Capítulo 12


Me sorprendió que Armando fuese lo opuesto a lo que yo creí que era: un embustero chantajista sediento de sexo por despecho. Pero no. Resultó ser un noble cordero que además de pagar él solo la cuenta, me trajo a mi apartamento. Todo un caballero.

Cuando bajé de su coche él ya estaba esperándome afuera con un paraguas. La lluvia nos sorprendió, pero el buen Armando está preparado.

—Entonces, ¿nos vemos luego? —se despidió de mí en la entrada del edificio en el que vivo.

Le hubiera invitado a entrar, pero se vería raro. Lo nuestro no fue una cita romántica.

—Supongo... Porque Daniel cree que tú y yo...

O al menos no para nosotros dos.

—Sí.

Si yo fuera él mandaría al carajo a Daniel y a todo aquel que creyera que puede decirme qué hacer, pero el buen Armando no nos merece. Él es un tipo correcto.

Me despido de él con un beso en la mejilla y entro a mi edificio.

El elevador está averiado. Tengo que utilizar la escalera. Maldigo mi suerte y empiezo a subir.

Desde que conocí a Marco, le he dedicado tiempo valioso de mi vida. Pienso en él amanecer, durante el día, al anochecer... Sueño con él. Mi mundo es Marco. Rayos, debo sonar como una fangirl. Hoy no es diferente. Este día también fue una oda a Marco. No obstante, a diferencia de los demás, hoy me exijo honestidad. Hablar con Armando me ayudó a comprender que no debo avergonzarme de quién soy o de qué siento. A la vez empecé a considerar ser franca con Marco. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Quedarme sin trabajo? No es que ser asistente en Grupo M sea precisamente el trabajo soñado. Mi salario no es competitivo y mi horario es una bofetada a los derechos humanos. Además, de pedírselo, papá me ayudaría a encontrar un nuevo empleo.

Pero ya no vería a Marco...

Sedienta, entro a mi apartamento a eso de las ocho treinta. Mamá está en la cocina preparando algún brebaje digno de Maléfica.

—Vienes tarde —dice.

No me importa que sea, me lo beberé sin chistar. Tengo sed.

—¿Estás regañándome? —jadeo. Mi corazón está tratando de recuperar el balance. Malditas escaleras.

—Al contrario —sonríe mamá—. Me alegra que decidas distraerte en algo más. Me preocupa que estés todo el día pegada a tu teléfono, a la tablet y a la laptop.

—¿Y cómo sabes que a donde fui no estuve pegada a mi teléfono?

—Eres caso perdido, Vanesa —se queja ella.

—Además, trabajo, mamá. Gano mi propio dinero. Tengo derecho a ocupar mi tiempo en lo que quiera.

—Hablando de dinero: No olvides que me debes cien dólares desde el mes pasado. Y te aconsejo ocupar algo de tu tiempo en tu armario...

—Okay, ya entendí —la detengo.

Como dije, mi trabajo no es bien remunerado.

Mamá tiene en sus manos dos vasos llenos del brebaje que acaba de sacar en coágulos de la licuadora. Ya me arrepentí de querer un poco. Tal vez si le digo que ya cené me salve de beberlo...

—Ya cené —digo, mirando con cautela los vasos.

Desde pequeña he lidiado con la onda naturista de mamá.

—Mejor —sonríe ella—. Este batido es un aditivo para después de cada comida —A continuación, deja ambos vasos sobre nuestro desayunador y empieza a palpar su cutis con sus dedos—. Sirve para prevenir espinillas, piel grasa y...

—Toxinas —termino por ella. Creo que lo mejor será resignarme.

Y por más que espero y hago tiempo para que mamá me deje sola y así poder tirar el batido en el fregadero, ella espera. Me conoce bien. Lo bebo todo. Afortunadamente no sabe a nada. No así el de plátano con aguacate o el de melón con legumbres...

—Llamó Carolina —me informa—. Dijo que no respondes tu teléfono.

Estoy intentando no hacer ningún tipo de arcada.

—Lo apagué para poder platicar tranquilamente con Armando —Le devuelvo a mamá mi vaso y abro la nevera para buscar alguna botana.

Muero de hambre. Observo todo dentro. Vegano... vegano... vegano... Todo es vegano. Ni hablar. Si subo y bajo de peso constantemente es porque como porquerías en la calle porque en casa todo es saludable.

—¿Quién es Armando? —pregunta curiosa mamá.

Yo ruedo los ojos: —Un amigo.

No es que no me guste hablar de chicos con mamá. Pero Armando no es "ese tipo de chico".

—¿Qué tipo de amigo?

¿Ahora quién la va a parar? Yo, Vanesa Salcedo:

—Uno con el que tengo sexo ocasional —Saco una caja de galletas de la nevera.

Mamá hace mueca de asco. Por mi comentario, no por las galletas:

—¿Tienes que ser tan explícita? —me regaña.

Es que si no es así, ¿quién la calla?

Cojo algunas galletas y también una manzana. Después le muestro mi lengua a mamá:

—Tú empezaste.

Pero dos pueden jugar el mismo juego:

—Oye, ¿y no es muy complicado eso? —pregunta, fingiendo seriedad—. Porque puedo hablar con tu padre y llegar a un acuerdo. Total, los problemas que tuvimos no incluían su buena disposición en la cama. Tal vez él y yo podríamos...

—¡Ay, mamá! —Le doy la espalda.

Esta mujer olvida que mi imaginación está a cien. Cojo mi bolso, mis galletas y mi manzana y la dejo hablando sola.

—Yo también soy de carne y hueso —suelta, pero ya estoy lejos.

Mañana me castigará bebiendo algún batido de remolacha con guayaba.

Hambrienta y agotada, me encierro en mi habitación y busco mi laptop para instalarla sobre mi regazo. Soy consciente de que tengo que actualizar "Me voy a follar a mi jefe", pero no tengo ánimos de escribir un capítulo nuevo. Publico una disculpa a mis lectores y después le envío un mensaje a Carolina. Para chismorreo siempre tengo tiempo.

Vanesa: Me llamaste...

Carolina: ¿Dónde estás?

Vanesa: Ya estoy en casa. Salí con Armando.

Carolina: ¿En qué quedaron? ¿No le dirá nada a Marco?

Vanesa: No. En realidad se portó tipo. Y si tu novio pregunta, él y yo estamos saliendo.

Carolina: ¿??????

Vanesa: Ayuda con eso... ¿Para qué me llamaste?

Carolina: La mamá de Daniel organizó una cena para presentarme a su familia y a sus amistades :)

Vanesa: Cool. Que te la pases bien.

Carolina: No seas pendeja, estás en la lista de invitados.

Vanesa: Pero no quiero compartir con estirados.

Carolina: Irá Marco :3

Vanesa: ¿Eh?

Carolina: Recuerda que su familia es cercana a la familia de Daniel. Y también estará Armando :3 No sé... Los tendrás a ambos.

Vanesa: ¿Me estás llamando zorra?

Carolina: ...

Vanesa: Ok, si voy :3

Carolina: ... 



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Estas dos xD... GRACIAS por votar y comentar ♥

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