30| Colmillos de pacotilla.



Capítulo 30: Colmillos de pacotilla.


POV Kiara.

— ¡Deprisa! ¿No te da vergüenza que un vampiro te gane? —Grita riendo a unos cuantos metros delante de mí.

Blanqueo los ojos y apresuro a Nieve a cabalgar más rápido.

Logro alcanzar al semental negro y Terrence reduce la velocidad para ir al mismo nivel.

—Eres un tramposo. —Le reprocho cuando vamos a la par.

—No es mi culpa que ambas sean tan lentas como una tortuga.

Nieve resopla como si entendiera lo que el vampiro ha dicho y yo solo río.

El viento sopla y mi cabello se alza ante el movimiento. Inspiro y me siento sumamente relajada. Miro de reojo a Terry, tiene su vista perdida al frente mientras que la luz del sol baña su cuerpo.

— ¿Cómo es que no te incineras con la luz del sol? ¿No brillas o algo?

—Todos los seres vivos necesitamos de la energía solar para sobrevivir. —Es su respuesta.

—Pero tú no estás vivo —reprocho.

Terry me mira furioso.

—Vale, si lo estás —murmullo alzando mis manos en son de paz—. Pero igual, no has respondido a mi pregunta.

—La luz del sol me proporciona energía pero también me afecta, eso de que brillas al tener contacto con ella es puro mito. —Remueve su cabello—. Sin embargo, la luz del sol si puede llegar a producir quemaduras graves a aquellos vampiros que no han consumido sangre durante un lapso de tiempo, debido a que su sistema se encuentra demasiado débil.

›› Y también produce quemaduras cuando el sol está emitiendo rayos ultravioleta o hay equinoccios, ahí todos corremos el riesgo de acabar incinerados en un abrir y cerrar de ojos, es por eso que William prefiere mudarse a sitios donde la luz solar no sea muy frecuente. Y aquí donde me ves, he tenido que alimentarme demasiado para poder estar contigo en este día lleno de luz solar pues nunca se sabe que tan fuerte pueden llegar a ser sus rayos a lo largo del día y obviamente no quiero ser un Terrence carbonizado.

Parpadeo atónita.

—Eso es increíble.

—No tanto para un vampiro. —Se encoje de hombros.

Continuamos cabalgando hasta que llegamos al prado donde pastan los caballos salvajes. Nieve empieza a relinchar de felicidad al igual que el caballo de Terrence. Bajo de Nieve y esta no espera ni un segundo pues empieza a correr hasta perderse de mi vista.

Miro a Terry quien está acariciando a su caballo, trato de quitar mi vista de él pero no puedo. Admiro cada una de sus facciones y puedo observar un pequeño lunar que sobresale en su cuello.

A pesar de que él es un vampiro, su anatomía parece ser la de un humano normal y corriente. Al menos a simple vista. Sin embargo, eso no quita que aún siga temiendo de Terry, una pequeña parte de mí aún es renuente a ser su amiga, pero conforme pasa el tiempo esa pequeña parte cada día va disminuyendo.

Cada día que él llega a casa o ronda por donde yo estoy, aprendo un nuevo dato sobre los vampiros. Pequeños secretos de su condición que me permite conocerlo más y no juzgarlo.

—Oye, sé que soy hermoso pero se te caerán los ojos si sigues mirándome así.

Sacudo mi cabeza y el rubor se hace presente.

— Deja de egocéntrico, ni siquiera te miraba a ti. —Hago un puchero.

Alza una ceja.

— ¿Ah no? ¿Entonces qué mirabas?

Muerdo mi uña, mientras me devano los sesos pensando en algo que decirle.

—Miraba el hermoso paisaje que se extiende detrás de ti.

El me mira fijamente y yo hago lo mismo. Al final, no puedo evitarlo y empiezo a reír, veo como una de sus comisuras se extiende y sé que también quiere reírse.

— ¡Vamos! —Le apremio acercándome hacia él—. Sé que quieres reírte ¡Hazlo! —Chillo.

Terry sacude su cabeza mientras muerde su labio e intenta alejarse de mí.

—Reír es bueno para la salud —replico cortando la distancia que nos separa, alzo mis manos y estiro hacia arriba sus comisuras en un vano intento de que sonría.

Él saca sus colmillos y yo retrocedo dejándolo en paz.

— ¿Seguirás molestando este perfecto rostro? —Sisea con sus colmillos fuera.

Muerdo mi labio y asiento.

—Tus colmillos de pacotilla no me dan miedo. —Afirmo volviendo a mi tarea anterior.

El blanquea los ojos.

— ¡Ya basta!

Inesperadamente, me toma de los hombros y me empuja hasta que ambos caemos al suelo. Sin apartar el hecho de que Terry se encuentra encima de mí.

—Ya abandona la idea de hacer que trate de sonreír. Mis mejillas sufren. —Sisea.

—No pueden sufrir, dramático —exclamo—. Eres vampiro, ni siquiera sientes dolor —Blanqueo los ojos—. Y ahora, por favor sal de encima de mí, porque a diferencia de ti yo si siento dolor y justo en estos momentos siento que un elefante está tratando de aplastarme con su cuerpo. —Respiro entrecortadamente.

Terrence rompe a reír y se incorpora, quedando sentado en el césped con sus piernas cruzadas en forma de indio.

Sonrío internamente al verlo reír de esa manera.

—Y bien, ¿Hay algún dato vampírico que deba saber el día de hoy?

Hay varios minutos de silencio mientras él tiene la mirada perdida pensando en Dios sabe que.

— ¿Sabes que tomo sangre humana, verdad?

Asiento. — ¿Eres vampiro, no? Todos la toman.

—Buen punto —Ladea su cabeza soltando un suspiro.

—Háblame de ti —digo —. No sé, tu vida humana, amigos, fantasías, sueños, novias...

Y es al escuchar la palabra novia que él de repente se crispa y se tensa. Me doy un zape mental porque aun no me creo que haya tenido la idiotez de preguntar por eso.

—Novia... —susurra.

—Oye, si no quieres hablar de eso está bien. —Trato de levantarme—. No quería incomodarte.

Terry me toma de la mano y me hala causando que caiga sentada en el suelo.

—No es eso —Revuelve su cabello—, es solo que... bah olvídalo.

Mira hacia el cielo y emite un sonoro suspiro.

—Relaciones amorosas que tuve en mi vida humana no recuerdo mucho, pero las que sí recuerdo con claridad, son las que he mantenido en esta nueva vida.

›› Obviamente jamás trate de relacionarme con humanas, sabía que mi condición no me lo permitiría pues acabarían muertas en cuestión de segundos pues en esos tiempos mi autocontrol era nulo —Me mira fijamente—. Solía tener unos cuantos deslices con vampiresas pero nada serio, hasta que ella apareció.

Los ojos de Terry brillan y mantiene su vista fija en el cielo. De un momento a otro empiezo a sentirme incómoda y maldigo a mi cerebro por haber formulado esa estúpida pregunta.

—Era una vampiresa, amaba su cabello negro como el azabache, amaba sus ojos azules y sus labios tan rosados como el pétalo de una rosa. Compartí con ella momentos que jamás voy a olvidar. Con ella podía ser lo que realmente soy, un vampiro.

Siento una punzada en mi pecho al escuchar sus palabras.

Terry sigue hablando pero yo dejo de prestarle atención, me desconecto del mundo y dejo mi alma y pensamientos divagar. Observo con atención como brillan los ojos de Terrence cuando habla de esa chica, debió marcar su corazón para que hable de ella de esa manera, tan apasionado, tan concentrado, tan... enamorado.

Aparto mi vista de su rostro y veo hacia un lado. La brisa sacude mi cabello y aprovecho para cubrir mi rostro con él. Empiezo a recordar mis pocos noviazgos durante mi adolescencia, y de un momento a otro el recuerdo de Terry besándome hace que deje de respirar. Como si de un vídeo se tratara, este no deja de repetirse una y otra vez en mi cabeza.

— ¿Kiara? ¿Estás bien? —Escucho que alguien susurra.

Sacudo mi cabeza y observo que Terry me mira fijamente con una suma preocupación evidente en su rostro. Mis mejillas adquieren un color rojo al recordar esas imágenes.

—Sí, estoy bien. —Susurro ruborizada.

Definitivamente, puedo estar de todo menos bien en estos momentos.

🌹🌹🌹

Doy vueltas de un lado a otro en la cama sin poder conciliar el sueño. Imágenes constantes de mí y de mi padre, juntos, torturan mi mente. Sé que debo perdonarlo, mi corazón se siente listo para hacerlo, las palabras de mi hermano causaron un efecto que no esperaba.

Me llevaron a reflexionar y aunque tuve un poco de confusión, al final, pude decidir lo que quiero hacer.

Me levanto de la cama y bajo a la cocina en busca de un poco de agua. Me siento en la encimera de la cocina y abro la cortina de la ventana para ver un poco el exterior.

Como era de esperarse todo está en silencio y en una pulcra quietud. La luna llena ilumina con todo su esplendor la tierra y desde aquí pueden verse los millares y millares de estrellas que alumbran en el cielo. Cierro la cortina y subo nuevamente a mi habitación.

Ya en la cama, cierro mis ojos y ya no son las imágenes de mi padre las que rondan por mi mente. No, esta vez son los recuerdos de Terry besándome y el abrazo reciente que me dio.

Agarro mi cabeza con furia, y me doy contra la almohada. Desde el día en que me abrazó no he parado de pensar en esa sensación de seguridad y amor que sentí.

Y no me gusta, porque eso significa que hay algo dentro de mi persona desarrollando sentimientos hacia el vampiro y eso solo significaría problemas.

Problemas amorosos, y definitivamente aún no estoy lista para eso. No después de lo que pasó con Ian. Lo que pasó con ese maldito cazador me ha dejado mucho en que pensar. Y he tomado nota mental de fijarme bien de quien gusto y no, definitivamente no puedo sentirme atraída por Terry. Además, es una completa locura. ¡Sentirme atraída por un vampiro! Bah, ¿Qué más sigue? ¿Atracción con las plantas?

Sigo divagando durante toda la madrugada, sin poder dormir. Necesito aclarar mi mente y tiene que ser pronto. De lo contrario, el insomnio y las ojeras pasarán a formar parte de mí. Y eso, no sería nada bonito.

N/A:

¡Hey! Nuevo capítulo criaturas ¿Qué les ha parecido? Tenemos a una pequeña Kiara en problemas.

Como siempre gracias por su apoyo.

Voten y comenten si les ha gustado.

Que más...

Ah sí, sigan a nuestro suculento Terry en su cuenta de Instagram:

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Y también a Kiara

*Kiara_Collins_Official

¡Nos leemos luego!


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