En el subte C, a Constitución en el andén, en plena hora pico, estaba. Lleno de gente, el lugar, a pesar de que de irse acababa un tren, y que más frecuentemente pasaban las formaciones.

Del andén hasta la mitad, desde la escalera caminé; pronto, un vacío tren llegó. Atrás quedéme, pues amontonábase, junto a las puertas una multitud.

Por entrar, en la desesperación, atascada quedó la gente; sin embargo, por la misma presión fueron liberados y rápidamente pudieron sentarse.