se había quedado. ¿Por qué no podía quererla de vuelta? Se preguntó sin parar. ¿Por qué ni siquiera Ruby se sentía del mismo modo? Comenzó a llorar sin consuelo, frustrada, molesta, asustada, muchas cosas que al final solo eran parte de su día a día y solo entonces pudo notar que Crystal posaba su mano en su hombro, en un intento de darle apoyo. Pero no sentía nada, absolutamente nada.

     Con Blue totalmente destrozada Crystal la fue abrazando, su mano subió a su cabellera y comenzó a acariciarla con cariño, susurrándole palabras de calma totalmente repletas de amor. Con una sonrisa tierna Crystal la asió de los hombros y obligo a que sus mirares se encontraran.

     —Es normal tener miedo.

     Blue negó con la cabeza, notando como si su espalda quemara por tacto de Crystal. Y retumbando en su pecho como un paso de gigante, el redoble de un simple y seco latido de su corazón le hizo soltar una exclamación ahogada.

     —... es una decisión difícil y entiendo que quieras pensar.

     Otro latido, tan fuerte y duro como el anterior, haciendo que le doliera el pecho y que cada herida autoinfligida comenzara a pesar sobre su piel con un intenso dolor, incomparable al del torrente de emociones que había acompañado a cada golpe. El latido de su corazón no estaba trayendo nada lindo, solo sentía como si las costillas fueran a romperse. Ahora sí que tenía miedo, estaba sufriendo tantas cosas de golpe y el tacto de Crystal quemaba tanto que lo único que quería hacer era gritar y salir corriendo.

     —Así que toma el número y piensa la cirugía.

     —¡Que no quiero cirugía, joder!—chilló, totalmente aterrorizada.

     —Lo sien....

     Y sonó un golpe.

     Fue un solo golpe, acompasado con otro latido, en el que Blue le empujó y Crystal acabó en el suelo.

     Al comienzo solo se disculpaba, mientras Crystal sobaba su sien con un gesto adolorido y miraba la pequeña mancha de sangre. Blue siguió disculpándose pero, en el fondo, algo dulce se había retorcido en sus entrañas. No te quería hacer daño, fue lo primero que comenzó a decir Blue, ¿entonces por qué se estaba poniendo a horcajadas sobre ella? ¿Por qué... sentía su corazón latir cada vez más? Crystal trató de incorporarse cuando notó por primera vez la mirada de Blue sobre ella, confusa, dolida pero totalmente amenazante. Musitó su nombre y Blue posó la mano en su corazón, para luego alargar sus dedos a su cuello. Y apretó, más y más, haciendo que Crystal soltara un gemido que le rogaba que la dejara vivir, mientras notaba los pulgares de la chica a la que una vez amó clavándose en su tráquea. Entre jadeos los latidos de sendos corazones se fueron acompasando al ritmo del otro, un ritmo en el que Blue se inclinó sobre Crystal y posó sus labios con fiereza. Crystal se retorció, arañando los brazos de Blue, trató de quitársela de encima, trató de chillar, pero parecía ser tan pesada como piedra. Fue un beso largo, en el que ambas perdieron el aliento y los brazos de Crystal dejaron de retorcerse y su cuerpo se quedó totalmente quieto.

     Cuando se rompió el contacto Blue se quedó inmóvil durante unos minutos que se le hicieron muy largos, tenía la mente en blanco y el corazón a mil. Volvió a mirarla con pena y con sus dedos recorrió cada milímetro de la piel de Crystal, su cadera, sus pechos, su mejilla, sus ojos que se habían quedado tan abiertos... Su tacto quemaba tanto que Blue se sentía viva. En ese momento recordó los besos, los abrazos, recordó tantas cosas que se tapó el rostro con sus manos y comenzó a llorar de nuevo, hasta que su corazón también dejó de latir y el ardor del anhelo de su acariciar se fue mitigando.

     —E-esto te pasa por romperme el corazón.

     Blue sabía que era mentira. Se abrazó a ella, llorando, se sentía bien poder llorar, rememorar el ánimo abrazo que tuvieron en el que sintió que se iban a querer por última vez. Esta era la definitiva, desplegó los labios pero un estruendo en el patio le hizo incorporarse asustada. Era el Charizard de Green y de este bajaba Red.

     Estaba en pánico, cerró persianas y comenzó a llenar la bañera. A cada minuto que pasaba más se iba calmando y la compasión hacia Crystal desapareciendo por completo. Cuando pudo mirar al cuerpo sin inmutarse comenzó a arrastrarlo hacia el baño.

     Si era sincera, la adrenalina se sentía bien. El miedo se había sentido bien.

     Pero, ¿entonces por qué las lágrimas no paraban de caer por sus ojos si se sentía feliz? ¿Por qué, si su corazón no latía, una parte de ella se sentía que este se había roto definitivamente? Trató de pensar en Ruby y eso la calmó un poco, Crystal quería separarles, y quería romperle el corazón de nuevo, así que ella había hecho lo propio. Y eso era lo que bastaba, ¿verdad?

     Se repitió eso una y otra vez, construyendo de vuelva ese romance idílico pero falso que Crystal había desmoronado con una tierna sonrisa. Se secó las lágrimas, viendo esos ojos de los cuales se escapaban las estrellas y recordando, con un dolor en su pecho, que para ella una vez fue la chica más linda y sensata de todo el planeta, tomó el cuerpo de Crys le dio un suave beso en la frente. Con ese último gesto se despidió sabiendo que, de verdad, esta fue la última vez que se pudieron amar.

FIN

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¡Hey, hey! Continuamos con otro relato de la serie de cinco que han salido de canciones de The Brobecks, en este se hila un poco del asesinato de Crystal que tan mencionado ha sido, no es necesario que sean leídos los anteriores relatos, ni que sean leidos los dos siguientes que completarán esa ''historia'. Solo quería aclarar por acá que, sí, están relacionados aunque son independientes. No se como está de claro, pero prefería decirlo por si acaso uwu.

Como sea, espero que hayan disfrutado de este relato, comparado con los anteriores no me gusta mucho, siento que la trama es más caótica y me costó unirla a la canción. Tenía un bloqueo raro, ¿no les pasa que a veces sienten que han olvidado su propio estilo de escribir? Pues eso, es frustante.

Welp, siento que cada vez dejo una nota es para quejarme de lo que no me agrada JAJSJA, así que dejaré acá unas palabras de gratitud y un fanart que hice de Green y Yellow inspirado en el relato de You stole my head para dejar algo dulce tras todo lo eDgY (?) De verdad, ¡muchísimas gracias por leer! Si tienen cualquier crítica o consejo siempre son bien recibidas <3

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