Belleza francesa.
A petición de Chon_Froy y de otras chicas que amenazaron con matarme :v haré maratón🌝🌝 Son tres capítulos, así que los próximos dos los publicaré mañana.
#ElPoderDeLasAmenazas
#ElPoderDeLaRepresión😂❤
Cap.51 (Belleza francesa)
— Pero por qué no tengo nada, sentí claramente como su puño impactó en mi nariz y empezó a sangrar, ¡Incluso recibí varios rasguños en mi cuerpo!
Terrence acaricia mi cabello mientras me escucha. — Es uno de los tantos misterios del diaphire. Mientras estás en su poder pueden hacerte trizas y si consigues liberarte de él es cómo si nada te hubiera pasado.
— ¿Eso significa que si no hubiera tenido este collar, y la rama hubiera atravesado mi cuerpo... Yo no hubiera muerto?
Aprieta sus puños y frunce sus labios.
— Sí.
Trago saliva.
— Las heridas no hubiesen aparecido en tu cuerpo si hipotéticamente hablando tu hubieras muerto, habría parecido como una muerte natural. Es decir, Eira habría conseguido matar tu alma y ya no habrías podido regresar de nuevo a la consciencia.
— ¡Cielos! Esto no puede estarme pasando.—Escondo mi rostro en su pecho.
— Es mi culpa, cariño. Creo que le di demasiada confianza a Eira.
Eira...
— Pero ni siquiera sabemos si es ella realmente. —Digo agotada.
— Las cosas encajan, ella se me apareció de pronto advirtiéndome de los licántropos, dio dos advertencias y luego los mandó para que te atraparan. Además —Suspira con cansancio— El diaphire fue creado por seres feéricos, quién más si no es Eira podría tener acceso a documentos de las Hadas para encontrar la gema.
— Pero la chica que vi tiene sus ojos color violeta.
— Recuerda que las hadas pueden cambiar de apariencia, bebé. Ellas son muy engañosas.
Ambos nos quedamos en silencio, pensando, perdiéndonos en nuestras propias conjeturas.
— Vamos, será mejor que te lleve a casa. —Susurra besando mi mejilla— La tormenta puede ser más fuerte y no queremos que tu abuela se asuste.
Sonrío y pongo un pie en el piso pero él me detiene. Esboza una sonrisa maliciosa y en un rápido movimiento me encuentro sobre su espalda siendo cargada.
Salimos de su habitación y cuando vamos bajando por las escaleras un estornudo y seguido de eso una ligera conmoción incluido con un leve grito femenino se escucha por debajo.
— ¿Escuchaste eso?
— ¿El qué? —Responde bajando más rápido.
— Eso, el grito.
— Mmmn no, yo no escuché nada.
Llegamos a la sala de estar y vemos a la señora Grounie limpiando el piso. Anabelle sale de la cocina con una bandeja y nos mira con tristeza.
Creo que esta chica tiene un fuerte Crush con Terry.
Sullivan toma mi abrigo junto con el suyo y nos dirigimos hacia los establos, ya ahí puedo bajar de su espalda y corro hacia Nieve quien está echada comiendo paja tranquilamente.
Terry saca de un compartimento un hermoso semental negro, me acerco a él para poder acariciarlo pero relincha y retrocede bruscamente.
— Que arisco.—Mascullo.
— Carbón, sólo se deja tocar de Chris y de mi.
Rompo a reír.— ¿Cómo dices que se llama?
Terrence ríe también y el caballo resopla como si supiera que nos burlamos de su nombre.
— Christopher lo llamó Carbón aunque yo prefiero llamarlo Darkseid... ¡Y no me mires así!
— Ustedes,—Digo entre risas— Están locos.
Termina de ensillar a Carbón y monta en él, Nieve está inquieta y no para de relinchar, trato de tranquilizarla acariciando su oreja pero no funciona hasta que salimos de la casa de Sullivan y empezamos a correr.
Llegamos y me sorprendo al ver un auto muy conocido frente a la casa de la Nona, bajo de Nieve y Terrence baja de su caballo; tomo de la rienda a la yegua empezando a caminar hacia la entrada.
Escucho muchos gritos y risas dentro de la casa, Terrence me mira extrañado y yo me encojo de hombros.
— Gracias por acompañarme hasta acá. —Me volteo hacia él envolviéndolo en un abrazo.
— Tal vez me pase por la noche.—Susurra.
Asiento emocionada y escucho la puerta de la entrada abrirse, inmediatamente me separo de Sullivan y me encuentro con la mirada de la Nona fija en Terrence, lo mira tan concentrada como si estuviera analizándolo. Sus ojos emiten un brillo cómo si recordara algo y su rostro se convierte en una mueca de nostalgia.
— Mamá necesito que vayas a la cocina y pruebes... —Shailene aparece atrás de mi abuela y se detiene al ver a Terrence.
Ay no.
Hoy si se armó.
— ¡Terrenceee! —Grita mi madre lanzando la cuchara que sostenía, baja con precisión las escaleras del porche y se dirige a Terrence dándole un corto abrazo.
— S-señora Collins —Tartamudea Terrence sorprendido.
Mi madre le sonríe y acomoda un mechón de su cabello.
— ¡Que haces por estos lados, hijo! ¿Por eso querías venir,
Kiara?
Terrence no lo soporta y rompe a reír, mis mejillas están más rojas que un tomate y no tengo el valor suficiente para pegarle a Sullivan y decirle que se calle.
— Mi padre tiene una casa un poco más allá de esta. —Habla tranquilamente reponiéndose de su risa— Me encontré a mi mejor amiga —Me mira maliciosamente— Paseando y decidí hacerle compañía hasta acá.
— Eres todo un amor, niño. —Exclama mi madre— Oh, por cierto, le dije a Kiara que te invitara a comer a nuestra casa pero conociéndola no te dijo ¿verdad?
Miro a Terrence fulminantemente.
— ¿A comer? ¡Vaya que detalle de su parte! —Exclama con alegría — Y pues no, no sabía nada de eso.
¡Maldito vampiro traidor! ¡Mentiroso! ¡Odioso!
— Bueno pues, ¿Por qué no te quedas a cenar? Estamos a punto de terminar la comida.
— ¡No! —Grito y mi mamá frunce el ceño.— Terry tiene mucho que hacer, tiene que ver las... Tiene que irse.
Miro a Terrence en busca de ayuda pero el emite una sonrisa de oreja a oreja que solo anuncia maldad.
Mucha maldad y venganza.
— Por supuesto, señora Collins. Será un placer el cenar con la familia de mi mejor amiga.
Mi madre sonríe encantada y dando saltitos entra a casa, Alisha le da un último vistazo a Terry y sigue a mi madre.
— Traidor —Susurro poniéndome frente a él. — ¡Tú ni siquiera comes!
El ríe sacando su lengua. — Pues, para tu mala suerte cariño, en estos casos si lo hago.
🌹🌹🌹
Terry pasa molestándome todo el tiempo en el que mi madre y la nona pasan en la cocina.
— ¿Qué se siente tenerme como mejor amigo? —Pregunta riendo socarronamente.
Enfurruñada me encojo de hombros.
— Vamos, dime.
— Me.
Terry achina sus ojos. — Ja, ja. Muy graciosa.
— ¡Anda, responde! —Apremia después de unos minutos llenos de silencio.
— ¡Cállate! Es fastidioso.
— ¡Oh, sí! Muy fastidioso y ¿Sabes por qué?
Alzo una ceja en respuesta.
— Porque como soy tu mejor amigo, no puedes besarme, ni abrazarme y no puedes recibir mimos de mi parte. —Sonríe maliciosamente y yo blanqueo los ojos.
Shailene nos llama para ir a la mesa y después de lavarnos las manos, tomamos asiento.
— Gracias por aceptar cenar con nosotras, es un lindo detalle de tu parte.
Terrence sonríe. — Oh, no es nada señora Collins. Es un placer para mí.
Trago un pedazo de carne con disgusto. La cena transcurre con tranquilidad, Sullivan corta con delicadeza cada trozo de carne y lo saborea como si fuera lo más exquisito que ha probado en toda su vida. Los gestos de su cara muestran tal deleite que estoy segura que a mamá se le ha subido el ego al ver cuan bien recibida es su comida.
Actúa con tanta naturalidad que por un momento me planteé la posibilidad de que si era un humano y no, un vampiro.
— Y dime Terrence, ¿Cuántos años tienes? —Habla Alisha por primera vez en toda la cena.
— Diecinueve, señora.
— Tú no eres de acá, ¿Cierto?
— No, soy de la capital.
— Sin embargo, tu inglés no es el nativo de acá.
Miro a mamá con el ceño fruncido, no es muy común que mi abuela haga tantas preguntas a los invitados.
— No,—Terrence toma un poco de agua— Yo soy de Francia.
— Pues no tienes la belleza francesa que poseen los habitantes de ese país. —Especula mirándolo recelosa.
— ¡Suficiente mamá! —Exclama Shailene.
— Bah. —Es lo único que dice la nona antes de levantarse y salir del comedor.
Mi madre suspira. — Lo siento hijo, mi mamá a veces puede ser muy pesada.
Ríe.— No se preocupe suegri...
Empiezo a toser dramáticamente y mi madre parece no haber escuchado las idioteces de Sullivan.
Por suerte.
— ¡Kiara! —Me reprocha.
—
Lo siento, el agua está muy fría.
Mi madre me reta con la mirada y cambia su rostro cuando se dirige a Terry. — ¿Decías, hijo?
Miro con furia al vampiro.
— Que no tiene nada de que preocuparse.
— Qui ni tiini nidi di qui priicipirsi.—Murmullo blanqueando mis ojos.
— Bueno, entonces dime ¿Estás soltero?
¡Madre! ¿Por qué haces estas preguntas?
Terry me mira.
— No te atrevas —Articulo.
— Sí, llevo bastante tiempo soltero y muy solo.—Suspira,— Desde que vine a Cambridge, la soledad era mi única compañía hasta que su hija decidió entablar amistad conmigo.
Dramático.
— Y me convertí en su mejor amigo. —Esboza una sonrisa en mi dirección.
Mamá lo sigue atosigando a preguntas que él contesta con paciencia. Mientras que yo me mantengo en silencio y rodando mis ojos, una que otra vez.
— Me tengo que ir, —Dice levantándose— Es probable que mi padre llegue el día de ahora a administrar las finanzas de la granja.
Uy sí, mentiroso.
— Gracias por la invitación, me la he pasado muy bien. —Terry se inclina del modo en que lo hacen las personas en los países asiáticos.
Mi madre lo mira con fascinación y con un asentimiento de cabeza, se despide.
— Espero volver a verte pronto.
Mi madre sale del comedor y sube a su habitación.
— Bueno, esto fue divertido.
— Si, claro.
Salimos de casa y vamos hacia los establos donde se encuentra carbón. Terrence lo lleva de las riendas hasta el patio.
— Me encantó cenar con ustedes, creo que por primera vez en mucho tiempo me he sentido en familia.
Esbozo una sonrisa.
— Parecías humano allá adentro. —Susurro.
— Amo la carne.—Se encoge de hombros y empieza a reír.
De un leve salto monta en su caballo, el animal relincha un poco al sentir la nieve sobre su piel.
Ha comenzado a nevar nuevamente.
— Te veo mañana. —Susurra viéndome con dulzura— Y me despidiera de ti con un beso pero no lo hago por dos motivos—Lo miro con intriga—: Tu abuela me espía y además, soy tu mejor amigo.
Agita las riendas y se aleja poco a poco montado en su caballo y a medida lo hace, desde aquí, aún puedo escuchar su sonora y burlona risa.
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