Cásate conmigo.
Cap.48 ( Cásate conmigo )
— Así que tu mamá quiere que vaya a cenar. —Ríe.
— No vayas.—Le ruego abrazándole.
El entorna los ojos para luego reír abiertamente, lo que llama la atención de más de algún estudiante aglomerado en los pasillos y por supuesto, no paso por desapercibido las malas miradas que recibo por parte de la población femenina al ver que voy casi pegada como una lapa del brazo de Terrence.
— Dile a la suegra que estoy encantado por su invitación y que no pienso negarme.—Me guiña un ojo.
— ¡Terry! ¡No puedes hacerme esto!
— ¡Oh si! si que puedo. Me has mandado a la friendzone un millar de veces. Tienes que pagar.
Salimos de los pasillos y nos dirigimos hacia la zona verde frente a la cancha.
— Cariño, ha sido sin intención. Mi mamá aún no puede saberlo, ella me sobre protege demasiado.
— ¿Sabes cuántas vampiras quisieran estar en tu lugar? —Habla con un tono arrogante — Nadie nunca jamás en todos estos años pululando en este mundo, me ha mandado a la friendzone. ¡Nadie!
— Hay una primera vez para todo.— Sonrío.
— A veces eres irritante, Alexandra.
— Oh, pero así me amas.
— Empiezo a considerarlo muy seriamente. —Lleva una de sus manos a su barbilla.
Blanqueo mis ojos y resoplo, dejándole ir un buen puñetazo en su hombro.
— Bastardo.
— Tu bastardo.—Mueve sus cejas pícaramente.
No puedo evitar reír y sin importarle que hayan estudiantes en la zona, me abraza y luego me besa.
Gustosa respondo su beso y experimento lo que muchas protagonistas de libros narran: la sensación de que has encontrado a alguien que te complementa y de estar en una burbuja donde solo se encuentran él y yo.
— Este beso traerá muchas repercusiones. —Digo cuando por fin me libera.
— Puedo soportarlo.—Sonríe.
Me toma de la mano y nos vamos hacia la cancha, donde el equipo de soccer está entrenando. A medida nos acercamos, diviso a Christopher sin camiseta jugando con una habilidad y destreza impresionante, obviamente debido a su condición de vampiro.
— Sé lo que te estarás preguntando —Habla Terry al ver mi mirada fija en su hermano.— ¿Por qué uno de los Sullivan al fin accedió a relacionarse con la demás población estudiantil?
Asiento pensativa.
— Hay muchas cosas sucediendo en casa, entre ellas problemas entre Ashley y Chris. Últimamente Christopher parece deprimido debido a la ausencia de Ashley y dice haberse unido al equipo para darle estilo y además para perder un poco el tiempo.
Río. — Hablando de Ashley, ¿Por qué ya no está viniendo al colegio?
— Por lo mismo, hay muchos problemas y ella se ha ido.
— ¿A dónde fue?
Se encoge de hombros.
— Ash, necesita un tiempo para asimilar todo lo que está pasando en su vida.
Lo miro y luego guío mi mirada hacia la cancha, Christopher sale del juego y pasa a banca, una de las porristas pasa cerca de él y observo como le silba y le guiña un ojo de una manera muy coqueta. La porrista ríe y se aleja, mientras que Chris hace una señal y le articula un llámame.
— Oye, ¿Quieres salir conmigo?
🌹🌹🌹
Aliso mi vestido y tomo el collar que me regaló la nona para poder colocármelo en el cuello.
Bajo hasta la sala y veo a Terrence, acariciando una fotografía mía de cuando era pequeña.
— Eras muy cachetona.
— Deja eso.—Golpeo su mano, el se queja y coloca el portarretratos en la mesa.
— Te ves preciosa. —Exclama con una sonrisa de oreja a oreja.
En un pobre intento para presumir, doy una vuelta haciendo girar la falda de mi vestido.
— Nunca te dediques al modelaje porque morirás de hambre, Kiara. —Es lo último que dice antes de agarrar mi mano y salir de casa.
Jodido imbécil.
Vamos al centro comercial y mediante caminamos puedo vernos reflejados por las vitrinas de diferentes tiendas, vamos tomado de las manos, Terrence sonríe y habla emocionado, y yo sólo asiento.
A ojos humanos parecemos como una pareja normal, pero lo cierto es que de normal no tenemos nada.
— Creo que podría casarme con la pizza.—Suspiro dándole un mordisco a la porción que tengo delante de mí. — ¡Oh, pizza! ¡Cásate conmigo!
Terrence ríe con suavidad.
— ¿Prefieres casarte con la pizza antes que conmigo?
Con dificultad trago y abro los ojos desmesurada.
¿Casarme? ¿Con Terry?
De momento siento como casi toda la sangre se aglomera de un solo golpe en mi rostro. Mis mejillas arden y bajo la mirada.
Carraspeo. — Sí, prefiero a la pizza.
Terrence rompe a reír. — Kiara, pareces tomate.
— Cállate. —Mascullo, suelto un suspiro y levanto mi mirada. — Lo cierto es que, no está en mis planes el casarme aún. —Río— Esa idea ni siquiera circula por mi mente.
— Lo sé, creo que aún estás muy joven cómo para pensar en matrimonio. Pero no te voy a negar, que si se nos da la oportunidad de seguir juntos durante años, nunca dudes en que voy a pedírtelo.
Una invasión de insectos sacude el interior de mi estómago.
— Creí que los vampiros no se casaban.
— Los que somos chapado a la antigua, sí.
— Pero sabes que nunca podremos estar juntos para toda la vida, como humana voy a envejecer y tú seguirás siendo joven y apuesto.
El silencio reina durante varios segundos.
— Puedes convertirte en vampiresa. Claro no aún, sino que tal vez más adelante.
El problema es, que yo no quiero ser vampiresa.
Terrence parece adivinar lo que pasa por mi mente, pues deja de comer y toma una de mis manos.
— ¿No quieres ser esto?—Pregunta con decepción.
— No me agrada mucho la idea. —Acaricio sus nudillos.
— Entiendo...
Suelto un suspiro. — Terrence, no sé si lograré adaptarme a una vida así. Toda mi vida he sido humana y... Ser inmortal, eso parece imposible.
» No quiero romper tu corazón pero tampoco quiero que tu rompas el mío. —Miro en sus ojos un atisbo de tristeza— Oye, sé que ahorita no quiero aceptar la idea de convertirme en vampira pero es porque estoy joven y no quiero quedarme estancada en esa edad. Quiero vivir, experimentar... Pero tampoco quiero perderte y sé que a medida crezca, tal vez pueda llegar a cambiar de opinión.
— Lo sé, pero que tal y encuentras a otra persona en ese tiempo. Te darás cuenta que salir con un inmortal es descabellado y probablemente te vayas.
Frunzo el ceño.
— No me imagino con alguien más, siempre te veo a ti. Sólo a ti.
Ambos sostenemos la mirada del otro, sus ojos verdes azulados brillan con intensidad.
— Bueno, dejemos de pensar en el futuro por un momento. Sólo disfrutemos de esto ¿Sí?—Me suplica esbozando una sonrisa.
— Concedido.
Se necesita de unos cuantos minutos para que la incomodidad desaparezca del ambiente, pero cuando lo hace, volvemos a las risas y a las charlas sin sentido. Me causa gracia ver, como Terry hace muecas al tragar la comida pues dice que no le siente sabor y es asqueroso.
Al terminar de comer, salimos del centro comercial y decidimos caminar un poco por el parque.
Desde que salimos nunca me ha soltado de la mano y eso en cierta forma, me agrada.
— Oye, ¿Podemos sentarnos? A diferencia de ti, querido vampiro yo si me exhausto.
— Yo también me fatigo, no lo dudes.—Ríe.
Tomamos asiento en una banca frente a la fuente, ya está atardeciendo pero aún así hay mucha afluencia de personas; unas corren, otras pasean a sus perros y parejas que caminan tranquilamente encerrados en sus burbujas.
Terrence me abraza y oculta su rostro en mi cuello, causándome cosquillas cuando respira.
— Te quiero, Collins.—Susurra antes de capturar mis labios.
Le beso con suavidad permitiéndome acariciar su cabello y su terso rostro. Como siempre, deposita un beso en mi nariz que hace que suspire y sonría como tonta.
— ¿De dónde sacaste ese collar? —Pregunta tomando el dije entre sus manos.
— Mi abuela me lo ha regalado. —Me encojo de hombros.
— Es muy bonito. —Susurra embelesado.
Asiento y aparto la mirada, observando a mi alrededor. En la fuente, mi vista capta a una pequeña niña de cabello rubio cenizo jugando con los adornos de su vestido. Sobre su cabeza lleva una tiara de flores y en sus brazos tiene enrollado una especie de liana. Parece una muñeca y el estilo del vestido le da semejanza a un cosplayer de un hada en miniatura.
La pequeña parece percatarse de mi mirada pues balancea sus pies y de un salto, baja del borde de la fuente, encaminándose hacia donde me encuentro.
— ¿Que miras?—Pregunta Terrence jugando con mi cabello.
— A la pequeña que viene hacia nosotros.
Él frunce el ceño y guía su vista hacia donde yo miro. Ladea su cabeza confundido y en cuestión de segundos la niña comienza a correr y se lanza hacia Terrence llorando.
— Pequeña, ¿Estas bien?
La niña niega con su cabeza, solloza y mira a Terrence.
— Ayúdame.—Suplica.
— ¿Te has perdido?—Pregunto.
— Los mataron—Habla bajito.
Ambos cruzamos miradas.
— ¿A quién mataron cariño?
— Mis amigos, —Absorbe por la nariz— Ellos hicieron una masacre y los mataron. Logré escapar pero no pude hacer nada por ellos.
Frunzo el ceño confundida.
— Ayúdame Terry, ayúdame. Yo te advertí de ellos, ahora van tras los vampiros. —Habla con su voz infantil llena de resentimiento.
Abro mis ojos sorprendida al escuchar que menciona el nombre del vampiro a mi lado y sobre todo, me asombra que esta pequeña niña sepa de todo este mundo mitológico.
— ¿La conoces?—Pregunto aturdida.
Terrence abre sus ojos como platos y niega con su cabeza.
— No me niegues —Reprocha la niña— Me conoces desde hace mucho.
Sus ojos emiten una chispa y antes de que yo pueda reaccionar, toma de la camisa a Terry y estampa sus labios en los de él.
Ahogo un grito y me quedo atónita y perpleja ante lo que veo, sin delicadeza alguna, Terrence aparta bruscamente a la niña. La pequeña lo mira con una sonrisa de satisfacción y se encoge de hombros.
— Eira, debí suponerlo.—Niega con su cabeza— Impulsiva como siempre ¿Quién si no tendría el cabello de ese color?
La niña, —Que ahora sé que se llama Eira— Esboza una sonrisa pero no dura mucho, pues en cuestión de segundos hace una mueca de tristeza.
— Ten cuidado—Advierte— Los licántropos van tras tu especie. —Alisa su vestido y me da un vistazo, sosteniendo la mirada en mi collar y luego en mi rostro— Es mío.
Con esa advertencia se da la vuelta y corre hasta perderse de vista. Miro a Terrence quien se encuentra perdido en su mente, suspiro y toco su mano.
— ¿Algo que debería saber?—Sonrío.
— ¿Porqué no has salido corriendo?
Río. — No quiero precipitarme a conjeturar cosas.
Cierra sus ojos.
— Eira es un hada, me la encontré la semana pasada y me advirtió algo de que los licántropos estaban atacando.
— ¿Porqué dijo que eras suyo? Es sólo una niña.
— Es un hada —Entrecierra sus ojos— Ella puede decidir si ser una niña, una adolescente o incluso una anciana. Las hadas son muy vanidosas y siempre se mantienen en la etapa de la juventud para presumir y a su vez atraer sus presas.
» Hace una semana, Eira era una adolescente de tu edad. Pero hoy, con el ataque me imagino que quiere pasar por desapercibida, convirtiéndose en niña para que los licántropos no la encuentren.
— Ella... ¿Fue algo tuyo?
— Lo nuestro fue sólo amistad pero empiezo a creer que ella quiere algo más que eso.
— Me he dado cuenta.—Susurro.
— Oye, pueda que ella no me vea cono amigo pero yo si lo hago. Tengo a una novia hermosa que no la cambiaría por nadie.
— Eso espero. —Sonrío. — Pero no me gustan sus amenazas.
— No te preocupes no te hará nada, pero hay que estar alerta, esta situación del diaphire y los licántropos me esta poniendo de los nervios.
Y en vez de sentir paz, cada vez más se incrementa la tensión y preocupación.
N/A:
No pregunten sólo gozénlo :v 😂😂😂
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📷: Vampires_heart
Bely se va😂✋🌝
¡Las amo!💋❤
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