La Supremacía (Capítulo 12)



 LA SUPREMACÍA (CAPÍTULO 12)


Gabriel se levantó y se quitó la nieve, mientras observaba al Vampire Killer.

-¡Parece que ya has despertado!. ¡Interesante!. Creo que es buen momento para ver lo verdaderamente fuerte que eres- Gabriel se movió a gran velocidad contra el ex agente de la CIA, pero cuando estaba a punto de golpearle apareció una esfera verde que tomó una forma cuadrada y salió Nadie de ella.

-¡Nadie!- exclamó sorprendido Gabriel

- ¿Qué quieres?- contestó enfadado el Vampire Killer

- ¡Siento interrumpiros!. Pero tengo que deciros algo... sobre todo a ti Leo. – explicó el hombre imponente.



En otro lugar el joven Richard preocupado por su madre decidió ver si estaba sana y salva. Todos se había ido a entrar con Nadie pero después de la muerte de su amigo y el secuestro de la chica por la que estaba enamorado, tenía que ver que la mujer que le dio la vida se encontraba bien.



Ya habían pasado un día desde que había marchado a encontrar la, lo que veía en cada ciudad y pueblo que se acercaba era destrozos por todos lados, y algunos cuerpos de brujos y brujas tendidos sobre el suelo.

Tenían el mismo aspecto, a medida que se acercaba a su hogar sentía mayor presión en su pecho y cuando llegó a su pueblo natal, se fijó que el cartel que estaba en la entrada, estaba bañado de sangre.



Vio como unos jóvenes eran arrastrados por el suelo, podía notar que eran brujos al igual que él. Esta vez no había ningún vampiro, solo había esa nueva raza llamada demonios, obligando a beber un brebaje.


Cuando  se dio cuenta que era lo mismo que habían hecho con su amigo, y sin mediar palabra golpeó a uno de los hombres que sujetaba a uno de los chicos por el pelo, tirándolo al suelo.



Dos de esos hombres se lanzaron contra el alumno de Leo y esté comenzó a moverse rápidamente evitando los ataques de los demonios, los otros chicos se levantaron mal heridos y utilizaron varios hechizos explosivos atacándolos por la espalda.



Pero el que estaba en el suelo, se levantó rápidamente y golpeó a uno de los chicos. Los otros demonios atacaban a Richard que evitaba a los ataques y utilizaba su velocidad ya que en fuerza sus enemigos eran mucho más fuertes.



Uno de ellos abrió la boca y lanzó fuego contra el más pequeño que tendría unos 10 años, pero el joven brujos utilizó un hechizo de barrera salvando la vida del pequeño. Pero para hacerlo había tenido que pararse y uno de los hombres le golpeó brutalmente contra el estómago, mientras otro le agarraba del cuerpo y apretaba con fuerza.



El otro joven de 14 años aproximadamente estaba siendo apalizado por el más delgado de los tres hombres. Mientras otro de los enemigos que era grueso y con bigote apretaba cada más fuerte los músculos de Richard, mientras el más musculado de los tres golpeaba sin piedad al joven.



En ese instante de las sombras salió la madre de Richard, tenía la ropa destrozada e heridas en la cara, brazos y piernas. Ella sola había luchado contra otros monstruos y evitar que la gente del pueblo muriera, ganando tiempo. Incapaz de ver tanta injusticia aun herida y al ver que también estaba su hijo en peligro, hizo un hechizo de energía pero no les hizo nada a esos monstruos. Richard gritó al ver que quien había hecho ese ataque era su madre.


-¡Mama!-Gritó Richard

-¿Así que es tu madre?. ¿Qué os parece si les damos a estos dos el brebaje?- preguntó el más delgado.

- ¿Y los otros chicos?- exclamó el más grueso

- ¡Estos dos son más fuertes que esos niños!. No sirven para hermanos nuestros. ¡Acabemos con ellos!. – dijo el más fuerte de los tres y el que llevaba la voz cantante.

- ¡De acuerdo!. Primero la madre y luego el hijo.



Al mismo tiempo que el hombre delgado vertía sobre la boca el líquido, uno de ellos abría la boca y lanzaba una bola de fuego sobre los pequeños que estaban muy heridos. Richard era agarrado por el grueso y no podía moverse, se lamentaba de no poder hacer nada por evitar lo que estaba sucediendo.



En ese instante cuando Richard gritaba de rabia algo sucedió. Notó como la presión de sus brazos había desaparecido, abrió los ojos y vio a Gabriel desviando la bola de fuego que había sido lanzada por el demonio sobre los niños. Luego se giró y se dio cuenta que el hombre grueso estaba en el suelo.



Se quedó sorprendido al ver a su maestro delante de él con su madre en brazos, había conseguido evitar que bebiera ese brebaje.


-¡Maestro!- dijo sorprendido

- ¡Es una imprudencia venir solo!. Pero lo has hecho bien.

El hombre delgado estaba asombrado ya que no había notado nada, solo un relámpago y la mujer ya no estaba.

-¡Vaya parece que os reproducís!. ¡Malditos brujos!- gritó enfurecido el más grueso que se levantó enfurecido ya que Leo lo había golpeado y se lanzó contra el ex agente de la CIA.

-¿Qué te parece si pateamos unos cuantos culos Gabriel?- preguntó el Vampire Killer

- ¡Ja, ja creía que nunca lo dirías!. - dijo divertido el español



El hombre enrabietado intentó atacarlo, pero Leo se movió a gran velocidad y al mismo tiempo que evitó el ataque de su rival, golpeó al demonio más delgado. Mientras Gabriel hacía lo mismo contra el más fuerte que salió impulsado contra una de las casas.



El grueso y el delgado abrieron sus bocas y escupieron una bola de fuego que dio de lleno sobre Leo, pero este no tenía ningún rasguño. Su cara reflejaba total seriedad. De repente donde se encontraban los niños, Richard y su madre apareció una poderosa barrera de color verde y al lado de él vio que estaba Nadie con los brazos cruzados, él es el que había creado la barrera para evitar que recibieran daño.


-¡Nadie!- dijo sorprendido.

- ... -Pero el hombre de aspecto imponente no habló.

Los demonios estaban asustados ante el enorme aura que desprendía Leo.

-¡Voy acabar con vosotros!. ¡Voy acabar con todos vosotros!.

- ¡Está loco!- gritó el delgado, mientras se giraba e intentaba huir, el hombre grueso también intentó dar la media vuelta y marcharse de allí.



Gabriel había derrotado fácilmente al más musculoso de los tres, había atravesado su cuerpo con sus garras y ahora observaba lo que estaba haciendo su nuevo compañero, con una medio sonrisa en su cara.



Y antes que pudieran marcharse Leo apareció con gran velocidad cortándoles el paso y con sus manos dio sendos golpes en el pecho y en la nuca de los dos demonios que murieron en el acto convirtiéndose en llamas.

-¡Yo los habría vencido en 10 segundos!.- dijo en tono burlón el español.


Leo se acercó donde se encontraban Richard y Linda su madre, preocupándose por su estado. Los dos le dieron las gracias y entonces el Vampire Killer comenzó hablar a Nadie con el que estaba muy enfadado.

-¡No pienses que porque viniste avisarme que Richard se había marchado solo a buscar a su madre te he perdonado!-

- ¡Lo sé!.

- Pero necesito hacerme más fuerte, con el nivel que tengo no podría ni rozar a Ra por eso iré contigo a ese entrenamiento de que me hablaste. ¡Pero Linda viene con nosotros! ¡Y no hay discusión!.

- ¡De acuerdo!- aceptó Nadie.



Primero llevaron a los dos niños al lugar seguro donde se encontraba la gente del pueblo, tenían una barrera que les impedía que alguien les detectara mientras estuviesen dentro de ella.



Luego los cuatro se metieron en el portal de color verde que había creado el hombre de sombrero de cowboy y desaparecieron.



Al mismo tiempo Ra estaba en el patio de su castillo, allí habían más de 1000 hombres y mujeres que ya se habían convertido en demonios. Laura y su madre Liana estaban encerradas en su habitación en lo alto del castillo, allí habían utilizado un hechizo para que no pudieran ver ni escuchar nada con sus poderes de bruja sobretodo Liana ya que Laura era nueva en todo eso.



Se asomaban a la ventana pero no veían nada inusual, simplemente el patio vacío pero realmente estaba lleno de gente allí el malvado Ra estaba dando un discurso terrorífico sobre la supremacía de esta nueva raza.


-Los brujos son el pasado, los vampiros son un error y los humanos son nuestros esclavos. ¡Nuestra raza es superior a todas!, estamos destinados a crear un nuevo orden. ¡Somos más fuertes, somos más rápidos y somos más poderosos que ellos!. ¡Pero reconozco que entre sus filas hay seres realmente interesantes que merecen la oportunidad de convertirse!. ¡Hay algunos de vosotros que anteriormente fueron brujos o vampiros les di la posibilidad de estar hoy aquí!. ¡En cambio hay otros que su destino es morir!.- decía con ímpetu



Damien sonreía al escuchar el discurso de su nuevo maestro, mientras Rose miraba al suelo y intentaba tapar su bostezo.


-Johan el vampiro que se sublevó contra el mundo estaba equivocado, solo quería caos y destrucción. Yo os hablo de algo más queridos hijos míos ¡los humanos deben seguir existiendo, serán nuestros esclavos y nuestros juguetes!. ¡Haremos lo que nos plazca con ellos! ¡Ya que durante mucho tiempo ellos nos han perseguido simplemente por ser diferentes ¡. Siendo brujos y vampiros os habéis sentido acorralados y perseguidos!.

¡Es hora que les demostremos que nosotros somos superiores a ellos ¡Somos la raza dominante!.



Toda la gente empezó a gritar esa misma frase como si fuera un coro, solo Damien y Rose eran los únicos que estaban callados. La mujer estaba decepcionada ya después de todo lo que había hecho por traerlo de vuelta solo podía ver a un sueño estúpido de un viejo loco, durante mucho tiempo había pensado en la posibilidad de ser ella la líder incluso había diseñado planes para arrebatárle el poder pero no había actuado porque no sabía lo que pretendía su maestro, ahora después de escuchar cual era el objetivo de Ra, tenía más claro que nunca que ella debía tomar el mando.



Damien por su parte observaba a Rose y conociendo a esa mujer durante un tiempo se fijó que ella no gritaba como los demás así que estaba preparando algo. Pero también pensaba que ese discurso que había dado Ra tenía algo más detrás, y pensaba que tenía algún plan oculto que no podía revelar pero él conseguiría averiguarlo.


CONTINUARÁ 

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