Quiere sentirse bien, en verdad que quiere sentirse bien.

Pero las palabras ajenas lo hacen pedazos.

—¡Aléjate de mi! — Grita aterrorizado Pau. Tord intenta acercarse y este le arroja lo primero que puede; el jarrón con calendulas al lado de su cama.

— Pau-

— ¡Pau nada! — Esta vez el control remoto le da en su rostro al menor— Vete... No sirves para nada que no sea que gente muera. — Tord mira preocupado a su amigo, muerde su labio y su cara delata que no se siente bien. El de cejas pobladas alza el rostro. Está colérico.— ¡Vete! ¡TE DIJE QUE TE FUERAS! ¡ENFERMERA!

Tord muerde con más fuerza su labio, siente como perfora la piel de su labio y huye, intentando ignorar los gritos de quien consideraba su mejor amigo. Considera. Lo quiere. De verdad lo quiere.

Intenta ignorar las vendas que no alcanzaban a cubrir una cortada roja y profunda.
Está seguro de que Pau, debajo de vendas mal puestas, no tiene un ojo.

Intenta ignorar la mezcla de miedo y odio con el que lo vio. Comos i de verdad fuera su culpa, pero, no fue por él que sucedió lo que sucedió, ¿No es así?

¿No es así?...

Intenta ignorarlo.

Hace calor. El interior de su yeso pica, y gotitas frías bajan de su cuello a su espalda. Su sudadera está colgada en su cintura y camisa gris está mojada. Se le hace asqueroso. Pero centra su atención en eso. En lo mal que se siente. Por fuera.

🐛

Vuelve a su casa en autobús ese día.

Se baja los audífonos cuaneo llega su autobús, no sabe bien por qué.

Le da cinco euros al chófer, sube al camión y se va al asiento del fondo, se sienta junto a la ventana. Escucha unos pasos pesados que paran junto a él.

— ¿Pue-Puedo sen — interrumpe al chico. Al menos cree que es chico. Tal vez es una chica que ha fumado y tiene la voz gruesa. No le importa.

— No.

Escucha un supiro, una disculpa a medias y los pasos siguen.

El paisaje es lo mismo. Autos y más autos, edificos y más edificios, es aburrido. Mira discretamente a la gente en el camión. Casi no hay personas. Se le hace extraño, ¿Por que pedir sentarse junto a él? 

Busca con la mirada a esa persona, pero, no tiene ni idea de como se ve.

Por el rabillo del ojo de que un castaño que se le hace familar corta sus muñecas. Piensa en pararse y pedirle que pare.

Quiere que este bien.
Quiere que todo esté bien.

Pero sólo se sube los audífonos rojos e ignora a su acosador.

Esta cansado... Hubo muertes y heridas y pérdidas.

Pau. Pau lo odia. Vuelve a morder su labio.

Está cansado. Muy cansado... cierra sus ojos.

🐛

Cuando abre los ojos está en su casa. En sillón de su sala, si hay que específicar.

— Mom, hvorden jeg hit? Mamá, ¿Cómo llegué aquí? — Pregunta en su idioma natal.

— En venn av deg brakte deg Un amigo tuyo te trajo  — Responde su madre, está está poniendo platos en la mesa, un par de vasos y los cubiertos.

— En venn? ¿Un amigo? — Pregunta Tord, mientras que, con algo de dificultad, se dirige hacia la mesa. Toma asiento y ve a su mamá reír un poco nerviosa.

— Ja, Det var rart, men fit. Era algo raro, pero agradable. — Comenta la mujer.

Tord hace una mueca, pero no dice más. Frente a el ensalada. La presiona con su tenedor, hace figuritas con esta en el plato y de vez en cuando mete el tenedor con verduras en su boca.

A veces se cae a medio camino su comida, pues su brazo enyesado lo alejaba más de la mesa mucho más de lo que se había acostumbrado antes.

Su madre suspira pesadamente.

Por un momento, Tord piensa que van a hablar de lo que sucedió, del ladrón, de Pau, de por qué su padre no está ahí. Pero no.

— Gå i dvale. Ve a dormir. — Le sonríe a su hijo y este corresponde como puede, deja su plato en la nevera, le da un beso en la mejilla a su mamá y sube a su habitación.

Dejando a la mujer de 32 años sola en aquella mesa para cuatro.

Quiere que todo este bien.

Sólo quiere que todo esté bien.

Se pone su pijama, se hace (Con mucho trabajo) una coleta y se acuesta en su cama, abraza a su almohada, intentando asimilar todo lo que sucedió.  Tiembla. Respira pesadamente.

Su mejor amigo acaba de decirle que es su culpa lo que sucedió, ¿Y va a dormir?

¿De verdad va a ignorar todo lo que acaba de suceder?

Se sienta en su cama. Se revuelve incómodo, se para, camina en su cuarto, hojea sus libros de física, dibuja planos. No puede dormir. Al menos hasta que toma la botella en su escritorio, está abierta. El agua se ve opaca. Así que decide darle un trago, no le importa mucho lo que suceda después.

Sabe mal. Es amarga. Hace una mueca y se vuelve a acostar en su cama. Exasperado.

Y, casi de la nada, cae dormido.

🐛

Su vecino se lame los labios, contemplando cuando por fin empieza a respirar con tranquilidad, indicado que por fin se durmió.

Fue una buena idea dejar la botella con pastillas de dormir disueltas.

Deja de sostener la persianas con sus manos, ya no viendo necesidad en asomarse por la ventana. Decide dejarlo dormir por el día de hoy completamente sólo.

Mira los cortes en su muñeca y se pregunta si será lo suficiente como para que Tord algún día lo perdone.