Capítulo XXII
Ya había pasado otro día, y también un par de intentos de escapes por mi parte. Empiezo a creer que realmente nunca voy a salir de aquí. ¿Qué estarán haciendo los chicos y Máx?
Me molesta que lo último que tuve con Derek fuera una pelea. Yo solo quiero que aparezca por esa puerta diciéndome lo tonta e irresponsable que soy, quiero que Connor me llame cosita y se burle de nosotros, quiero que Máx les grite que se alejen de mí, quiero ver a Alek sonriendo ante la escena, quiero que Jacob se burle junto a Connor, quiero ver a Dustin tratando de poner celoso a Derek a cada momento, hasta quiero ver la cara de odio de Collin.
¿Qué habrán pensado al ver que desaparecimos por cuatro días? Seguro que Derek se puso histérico. Río ante la idea.
-¿De qué te ríes insecto? ¿Ya te volviste loca? -pregunta Ryan del otro lado.
-Cállate violador mugriento.
De verdad que los extraño a todos... ¿Qué mierda se le pasó por la cabeza a esta niña para hablar con Erick? Y yo que pensaba que mi vida acababa de comenzar, qué poco me ha durado la libertad. Hoy no me habían dado nada de comida por tratar de escaparme unas tres veces y golpear a otro par de tipos. Realmente así nunca se curarán mis nudillos.
-¡Mc! -una bolsita de chuches pasa por debajo de la puerta.
-¡Comida! -casi me tiro sobre la bolsa y la devoro en segundos. -Eres mi héroe.
-Lo sé. ¿También trataremos de escapar hoy?
-¿Tienes algún plan?
-Se me agotan las ideas.
-Veré que se me ocurre.
Zac se tuvo que ir cuando los pasos de Ryan se acercaban. Empecé a llamarlo y a dar golpes en la puerta.
-¡Ryan, Ryan, Ryan, Ryan, Ryan, Ryan, Ryan...!
-¿¡Qué mierda quieres!?
-Me vino Andrés.
-¿Quién mierda es Andrés?
-¡La menstruación cerebro de mosquito!
-¿Y a mi qué?
-Si no quieres que me desangre ve a conseguirme algo para ponerme.
-Sí claro, pues muérete, ya ves tú qué problema.
-No creo que Erick se ponga muy feliz al ver que morí por tu culpa.
-Maldita sea, solo traes problemas. -se fue suspirando frustrado.
Mi oportunidad empieza ahora. Cojo un par de alambres y los meto en la cerradura lo más rápido posible, cuando la puerta se abre corro lejos de ahí. Antes de poder llegar a la habitación en la que están los niños para avisar a Zac me cogen a lo saco de papas.
-¿Te creías que podrías escapar tan fácilmente? -dice Ryan caminando conmigo de vuelta.
-Teniendo a un idiota como vigilante como tú, sí. -contesto y me da una bofetada en mi pobre traserito. -¡Hey cuidado con dónde tocas violador!
-Tocaré donde me de la gana, nadie me lo prohíbe.
Pongo mis manos en su espalda y hago fuerza cayendo así hacia delante, aprovecho para huir todo lo lejos que puedo. Ryan me perseguía y en una de las veces que giré en una esquina me metí en la primera puerta que encontré. Ahora solo tengo que esperar a que pase de largo.
Me di la vuelta para ver dónde me había metido y resulta que llegué a parar a la habitación de los niños. Ahí estaba Zac.
-¡Zac! -me tiré sobre él abrazándole con todas mis fuerzas.
-¿Cómo has llegado aquí? -pregunta devolviéndomelo.
-Abrí la puerta con los alambres que me diste pero el violador de Ryan me encontró y cuando me llevaba de vuelta me escapé y me escondí en el primer sitio que vi. -respondo haciendo el signo de victoria con las manos.
-¿Qué es eso de violador? ¿Te ha hecho algo?
-Casi, pero tú sabes, le pateé donde más duele.
-Ouch.
Estaba por celebrar que por fin me escaparía pero lo pensé demasiado pronto, la puerta se abrió y entró Ryan seguido de dos tipos más.
-Voy a tener que enseñarte por las malas que no debes escaparte. -dice acercándose a mí.
Así de la nada me suelta un puñetazo. Zac hace el intento de ir a darle una paliza pero le agarran mientras que Ryan sigue golpeándome. Yo intento esquivar los que puedo pero es más rápido que yo y ni siquiera tengo fuerzas por no haber comido casi nada estos días.
Los niños pequeños se tapaban las caritas con sus manos con miedo, otros miraban con rabia sabiendo que si se metían podían acabar peor, y Zac gritaba de todo a los tres idiotas y trataba de soltarse para venir a por mí que ya estaba en el suelo siento pateada. Todo esto me va a dejar marcas.
Cuando se cansa me vuelve a coger y a llevarme de vuelta a la habitación, una vez allí mi tira a la cama y se va.
-La próxima vez no pararé tan pronto. -dice desde fuera.
Sé que sonríe satisfecho al no oír respuesta, lo va a pagar muy caro el día que salga de aquí.
No volví a ver a Zac el resto del día, supongo que también lo estarán vigilando ahora.
Pasé toda la noche sin moverme, ese idiota sabía pegar fuerte, ¿De qué carajo estaban hechos sus huesos hombre?
Por la mañana abrió la puerta bastante enfadado.
-TÚ, ¡Ponte presentable, han venido a verte!
Se molestó aún más al no obtener respuesta y ver que no me moví. ¡Maldita sea moría de hambre y me dolía todo! Acabó cambiándome él la ropa y cabe destacar que no se privó de tocarme todo lo que pudo. Ya me daba igual todo, solo quería acabar con esto y volver a esta cama mugrosa.
Me arrastró del brazo por los pasillos hasta llegar a la recepción, realmente lo que vi me sorprendió bastante, aunque creo que por sus caras no esperaban encontrarme así.
Sí, los chicos me habían encontrado. Les sonreí.
Derek corrió a abrazarme con tanto cuidado que creo que pensaba que me iba a romper. Se está aguantando las ganas de asesinar a todos porque está apretando tanto sus puños que están más blancos de lo normal. ¿Tan mal me veo?
-¡Demonios McKenzie, me tenías... Nos tenías muy preocupados! ¡Hasta nos aliamos con los chuchos esos!
Todos vinieron a abrazarme mientras que Erick miraba sonriendo triunfador desde el otro lado de la recepción. Esto no me da buena espina.
-Hemos venido a llevárnosla. -dice Máx.
-Lo siento. Tenemos orden de no dejarla ir hasta que algún familiar venga a buscarla. -responde sin quitar esa maldita sonrisa. -Ryan, llévatela antes de que trate de escapar.
A la mierda. Me quedaré aquí de por vida.
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