31| Playa, sol y arena.
Capítulo 31: Playa, sol y arena.
Observo el sol resplandeciente y el chocar de las olas contra los grandes peñascos que se alzan delante de mi vista. Saco mi móvil y capturo la imagen en una fotografía.
Esto va directamente a mi Instagram.
Saco mi bloc de notas y un lápiz, tomo asiento en la arena y empiezo a dibujar el paisaje que se extiende frente a mí. Una de mis pasiones además de leer es también dibujar. Se me da bien, por lo que pienso estudiar artes cuando vaya a la Universidad.
Claro que para eso me falta mucho.
Una mano se posa en mi hombro.
—Otra cosilla más que se de ti —dice sentándose a mi par—. Dibujas mejor que Picasso.
Un leve rubor colorea mis mejillas.
— ¡Dame eso! —Exclamo, estirándome hacia él pues ha cogido mi cuaderno.
— ¿No te han enseñado modales? —Inquiere, esquivando mis manos.
—Eso debería decir yo —Me pongo en frente de él—. Es de mala educación agarrar cosas que no son tuyas.
El sonríe y esconde mi cuaderno detrás de su espalda.
— ¡Terry! ¡Devuélvemelo!
El niega con su cabeza riendo y mostrando esa perfecta dentadura. Se pone en pie y empieza a correr alejándose rápidamente de donde me encuentro.
Hago la misma acción y mientras corro detrás de él, sacudo la arena que ha quedado pegada a mi piel.
Abro los ojos alarmada al ver que Terry se dirige hacia el agua. Creo escuchar un grito de mi parte, y acelero el paso. Siento el agua tocar mis pies.
— ¡Terrence Nathaniel, ven acá! —Chillo desde la orilla.
—Tendrás tu cuaderno solo si entras al agua.
Me cruzo de brazos enfurruñada y veo como poco a poco mete una esquina del cuaderno al agua.
— ¡NO! —Grito.
Ni siquiera lo pienso dos veces cuando ya he entrado al agua y comienzo a nadar hacia donde se encuentra. Logro llegar hasta él y me alzo para quitarle el cuaderno.
—Yo que tú no lo haría —Me detiene—. Digo, estás en el agua con las manos mojadas...
Frunzo el ceño y resoplo al saber que tiene razón.
—Haremos una cosa ¿Vale? —Se inclina hacia mí y besa mi mejilla. Lo miro sorprendida y hasta él también parece sentir lo mismo que yo pues se queda estático. Sacude su cabeza y luego me sonríe—. ¿Lista?
Me encojo de hombros.
—Tomaré eso como un sí. —Lanza el cuaderno al aire y yo me siento desfallecer cuando la gravedad hace lo suyo y mi cuaderno empieza a bajar. Sin embargo, no logra tocar el agua, si no que se mantiene en el aire y empieza a dirigirse hacia donde me encontraba sentada.
El cuaderno se desploma en la arena y se queda ahí como si no hubiese pasado nada.
— ¿Lo has hecho tú? —cuestiono, mirando a todos lados y luego emitiendo un suspiro al ver que la playa, gracias a Dios, está vacía.
—Es uno de mis dones. —Soba su cuello—. Controlo el elemento tierra y aire.
Parpadeo atónita.
— ¡Eso es genial!
—Lo sé —Asiente—. Ashley sin embargo, maneja el agua y el fuego. Y Christopher se hace invisible.
— ¿No te parece curioso? —Me mira atento mientras sigo moviendo mis piernas bajo el agua para mantenerme en el mismo lugar, aunque ya se están cansando—. Digo, tú manejas el elemento tierra y aire pero Ashley maneja los otros dos elementos que conforman los cuatro básicos. ¿No te parece extraño, que ambos solo puedan manejar dos de los cuatro elementos?
Su rostro se torna pensativo.
—Varias veces nos lo hemos planteado, pero William piensa que desarrollamos esos dones porque quizás en nuestra vida humana teníamos mucho contacto con la naturaleza.
— ¿O sea que conocías a Ashley en tu vida humana?
Niega con su cabeza.
—No recuerdo tener como amiga a una rubia —Pequeñas olas impactan en su espalda pero a él parece no inmutarle—. Tenía una hermana, eso sí lo recuerdo pero he olvidado su rostro —Hace una mueca.
— ¿Y Ashley?
—Ella no recuerda absolutamente nada de su pasado.
—Oh.
—Será mejor que nademos a la orilla, veo que tus piernas se cansarán muy pronto. Y además —Su voz suena cansina—, empiezo a sentirme débil por la luz del sol.
Asiento y nos zambullimos dentro del agua. Al cabo de unos minutos, salgo a la superficie en busca de aire, espero a que Terry lo haga pero nunca sale. Me zambullo nuevamente y lo encuentro nadando como si fuera parte del océano.
— ¿Cómo es que aguantas estar tanto tiempo bajo el agua? ¿Y además, no que te sientes débil? —Cojo una toalla y la paso por mi cabello. Miro mi camisa, la cual se pega a mi cuerpo dejando a entrever mi sujetador.
Maldito Terrence.
—Soy vampiro, Kiara —Sacude su cabello, esparciendo gotitas de agua a su alrededor—. No necesitamos respirar y si me siento débil. Creo que si seguimos aquí pronto seré un vampiro rostizado.
Revoleo los ojos. Es tan dramático.
—Por cierto, bonito sujetador —dice alzando una ceja.
— ¡Maldito pervertido, deja de mirarme! —grito lanzándole la toalla—. Esto es tú culpa.
Terrence ríe mientras pasa la toalla por su cabello.
— ¿Mi culpa? ¿Por qué?
—Porque sabías perfectamente que no quería nadar y tomaste mi cuaderno como rehén para que lo hiciera.
—Eres muy observadora —Le doy una mala mirada—. Vale, vale, vamos a la cabaña, ahí está tu ropa para que puedas cambiarte.
Resoplando, cojo mi cuaderno y la sombrilla, y empiezo a caminar hacia la cabaña.
—Aunque he de decir que me encanta la vista. —Pasa a mi par susurrando.
La furia y también la vergüenza me invaden.
— ¡Agh te odio!, estúpido vampiro.
🌹🌹🌹
Está atardeciendo y el cielo está pintado de tonos naranja, amarillo y un morado suave. Pongo mis pies en el barandal de la terraza en la que me encuentro, desde aquí puedo ver a Terrence sentado en una roca. La brisa del mar hace que su cabello se despeine constantemente, y que su camiseta gris se pegue más a su pecho. Miro como unas chicas se acercan a él y empiezan a hablarle.
Sin embargo, Terry no les presta ninguna atención. No sonríe, no habla, no hace nada. Se mantiene quieto mirando hacia el horizonte e ignorándolas; un bostezo se escapa de mi boca por lo que, salgo de la terraza y me dirijo hacia mi habitación. Es hora de descansar.
Abro los ojos molesta, debido a la luz que se cuela por la ventana. Parpadeo un poco y la luz sigue molestando mi vista. Es una luz que irradia un color dorado. Un bello color dorado.
Estiro mi mano para tocar la luz pero esta se aleja. Sonrío como tonta y empiezo a correr tras la luz, pero hay algo extraño en esto, pues cuando más cerca creo estar de la luz más lejos esta se encuentra.
Sigo corriendo queriendo atraparla pero mis piernas ya no lo soportan y caigo al suelo. Emito un leve quejido y miro mis rodillas que se encuentran raspadas y con un hilillo de sangre.
Raayos.
Me levanto y miro a mi alrededor, observando que la luz ha desaparecido. De pronto, el viento frío hace que mi piel se erice y que la bruma en la que se encontraba mi cerebro se disipe. Asustada por ver donde me encuentro, doy media vuelta en un vano intento de alejarme de este lugar.
¿Cómo carajos llegue aquí?
A medida voy caminando, siento unos pasos tras de mí; aligero mi andar y veo la sombra que se extiende delante. Trago ruidosamente el nudo que se ha formado en mi garganta, mis vellos están erizados y algo dentro de mí me dice que grite y trato de hacerlo, pero no puedo.
¿No les ha pasado ese espantoso momento en el que están teniendo una pesadilla y quieren hablar o gritar pero no pueden?
Empiezo a correr y pellizco mis brazos tan fuerte que mis uñas quedan marcadas en mi piel. Cierro los ojos y me pellizco nuevamente, tratando de salir de esta pesadilla, porque, esto solo es un sueño.
Solamente ha de ser un sueño y mi subconsciente no me deja gritar. Abro los ojos y mi corazón empieza a latir fuertemente al ver que sigo en el mismo lugar y que la sombra se acerca más hacia mí.
Mis pies tropiezan con algo y sin poder evitarlo caigo al suelo. Una risa se escucha detrás de mí.
La piel se me pone como carne de gallina al escuchar esa risa.
—Así que tú eres el nuevo juguete de Terrence —dice una voz extremadamente chillona seguida de una risa, que según él o la dueña piensa que es macabra pero en realidad parece risa de foca retrasada.
››Me sorprende tu capacidad para bromear en estos momentos serios, Kiara. «
Me levanto y miro hacia atrás pero no veo a nadie.
— ¿Quién eres? —Alzo mi voz—. ¿Qué quieres decir con nuevo juguete?
La voz solo ríe y en medio de la oscuridad que se ha formado a mí alrededor distingo una pequeña figura.
—Me extraña que Terrence no te haya hablado de mí —contesta con voz lastimera.
— ¡Quién eres!
Su rostro sale a luz y sus ojos color violeta me causan escalofríos. Su cabello es negro pero de un color negro tan fuerte que se confunde con la oscuridad; su cuerpo es delgado, de mediana estatura, pero su piel es tan blanca que parece muñeca de porcelana. Una muñeca frágil de porcelana. Está vestida con un conjunto negro y de su cuello cuelga una cadena con un dije brillante.
—Soy tu peor pesadilla. —exclama sonriendo.
¿Qué?
La miro fijamente y sin poder evitarlo rompo a reír, la chica frunce el ceño al ver mi ataque de risa descontrolado.
—Disculpa querida —exclamo escéptica—, pero tú no eres mi peor pesadilla.
›› Mi peor pesadilla es quedarme sin internet, que le falte la última página a mi libro, o que le falte el epilogo o el final. Esa es mi peor pesadilla, no una chica con complejo de actriz de película de terror que no tiene nada mejor que hacer que molestar a pequeñas jóvenes adolescentes.
Al escuchar mis palabras los ojos de la chica emiten una chispa que estremece todo mi ser. Al parecer la he enfadado pues aprieta sus puños y muerde su labio con fuerza.
— ¡Cállate, maldita sea! ¡Cállate! ¡No te soporto! —Chilla cogiendo su cabello, una clara señal de frustración.
Alzo una ceja, indiferente.
— ¿Terminaste con tu berrinche?
›› Dios enserio, ¿De donde estoy sacando esta valentía? «
— ¡Eres una basura! —Ruge lanzándose hacia mí. Abro mis ojos alarmada y apenas muevo una pierna para correr, ella ya está sobre mí con su mano en mi mejilla. El impacto es tan fuerte que caigo al suelo y mi cuerpo se estremece de dolor.
La respiración de ella es agitada y sus ojos brillan con una fuerza sobrenatural.
—Esta solo es una advertencia, estúpida humana. Aléjate de Terrence o te mataré ¿Entendido?
Niego con la cabeza y vuelvo a pellizcarme porque en definitiva este sueño ya no me está gustando para nada.
La chica observa cómo me pellizco y una sonrisita —que me dan ganas de borrarla de un puñetazo— se forma en su rostro.
— ¿No que no era tu peor pesadilla? —Ironiza.
Dejo de pellizcarme y con una mano sobre mi mejilla le contesto.
—Sigues sin serlo.
La chica explota en furia y trata de pegarme nuevamente en el rostro. Antes de que su mano toque mi piel, agarro un puñado de tierra y se lo tiro en los ojos.
Ella grita y salta queriendo quitarse la tierra que ha entrado en sus pupilas.
— ¡Te mataré! —Grita—. ¡Te lo advertí!
La chica empieza a correr y desaparece de mi vista.
Chica loca.
Toco mi mejilla pues la siento arder y cuando me pongo en pie veo nuevamente la luz color dorada.
›› Por esta luz estoy aquí. A lo mejor si la sigo, logre despertar y salir de esto. «
Empiezo a seguir la luz pero me ocurre lo mismo que en un comienzo, cuando más cerca creo estar de ella, más lejos se encuentra. Sigo caminando, más bien corriendo tras ella; siento que algo acaricia mis piernas y luego va subiendo hasta llegar casi a mi cuello.
La luz casi está a mi alcance.
Siento como un velo cubre mis ojos y mi rostro. La respiración empieza a fallarme, por lo que me muevo frenéticamente en busca de aire, sin embargo, logro ver la luz frente a mí.
Atrapé la luz.
Lo he conseguido.
Pero el aire abandona mis pulmones y me desvanezco en la oscuridad.
N/A:
¡Pero khe confuzion! :0
Tenía este capítulo desde el miércoles xD pero debido a problemas con mi internet no lo subí. :(
Voten y comenten :) Espero y lo hayan disfrutado.
¡Nos leemos luego!
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