13.- Aioros

PDV Aioros.

Decidí emplear otro idioma para escribir esto...... mi padre no debe enterarse jamás de lo que hice en un intento desesperado por salvar mi vida de las  repugnantes garras de maldad de Radamanthys Wyert.

He comprometido a Cid, su hombre de confianza en este secreto, el cual me conoce desde que nací y juró por la sangre que corre por sus venas que mientras viviera no revelaría lo que pasó realmente esa tarde y posteriores noches de un escalofriante encuentro.

No sé lo que realmente pueda acontecerme con respecto a esto, los inmortales son ceremoniosos y estrictos con respecto al destino de alguno de ellos, sería vergonzoso que.....

Fin PDV Aioros.

La prolija escritura en latín fue interrumpida por el golpe seco de la puerta de la biblioteca al ser abierta, Aioria con el ceño fruncido se dejó caer sobre una silla de nogal dispuesta a varios pasos de la mesa donde Aioros escribía.

-¿ molesto?

-una de esas mujeres que dizque son amigas de papá por poco me devoran con la mirada-respondió estremeciéndose-si, ya sé que soy irresistible, pero me sentí violado hermano.

El desasociego del mayor de los dos se esfumó por un rato, ese tipo de conversaciones banales le hacían olvidar aquella angustía que lo invadía desde que su mano detuvo el reinado de odio de Wyert, quién fue encarcelado por Sisifo para protegerlos.

-Eleonor es muy seria, no creo que ella....

Aioria se puso de pie, arrastrando los pies hasta donde él, le quitó la pluma de tinta negra y garabateó en la palma de su mano varias notas musicales. No veía a Aioros como un ser supremo como su padre pretendía hacerlo ver, era un humano con un don al que no podía sacar provecho por los temores de Sisifo.

-a Eleonor siempre le ha gustado nuestro padre-comentó distraídamente el menor-pero él siempre volcó su cariño hacia nosotros.

-¿ cómo lo sabes?-preguntó asombrado.

Aioria lo miró con cara de " era evidente hermano o te haces", Aioros relampagueó los ojos señal de que entendió que quiso decirle " tonto o ciego". Él se alejó por instinto ya que Aioros enojado era de cuidado, sonrió apenado como modo de disculpa a su consanguíneo.

-como siempre pasas con la nariz pegada en tus escrituras-comentó cauteloso- sin embago reparó en una curita que cubría gran parte de la muñeca de Aioros-¿ y eso? ¿ te lastimaste?

Aioria tan suspicaz.

-fue en la universidad, no me di cuenta.

-¿ en serio?-se irguio desconfiado-algo te paso...

Recordó con fastidio todos esos días en que sentía la oscuridad cernirse sobre su cabeza....

Flashback.

Universidad.

Intranquilidad, fue así como definió su estado de ánimo.

No se sentía especialmente contento muy a pesar que esa era su materia favorita y se hallaba junto a sus compañeros de clases quienes lo consideraban y estimaban. Ni con la ropa que tenía puesta.

Quería por un lado salir corriendo y por el otro quedarse y no salir hasta que pasare aquel mal presentimiento.

—hey querido—una chica de cabellos oscuros largos se sentó frente a él—¿ pasa algo?

Apretó una pluma de color azul con fuerza la cual saltó hasta el otro lado del salón, se disculpó por tal acción preocupando más a la joven. Le encantaría revelarle lo que él era realmente, pero su padre le había instruido desde la más tierna niñez en callar el secreto de que era hijo de una mujer humana y un hombre inmortal del cual obtuvo aquel talento que lo condenaba a una probable muerte.

—¿ estás nervioso Aioros?

—no es sólo que que ayer vi una película que me perturbó mucho y no puedo sacarme ciertas escenas de mi mente.

Ella por supuesto no le creyó, Aioros era completamente malo para mentir.

—ninguna película puede tenerte así, máximo unas horas, pero....—hizo una pausa para proseguir—un problema familiar, si.....¿ discutiste con tu papá?

Abrió la boca para contestar, pero en ese momento entró la profesora que les daría clase, en vista de eso dio por terminado la charla para tomar apuntes.

Transcurrió la clase y esa fea sensación se acrecentaba más, podía sentir que era observado por alguien que se ocultaba entre las cortinas que cubrían las ventanas del salón de clases, sólo existía alguien con ese poder de perturbar..... Radamanthys.

En la hora de salida se mezcló entre los demás chicos que en
medio de risas y comentarios sarcásticos de las clases se disponían a tomar sus respectivos caminos, ese día no pasaría por su hermano así que debia hallar una tabla de salvación para él ya que Wyert le pisaba los talones.

—te cerco—oyó el eco de su terrible voz—ni siquiera las construcciones barrocas de esta ciudad te protegerán....

Maldijo en sumerio, una mujer de mediana edad que pasó a su lado negó con la cabeza y ya pensaba en reñirlo por decir cosas que no debía. La verdad es que ella no tenía ni idea de lo que el joven dijo......

Avanzó más rápido en su recuerdo hasta detenerse a la tarde en que selló para siempre a Wyert.

Un dedo con una gota de sangre  rozó los barrotes de la prisión donde Radamanthys con el rostro desencajado por el terror retrocedía en ese estrecho espacio evitando que el líquido escarlata lo tocara. Aioros con una mirada de ultratumba apretó el puño con fuerza y procedió a tratar de ejecutar su plan.

—¿ estás loco mocoso infeliz?—apostrofó el de ojos ámbar señalando las gotas rojizas manchar el pulcro suelo.

—¿ olvidas que puedo ganar esto? la sangre humana que tanto odias puede condenarte—estiró la mano logrando manchar la ropa de Wyert—ustedes temen tanto a las maldiciones que una simples palabras te harán tambalear.

El olor de la sangre tenía revuelto el estómago de Radamanthys que sentía arcadas, si una gota de ella lo tocaba se vería en serios problemas. Ácido que podía derretirlo lentamente. Aioros se inclinó lentamente satisfecho de ver que su pequeño plan surtía efecto.

" Sangre roja y poderosa,
corres por mis venas desde que nací,
alguna vez me dijeron que la magia heredada de mi madre,
podría sellar los más oscuros deseos.....
Yo un simple humano te ordeno que limpies el alma de este ser,
arrebátale la crueldad, pero nada más que eso....."

Lo último que recordaba era el grito aterrador de Radamanthys y que su visión se nubló por completo. Cuando despertó, vió el rostro preocupado de Cid que sostenía su cabeza, él lo había seguido sin que se diera cuenta, con dificultad se puso de pie buscó con la mirada a Wyert pero lo único que vio fue la prisión vacía y sombría.

-¿ qué pasó?-se sostuvo del hombro del pelinegro.

-eso es lo que yo me pregunto-señaló con irritación hacia la celda-¿ sabes la magnitud de lo que acabas de hacer?

-¡ qué!-lo miró espantado-¿ qué hice Cid?

-huele a azufre, descífralo.....

Gruñó exasperado, quería una respuesta concreta no rodeos, ni misterios. Vacilante caminó hasta la celda donde se topó un cuadro tétrico..... Radamanthys casi chupado, con una expresión de auténtico horror en su rostro, por sangre salía un líquido oscuro que despedía un olor a azufre de su costado. Aterrado por el alcance que tuvo su plan por poco devuelve lo poco que tenía su estómago.

-es mejor que nos vayamos de aquí-aconcejó tocando su hombro-voy a guardar este secreto, nadie sabrá lo que pasó aquí, quién hizo esto estaba poseído por un poder sobrenatural y tú no lo eres.

Cuando Sisifo comentó esa novedad, Aioros miró nervioso a Cid que le reprendió con la mirada, cualquier flaqueza alertaría a su padre.

Y aunque las investigaciones proseguían, los indicios indicaban que Radamanthys murió víctima de su propia ley
no se halló huella de violencia. Hasta llegaron a pensar que Radamanthys hizo tratos oscuros y al no cumplir con su parte se lo cobraron con creces.

"  Cuando interrogué nuevamente a Cid si vio algo, él se ponía lívido y viraba su rostro. Me respondió al cabo de diez minutos que era difícil describirlo, tardaría horas en hilvanar esa escena porque sencillamente fue terrorifico...."

Hizo a un lado todo eso, enfocó la mirada en Aioria que curioso estudiaba un papiro egipcio al sentirse observado fingió desinterés.

-¿ que dices si vamos a donde los abuelos?

-a papá no le gustará que andemos como animalitos sin su permiso.

Aioros chasqueó la lengua.

-ya somos bastante grandecitos para pedirle permiso-se cortó bruscamente al ver la sorpresa en Aioria-bueno está bien.

Echó un vistazo al papel y a las letras, la arrugó para posteriormente tirarla al tacho de basura de la biblioteca, esa historia quedaría en el olvido, nadie ni en mil años se enteraría que él acabó con Wyert, aquel vil inmortal que hacía siglos propició la muerte de Camus y que en la era moderna pretendía hacerlo de nuevo.

-a los abuelos les alegrará vernos......

**********
¿ Que les pareció. ?

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