SALVEMOS AL MUNDO (CAPÍTULO 25)

¡Hola a todos los lectores!. Este es el último episodio de la mini saga del pasado. Es un episodio bastante largo donde pasan muchas cosas. ¡Espero que lo disfruteís tanto como yo cuando lo he escrito!.

SALVEMOS AL MUNDO (CAPÍTULO 25)

La lluvia caía con fuerza, mientras el agujero que había encima del cielo se hacía cada vez más grande. Seth y Talos seguían su combate arriba del techo del castillo que estaba medio destruido, no solo tenían que esquivar sus ataques si no también los relámpagos y rayos que caían cerca de ellos.

Ra sonreía mientras el aura oscura rodeaba su cuerpo, y la gente que estaba cerca era absorbida por el agujero que había en el cielo, eso hacía que el poder del maléfico brujo creciera cada vez más.

Nadie miraba a su adversario tenía que acabar con él lo antes posible o ni él podría derrotarlo, por lo que juntó sus manos y comenzó a recitar unas palabras en un idioma inteligible y la gran bola de energía que había creado comenzó a esparcirse poco a poco y formar diminutos rayos que fueron lanzados por el ser de otro mundo.

Incluso el brujo maléfico se quedó sorprendido y la barrera que había creado no sirvió de mucho y los rayos aparecieron por detrás de él, pero esté se movió a una gran velocidad y empezó a saltar esquivándolos, las explosiones se sucedían y pero el con su agilidad conseguía evitarlos.

En ese instante cuando creía que había conseguido evitar todos los ataques de su adversario Nadie se movió a una gran velocidad y se puso delante de Ra y extendió su mano al pecho de su maléfico enemigo, una luz verde salió de su mano y ella se comenzó a introducir en el cuerpo del brujo.

Su aura cambió de color y empezó a hacerse verde como la luz, Ra comenzó a gritar de dolor. Samantha que estaba luchando con su amigo del pasado, notó como el hechizo que rodeaba el aura de Malco, viendo un resquicio comenzó a concentrarse, y pequeños flashbacks de cuando eran niños.

Eran los cuatro inseparables, las risas, los lloros, y la amistad de los cuatro amigos aún podía notar el agua fría del estanque donde se bañaban cuando eran pequeños, las noches encima del gran árbol de roble blanco, las noches de historias por crear un mundo mejor.

Las lágrimas de la joven caían por su rostro, mientras apretaba los dientes del dolor que sentía en ese momento porque ahora eran enemigos y tenía que terminar aquello para que lo que ellos habían soñado se hiciera realidad.

Samantha abrió sus manos como si pudiera tocar el sol con ellas y un resplandor lo iluminó todo, y se sintió en el ambiente el hechizo maléfico que Ra había lanzado sobre su amigo se había roto y la oscuridad se había roto.

Sus ojos volvieron a ser humanos por un instante mientras lloraba como minutos antes había hecho la chica de color y pelo rizado.

-¡Gracias Samantha!- la abrazó

En esos instantes el alma salió de su cuerpo y subió al cielo dejando un cuerpo inerte y su amiga estaba devastada por lo que había tenido que hacer. Poco después el cuerpo se convirtió en piedra y cayó contra el suelo rompiéndose en mil pedazos para después desaparecer.

Pero de repente una explosión sacudió todo, Samantha tuvo que saltar para que la tierra no la engullera, mientras la ciudad era engullida por completo. Incluso el castillo donde estaban luchando Talos contra Seth empezó a venirse abajo, los dos cayeron, mientras las torres donde los adversarios estaban luchando se derrumbando.

El seguidor de Ra cayó al fondo, mientras Talos comenzó a saltar por los ladrillos que se dirigían al interior de la tierra y poco a poco se movió de un lado para otro hasta conseguir salir de allí, todo había cesado pero el pobre había quedado herido y con la ropa destrozada. Samantha lo esperaba ella estaba cansada también, pero no tenía tantas heridas como su amado.

Se dieron un cálido beso y se abrazaron, parecía que todo había terminado no notaban el aura de su ex amigo, lo que si podían notar era la de Nadie había bajado mucho.

-¿Y los demás?- preguntó Talos

- ¡Han podido salvarse!. ¡También han salvado a bastante gente de la ciudad!.- contestó la chica

- ¡Tenemos que ir a ver a Armon!. Su aura está muy debilitada

-¡Vamos!

Se movieron lo más rápido que pudieron hasta llegar donde estaba Armon en el suelo, renqueante del cansancio.

-¡Armon!. ¿Te encuentras bien?

- ... - no contestó

Delante de ellos había un gran cráter y estaba el cuerpo de Ra en el suelo lleno de heridas, su ropa estaba destrozada, los pantalones se encontraban totalmente desgarrados por abajo y la parte de arriba había sido totalmente volatilizada.

Cuando parecía que había terminado y se disponían a cerrar el agujero que estaba en el cielo, los tres notaron que el aura oscura había vuelto y se quedaron todavía más sorprendidos al ver como se levantaba. Nadie no podía comprender como había podido sobrevivir de ese ataque incluso lo utilizó contra hombres de Danko para que su hermano y él pudieran escaparse e incluso había modificado el ataque en el transcurso del combate al enterarse de la habilidad de Ra para borrar su alma.

-¡Reconozco que esta vez ha estado muy cerca! ¡He sentido como si mi alma estuviera apunto de desaparecer!. ¡Pero él poder de la magia negra!. ¡Que es como yo lo he llamado es demasiado grande!.

-¡No puede ser!.

- ¡Aun estando tan débil!. Soy capaz de acabar con vosotros en un segundo.

Talos y Samantha estaban totalmente agotados, y Nadie apenas podía tenerse en pie, los ojos de Ra se iluminaron y salió una luz oscura de ellos que fueron a parar a los ojos de Nadie. La pareja se quedó mirando no sabía que pasaba.

-¡Tráeme los objetos que escondes!. ¡Aquellos que robasteis!.

-¡Si!. Ahora mismo

Y con las pocas energías que le quedaban hizo un hechizo y aparecieron por arte de magia tres objetos aparecieron delante de ellos, un medallón, un anillo, un colgante y un pequeño mural.

-¡Perfecto!

-¿Qué es eso?- preguntaron los dos.

-¡He conseguido meterme en la mente de Nadie!. Cuando su poder ha bajado su mente se ha vuelto más débil. ¡Y ahora por fin tengo tres objetos que me volverán a un más poderoso de lo que soy!.

-¿De qué hablas?- preguntó Samantha.

-¡Nuestro querido maestro y su hermano robaron a alguien unos objetos con un enorme poder antes de venir a la Tierra!. ¡Y ahora son míos!.

Talos y Samantha corrieron al enterarse de los planes del malvado pero este, los atacó y lanzó dos bolas de energía de color negro, los dos intentaron crear una barrera pero estaban tan débiles que era imposible repeler los ataques durante más tiempo esta se rompió y cuando estaban por ser destruidos dos luces blancas desviaron el ataque originando que explotaran sin hacer ningún daño.

La pareja se giró y pudo ver a unas jóvenes en total cuatro brujas cada una era muy diferente a la anterior, una era de piel oscura, otra era oriental, otra tenía la piel canela y otra de piel rojiza.

-¡Vaya!. ¡Mirad quien ha venido!. ¡He oído hablar de vosotras sois esas chicas que mis hombres tanto hablaban: Mizuki, Esthela, María y Adela- exclamó.

La mujer de piel canela se acercó a la pareja, que estaba agotada, mientras otra intentaba sujetar el cuerpo de Nadie que estaba muy herido.

-¡Veo que nos conoces!.

-¡Me preguntaba cuando vendríais!. Ahora si los seis grandes brujos ¡os llamáis así!. ¿no es verdad?. ¡Aun herido no tenéis ni una sola oportunidad contra mí!. ¡Voy a destruiros a todos!. Y en ese instante una copia salió del cuerpo de Ra y salió disparado contra ellos mientras él se acercaba a los objetos.

La copia atacó a Maria y a Esthela que cogiéndoles de la cabeza y estrellándosela contra un conjunto que rocas que había cerca. Pero las sorpresas no cesaron porque que de ese cuerpo salió otra copia que atacó a Mizuki y Adela y otro más que atacó a la pareja.

El verdadero Ra toco con sus manos los objetos pero una descarga de energía hizo que le doliera y no pudiera sujetar el medallón que había cogido, había un hechizo sobre ellas, tenía que romperlo.

Comenzó a recitar unas palabras y se acercó al medallón mientras su energía oscura recubría el objeto y la luz blanca que los iluminaba comenzaba a cesar. Los demás estaban siendo derrotados con facilidad contra las copias de su enemigo.

Talos estaba intentado esquivar los ataques de la copia, mientras Samantha se defendía también, entonces se acercó a Nadie.

-¡Una vez nuestro maestro nos dijo que había creado un hechizo capaz de dividir la fuerza y trasportarla a otro cuerpo!. ¿Sabes cual es?.

- ¡Sí!, pero no estaba terminada y concentrar tanto poder en algo es demasiado peligroso.

- ¡No será en algo!. ¡Será en mí!.

- ¿De qué hablas?.

- ¡Quiero concentrar el poder y el aura de todos hacía mí!

-¡Morirías!. Además si alguien tiene que hacer eso soy yo. ¡Acabaré con ese malnacido!

- ¡Apenas puedes mantenerte en pie!. Dudo mucho que pudieras hacerlo, yo aunque estoy herido, no estoy tan agotado físicamente o mentalmente como tú. ¡Si no lo hacemos!, aquello por lo que tu hermano, mi maestro luchó quedará en nada. ¡Así que ayúdame a salvar el mundo!.

Esas mismas palabras se las dijo su hermano cuando empezaron su viaje para hacer un lugar mejor, era como si él se hubiera introducido en el cuerpo de ese humano. Así que a regañadientes empezó a hablar en un idioma inteligible.

Y comenzó a comunicarse telepáticamente con todos los que habían allí, todos aceptaron menos Samantha que se negaba. Y el aura de sus cuerpos comenzó a fluir a Talos. El verdadero Ra había conseguido impregnar de energía oscura el medallón que tenía forma de ojo.

-¡Siento el poder!. ¡Lo siento!. ¡Tiene forma de ojo!. ¡Lo llamaré el Ojo de Ra!.

Enseguida se acercó al mural puso su mano sobre él y una parte quedó cubierta por la magia negra, mientras la otra no. Talos había concentrado el aura de cuatro brujas y el de Nadie, pero Samantha aún no había querido hacerlo.

El cuerpo de su amado comenzó a brillar y como un rayo de luz se impulsó contra todas las copias y en un solo golpe acabó con ellas para luego dirigirse al verdadero Ra que notó una increíble aura y que aun dándose cuenta no pudo evitar que le golpearan en la cara ante la sorpresa del malvado que cayó contra el suelo y mandándolo varios metros.

-¡Como te atreves!

-¡Esta vez es tu final Ra!.

-Los dos antiguos compañeros se lanzaron uno contra otro, de las manos Ra salió una gran serpiente de color oscura, pero Talos sacó una espada de luz y cortó esa serpiente en trozos, era la primera vez que Ra estaba siendo arrinconado.

El joven se comunicó con su amada y le dijo que utilizara su capacidad para mandar lejos los objetos , desde muy pequeña ella había tenido un poder diferente a cualquiera, era capaz de abrir puertas a otros lugares fuera del espacio y tiempo.

Y desde que su maestro murió consiguió controlarlo a voluntad así que le dijo que lo hiciera, mientras ellos estaban luchando. Samantha corrió, cogió los objetos se concentró y una puerta de color lila se abrió entonces lanzó el anillo y el colgante ambos fueron a dimensiones distintas y cuando estaba por lanzar el medallón, una copia de Ra salió debajo de la Tierra y golpeó a la joven con enorme brutalidad evitando que hiciera lo mismo con ese medallón.

Talos enrabietado golpeó al original y se movió a gran velocidad cuando la copia se disponía acabar con su mujer y consiguió eliminar a la copia, mientras el verdadero Ra se tenía en su poder el medallón.

El brujo maléfico no se dio cuenta que el agujero del cielo estaba cerrándose poco a poco, Talos había contrarrestar la dimensión oscura, antes de empezar el combate. Pero miró al cielo y lo averiguó estaba perdiendo.

-¡Maldita sea!. ¡Yo soy Ra! ¡No puedo perder aquí!. ¡Vamos medallón ahora que estas bañado con mí energía oscura, muéstrame cual es tú poder!.- enrabietado gritaba

Talos se acercaba a donde estaba ese monstruo que en otra hora fue su mejor amigo que estaba sentado en el suelo incapaz de hacer nada pero de repente una luz negra salió del medallón y comenzó absorber la energía de los de allí presentes.

-¡Me siento más fuerte!. ¡Este medallón hace el mismo efecto que la dimensión oscura!. ¡Perfecto!. ¡Vamos Ojo de Ra!. ¡Dame más poder!

- ¡Maldita sea!, siento como si mí poder estuviera desapareciendo.

Samantha que en ese momento había conseguido desaparecer una parte del mural la que estaba cargada de energía negativa y había conseguido transportarlo a otro mundo, mientras la otra aún se encontraba el nuestro.

El brujo maléfico levantó sus manos, cada vez su poder era mayor y su pelo se volvía cada vez más blanco y sus ojos eran totalmente oscuros, sus pupilas habían desaparecido ahora era un auténtico monstruo.

-¡Más poder!. ¡Voy a mataros a todos!- su voz había cambiado se había hecho más gruesa.

La joven recordó todas las enseñanzas de su maestro, Ra era demasiado terrible para que estuviera en la Tierra, ya no era el amigo que creció con ellos era un monstruo despiadado capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quería, si se hacía con esos objetos todos estarían perdidos.

Así con lágrimas en sus ojos concentró su aura para que fuera a su amado, sentía que el corazón le iba a estallar pero aun así mandó todo el poder que quedaba a Talos. El destino estaba sus manos.

Ra empezó a bañarlo todo con su poder oscuro pero de repente cesó porque una luz blanquecina le hacía retroceder, era el poder Talos comenzó a inundar la oscuridad y Nadie quedó asombrado al ver el poder de ese humano y observar que una figura fantasmal estaba detrás de él.

-¡Hermano!

Y como si el alma de su familiar estuviera ayudando a ese chico, aun habiendo absorbido la mitad de poder de Talos era realmente gigantesca, la luz dio a Ra que comenzó a gritar de dolor y la esencia de Ra su alma salió de su cuerpo

-¡Volveré!. ¡Soy inmortal!- Su esencia fue empujada al agujero y desapareció en la dimensión oscura que el mismo había creado!.

Poco después el cuerpo sin vida del brujo cayó al suelo y se prendió fuego. Por fin había sido derrotado, y todos se alegraron, excepto Nadie que se sentía culpable de lo sucedido y de no poder haber ganado él mismo.

Talos se encontraba en el suelo estaba totalmente agotado y su aura estaba desapareciendo, su corazón había hecho demasiado esfuerzo, Samantha se arrodilló y pidió ayuda a las cuatro brujas para curarle pero se había quedado seco de energía y su muerte era inevitable.

-¡Samantha!. ¡Por favor lucha por nuestro sueño!. ¡Lucha por él!

-¡Sí!. – Lloraba desconsolada

-¡Te quiero!- falleció al pronunciar esas palabras.

-¡Yo también!-

El escenario que Nadie les había mostrado mentalmente desapareció y nuestros amigos volvieron a la realidad, mientras el ser del otro mundo seguía hablándoles con el cuerpo actual.

-¡Y así falleció Talos Sinclair!. Y nació familia y clan más poderoso de brujos

-¡Elena tenía que ver con esa familia!- contestó Gabriel.

-Después de eso tuve que cambiarme a un nuevo cuerpo, luego nos enteramos que Seth no murió, consiguió un libro de Ra donde ponía todos sus hechizos, maleficios y todo lo que sabía sobre magia negra creando un nuevo peligro para la humanidad "los vampiros". Ante esa nueva raza y la advertencia de que Ra un día volvería les enseñé la técnica que Talos había utilizado para devolverles el favor, pero como siempre volvieron a decepcionarme y jugaron con hechizos prohibidos volviéndose inmortales y originando que "El elegido" cuando muriera recuperaran todos sus poderes. Me volví otra vez frío, utilicé a todos como si fueran herramientas , sobretodo con ese elegido que ahora se llamaba Vampire Killer.- explicó el hombre de otro lugar.

-¿Qué pasó con el Ojo de Ra?- preguntó el vampiro español

- Las 5 grandes brujas se llevaron el Ojo de Ra y lo custodiaron y yo me quedé con la mitad del mural!. Lamentablemente tiempo después alguien muy próxima a ellas les robó el medallón.

Leo que hasta ese momento había estado escuchando se acercó a él que se encontraba mirando al suelo y puso su mano en el hombro del hombre imponente.

-¡No hay tiempo para lamentos!. ¡Es hora de terminar de esto de una vez por todas!. ¡Necesitaré vuestra ayuda!- se giró

-¡Cuenta conmigo! -dijo Richard!

- ¡Ya lo sabes!, no hace falta que te lo diga- dijo Gabriel mirando a otro lado.

- Quizás lo has hecho mal. Pero ahora necesito que te centres y continuemos el entrenamiento!. ¡Ayúdame a salvar el mundo!-

- ...- Nadie quedó en silencio al escuchar esa frase, Leo había heredado la voluntad de su hermano y de Talos.


CONTINUARÁ

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