Capitulo: 2

Narrador.

9 de Agosto de 1995

-¿Cómo es la princesa Milk, Nappa?-pregunto el príncipe mientras observaba a la mayoría de su tripulación, subir sus baúles a su barco ‘’El Saiyan’’

Nappa ante la curiosidad del príncipe, sonrió ampliamente, tal vez teniéndola delante suyo podría cambiar su opinión respecto a lo que haría después de casarse con ella.

-Su enfermedad del corazón no le ha sido impedimento para ser dueña de una belleza arrebatadora. Antes de que su padre pensara siquiera en comprometerte con ella, la princesa tuvo innumerables ofertas de compromiso de príncipes herederos y reyes deseosos por tener un hijo, pero ninguno de ellos tenía la fortuna que su padre demandaba para entregarla. La princesa Milk fue educada para obedecer las exigencias de su esposo y darle un heredero varón, que es lo que su padre espera de este compromiso…

-No creo que su enfermedad le permita darme un hijo-interrumpió el príncipe viendo su ultimo baúl subir a su  barco.

-El plan de su padre no es solo obtener un heredero suyo-aseguro captando por fin la atención del príncipe-sino también adueñarse del reino que usted gobernara si en todo caso, la princesa muere al dar a luz a su primogénito. Ya que la hermana menor  de la princesa decidió renunciar a sus derechos  cuando cumplió los doce años.

-Me sorprende la capacidad que tuvo mi padre para idear algo tan brillante, teniendo en cuenta que en su cabeza no hay otra cosa que no sea su amor por el ron y las mujeres-cruzo sus brazos frunciendo el ceño, y fijo su vista en el cielo despejado que le aseguraba ser un día ideal para navegar-pero antes de haberme comprometido sin mi autorización, debió asegurarse que la hermana de la princesa cumpla con su palabra, ya que no estoy dispuesto a meterme en problemas políticos que pongan en peligro mi identidad y mi barco, si es así, estoy dispuesto a entregarle todo sin objeción. 

-Esa mujer no podrá hacer nada contra de usted-le aseguro poniendo su mano derecha sobre el hombro izquierdo del príncipe.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?-quiso saber el príncipe elevando su mirada lo suficiente para saber si lo que diría su ayudante de cámara sería una mentira, ya que sus facciones siempre terminaban por delatarlo-¿acaso tu sabes dónde está, Nappa?

-No-respondió a su última pregunta mostrándole una amplia sonrisa que dejaba ver su mal higiene- pero todo indica que está muerta.

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-¡¡Deténgase!!-ordeno un guardia rompiendo el silencio que se había apoderado del pasillo-¡¡si no se detiene, me verá obligado a utilizar la fuerza para detenerlo!!

-Inténtenlo-lo desafío mostrándole una mirada inquietante que no solo logro intimidar al guardia, sino también a su pequeño hijo que lo acompañaba.

El pequeño ante la mirada inquietante de su padre, escondió su cabecita en la tela  del pantalón café  de su progenitor. El no entendía por qué su padre se comportaba de aquella manera con el guardia y con las demás personas que tuvieron que evadir desde que entraron al palacio.

-¡¡Suéltelo!!-ordeno la ex pirata poniéndose delante de ellos, no solo porque creía que aquel hombre de aspecto humilde fuera el enamorado de su hermana, sino porque también logro percatarse del miedo que infundían los dos en el pequeño.

El hombre detuvo el forcejeo para averiguar quién era la persona que decidió ayudarlo. A simple vista la mujer, que parecía ser más joven que él, no parecía ser de la alta aristocracia. Su cabello ondulado era de un curioso verde azulado. Su blusa blanca ajustada no parecía ser de la medida correcta, más bien, parecía ser la de una niña pequeña, esta, terminaba al empezar el ombligo. Sus pantalones ajustados tenían una curiosa abertura en la pierna derecha  que le daba  una mejor movilidad a la hora de caminar, en ella, resguardaba un cuchillo de combate, que, el hombre imagino, lo usaba para defenderse.

Ahora una nueva pregunta se formuló en su cabeza.

¿Quién era ella?

-¿Qué no me escuchaste, imbécil?-exclamo la ex pirata con el ceño fruncido.

-Lo siento princesa, pero su padre…

-¡¡No me importa lo que haya dicho mi padre!!-interrumpió en tono severo, asustando sin querer al pequeño, este, seguía aferrado al pantalón de su padre-de ahora en adelante tendrás que aprender a obedecerme, porque en menos de que te lo imaginas, seré yo quien gobierne este lugar, y cuando lo haga, muchas cosas cambiaran, empezando por la antipática seguridad.

El guardia se asustó ante la posibilidad de ser despedido, llevaba más de la mitad de su vida sirviendo de manera fiel al monarca y a su descendencia, ¿Qué sería de él si perdía su empleo cuando lo único que hizo fue obedecer las órdenes de su superior? No, no quería imaginárselo, prefería mil veces perder su orgulloso antes que su empleo, soltó al hombre que, por su aspecto, parecía ser un granjero, y, hizo una reverencia dirigida al hombre y su hijo.

-Perdónenme-dijo con falso arrepentimiento.

El hombre asintió, y el pequeño solo lo observo.

-Y perdóneme usted también, princesa-dijo y desvaneció la reverencia para proseguir-le aseguro que esto no volverá a suceder-su expresión, aunque no quería demostrarla, reflejaba molestia e indignación-y déjeme felicitarla por su próxima coronación.

-Tienes razón-dijo cruzando sus brazos e ignorando su ultimo comentario-esto no volverá a suceder, porque desde este momento el señor…-hizo una pausa esperando que el hombre digiera su nombre-Goku…Son Goku-dijo y se hinco a la altura de su pequeño y añadió-y él es mi hijo Gohan-Bulma sonrió al escuchar el nombre del pequeño, además de que este ya sonreía-desde este momento Son Goku y su hijo Gohan podrán entrar y salir las veces que quieran del palacio, y si me entero que alguien se atrevió a correrlos o insultarlos, lo dejare una noche con mi tripulación para que aprendan  a obedecerme-advirtió-¿entendido?

-Como usted diga, princesa.

El guardia abandono el pasillo evitando mirar a los demás guardias que custodiaban las puertas que decoraban dicho pasillo. Son Goku tomo la mano de su pequeño y agradecido dijo:

-Gracias.

Su hijo al obsérvalo, decidió imitarlo-g-gracias.

Ambos quisieron hacer una reverencia, pero la ex pirata se los impidió.

-No es necesario-les aseguro ayudando a los dos a levantarse-desde niña,  he visto las injusticias que han hecho los guardias al creerse superiores a los demás-se hinca hasta la altura del menor para acariciar sus cabellos negros, el pequeño le sonreía mostrándole sus manitas-pero me asegurare que eso cambie, no pienso permitir que mi padre y sus guardias sigan lastimando a los demás como…-la ex pirata no termino al darse cuenta que estaba hablado demás, se levantó y prosiguió-crear justicia, y proteger la felicidad de mi hermana, será lo único bueno que obtenga de mi matrimonio.

-¿Proteger su felicidad?-Son Goku frunció al ceño al no saber a qué se refería-¿a qué te refieres?-pregunto cambiando su tono de voz-¿acaso piensas apoyar el compromiso de la princesa Milk con el príncipe Vegeta?

-No. Y ese es el motivo principal de mi matrimonio, cuando llegue aquí, supe que mi hermana estaba enamorada, pero por culpa de la ambición de mi padre tuvo que alejarse de ti, si, sé que eres tú, y no importa si tu amor por ella es sincero o no, mi hermana se está muriendo ahí dentro-apunto a la puerta conteniéndose para no llorar-ella quiere verte, quiere decirte lo que mucho que te ama y ella espera oírte decir lo mismo, por favor, Son Goku,  haz que sus últimos momentos sean los más felices de su vida.

Son Goku nunca imagino encontrarse en aquella situación, sabía que su mujer estaba enferma, él se percató de eso por los constantes mareos que le daban cuando estaban juntos, y después de cuestionarla, ella no tuvo más opción que confirmárselo, ella le aseguro que no era grave, y el estúpidamente le creyó, no quería perderla, no sabía si podría vivir  sin ella, si pudiera, se iría con ella, pero su hijo lo necesitaba-fijo su vista en su pequeño, Gohan lo veía asustado, él era muy pequeño para entender lo que sucedía a su alrededor.

-¡¡No me escuchaste!!-exclamo la ex pirata al no tener respuesta por parte del padre del pequeño-¡¡mi hermana está ahí dentro esperándote!! ¡¡No ha querido ver a nadie que no seas tú!! Ella necesita escucharte decir  que la amas…solo así podrá irse en paz.

Sus sinceras palabras funcionaron, aunque esperaba que no fuera demasiado tarde. Son Goku camino a toda prisa a la habitación de su hermana, seguido por su pequeño, pero la ex pirata lo detuvo antes de que cruzara la entrada, ese momento era de su hermana y su eterno enamorado. Tal vez hacia mal negándole la entrada, pero la ex pirata considero que Gohan era todavía muy pequeño, él le recordó a ella misma cuando presencio la muerte de su madre y, sin darse cuenta, sus lágrimas resbalaron a sus mejillas.

-¡¡S-suélteme!!-pidió el pequeño forcejeando

El cuerpo robusto de su padre, le impedía ver a su madre.

-¡¡Yo también quiero ver a mi mamita!!- el pequeño intento salir por debajo, pero la ex pirata se dio cuenta de sus intenciones y decidió tomarlo entre sus brazos-¡¡si mi mamita esta enferma, yo puedo curarla!!-aseguro el pequeño-¡¡mis besos la curaran!! ¡¡ella me lo dijo!!

-Estoy segura de eso, pequeño-le acaricio la cabecita mojándola accidentalmente con sus lágrimas-pero tu mamita debe de hablar primero con tu papa, cuando terminen, te llevare con ella y te seguiré cargando para que puedas abrazarla y…-aunque no quería decirlo, tenía que hacerlo-despedirte de ella. 

-¡¡Mi mamita no morirá!!-dijo el pequeño sin detener el forcejeo-¡¡ella prometió estar siempre conmigo…prometió que nunca me dejaría como lo hizo mi mamita, Caulifla-detuvo el forcejo al recordar las palabras que le dijo su padre ante la ausencia de su verdadera madre-mi mamita Caulifla tuvo que irse para que yo naciera…¿acaso mi nueva mamita también tiene que irse para que nazca mi hermanito?

Bulma elevo al pequeño ante la sorpresa que se llevó al saber que su hermana podría estar en cinta, tal vez solo se trataba de una simple suposición del pequeño tras enterarse de la muerte de su madre, después de todo, su padre nunca le explico en qué consistía la enfermedad de su hermana, no lo culpaba, ya que ni siquiera ella lo sabía hasta que un doctor muy amablemente se lo explico. Si, debía ser eso, un simple malentendido, y en ese momento lo sabría.

-¿Por qué dices eso, Gohan? ¿ Acaso crees tú mamita tendrá un bebe?

El pequeño asintió inocentemente.

-Mi mamita quería darle la noticia a mi papito, pero ella nunca regreso a nuestra casa, pensé que ya no me quería porque antes de que se fuera le dije que yo no quería a mi hermanito, porque si nacía, ella tendría que irse como mi mamita, Caulifla-Bulma bajo al pequeño y lo tomo de la mano-¿ella no se ira verdad? 

Bulma no sabía que responderle a su sobrino, si, su sobrino, desde ese momento lo seria y se aseguraría que nada le llegara a faltar mientras permanecía ausente, no podía quedarse, si lo hacía, su padre la obligaría a cumplir con su parte del trato, y eso, sería lo último que haría en su vida.  Tal vez el padre de su sobrino le permitiría llevárselo una temporada para cuidarlo y enseñarle lo maravilloso que podría ser la vida en alta mar. Bulma seco sus lágrimas con ayuda de la palma de su mano y se adentró junto con el pequeño al interior de habitación.

Son Goku se levantó del suelo al sentir la presencia de dos nuevas personas entrando a la habitación de su mujer, seco sus lágrimas, y tomo rápidamente a su hijo entre sus brazos para que pudiera despedirse de su madre.

Milk sonrió olvidándose por un momento de su dolor al ver a su familia reunida, observo a su hermana acomodándose a un costado de su enamorado y padre de sus dos hijos. Su pequeño salto a la cama y se puso a su costado suyo para besarle ambas mejillas como acostumbraba hacer cuando sentía mareos y fuertes dolores en el pecho. 

-¿Ya te sientes mejor mamita?-pregunto su pequeño al darle un último beso sobre su frente.

Milk asintió con una breve sonrisa que se desvaneció al sentir un fuerte dolor en su pecho. Goku al percatarse de su incomodidad tomo a su pequeño entre sus brazos a pesar del forcejeo que hacia su hijo para ser liberado.

-¡¡No, suéltame!!-exigió el pequeño golpeado con toda su fuerza el pecho de su padre-¡¡yo quiero estar con mi mamita!!

Bulma se percató de la dificultad que empezaba a tener su hermana para respirar. El dolor que le causaba su enfermedad del corazón se podía notar a través de sus facciones. Coloco la palma de su mano para cerciorarse de su temperatura, no le tomo mucho tiempo para darse cuenta que ardía en fiebre, eso la preocupo, ya que su fiebre se mantuvo modestamente durante la mañana. El corazón de Bulma empezó a latir con fuerza, su miedo se apodero de ella al mismo tiempo que las lágrimas que  lograron desaparecer de sus mejillas minutos atrás, regresaron. Lo que tanto temió por fin se hizo presente. La muerte

Los leves sollozos que salían de los labios de la ex pirata detuvieron los forcejeos de su cuñado y su sobrino. Goku rápidamente dejo a su hijo en el suelo para tomar la mano de su esposa y preocupado dijo:

-Milk. ¿Amor que tienes?-coloco la palma de su mano sobre su frente percatándose también que ardía en fiebre, él no estaba consciente de su enfermedad, y por eso pensó que todavía la podía salvar-llama a los doctores-le pidió a la ex pirata que seguía en su misma posición, al no tener respuesta por parte de ella grito:

-¡¡Ahora!!

Bulma reacciono segundos después de escucharlo, sabía que a pesar de haber conseguido a los mejores doctores de la región, la muerte de su hermana  sería inevitable pero, ¿Cómo explicárselo? El no entendía nada de medicina y de seguro no creería nada de lo que le digiera, pero aun así, lo obedecería. Se giró a toda prisa para salir de la habitación pero algo la detuvo, o mejor dicho, alguien, por un momento pensó que era el pequeño Gohan, ya que la fuerza que la mantenía inmóvil era muy débil, pero se llevó una sorpresa al ver quien la sostenía  en realidad era su hermana. Milk que, a pesar de poder caer en cualquier momento al suelo, la sostenía de la parte baja del short y con dificultad dijo:

-N-no…no te vayas…Bulma…antes…debes de escucharme.

Goku la ayudo a acomodarse de nuevo sobre la cama. Observo de su lado izquierdo una bandeja con diversos trapos húmedos enrollados, tomo el más cercano y quiso depositarlo sobre la frente de su mujer, pero ella se negó. Milk sabía que su destino estaba escrito, pero antes de irse necesitaba hablar con ellos

-B-Bulma…-al escuchar su nombre la ex pirata tomo las manos de su hermana-t-tu sabes que mi tiempo aquí, está a punto de terminar-hizo una pausa ante una nueva punzada sobre su pecho-p-pero antes, debo de pedirte algo.  

Bulma asintió mientras una lágrima bajaba sobre su mejilla.

-P-prométeme que cuidaras de Gohan…n-no dejes que mi padre le haga daño…por favor.

-Te lo prometo, Milk. No permitiré que mi padre ni ninguna otra persona le haga daño, desde este momento, no será mi sobrino, sino mi hijo. Lo querré y cuidare como si fueras tú. Lo llevare a conocer el mar y las regiones que lo rodean, vera miles de maravillas que lo harán recordarte-sonrió pese a sus lágrimas-lo convertiré en un hombre de bien, del que te podrás sentir orgullosa- la abrazo sin pensar que su peso la lastimaría-lamento no haber sido la hermana que merecías, sé que fui una egoísta al irme sin pensar si estarías bien viviendo  bajo el mismo techo que nuestro padre, él te llevo a esto, por su culpa tuviste que alejarte por mucho tiempo de tu familia.

-N-nadie es culpable de mi enfermedad, Bulma...mi destino estaba escrito desde que nací ¿Lo recuerdas?  A pesar de que mi madre se cuidó durante mi llegada, no pudo hacer nada cuando me detectaron mi enfermedad del corazón. Creo que ya es tiempo que perdones a nuestro padre…

-¡No!-contesto secamente-y no me pidas que lo perdone, porque no pienso hacerlo.

-N-no pensaba pedírtelo-se defendió-el perdón debe salir del corazón, no por cumplir una promesa-subió el mentón de su hermana lo suficiente para que ambas pudieran verse por última vez-en ningún momento te guarde rencor, Bulma, como todos, tenías derecho a ser feliz.

Te quiero Bulma.

El corazón de Milk se detuvo.

Las lágrimas no se hicieron esperar por parte de sus seres queridos. Goku, su esposo y padre de sus dos hijos, aunque el desconocía sobre la  existencia del segundo, la abrazaba fuertemente mientras le preguntaba en tono acusatorio a Kamisama del porque se la había llevado. ¿Que había cometido el en el pasado para que lo castigara de esa cruel manera? Gohan, su hijo, lloraba detrás de su padre pensando que la muerte de madre era su culpa, tal vez sus besos no habían sido suficientes para salvarla. Bulma, que se había alejado de ellos, lloraba en silencio, ella sabía que esto pasaría, sabía que  la muerte de su hermana era inevitable, creyó estar lista para cuando el momento llegara, pero no era cierto, volvía hacer una niña pequeña que necesitaba consuelo por parte de su madre, quería a alguien a quien abrazar y, sin imaginarlo, alguien la abrazo, Gohan, su pequeño, la abrazaba de una pierna, tal vez no estaba tan sola como creía.

Gracias, Milk.
Por la nueva familia que me diste.
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12 de Agosto de 1995.

-¿Estas lista, Lunch?-pregunto Bulma viéndola entrar a la habitación, a través del tocador. 

Lunch elevo su cabeza al oír la pregunta de la princesa.

-Sí, princesa-la incomodidad que tenía en aquel momento a consecuencia de su nuevo uniforme fue visto  por la escandalosa princesa que rápidamente añadió-lamento que te sientas incomoda, pero si vendrás conmigo, tendrás que ser rápida, y sobre todo, habilidosa,  si usas tus vestidos de doncella serás un blanco fácil para cualquier pirata,  lo entiendes ¿verdad?

Lunch portaba una blusa verde lima que combinaba a la perfección con su rizado cabello. La blusa que perteneció a la princesa carecía de magas siendo solamente, sujetada por tirantes, su diminuto short amarillo era sujetado por un cinturón  anaranjado, sus botines rojos mostraban sus calcetines verdes muy similares al tono de su blusa. 

Lunch asintió ante su breve explicación.

-¿Mi tripulación ya está lista?-pregunto después de una breve pausa.

-No todavía, la mayoría sigue sacando los baúles de su habitación para transportarlos a su barco.

-Entonces nos adelantaremos-dio la vuelta mostrando con orgullo su atractivo vestuario. Su cabello ondulado de un inexplicable verde azulado, se mantenía exactamente igual, pero con la diferencia de que ahora era adornado con una pequeña cola de caballo en la parte derecha de su cabeza. Intercambio su ajustada blusa por un sostén anaranjado que mostraba su perfecta figura, este, tenía alrededor manchas rojas que la hacían más atractiva de lo que ya era. Su diminuto short café era equipado con diversas armas de combate que podría utilizar en caso de estar en peligro-ya es tiempo de que mi tripulación y yo, regresemos a donde pertenecemos. 

………………………………………………………..

-¿A dónde crees que vas Bulma?-pregunto su padre observándola caminar a la puerta principal del palacio, a su alrededor, varios hombres carentes de educación la seguían cargando consigo los baúles que había traído su hija, pero lo que termino con su poca paciencia fue su apariencia, sino la conociera, diría que se trataba de una simple mujerzuela.  

-¿Qué no lo ves?-contesto sin detenerse-regreso a mi barco, de donde nunca debí de haber salido, mi hermana ha muerto, por lo tanto, ya no hay nada que me obligue a estar aquí.

Bulma siguió caminando ignorando los estúpidos comentarios de su padre, pero algo, o mejor dicho, alguien, la detuvo, teniendo como consecuencia que la mayoría de su tripulación cayera detrás de ella. Bulma no creía lo que sus ojos azules veían, tal vez lo que veía era a consecuencia de su cansancio, pero rápidamente descarto esa idea al ver todo tan real a su alrededor. El saiyan, el pirata más despiadado que tuvo la desdicha de conocer, estaba de pie delante de ella. Lucia exactamente igual a como lo recordaba, su estatura mediana que lo hacía parecer más pequeño, su piel bronceada a consecuencia del intenso sol que hacia acto de presencia cada vez que combatían, sus músculos perfectamente marcados que podrían apreciarse incluso a través de la ropa, pero lo que más llamo su atención fue la desfiguración en su rostro que ella misma provoco en un arranque de rabia.  
 
-No creí que llegaría tan pronto, príncipe Vegeta.

Bulma volteo a ver a su padre esperando una explicación de lo que acababa de decir ¿el saiyan prometido de su hermana? No. Debía de ser una mentira, una absurda mentira que terminaría cuanto antes, pero antes de atreverse a decir algo, tendría que pensar muy bien lo que diría…

-Y bien, ¿dónde está mi prometida?
………………………………………

-Todo me imagine, menos que fueras una princesa-tomo la taza de porcelana blanca que le ofreció una doncella a su costado, tenía que admitir que el aroma que desprendía él te era delicioso, tomo de él hasta quedar saciado y continuo-y mi prometida.

-Yo podría decir lo mismo de ti ¿sabes?-expreso la ex pirata apreciando desde la terraza las diversas rosas de los jardines de su madre.

-¿Cuándo quieres que nos casemos querida mía?-dijo el príncipe burlón.

-No-contesto la ex pirata seria girándose-mi hermana a muerto, por lo tanto, ya nada me obliga a continuar con esta estúpida farsa, si me disculpas, estoy cansada y quisiera regresar a mi barco a recostarme, te quedas en tu casa, o mejor dicho, en tu palacio-quiso caminar  a la entrada de la terraza pero el príncipe se lo impidió tomándola fuertemente del brazo.

-¿Crees que podrás liberarte de mí tan fácilmente? Tú  terminaste con mi tripulación, destruiste mi barco, y no quedando satisfecha, desfiguraste mi rostro, prometí vengarme de ti y de tu estúpida tripulación, y con este estúpido matrimonio lo conseguiré, te hare infeliz, Briefs.

-¡¡La merecías!!-dijo zafándose de su agarre-merecías esa marca por querer adueñarte de tierras que no te pertenecían, y si insistes en la estúpida idea del compromiso, iré con el rey, Zeno-Sama, y le diré que tú fuiste quien trato de asesinarlo, ¡¡será más fácil para el encontrar  a un príncipe heredero  que a un repulsivo pirata!!

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