Parte 8.
Hola. Aquí una nueva actu. Espero que les esté gustando la historia. Estoy tratando de abarcar lo necesario y llevar este tema bien, además de enfocarme solo más que nada en el ChanBaek. 7u7 que es de quién quiero trate la historia.
Bueno, ojalá les guste este capítulo.
[>>>]
Fingir que todo estaba bien cada día estaba siendo más difícil. La respiración se le iba a cada minuto y el dolor en su corazón estaba cada vez más intenso.
Había estado junto a ChanYeol la mayor parte del tiempo, desde que salieron del templo de su hermano JongDae el grifo no lo dejaba ningún segundo solo. Iba a cada lugar que el Dios iba, incluso hacía guardia en el baño, ChanYeol temía que le pasara algo a su amo. Por ello cada que Baekhyun tenía que ir a entrenar a sus siervos lo llevaba en su lomo y se quedaba a centímetros de él.
Eso a Baekhyun no le molestaba, al contrario, le hacía sentir bastante especial que ChanYeol lo cuide de esa manera. Por ello siempre al terminar el entrenamiento iban al lago que estaba junto a la guarida de ChanYeol donde compartían besos húmedos y llenos de pasión, caricias por sus pieles deseosas y consumaban su amor una y otra vez hasta quedar satisfechos.
ChanYeol amaba descansar sobre las piernas desnudas de su amo mientras este tocaba su arpa y tarareaba la melodía atrapando por completo a su amante en su voz y la magia de sus dedos.
—Estoy seguro de que en tu mundo humano, serías muy talentoso —dijo ChanYeol acariciando el abdomen de su dios—. Los humanos, ¿tienen cachorros?
—¿Cachorros? —preguntó Baekhyun confundido, más al pensar en donde tocaba ChanYeol hizo un puchero, ¿ChanYeol querría hijos?—. Si podemos, pero solo las mujeres. Los hombres... Los hombres no podemos tener bebés. Tú... Tú quieres, ¿quieres tener bebés? —preguntó temeroso de la respuesta, la imagen de esa grifa venía a su cabeza, causando un malestar en su pecho.
—Sí, pero, si no puedes estaré feliz con pasar mi vida nada más contigo —aseguró el de cabellos y ojos rojos sentándose a su lado y le besó los labios profundamente, Baekhyun suspiro—. Mi Dios es todo lo que necesito y quiero.
—¿Estás seguro? Porque no voy a poder dejarte ir con una grifa —dijo haciendo un pequeño mohín en sus labios, ChanYeol sonrió y lo jaló a él, Baekhyun se alzó hasta sentarse sobre las piernas ajenas a horcajadas, ambos se abrazaron, Baekhyun lo rodeó por el cuello y ChanYeol por su cintura, se miraron a los ojos por unos segundos—. Te amo, Yeol.
—Te amo también, Baekhyun —dijo el más alto besando sus labios. Estaba seguro de que no importaban los bebés mientras pudiera tener a Baekhyun entre sus brazos amándolo.
[>>>]
Jaejeong hizo una pequeña reverencia a JongDae cuando pisó su palacio. El Dios lo llevó a su alcoba donde le dio una nueva porción de medicamento para Baekhyun.
—Ha pasado casi un mes humano, y lo veo cada vez peor, ¿mi amo va a morir? —preguntó el siervo preocupado. JongDae negó con su cabeza mirando al otro chico que iba con JaeJeong, era un sirvo de arpa, podía verlo por sus vestimentas plateadas, y el arpa que llevaba en su mano.
—¿Quién es tu acompañante? —preguntó con interés, JaeJeong miró al aprendíz de su amo y sonrió al hermano de su amo.
—Es Minseok, un aprendiz del arpa de mi amo. ¿Desea conocerlo? —preguntó con sutileza a pesar de que veía en los ojos del Dios que era así, que ansiaba conocer a ese chico de cabellos sobrizos, piel blanca y ojos gatunos. JongDae asintió a lo cual JaeJeong señaló a su acompañante—. Minseok, el hermano de nuestro amo quiere conocerte.
El chico se sorprendió por lo que JaeJeong dijo miró a ese Dios y sus mejillas se sonrojaron. Esos labios se curvaban de una manera tan hermosa que parecía la sonrisa de un gato, tan perfecta. Se acercó tímido con la mirada abajo y la arpa pegada a su pecho. Alzó un poco la mirada cuando estuvo frente a JongDae, el Dios le acarició la mejilla suavemente.
—Eres muy bonito, Minseok —halagó alejando su mano de ese bonito rostro adornado por un ligero rubo—. ¿Puedes tocar una melodía para mí? JaeJeong tiene que llevar algo que le he dado pero, no hay ningún problema si te quedas conmigo, ¿o sí?
JaeJeong miró sorprendido al Dios, no podía creer que JongDae quisiera quedarse con Minseok. Pero miró a su acompañante. Minseok estaba perdidamente embobado con JongDae que solo negó a su pregunta y se fue de ahí dejando ahí a su acompañante, al fin de cuentas su amo no se iba a enojar porque su aprendiz su quedaba con su hermano.
Minseok miró al Dios, este le observa fijamente, tan atento que le ponía nervioso. Durante las visitas del mismo al palacio de su señor lo había observado a la distancia, dándose cuenta de su hermosa sonrisa y la cerenidad con la que este siempre andaba. Pero ahora no sabría cómo describir esa mirada sobre su persona, JongDae lo observaba tanto que podría jurar que deseaba que tocará más allá de solo la arpa.
—Tienes razón —dijo JongDae caminando hacia él, se detuvo y le acarició suave su mejilla viendo como estas se ponían rojas, lucían tan hermosas—. Quiero hacer contigo algo más que tocar el arpa. —Se inclinó un poco hasta estar sus labios cerca del oido ajeno—. Quiero tocar tu cuerpo.
[>>>]
Cuando regresaron al palacio del Sol, Baekhyun puso darse cuenta de la ausencia de Minseok, ya que este no estaba cerca de JaeJeong como en los últimos días. Su siervo se acercó a él dándole a ChanYeol la medicina que le envió su hermano.
—¿Y Minseok? —preguntó curioso, JaeJeong dudó un momento en responder—. ¿Fuiste a ver a JongDae?
—Sí, él medio eso para usted y Minseok se quedó con él —informó el siervo antes de retirarse y seguir con el entrenamiento de los soldados y musas de su amo, cada uno con dones especiales para la guerra.
ChanYeol miró al bajito quien tenía la expresión seria, pero no parecía molesto. Ambos caminaron de nuevo dentro del palacio hasta llegar a la alcoba de BaekHyun quien se sentó en su cama soltando un suspiro.
—¿Por qué tienes que seguir tomando esto? ¿No estás bien? —cuestionó el grifo dándole una de las pastillas y un poco de agua de su buró. BaekHyun lo bebió sin responder a esto—. Baek...
—Estoy bien, no debes de preocuparte por eso, ¿ok? Es solo un medicamento para que mis poderes se despierten por completo. Has escuchado que la guerra se avecina, no puedo estar débil o podría morir e incluso todos ustedes —dijo preocupado por eso mismo. Apolo todo el tiempo le decía que los únicos que sobrevivirian eran los más fuertes, que no todos importaban y que en efecto, si solo él vivía estaba bien. Pero no, eso no era lo que quería. ChanYeol se sentó a su lado y lo abrazó cálidamente, BaekHyun se sintió reconfortado—. Tampoco quiero que a ti te pase algo. Me muero si eso sucede.
—Si tengo que dar mi vida por ti lo haré, nada te pasará —dijo en voz baja el más alto. BaekHyun le miró asustado, la simple idea de perder a ChanYeol le aterrada en ese momento. Tomó la mano del grifo y negó con su cabeza—. ¿Qué?
—No, no quiero que tú mueras por mí. Quiero que vivas, que vivamos juntos toda la eternidad, ¿lo entiendes? —dijo al momento que apretó la mano ajena, ChanYeol asintió con su cabeza—. Prométeme, que estarás para mi siempre.
—Lo prometo, Baek —susurró besando la frente del adverso. BaekHyun cerró sus ojos, ¿por qué cada que tenía una muestra de amor con ChanYeol, su pecho dolía? ¿No debería sentirse feliz? Lo estaba pero, ese dolor le estaba estrujando el pecho. Se tocó el mismo con una de sus manos mientras la otra apretaba fuerte la mano de ChanYeol.
—Es un idiota —exclamó KyungSoo desde su asiento, mirando por el gran espejo de lava que tenía—. Sabe que se está matando, y aún así está junto a esa estúpida bestia.
—¿Por qué no detiene esto, amo? —preguntó Kai un poco cansado de la necedad de su amo, no entendía porque su amo quería tener a ese niño cuando sabía que no lo amaba—. Usted solo está obsesionado con él.
—¿Y? ¿Qué hay de malo en eso? —preguntó, Kai le miró obvio. No iba a negar que se sentía herido, usado. KyungSoo siempre iba con él cuando la rabia de ver a su amigo y a ChanYeol juntos lo estaba consumiendo. Y era ahí donde ellos dos de consumían en caricias, besos y se hacían uno mismo entre gemidos y jadeos. Pero solo era en esos momentos era donde ese Dios necio le miraba, y se estaba cansando de eso.
—Ellos dos se aman. Haga lo que haga, no podrá con ese sentimiento. ¿No lo ve?
—¿De qué hablas? —demandó saber, con el ceño hundido por la forma hostil en la que Kai lo dijo. El siervo siervo se rió bajo—. Dime.
—Está tan ciego que no lo ve. BaekHyun está muriendo lento, a su antojo, pero en vez de ahuyentar el amor que él siente por ChanYeol, lo hace crecer más —se burló de la táctica tonta de su amo. KyungSoo apretó su mano sobre el respaldo de su silla, tanta fuerza ingreso en esta que se cuarteo. Tomó su látigo, ese al que todos ahí temían, Kai sabía lo que KyungSoo haría más se encogió solo de hombros—. El que se desquite conmigo, no va a cambiar los hechos, amo.
Las palabras del siervo solo estaban haciendo enfurecer el bajito de ojos grandes, KyungSoo sentía que se lo llevaba el mismísimo infierno. Se puso de pie, con su mano bien empuñada en el látigo, caminó con paso decidido hasta Kai quien se mantuvo firme en su posición. La furia de KyungSoo sería descargada en él, pero no pensaba hacer nada al respecto. KyungSoo alzó su mano para dar el primer azote pero Kai cambió de parecer, tomó su mano por la muñeca con fuerza, sujetó la otra que KyungSoo alzó para golpearlo, tomándolo por ambas manos los dos se miraron retadores. Kai sonrió y lo jaló hacia él besando sus labios. El Dios no forcejeó, al contrario, abrió su boca para él haciendo del beso uno profundo y húmedo que continuó con él contra una de las paredes y Kai sosteniendo sus manos sobre el nivel de su cabeza con una de sus manos, mientras la otra bajaba lento por el pecho del Dios hasta llegar a su pelvis y hundirse bajo ese pantalón que tenía su amo. KyungSoo gimió sobre su boca moviendo su pelvis en busca de más contacto.
Los dientes de Kai se clavaron en sus labios carnosos, los mordió duro, sintiendo la sangre en su paladar, la misma que amó al igual que KyungSoo.
[>>>]
BaekHyun miró con dedicación el cuerpo desnudo del grifo que descansaba boca abajo en su cama. ChanYeol era tan perfecto, lo podía ver desde lejos. Sus bellas alas eran uno de sus atractivos más grandes. Mordió sus labios caminando hacia la ventana, desde ahí podía ver el cielo, este estaba de nuevo oscuro, más de lo normal.
—¿Por que no has venido a pelear conmigo? —preguntó bajito, sabía que Apolo lo podía escuchar—. Has estado tan tranquilo todo este tiempo.
«Sea lo que sea que te digo, no me harás caso. ¿Qué sentido tiene que venga? Estás de necio con ese grifo, ¿qué le ves? »
—¿Lo mismo que tu puedes ver y sentir, no? —dijo burlón, sintió una punzada en su cabeza—. ¿por qué no puedes aceptar que amo a ChanYeol?
«Es un hombre como tú, quizás en tu mundo ser gay es normal, para mí no, ¿lo comprendes? » BaekHyun mordió sus labios ante lo que dijo ese Dios dentro de su cabeza, podía visualizarlo, su expresión molesta y los brazos cruzados, bastante indignado. «Así que, si me haces el favor de dejar que te este follando ese animal, te lo agradezco»
—¿No te gusta? Se siente genial —dijo sincero mirando de nuevo hacia ChanYeol, este estaba completamente dormido, agotado por todo lo que habían estado haciendo—. ¿Voy a morir, verdad?
«Cuando tome control de ti, sí» respondió sincero el Dios dentro de BaekHyun, el bajito suspiró. «No vas a poder seguirlo evitando, lo que te hizo tu amigo con el poder de mi hermano esta acabando con tu vida, déjame poseer tu cuerpo por completo, prometo tratar bien a ese grifo»
—Mientes. Tú lo odias, y no voy a dejar que le hagas de nuevo daño. —Su ceño se hundió, recordaba las veces que había lastimado a ChanYeol por el odio del Dios hacia él—. No dejaré que lo lastimes una vez más, no mientras viva.
«Entonces será por poco tiempo, humano. Tu vida cada vez es más corta, y si pensé dejar un poco de ti en mí, se desvaneció con tu rabieta» aseguró Apolo con voz cruda desapareciendo después
BaekHyun se apretó el puente de la nariz viendo como ChanYeol se despertaba sentándose en la cama. ¿Cuanto tiempo más le quedaría antes de que su corazón se desvaneciera?
—¿Con quién hablabas, BaekHyun? —preguntó ChanYeol somnoliento, BaekHyun negó con su cabeza acercándose a él y le dio un corto beso en sus labios—. Baek.
—Nada, Channie. Te amo —dijo abrazándolo. ChanYeol correspondió el abrazo sintiéndose extraño, sentía que el más bajo le ocultaba algo.
Nota final:
Nos leemos en la próxima actu. Si les gustó dejen sus bellos votos y comentarios, chaoito.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top