Leonardo y Alu tuvieron una larga caminata, ambos charlaron y ella contó todo lo que más le gustaba de su planeta y sus mejores historias. El mutante puso toda su atención en sus palabras y no pasó desapercibido ni el mínimo detalle.

Hasta el momento, le parecía que ella era muy agradable y entretenida, era buena compañía y habían pasado una buena tarde juntos.

-Entonces sí- respondió hablando de las costumbres de Jiliv- La verdad es que lo que más desearía es que hubiera más libertad, digo, ya sabes que aquí la mujer está forzada a apegarse a un hombre y yo no quiero eso, además de que soy Asexual- admitió la peliverde para sorpresa del ojiazul, quien prefirió mantenerse callado en ese punto- Y quiero poder ir por la vida disfrutando lo que me gusta y no creo que eso deba molestarle a alguien, es mi vida

-Pienso lo mismo, creo que tienen una cultura bastante anticuada, el lugar de donde vengo se conoce como "El país de la libertad" y estoy orgulloso de eso- comentó Leonardo con una sonrisa, mirando a su contraria de costado

-Pero... ¿No era que tú estabas comprometido?- preguntó alzando una ceja

-Ehhh...- se estremeció al recordar ese pequeño detalle- Ah... eso- desvió la mirada- Si, bueno... Pero es diferente ¿Sabes?- dijo algo nervioso

-¿En qué? ¿Qué tiene de diferente? El matrimonio solo es una atadura más que te condena a pasar el resto de tu vida al lado de una persona, después solo es frustrante, monótono y aburrido- opinión rodando los ojos y torciendo levemente los labios

-No si realmente amas a esa persona- las palabras salieron de su boca de golpe y ni siquiera él se había dado cuenta

Ambos se quedaron en silencio unos instantes, Leonardo procesó sus palabras cientos de veces en su cabeza y aún no sabía como eso había escapado por sus labios.

Por otro lado, Alu pestañeó un par de veces dándose cuenta de que tenía una forma de pensar errónea y que no todo era como parecía, definitivamente no quería casarse pero estaba mal que pensara que el matrimonio no era más que basura.

-¿Entonces amas a esa chica?- preguntó ella logrando sacar a la tortuga de sus pensamientos

El mismo se tensó por completo, no tenía idea de como responder eso. Amar era una palabra muy fuerte, pero entonces ¿Qué era lo que sentía realmente por Karai?

-Yo...- lo pensó un momento más

Y de pronto un recuerdo llegó a su memoria y pudo ver de nuevo la expresión llena de terror que jamás había visto en el rostro de su amiga el día que perdieron a su padre y el mismo en el que el resto de su mundo desapareció.

•FlashBack•

Sus pisadas eran pesadas e inestables. La fuerte corriente del viento en su contra amenazaba con llevárselo y hacerlo parte del caos a su alrededor, pero no se daría por vencido, debía llegar hacia la nave que había descendido frente a él y su equipo, era su única opción.

Pero algo lo detuvo. Era una sensación que lo obligó a mirar hacia atrás, y al hacerlo pudo ver a Karai cargando un semblante de miedo puro y angustia. Estaba impactada mirando hacia el robot desconocido y aún pasmada por lo que sucedía a su alrededor, tampoco avanzaba pero su cabello se despeinaba y sus pies luchaban por mantenerse en tierra firme.

Leonardo torció un poco los labios, era casi como si estuviese conectado a ella, pues podía sentir su mismo dolor y odiaba verla de tal forma.

Entonces fue hacia ella como pudo y tomó su mano.

Le dedicó una suave sonrisa de esperanza cuando la pelinegra lo miró a los ojos.

-Estaré contigo hoy, mañana y siempre- le aseguró apretando ligeramente su agarre para darle seguridad

Seguidamente se colocó a su lado abrazándola por el hombro y ella logró salir de su trance para aferrarse a la cintura de su amigo y caminar junto a él hacia la nave.

•Fin de flashback•

-Esto no va a funcionar- dijo él finalmente

-Si...- procesó una vez más lo que su contrario había dicho- digo ¿Qué? -lo miró en una expresión de confusión- ¿A qué te refieres?- preguntó

-Mira...- soltó un suspiro- Yo quería invitarte a esta cita para conocerte, sentí cierto interés por ti cuando te vi y Karai me ayudó a planear todo esto de la cita, me ayudó a pensar incluso en lo que debía decir y se quedó a esperar que le dijera que había funcionado- se sinceró para sorpresa de Alu y no se arrepintió sin importar lo incómodo que podía parecer- Y creo que ella simplemente se fue o no sé, seguramente está ayudando a Stten y...

-Espera... ¿Acaso dejarías tu compromiso con Karai por mí?- preguntó ladeando la cabeza

Leo abrió la boca pero la cerró para pensar en una buena respuesta, ya que no existía tal compromiso y aquello solo hacía más confusa la situación.

-Déjame continuar- pidió al no saber que decir ante eso

-Bien- hizo un ademán indicándole que prosiguiera

-El caso es que no sé realmente que es lo que siento, pero solo estoy seguro de que ella no quiere nada conmigo- bajó ligeramente la mirada para ver hacia el suelo

-Como yo lo veo, no es así, no por nada están comprometidos- refutó

-¡Deja a un lado nuestro compromiso!- Exclamó frustrado y Alu levantó las manos en señal de rendición- ¡Tal vez yo en realidad esperaba que ella me detuviera! Tal vez le dije todo y la hice esperar allí porque una parte de mí tenía la esperanza de que ella demostrara que le importo, y más que de una forma amistosa- hizo una pequeña pausa- Pero al parecer no es así, nunca lo fue

-Entonces....- recopiló toda la información en su mente- ¿No están comprometidos? No entiendo- dijo alzando una ceja

Leonardo restregó su rostro con frustración y sonrió -aunque de manera forzada- para no perder la cabeza.

-Olvídalo- dijo él soltando un pesado suspiro

-Ammm...- a pesar de estar totalmente confundida, trató de entender lo que su contrario decía- ¿Sabes? Creo que ella tiene mucha suerte de tenerte

-Yo tengo suerte de tenerla a ella- dijo esbozando una pequeña y sincera sonrisa

🍂

Karai ensambló de mala gana una pieza de acero con otra como Stten le había indicado.

El hombre ya había escuchado los golpes de las piezas a sus espaldas y se había percatado de que la kunoichi no andaba de buen humor.

-Oye niña- llamó él girándose para mirarla

Karai volteó a verlo y suspiró para evitar que la bronca que contenía saliera en forma de palabras agresivas.

-Mi nombre es Karai- lo corrigió

-Ok, Karai ¿Quieres tomar algo?- ofreció- Hacer té es mi especialidad- comentó para lograr convencerla

La susodicha se tomó unos instantes antes de responder, se obligó a suspirar nuevamente y despejar su mente para hacer a un lado todos sus pensamientos que solo la confundían.

-Claro, me gustaría tomar algo- aceptó esbozando una pequeña sonrisa

-Ok, pero no entrarás a la sala así de mugrienta, ve directamente al baño a limpiarte- le ordenó aunque no fue su intención sonar tan mandón

Karai se miró a sí misma confirmando que estaba muy sucia por todo el trabajo que habían estado haciendo en el taller.

-Ni intriris isi di migrinti- se burló ella dirigiéndose directamente al baño

-Adolescentes- bufó en una queja rodando los ojos

Poco después, Karai llego a la sala donde Stten preparaba el té, pero se detuvo en la entrada al percatarse de que el hombre la miraba de pies a cabeza con cierto asco.

-¿Qué?- preguntó ella

-Sigues con la misma ropa, te veo igual de mugrienta ¿Acaso no sabes bañarte? ¿Debo enseñarte como niña de 4 años?- preguntó con un tono sarcástico

-Hey, no tengo un cambio de ropa y además, no es mi casa como para bañarme cuando se me da la gana- replicó cruzando los brazos

-Pues es mi casa y te digo que vayas a bañarte, ustedes dos se hospedarán aquí- se acercó a un mueble y de este sacó lo que parecía ser una toalla y algo de ropa

Karai abrió los ojos con sorpresa al escucharlo, sin duda era genial pensar que tenían donde quedarse pero a la vez no se podía permitir abusar de la hospitalidad de Stten. Haber sido criada por Destructor influía en esa clase de situaciones.

Esa parte de ella le gritaba que aprovechara la oportunidad sin importar nada, pero su parte Hamato le decía que no debía hacerlo.

-No yo...

-Cállese- la interrumpió y seguidamente le lanzó las cosas

-Pero...- apenas pudo alcanzar todo evitando que algo cayera al piso

-Pero nada, ve a bañarte- ordenó señalando con el dedo

-Ni que fueras...

-Ve a bañarte- volvió a interrumpirla

-Quiero hab...

-Ve

-No pienso...

-A

-¡Dejam...!

-Bañarte

-¡Bien!- cedió finalmente apretando la toalla en sus manos y se fue de mala gana hacia el baño

Stten rodó los ojos y siguió en su intento por terminar de preparar el té y de ordenar un par de panecillos en un plato. Quería tener todo listo y ordenado para poder sentarse a hablar con Karai.

No conocía en lo absoluto a la pelinegra pero tal vez solo era su instinto paternal lo que lo movía, pues no le agradaba verla enfadada y quería llegar al fondo de ese sentimiento, seguramente podía ayudarla, un consejo nunca está de más.

Aproximadamente 20 minutos después, Karai volvió a llegar y esta vez hasta su cabello relucía de lo limpio estaba.

-Parece que estoy en los 70's- dijo mirándose a sí misma

Vestía un pantalón acampanado, tiro alto, acua y una blusa holgada y ligeramente corta color crema, no se le veía mal pero simplemente no estaba acostumbrada a ese tipo de estilos.

-Te falta esto- dijo Stten en un canturreó mostrando unos moñitos rosas que tenía en sus manos

-Usted está demente- su semblante pasó a ser uno de espanto- No pienso ponerme eso, ya es demasiado- tomó asiento en la mesa y se cubrió la cabeza con las manos

-Bien, como digas- guardó los moñitos en el bolsillo de su pantalón y se acercó a la mesa con dos tazas de té

-¿De quién es esta ropa?- preguntó curiosa recibiendo su taza

-De nadie- respondió y por un milisegundo se pudo sentir cierta tensión en el ambiente pero Stten no dejó que aquello creciera- Bueno, dime ¿Te peleaste con tu amigo entonces?- le dio un sorbo a su té

-No, para nada- hizo un gesto de rareza- ¿Por qué lo dices? Yo estoy muy bien y él también, incluso creo que está mejor que yo, debe de estar disfrutando el día con esa chica Alu, seguramente la pasan genial ¡Y me alegro por ellos!- exclamó pero sin darse cuenta había dejado en evidencia su molestia

Por primera vez en su vida estaba siendo presa de los celos, y claramente no le molestaba Alu, era más bien un rencor hacia ella misma por no haber aprovechado su oportunidad con Leonardo cuando debió hacerlo.

-Si, se nota- dijo con sarcasmo dejando en la mesa el plato con panecillos

-¡Es cierto!- sus palabras salieron con más brusquedad

-Ok, ok, cálmate, es...

-¡Estoy calmada!- lo interrumpió elevando su tono y apretando ligeramente su vaso

-Uff, eso se nota también- entrecerró los ojos y agarró un panecillo

-¡Esto es ridículo! ¡Yo estoy perfectamente bien! ¡Dejemos de hablar de esto!- ordenó y seguidamente le dio un sorbo a su té

El silencio se formó por unos instantes en la estancia y otro tipo de tensión inundó el ambiente.

Stten se mantuvo callado, conocía perfectamente a los adolescentes y sabía lo que se avecinaba, así que decidió esperar.

Y pronto la tensión fue cortada de golpe.

-¿¡A quién le importa Leonardo y Alu!?- exclamó ella rodando los ojos- ¿¡A quien le importa siquiera Leonardo!? ¡Él puede hacer lo que quiera con su vida! ¡Si quiere lanzarse a un pozo, pues bien por él! !Y...

-¡Basta!- la interrumpió y a la vez le lanzó el panecillo a la cabeza- Ya deja de hablar por un segundo y escucha

Aquel acto tomó por sorpresa a Karai pero fue suficiente como para hacerla entrar en razón, así que simplemente se sacudió el cabello para quitarse las migas y decidió escuchar lo que Stten quería decirle.

-Está claro que es la primera vez que siente celos por alguien- empezó él

-No estoy cel....- fue interrumpida casi al instante

-¡Si no me dejas terminar de hablar te voy a dar de panazos!- amenazó agarrando otro panecillo

La pelinegra refunfuñó por lo bajo pero levantó las manos en son de rendición.

-Estar celosa por alguien no es malo, es muy normal pero tampoco puedes dejar que eso te controle, después de todo están comprometidos ¿No? Y si estás segura de que te ama, entonces no tienes de qué preocuparte- se acercó a las espaldas de la chica para pasar sus dedos por sus cabellos quitándole las migas restantes

Ella se mantuvo en silencio, pues todo era una farsa, no estaban comprometidos, ni siquiera tenían un noviazgo.

-Tienes razón- dijo simplemente para no levantar sospechas

-Sé que el compromiso no es anda fácil, pero es un reto a superar querida, seguramente tienes una razón por la cual aceptaste casarte con él, recuérdala- sugirió mientras la peinaba con sus dedos como si fuese una pequeña niña

Por un par de horas Stten hizo su mayor esfuerzo por lograr que Karai se sintiera mejor, pero sin importar lo sorprendentemente buenos que fueran sus consejos con respecto al compromiso, no fueron de mucha ayuda para su contraria.

🍂

El sonido del timbre se escuchó y Stten fue a abrir la puerta para recibir a quien había llegado.

En cuestión de minutos, la figura de un mutante se hizo presente, una tortuga de antifaz azul se había adentrado a la casa y había ido directamente a sala donde Stten le había dicho que podría encontrar a Karai.

Pero al llegar, no encontró lo que esperaba, y si, era su amiga pero por un segundo lo dudó. Quedó totalmente desconcertado al verla con un conjunto parecido al de los 70's y si no fuera tan raro, tenía unos cuantos moñitos rosas -que Stten había logrado ponerle mientras la peinaba- adornando su cabello, los cuales no se molestó en quitarse.

-Kar...

-Shhh- lo interrumpió ella poniéndose de pie- Amor y Paz, hermano- dijo haciendo la seña V al levantar el dedo índice y el medio

Seguidamente pasó de largo y se retiró de lugar para ir a la habitación que el dueño de la casa le había asignado.

-¿Por qué está en modo hippie?- preguntó confundido el oji-azul dirigiendo su mirada a Stten quien observaba desde la entrada de la sala

-No sé, yo solo le di algo de ropa y la sermoneé un rato- explicó el hombre encogiéndose de hombros en un gesto despreocupado- Tengo dos teorías, la primera es que trata de evadir los temas de conversación porque está frustrada, y la segunda...- hizo una pequeña pausa- simplemente se volvió loca- se encogió de hombros- Y eso que solo es el primer día- añadió riendo

Leonardo torció los labios formado una mueca, no entendía nada de lo que pasaba.

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Continuará...