Capítulo XXV
-¿Cómo voy a ser un ángel? Eso es imposible, ni siquiera tengo alas. -contesto nerviosa.
-Es la única explicación.
-Sangre especial, nuestros poderes no te afectan, los rebeldes te quieren, no puedes tocar el hierro... -dice Jacob enumerando.
-Pero mi padre es lobo.
-¿Y tu madre?
-La mataron vampiros... -miro a Máx.
-Muy bien sí, mamá era un ángel. -suelta segundos después de estar en silencio.
-No tengo alas. -repito.
-Aprenderás a que aparezcan cuando las necesites.
-¿Cómo se supone que haga eso?
-Entrenarás con Collin.
-Oh, así que el vampiro que me odia va a entrenarme.
-No me hagas cambiar de opinión. -responde el nombrado.
-Además, tendrás poderes y todo eso que también tienes que aprender a controlar.
-¿Me puedes aclarar algo? -me giro hacia Máx.
-¿El qué?
-¡Mi existencia!
-Sí, ya va siendo hora. -apoya Connor.
-Cállate estúpido.
-Máx, ahora. -digo.
-Muy bien. -suspira. -Como ya sabes papá es lobo y mamá un ángel. Los ángeles solían estar siempre en constante peligro porque eran los más poderosos, los vampiros les perseguían por su sangre y los lobos la usaban para algunos rituales. Son completamente humanos y vulnerables en las lunas llenas, y los vampiros aprovecharon esto para empezar una batalla entre los hombres lobo, los ángeles y ellos.
Mamá sabía que esto pasaría tarde o temprano así que te envió al orfanato antes de que alguien se enterase de tu existencia. Y bueno, todo acabó con el casi exterminio total de los ángeles en este mundo.
-Genial, simplemente genial. -digo comenzando a caminar.
-¿Dónde vas? -pregunta Derek.
-¡Lejos de esta locura!
-¡Vuelve aquí! ¡Tenemos que hablar!
-¡Ahora mismo ir a hablar con Ashley sería más real que todo esto!
-¡No puedes ir sola, los rebeldes...!
-¡No han dado señales de vida desde aquel día en el bosque, dejadme sola!
Y es que, ¿Cómo piensan que voy a ir tranquilamente a hablar sobre mi yo angelical y el pasado de mi familia si aún no me he recuperado ni de la traición de mi mejor amiga?
Mi vida sería perfecta si nunca hubiera ido a la fiesta en el bosque, no habría visto una persona muerta, tampoco me habría perdido encontrándome con un Dustin bipolar y mucho menos Derek me habría rescatado y metido en un pacto o lo que sea ni los rebeldes me querrían como cena.
Pero claro, si eso no hubiera pasado nunca habría conocido a Derek y seguiría pensando en él como el ratito de las taquillas, ni descubierto a mi extraña familia.
Después de un largo rato pensando en mi existencia me paro en seco encontrándome en el bosque.
-¿Qué carajo hago aquí? -escucho pasos. -Mierda.
-¿Cómo piensa ese viejo atrapar a la chica ahora que sabe qué es? -dice una chica.
-No lo sé, si nos ha llamado será porque tiene un plan, digo yo, ¿No?
-¿Y luego qué? En el caso de que consigamos que no esté cerca de esos Blackwell ¿Quién te dice que no intenten buscarla? -dice otro.
-Lo harán, pero cuando lleguen será tarde.
-Si esto no sale bien estamos muertos, estamos rompiendo muchas reglas ayudando a un lobo a cazar un ángel.
-¿Cómo piensa hacer esto? ¿Le va a descuartizar para que se desangre o qué?
-Además, ¿Para qué la quiere ya si aún no sabe ni sacar las alas? ¿Seguro que es un ángel?
-Es verdad, vi algo sobre el ritual y decía que para que funcionase tenía que ser mientras tenía sus alas a plena vista.
-Algo sabrá, sino no nos habría llamado tan pronto, y claro que es un ángel ¿Acaso necesitas más pruebas?
-¿Y si aprovechamos su extraña relación con Derek para obligarla a que se entregue?
-No, ese vampiro idiota se sacrificaría antes de ponerla en peligro.
-¿Porque haría eso?
-Los vampiros solo nos enamoramos una vez en la vida... Y creo que está enamorado de ella.
-No sé, lo mismo se gritan que se abrazan, ¿Eso es amor?
-Yo solo sé que me la quiero comer.
What the fuck.
Cuando estuvieron los suficiente lejos suspiré aliviada. Y ahora, ¿Cómo bajo de este árbol? Si es que soy idiota.
Cojo mi teléfono y marco el número de Derek.
-McKenzie ¿Dónde estás metida?
-Pues verás... Es bastante divertido si lo piensas, jeje.
-¿Qué has hecho?
-¿Yo? Pff nada, nada. Yo estaba caminando feliz pensando en mi vida...
-Al grano, McKenzie.
-¿Puedes venir al bosque y bajarme de un árbol? -digo muriendo de vergüenza.
-¿Qué? -pregunta confundido.
-¡Tú solo ven rápido! Antes de que vuelvan...
-¿Volver? ¿Quién va a volver?
-¡Maldita sea, tú solo ven y ya!
{…}
-¿Cómo llegaste allá arriba? -pregunta aterrizando conmigo en el suelo.
-Yo que sé, me entró el pánico y no había otro sitio donde esconderme...
-¿Esconderte de quién? -vuelve a hablar al no obtener respuesta.- ¿¡Esconderte de quién!?
-De los rebeldes. Ya saben que sé lo que soy, y han hablado sobre algo de aliarse con un lobo, y un ritual, y mis alas, y matarme, y...
-Oye, oye, cálmate. Está bien, estoy contigo.
-No quiero que me maten. -digo abrazándole fuerte.
-No lo permitiré.
¿En qué momento de mi vida hemos llegado a esto? Hace unos meses lo único que hacíamos era discutir y no llevarnos nada bien. Incluso si alguien llega y me dice que estaría metida en todo esto le tomaría por loco.
Y yo que siempre le decía a Ashley que los vampiros eran leyendas, y ahora resulta que conozco a 5, a Dustin, a un hombre lobo y yo soy un ángel. Ingenua yo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top