Tu y yo hemos terminado.
Cap. 42 (Tu y yo hemos terminado)
— ¡Vamos Kiara, una abuela pega más fuerte que tú!
Lo miro como las protagonistas de los libros siempre lo hacen: fulminantemente. Gotas de sudor bajan por mi rostro, mi respiración es agitada y jadeo constantemente.
— ¡Lo hago lo mejor que puedo!
— El enemigo no esperará que aprendas a hacerlo mejor —Grita con voz seria. —El enemigo te atacará cuando menos lo esperes.
» Cuando estés distraída —Lanza un puño hacia mí y lo esquivo justo antes de que se estrelle en mi rostro — Cuándo te encuentres pensando cuál es la mejor estrategia para atacarle —Salta hacia mi y tropiezo hacia atrás cayendo al suelo. — El enemigo no esperará a que te levantes del suelo —Alza su mano y ruedo por el suelo antes de que logre ponerme un dedo en el cuerpo. — El enemigo te matará y aprovechará la oportunidad cuando te vea débil y sin esperanzas.
Jadeo asintiendo, él me mira con sus ojos rojos brillando con furor. Tiende su mano para ayudar a levantarme, la tomo y me arrepiento al instante de haberlo hecho.
Cuando tiene un agarre seguro de mi mano, no lo piensa dos veces cuando ya me ha levantado y me ha dado una voltereta en el aire tirándome al suelo, con él sobre mí.
— ¡NUNCA CONFÍES DE NADIE EN EL MOMENTO DE LA LUCHA!
— ¡OKAY YA ENTENDÍ! —Grito exhausta. El se levanta y me blanquea los ojos.
Resoplo.
— La vas a matar, Terrence. —Exclama Ashley.
— Sí, escucha a tu hermana.— Digo dando media vuelta en el césped, quedando boca abajo.
Desde el día de mi cumpleaños, en el que recibí una nota con una amenaza escrita en ella, Sullivan decidió darme clases de defensa personal por si alguna vez me veía en una situación de ataque y no tenía a alguien para defenderme. —Considérese que ese alguien es Terrence —
Ese día, lleve la nota conmigo al bosque donde me esperaban los hermanos de Terrence con un pastel, les enseñé la nota y empecé a reír diciéndole a Ashley que su broma había estado muy buena pues me la había creído; sin embargo, Ashley alegó no ser la autora de tal nota y ahí mi cuerpo se tensó.
A partir de ese día, he estado todas las tardes en la casa de los Sullivan entrenando con Terrence. En estos momentos estoy en la etapa de ¿Qué hacer y que no, durante una pelea?
Y Terrence como cada día se aprovecha y me saca el jugo dejándome completamente exhausta.
— Anda levanta floja, que no hemos acabado. —Pincha mi cuerpo inmóvil y cansado con un palo.
— ¡Terry! —Me quejo.
— Terry nada. Te falta el entrenamiento mental de Ashley y los ejercicios con Chris. —Alega alzando su mano y de la tierra brota una raíz que crece a medida Terry va levantando su brazo.
— ¡Me has dejado exhausta!
— Al enemigo no le importará eso. — Dice lanzando su mano hacia el frente.
Miro la raíz y ésta se ha ido a estrellar contra el tronco de un árbol.
— El enemigo aquí, el enemigo allá. —Imito frustrada su voz.
Terrence me mira con el ceño fruncido.
— No tomes como burla lo que te estoy diciendo.
— Entiendo que esto sea para mi beneficio pero desde ese día, no haces más que gritarme tal cual un sargento hacia un cadete, Repitiendo como un disco rayado »El enemigo, el enemigo« —Revoleo mis ojos.
Terrence aprieta sus manos y las piedras se alzan yéndose a estrellar contra los troncos de los árboles.
— ¡Hago eso porque me importas y no quiero que acabes como Elizabeth! —Grita con sus ojos cristalizados.
¿Elizabeth? ¿Quién es Elizabeth?
— ¿De que hablas?
El parece percatarse de sus palabras pues abre sus ojos alarmado y desvía su mirada.
— Olvida eso y ve a entrenar con Ashley. Tu y yo hemos terminado por hoy.
Se levanta y camina con sus manos metidas dentro de los bolsillos de su pans, con la mirada perdida.
— Vamos Kiara, es hora de que entrenes conmigo.— Me sobresalto al escuchar la voz de Ashley.
Asiento distraídamente, me incorporo cruzando mis piernas en forma de indio y Ashley empieza a darme instrucciones para que pueda aprender a agudizar mi oído.
— ¡Hago eso porque me importas y no quiero que acabes como Elizabeth! «
» porque me importas y no quiero que acabes como Elizabeth «
Elizabeth...
Elizabeth...
¿Quién es Elizabeth?
🌹🌹🌹
— ¿Estás lista para la fiesta de Hallowen?
Niego con mi cabeza.
— ¿Tú irás?
Jazmín se encoge de hombros. — Escuché que Hardin iría, así que me encuentro pensándolo.
La miro con extrañeza. — ¿Aún estás tras Hardin?
— No puedo negarlo, hizo lo que hizo pero... Es atractivo y a mi corazón parece no importarle.
— Déjame sacudir ese corazón. —Mascullo.
Ella solo ríe.
Entramos al aula de química y tomamos nuestros respectivos asientos. La señora poof, entra al aula minutos antes de que el timbre suene.
La señora poof, una dama que por dicho apellido es blanco de burlas por parte de los estudiantes. Y es que su cuerpo realmente parece el de la caricatura de Bob Esponja; sin embargo, tiene un carácter dulce y agradable aunque con los chicos que se burlan por su apellido es severa, estricta y disciplinada.
La puerta se abre justo en el momento en el que el timbre resuena por todo el edificio. La cabellera morada de Bethany brilla y esbozando una sonrisa se sienta detrás de nosotras.
Las tres horas pasan rápidamente, Jazz se retira antes que mí pues tiene que pasar por la biblioteca. Cojo mi bolsón y antes que de un paso, Bethany toma mi brazo.
La miro extrañada y tengo que cerrar mis ojos pues mirarla directamente me ha mareado.
— Mmm ¿Necesitas algo?
Ella retira su agarre de mi brazo y sus mejillas se colorean de rojo.
— Y-yo lo siento —Tartamudea. — Me preguntaba si... ¿Puedo almorzar con ustedes?
Mantiene su mirada en el suelo mientras mordisquea su labio inferior. A decir verdad esta chica es un poco extraña.
Me encojo de hombros. — Claro, ven conmigo.
— Gracias. —Susurra.
Salgo del aula, ella atrás de mí. Caminamos por los pasillos hasta atravesar las puertas de la cafetería, compramos nuestra comida y me dirijo a nuestra mesa habitual; las chicas me miran un tanto extrañadas al ver a Bethany junto a mí.
— Hola —Exclamo. — Niñas, ella es Bethany, Bethany ellas son Claire e Isamar —Señalo a las gemelas— Y ella es Natalie.
— Un gusto. —Responde un tanto sonrojada.
Mis amigas le sonríen y empiezan a incluirla en la plática que mantenían antes de que llegáramos.
Miro por todo el lugar y localizo la cabellera rubia con mechas de color de Ashley, a su par está Christopher viendo con asco la comida que tiene en frente.
Busco a Terrence pero no lo encuentro. Doy un suspiro y tomo asiento.
— ¿No vas a comer? — Pregunta Natalie al ver que yo no he tocado mi comida.
— No tengo hambre.
— Tienes que comer — Habla Bethany. — La comida te proporciona energía y nunca sabes cuando puedes hacer uso de ella.
Asiento distraídamente y empiezo a jugar con la ensalada. Al cabo de unos minutos, aparece Jazmín con una bandeja en sus manos, se detiene y mira con cierta repugnancia a Bethany, sin embargo, solo se limita a mirarla y no dice palabra alguna.
Consigo comer un poco de ensalada, dejo el tenedor sobre la bandeja y me dedico a mirar de nuevo todo el lugar.
Ashley capta mi mirada y me sonríe lanzándome un beso, blanqueo mis ojos y ella finge una mueca de indignación y me saca el dedo medio.
No puedo evitar reír y le devuelvo el gesto.
— ¿Acaso Ashley Sullivan te acaba de sacar el dedo? —Cuestiona Jazmin con su boca entre abierta y el ceño fruncido.
— Sí.—Me encojo de hombros indiferente.
— ¿Desde cuando tienes confianza con ella para bromear así? —Inquiere Claire.
» Desde el momento en que me volví su cuñada.
— Congeniamos en algunas clases — Es mi respuesta, — Además es una chica genial.
— Conmigo es arrogante y pésima. — Habla Bethany en un tono triste.
— Ella es así con todos. —Responde Natalie.
Con todos, menos conmigo.
Bethany ríe. — Bueno ¿Que puede esperarse de ella! Es rubia después de todo.
Rechino mis dientes pues su comentario me ha molestado un poco.
— Vaya, no creí que fueras del tipo de personas que se dejan guiar por estereotipos.
Ella se sonroja ante mi comentario y agacha su cabeza.
Antes de que un silencio incómodo se haga presente Jazmín habla de la fiesta de Hallowen y lo emocionada que está por ello. Todas parecen contagiarse de la emoción que despide Jazmín, pues rápidamente se unen a la conversación.
Sin hacer mucho ruido, me levanto y camino hacia la mesa de Ashley. A medida me voy acercando ella parece adivinar a que es lo que voy, pues solo me acerco y ella habla:
— Está en la biblioteca.
Con una sonrisa doy media vuelta y a paso ligero me encamino hacia ahí.
Entro y saludo a la recepcionista. Camino por los pasillos hasta llegar a la sección de mitología y fantasía pues se que es el único lugar donde lo puedo encontrar.
En efecto, llego al pasillo y lo encuentro sentado en el piso con un libro en su regazo, en una de sus manos sobresale una rosa con un paño blanco envuelta en ella.
Me quedo en pie mirándolo. Miro sus facciones y sé que el libro en su regazo solo es una apariencia, su mirada está tan perdida como si estuviera pensando en el infinito.
Me acerco a él silenciosamente, me acuclillo y no se percata en mi presencia. Acaricio su rostro con mis manos y guío mis labios hacia los suyos.
Lo beso y el pega un respingo, cierra sus ojos y con su lengua acaricia mi labio inferior. Sonrío y separo mis labios de los suyos para besar su rostro.
— Lo siento, Liz. Lo siento —Susurra.
Paro de besarlo al escuchar ese nombre. Mi cerebro me recuerda que ese nombre lo he escuchado muchísimas veces por parte de él.
Quito mis manos de su rostro y simplemente me quedo ahí mirándolo, algo se resquebraja en mi interior y duele.
Mucho.
Mantiene sus ojos cerrados y bajo mi mirada hacia la mano que sostiene la rosa.
Es una rosa muy diferente a las que suele obsequiarme, esta tiene espinas y maltratan las manos de su creador. El paño que cubre parte del tallo de la rosa, está bordado en una de las esquinas y es de un color blanco cenizo, muestra de que quizás ha ido perdiendo el color con el paso del tiempo.
— ¿Quién es Liz? ¿Quién es Elizabeth? — Me escucho preguntar a lo lejos.
Sólo basta el sonido de mi voz para que salga de su trance y abra sus ojos. Su mirada rápidamente se enfoca en mí y la sorpresa se refleja en él.
— ¿Kiara? ¿Qué has dicho?
Lo miro sin articular palabra alguna.
Desesperado suelta la rosa y pasa ambas manos por su rostro. Su espalda comienza a moverse y apoya su cabeza entre sus rodillas.
— Lo siento, lo siento, lo siento. —Repite con su voz quebrada.
Sin saber muy bien que hacer, — pues Criaturas de la noche no dice que hacer en caso de ver un vampiro llorar— Coloco mi mano sobre su espalda y comienzo a acariciarlo.
— ¿Que te pasa?
El niega con su cabeza y yo levanto su rostro.
— Mirame, ¿Qué te pasa?
El gimotea y me mira con sus ojos cristalizados. — Lo siento, lo siento. —Lágrimas ruedan por sus mejillas. — Por más que quiera decirte, no puedo. ¡Kiara no puedo! Aún me duele.
Continúa llorando más fuerte y me duele verlo así, tan débil y frágil.
Muerdo mi labio y me las ingenio para poder abrazarlo. — Tranquilo, sabré esperar. Seré paciente y tu me lo dirás cuando te sientas listo ¿Okay?
El asiente y me abraza con fuerza. — No me dejes por favor, Kiara. Te necesito. —Llora.
Un nudo se forma en mi garganta.
— No lo haré, Terrence. —Susurro en su oído. — Me quedaré contigo.
Empieza a llorar más fuerte y su agarre hacia mi incrementa. Acaricio su cabello y trago para evitar llorar.
— No te vayas por favor.
— No lo haré.
— Te quiero Kiara. Te quiero. —Susurra.
N/A:
Manita arriba las que les dio cosa ver a Terry llorar🙋🙋😭💔
Mi bebé.
😂 Bueh, aquí tienen el capitulo correspondiente a esta semana😌
Ayer me divertí leyendo sus comentarios en el post de Instagram😂😂 la mayoría estaban asustadas😂😂
El capítulo de hoy va dedicado a una chica que desde que empezó a leerme siempre me da sus votos🙊🙊 BrendaMartinez572 ¡Infinatamente gracias! Por todo tu apoyo nena🙏💕💕💕🌸
Bueh, Bely se va😂😌🏃🏃
Las amo y ¡Nos leemos luego!💕💕✨
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